Thursday, August 31, 2023

¡Llegamos a Mongolia!



Dijeron que a las 10:00 horas locales Francisco estaría en Mongolia y así fue. La ceremonia de bienvenida fue breve, duró unos 25 minutos, y todo se acabó de forma rápida.

Información de agencia EFE, Sep-01-2023.

Ulán Bator, 1 sep (EFE).- El papa Francisco llegó hoy a Mongolia, siendo así el primer pontífice que visita este país con el objetivo de dar ánimos a la pequeña comunidad católica, de cerca 1.400 personas, y descansará durante toda la jornada pare recuperarse de las 9 horas y media de vuelo y del horario.

A su llegada al aeropuerto internacional Chinggis Khaan fue recibido por la ministra de Asuntos Exteriores, Battsetseg Batmunkh, y por una joven que le ofreció yogur seco, una usanza típica del país, y después se reunieron durante algunos minutos en una sala del aeropuerto ya que la ceremonia oficial de bienvenida se celebrará mañana.

Después Francisco irá descansar a la prefectura, la residencia del prefecto de Ulán Bator, el cardenal Giorgio Marengo, ya que el Vaticano no cuenta con una nunciatura (embajada) en el país.

Durante el viaje, el papa destacó que venía a visitar a un pueblo pequeño que vive en un territorio enorme, un pueblo pequeño "pero con una gran cultura" y pidió reflexionar sobre el silencio de las estepas porque dijo que "Mongolia se entiende con los sentidos".

El 2 de septiembre estará dedicado a citas institucionales: por la mañana con las autoridades civiles, entre ellos el presidente y el primer ministro y por la tarde con obispos, sacerdotes, misioneros consagrados, cerca de unos 80 en todo el país, donde hay tan solo 9 parroquias, 4 de ellas en la capital donde se concentra el 40 por ciento de la población de este Estado, uno de los más despoblados del mundo.

Francisco se reunirá con el clero en la catedral de San Pedro y Pablo, construida en el siglo XX con una estructura que recuerda a las yurtas, las típicas tiendas circulares de Asía central construidas así para refugiarse del frio y los fuertes vientos de las estepas, y donde se encuentra una estatua de la Virgen encontrada por una mujer entre la basura años atrás, luego entronizada y venerada como Madre del Cielo.

El papa también celebrará una misa en la tarde del 3 de septiembre en el Steppe Arena para los 1.500 fieles residentes en Mongolia, el 90 % viven en la capital, pero también se unirán otros mil fieles procedentes de diversos países vecinos como Rusia, China, Tailandia, Kazajstán, Kirguizistán, Azerbaiyán y Vietnam.

El domingo presidirá un acto ecuménico e interreligioso en el Hun Theatre en el que participarán representantes del chamanismo, el sintoísmo, el budismo, el islam, el judaísmo, el hinduismo y otras confesiones.

El 4 de septiembre, último día del viaje, Francisco inaugurará la Casa de la Caridad, un lugar para dar cobijo y ayuda a los más necesitados en el país, donde un 36% de la población que vive por debajo del umbral de la pobreza.

¡Y nos fuimos pa’ Mongolia!


Francisco ya se encuentra en vuelo hacia Mongolia, según reporta el boletín diario de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, Ago-31-2023. Desde el aeropuerto de Fiumicino, Francisco partió a las 18:41, hora de Roma (16:41 UTC) y se espera que aterrice en Ulaanbaatar (los de vieja data la conocíamos como Ulan Bator) , capital de Mongolia, a las 10:00 horas locales, 04:00 hora de Roma (02:00 UTC), de Sep-01-2023.

Arzobispo de Londrina, Brasil, da comunión a Jeque musulmán y luego se justifica


Este es un artículo de Gaudium Press, Ago-31-2023.

Arzobispo de Londrina – Brasil da comunión a Jeque musulmán y luego se justifica

Redacción (31/08/2023, Gaudium Press)
No se apagaban los lamentos por el deceso del Cardenal Majella Agnelo, que fue Arzobispo de Londrina, cuando esa sede vuelve a ser noticia mundial por un hecho polémico.

“Venimos por medio de esta nota a pronunciarnos sobre la repercusión generada por la comunión administrada por mí, Mons. Geremias Steinmetz, al Sheik Jeque Ahmad Saleh Mahairi”: quien así habla es el actual ordinario de esa importante ciudad brasileña, en ‘Nota de Esclarecimiento’ con fecha del 30 de agosto, una comunicado amplio, de dos páginas.

La nota de Mons. Steinmetz comienza haciendo el elogio del Cardenal Majella, que fue Arzobispo Primado del Brasil y miembro de varios dicasterios romanos. Cuenta el prelado que en la misa de exequias del Cardenal Majella estaban presentes personas de diversos credos que mantenían relaciones afectuosas con el purpurado fallecido, uno de ellos el Sheik Saleh Mahairi, “de la Mezquita Rei Faiçal”.

“La imágenes de la transmisión de la Santa Misa muestran al Jeque Mahairi recibiendo la Eucaristía de mis manos, pero no lo muestran consumiéndola. Delante de la repercusión de esas imágenes, encargué al vicario general de la Arquidióceis de Londrina, padre Rafael Solano, conversar con el Jeque para esclarecer la situación. Lamentando profundamente lo ocurrido, pues su deseo no fue irrespetar la Iglesia Católica, el Jeque Mahairi dijo al vicario general que recibió a Jesús, fue hasta su banca, se sentó y consumió la Eucaristía. Según él, Mons. Albano [ndr. Antiguo obispo de Londrina] hace muchos años le había explicado que la Eucaristía es el cuerpo de Jesús, considerado un profeta para el Islam”, expresa el Arzobispo.

Tras aclarar, pues, que la hostia sí fue consumida por el Jeque, se explaya luego Mons. Steinmetz en afirmaciones sobre la estima de la Iglesia hacia los musulmanes, quienes “veneran a Jesús como profeta, y honran a María, su madre virginal, la cual por veces invocan devotamente”, lo que el considera justificativa suficiente para haber administrado la comunión al jeque musulmán.

No cita entre tanto el Arzobispo de Londrina, la legislación de la Iglesia sobre la administración de Sacramentos a no católicos, para justificar lo realizado, donde la responsabilidad no le cabe al Jeque –a quien no se le puede exigir dicho conocimiento–, sino a él como ministro de Dios y más como pastor de una Iglesia particular.

Efectivamente, reza el canon 844 del código legislativo de la Iglesia que “Los ministros católicos administran los sacramentos lícitamente sólo a los fieles católicos, los cuales, a su vez, sólo los reciben lícitamente de los ministros católicos, salvo lo establecido en los §§ 2, 3 y 4 de este canon, y en el c. 861 § 2. § 2. En caso de necesidad, o cuando lo aconseje una verdadera utilidad espiritual, y con tal de que se evite el peligro de error o de indiferentismo, está permitido a los fieles a quienes resulte física o moralmente imposible acudir a un ministro católico, recibir los sacramentos de la penitencia, Eucaristía y unción de los enfermos de aquellos ministros no católicos, en cuya Iglesia son válidos esos sacramentos”.

También expresa esta norma que “§ 4. Si hay peligro de muerte o, a juicio del Obispo diocesano o de la Conferencia Episcopal, urge otra necesidad grave, los ministros católicos pueden administrar lícitamente esos mismos sacramentos también a los demás cristianos que no están en comunión plena con la Iglesia católica, cuando éstos no puedan acudir a un ministro de su propia comunidad y lo pidan espontáneamente, con tal de que profesen la fe católica respecto a esos sacramentos y estén bien dispuestos. § 5. Para los casos exceptuados en los §§ 2, 3 y 4, el Obispo diocesano o la Conferencia Episcopal no deben dar normas generales sin haber consultado a la autoridad, por lo menos local, de la Iglesia o comunidad no católica de que se trate”.

Es claro, que no hubo administración válida de la comunión al Jeque, quien ni siquiera profesa un credo cristiano, sino que además la nota aclaratoria de Mons. Steinmetz no justifica ni siquiera la licitud del acto realizado.

Los administración de sacramentos, como expresa Pedro María Reyes Vizcaíno, requiere “la unidad de los que intervienen, ministro y fiel. Ciertamente, como ya se indicó, los sacramentos significan la unidad -y entre los sacramentos especialmente la Eucaristía-, pero no la producen sino que la presuponen, y por lo tanto, debe existir antes de administrarlo”.

Las excepciones a la norma anterior, se dan para no “privar de la fuente de la salvación a quien esté verdaderamente necesitado de un sacramento”, algo que de ninguna manera parece configurarse en la comunión dada al Jeque, quien no ha solicitado el bautismo cristiano, ni manifiesta un verdadero conocimiento de Jesucristo-Hostia como Dios.

“La administración de la Eucaristía, en circunstancias especiales, a personas pertenecientes a Iglesias o a Comunidades eclesiales que no están en plena comunión con la Iglesia católica”, solo es posible cuando “el objetivo es satisfacer una grave necesidad espiritual para la salvación eterna de los fieles, singularmente considerados, pero no realizar una intercomunión, que no es posible mientras no se hayan restablecido del todo los vínculos visibles de la comunión eclesial”, expresa Juan Pablo II, en Ecclesia de Eucharistiaa (n. 45). Esto es válido con mayor razón con relación a personas con las que no se ha expresado ni la posibilidad de este tipo de comunión.

A continuación, la nota completa del Arzobispo de Londrina:

Esta es la “Nota de Aclaración” aludida (portugués), click para ampliar.

“Inexplicables designaciones del papa Francisco”, editorial de La Nación de Buenos Aires, Argentina


La que leerán a continuación no es una opinión de un columnista, ni un artículo, ni una carta de un lector, es la posición editorial del periódico más importante —antigüamente era también el más leído, pero ahora no sabemos— de Argentina, la tierra natal de Francisco, La Nación, publicada en la edición de Ago-31-2023 (con adaptaciones).

Inexplicables designaciones del papa Francisco

El nombramiento del exjuez Zaffaroni en un organismo académico vaticano provoca un lógico desconcierto y rechazo


Hace pocos días el papa Francisco concedió el estatus de “Asociación Privada de Fieles” de carácter internacional al Comité Panamericano de Juezas y Jueces por los Derechos Sociales y la Doctrina Franciscana (Copaju), nacido en Buenos Aires en 2017 y formalmente reconocido por el Vaticano en 2019, a pedido de uno de sus fundadores, el magistrado porteño Roberto Andrés Gallardo, a quien ahora le asignó su presidencia para el período 2023-2028. Bajo dependencia de esa asociación, creó el Instituto para la Investigación y Promoción de los Derechos Sociales Fray Bartolomé de las Casas, con finalidades académicas, docentes y de formación sobre la temática de derechos sociales, migración y colonialismo. El exjuez de la Corte Suprema de Justicia de la Nación Raúl Eugenio Zaffaroni fue nombrado para integrar su junta académica y fundadora por el mismo período.

De buenos lazos con el Vaticano, Zaffaroni y Gallardo habían participado allí a fines de marzo de una cumbre sobre “Colonialismo, descolonización y neocolonialismo: una perspectiva de justicia social y bien común”, con participación de jueces, académicos y personalidades latinoamericanas.

Como persistente detractor de numerosas gestiones del gobierno de la ciudad de Buenos Aires, el “militante” juez Gallardo emitió controvertidos fallos como el de suspensión del sistema de vigilancia y reconocimiento facial de prófugos. Fue quien en agosto de 2022 hizo lugar a la acción de amparo que pedía que el jefe de gobierno porteño retirara el vallado y las medidas dispuestas por la Policía de la Ciudad en inmediaciones del domicilio de Cristina Kirchner, medida que le valió una recusación por falta de imparcialidad. Previamente, en 2018, había impedido que se aplicara la reglamentación sobre el uso de armas de fuego por efectivos policiales en la ciudad de Buenos Aires.

Al repasar las actuaciones de tan controvertidos personajes, cabe destacar el público apoyo de Zaffaroni a Cristina Kirchner en las causas judiciales que enfrenta la vicepresidenta. Llegó a sugerir públicamente, en agosto de 2022, que si ella era condenada, el presidente Alberto Fernández tendría que indultarla, por entender que es objeto de una persecución política. Del mismo modo, como miembro de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), promovió el indulto del condenado exvicepresidente Amado Boudou.

En su paso por el Poder Judicial, donde fue juez nacional en lo criminal y miembro de la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional de la Capital Federal, años antes de ser designado en la Corte Suprema de Justicia, dejó nefastos antecedentes. Basta recordar el escandaloso caso Tiraboschi, en el que el entonces juez Zaffaroni le redujo la pena a un hombre que obligó a practicarle sexo oral a una niña de ocho años, esgrimiendo que lo había hecho mediante un juego y con la luz apagada, lo que convertiría al abuso en menos traumático. Un fallo revelador de una perversa escala de valores.

Una investigación periodística de 2011 detectó que seis departamentos de su propiedad eran utilizados por mujeres que brindaban servicios sexuales. Ricardo Montivero, apoderado de Zaffaroni y quien dijo estar a cargo de su alquiler, fue condenado a pagar una multa por violación a la ley de profilaxis. El exjuez argumentó que él era solo una inocente víctima de lo que consideró una desnaturalización del contrato de locación.

Resulta inexplicable su designación cuando en múltiples ocasiones Francisco se manifestó en contra del tráfico de drogas, cuya legalización defiende Zaffaroni, y en contra de la prostitución y la trata de personas que sufren la indiferencia y el descarte de parte de la sociedad.

Por sus implicancias, tal vez lo más grave de su foja de servicios es su condición de principal impulsor del llamado garantismo –en rigor, abolicionismo de la ley penal– en la Argentina, cuyos graves efectos nuestra sociedad paga a diario en vidas. Demasiados jueces abrevan en esta doctrina, traducida en la libertad de un sinnúmero de detenidos con graves antecedentes que vuelven a delinquir.

A los referidos antecedentes, suficientes para considerar más que cuestionable su mera nominación, se suma la férrea defensa por parte de Zaffaroni de la teoría del lawfare, que hace referencia a supuestas operaciones de manipulación judicial, política y mediática para desprestigiar, enjuiciar y encarcelar a figuras públicas de relevancia. No hace mucho, esta doctrina fue recogida en un discurso público por el papa Francisco, quien afirmó que con la instrumentación del lawfare se persigue “reducir los derechos sociales y promover un sentimiento de antipolítica del que se benefician aquellos que aspiran a ejercer un poder autoritario”. Se trata, sin embargo, de una teoría que ha sido utilizada por altos funcionarios, justificadamente acusados de corrupción con categóricas pruebas, para garantizarse impunidad.

Nombramientos de esta índole, que solo pueden traducirse como un respaldo del Papa a la acción de determinados jueces, resultan injustificables y en nada contribuyen a desandar la profunda grieta que padece la sociedad argentina cuando el Santo Padre vuelve a tomar tan clara posición. Se alejan incluso del sentido común, toda vez que el Sumo Pontífice, frente a la agresiva polarización existente, ha insistido reiteradamente en la necesidad de promover liderazgos que pacifiquen y ayuden a superarla.