Friday, August 04, 2023

Francisco dice que sigue “tratando de negociar” con el Gobierno de Nicaragua


Otra información más desprendida de la referida entrevista de Francisco con la revista Vida Nueva. Hoy se cumple un año desde que el régimen nicaragüense puso preso al obispo Rolando Álvarez y en la aludida entrevista le preguntan a Francisco sobre su caso.

Información de agencia EFE, Ago-04-2023.

Ciudad del Vaticano, 4 ago (EFE).- El papa Francisco y el Vaticano siguen "tratando de negociar" con el Gobierno de Nicaragua para lograr la excarcelación del obispo nicaragüense Rolando Álvarez, condenado a más de 26 años de prisión por negarse a abandonar el país.

"Seguimos, estamos tratando de negociar", respondió escuetamente el pontífice al ser preguntado por la situación en el país centroamericano y por lo que se puede hacer por el pueblo nicaragüense y el obispo encarcelado en una entrevista que publica hoy la revista española Vida Nueva.

Además, Francisco confirmó que en su reciente encuentro en el Vaticano pidió al presidente der Brasil, Lula da Silva, que intercediera ante el presidente del Gobierno de Nicaragua, Daniel Ortega, para liberar al obispo.

"Sí, se lo pedí", contestó sin más detalle al ser preguntado al respecto.

El presidente brasileño anunció el pasado 22 de junio en Roma, tras reunirse con el papa Francisco, que iba a intentar convencer a Ortega para que liberase al obispo Rolando Álvarez, condenado a 26 años de prisión por negarse a abandonar el país con destino a Estados Unidos.

En una rueda de prensa al término de su visita a Italia y Vaticano, Lula explicó que lo único que quiere la Iglesia católica en Nicaragua es que liberen al obispo Álvarez para que pueda viajar a Italia y consideró que su encarcelamiento ha sido "un error" de Ortega.

"Yo hablaré con Ortega para que le puedan dar la libertad porque es necesario aprender a pedir perdón (...) y reconocer este error", dijo Lula, que se entrevistó un día antes con el papa Francisco durante 45 minutos en el Vaticano.

Lula aseguró que será "un trabajo de paciencia" pero que él tiene mucha e intentará conseguirlo.

En febrero pasado, el Gobierno de Ortega excarceló y expulsó del país a 222 presos políticos, que fueron trasladados a Washington en un avión fletado por el Gobierno estadounidense, pero dos presos se negaron a abandonar el país, entre ellos el obispo, quien como consecuencia fue sentenciado a 26 años de prisión, despojado de su ciudadanía y trasladado de su arresto domiciliario a la cárcel.

Además, Ortega ha declarado interrumpidas las relaciones bilaterales con el Vaticano después de haber expulsado al nuncio (embajador vaticano), Waldemar Stanislaw Sommertag) y el país ya no tiene un embajador ante la Santa Sede desde el 21 de septiembre de 2021, cuando Ortega canceló el nombramiento de Elliette Ortega Sotomayor.

Asimismo, el mandatario nicaragüense calificó de "mafia" a la Iglesia y la acusó de ser antidemocrática por no permitir que los católicos elijan por voto directo al papa, a los cardenales, a los obispos y a los sacerdotes.

Nicaragua vive una crisis política y social desde abril de 2018 que se acentuó tras las controvertidas elecciones noviembre de 2021, en las que Ortega fue reelegido para un quinto mandato, cuarto consecutivo y segundo junto a su esposa, Rosario Murillo, como vicepresidenta, con sus principales contendientes en prisión o en el exilio.

Francisco sobre la rigidez de los curas jóvenes. Confirma que cardenal Zuppi ira a Beijing


Francisco ha concedido una amplia entrevista a Vida Nueva, y escribimos mal, porque lo que dice la revista es que más bien celebró su consejo editorial de la actual edición con Francisco.

Seleccionamos el siguiente pasaje.

Los curas jóvenes…

Francisco no es, en modo alguno, ajeno a las resistencias a la reforma que tiene entre manos. Le preocupa, pero tampoco le sobrepasa. Cuando aborda esta cuestión, lo hace con la serenidad de aquel que sabe que lo que propone no es una ocurrencia, sino un aterrizaje conciliar que no encuentra pista en parroquias, diócesis y episcopados varios.

Toma la palabra un sacerdote que vive en Santa Marta y que se ha unido al grupo de Vida Nueva de carambola. Cosas de la Providencia. El cura, que tiene un pie en la Curia y otro en su diócesis, se hace eco ante el propio Papa de esta oposición que palpa en Roma… y lejos de Roma: “Me preocupa la rigidez de los curas jóvenes…”.

FRANCISCO: Esa rigidez es de gente buena que quiere servir al Señor. Reaccionan así porque tienen miedo ante un tiempo de inseguridad que estamos viviendo, y ese miedo no les deja andar. Hay que quitarles este temor y ayudarles. Por otro lado, esa coraza esconde mucha podredumbre. Ya he tenido que intervenir algunas diócesis de varios países con unos parámetros parecidos. Detrás de ese tradicionalismo, hemos descubierto problemas morales y vicios graves, dobles vidas. Todos sabemos de obispos que, como necesitaban curas, han echado mano de personas a las que habían echado de otros seminarios por inmorales.

La rigidez no me gusta porque es un mal síntoma de vida interior. El pastor no puede darse el lujo de ser rígido. El pastor tiene que estar a mano de lo que venga.

Alguien me dijo hace poco que la rigidez de los sacerdotes jóvenes brota porque están cansados del actual relativismo, pero no siempre es así. A los obispos les pido que tengan cuidado con esta deriva y que tengan claro que no solo las “beatas Imeldas” son los mejores curas. Si uno te pone cara de ‘santito’ y le da la vuelta los ojos, desconfía. Necesitamos seminaristas normales, con sus problemas, que jueguen al fútbol, que no vayan a los barrios a dogmatizar… A mí me ayudaba pedir informes a las mujeres de las parroquias, a los coadjutores y a los hermanos donde iban los seminaristas…

P.- Una vez ordenados esos sacerdotes identificados como “rígidos”, ¿cómo se les acompaña para que se sumen al Vaticano II? Porque, en el fondo, sufren por no ser capaces de acoger lo que viene…

R.- Ahí hacen falta esos pastores con muñeca, esos curas que son vivos y pasaron la mediana edad. Ellos tienen la experiencia y la paciencia para acompañarlos. Lentamente, los van ‘ablandando’. Cuando ven que acoger el Concilio no es una amenaza para el magisterio, se ‘ablandan’. Pero no es fácil, porque el clericalismo siempre está ahí.

Hay gente que vive atrapada en un manual de teología, incapaz de meterse en los problemas y hacer que la teología vaya adelante. La teología estancada me hace recordar eso de que el agua estancada es la primera que se corrompe, y la teología estancada crea corrupción. Tanto los movimientos de izquierdas como de derechas que se quedan estancados, crean corrupción.

Recuerdo que, cuando decía el padre Arrupe que el Papa tuvo que intervenir sobre el análisis marxista de la realidad en la Teología de la Liberación, salieron al encuentro de una teología que se estaba estancando y privaba de la riqueza de la que era una Teología de la Liberación más seria, creada por Gustavo Gutiérrez. Por cierto, el otro día vi una foto de él cuando cumplió 95 años y cómo le entregaba su pectoral el cardenal Pedro Barreto….

Por ahora lo que los medios de comunicación han resaltado sobre esa entrevista es una respuesta que Francisco ha dado cuando le preguntan sobre las negociaciones de paz en Ucrania, revelando que piensa nombrar un representante permanente y confirmando que el cardenal Zuppi irá a Beijing.

P.- ¿Cómo van las negociaciones de paz ante la guerra en Ucrania?

R.- El cardenal Matteo Zuppi, arzobispo de Bolonia, está trabajando a fondo como responsable de los diálogos. Ya fue a Kiev, donde se mantiene la idea de victoria sin optar por la mediación. También estuvo en Moscú, donde encontró una actitud que podríamos calificar como diplomática por parte de Rusia. El avance más significativo que se ha logrado tiene que ver con el retorno de los niños ucranianos a su país. Estamos haciendo todo lo que está en nuestras manos para conseguir que cada familiar que reclame la vuelta de sus hijos, pueda lograrlo.

Para ello, estoy pensando en designar a un representante de forma permanente para que sirva de puente entre las autoridades rusas y ucranianas. Para mí, en medio del dolor de la guerra, es un gran paso. Después de la visita del cardenal Zuppi a Washington, la próxima escala prevista es Pekín, porque ambos tienen también la llave para rebajar la tensión del conflicto. Todas estas iniciativas es lo que yo denomino “una ofensiva de paz”. Además, para noviembre, antes de que se celebre la Cumbre del Clima de Naciones Unidas en Dubai, estamos organizando un encuentro por la paz con los dirigentes religiosos en Abu Dabi. El cardenal Pietro Parolin está coordinando esta iniciativa, que busca hacerse fuera del Vaticano, en un territorio neutral que invite al encuentro de todos.