Quisieramos anotar, como hemos hecho en otras ocasiones, que hemos utilizado figuras retóricas y literarias en el titular para llamar la atención. Infortunadamente no podemos hacerlo, porque si lee Usted con mucho detenimiento el artículo que traduciremos a continuación, sumado a otras informaciones recientes relacionadas que hemos traido (aquí, aquí, aquí, aquí, aquí, aquí, aquí), se dará Usted cuenta por qué nos atrevemos a afirmar lo que acabamos de afirmar en él.
Este es un artículo, basado en una entrevista, del periódico de los obispos italianos, Avvenire, Jun-18-2023, página 15 (en la imágen). Traducción de Secretum Meum Mihi.
Siga @secretummeumVerdaderas o falsas apariciones marianas, he aquí «los criterios» para distinguirlas
Riccardo Maccioni
Ante todo una precisión. «La nuestra es una Comisión de Estudio. No queremos sustituir a las diócesis sino ayudarlas, apoyarlas en su trabajo». El padre Stefano Cecchin es el presidente de la Pontificia Academia Mariana Internacional, dentro de cuyo interior el pasado abril inició su actividad el Observatorio sobre las apariciones marianas y los fenómenos místicos en el mundo (Oisa).
«En realidad nació en 2018 pero por el Covid se retrasó la oficialización. Tarea de nuestra academia es ofrecer una sana formación mariológica en vista de una igualmente sana piedad popular».
Inútil decir que en estos días, al menos en Italia, el primer pensamiento se dirige a Trevignano Romano, donde la Virgen se aparecería cada tercer día del mes a una presunta vidente. Para estudiar bien el fenómeno, el obispo de Civita Castellana, Marco Salvi, ha instituido una Comisión, desaconsejando paralelamente participar en las reuniones mensuales.
«Pero con el fenómeno en sí no tenemos nada que ver. Somos una realidad interdisciplinar, que estudia, recoge material y lo pone a disposición para la formación de quienes forman parte de estas comisiones locales. Es un poco como lo que pasa en las universidades de medicina: la facultad enseña pero es el hospital el que da los tratamientos. Nosotros somos la facultad, las diócesis son los hospitales».
Solo en Italia, actualmente habría en curso alrededor de un centenar de mariofanías, de apariciones. «Trabajamos para ayudar a las personas a tener una conciencia crítica frente a estos fenómenos —prosigue Cecchin, fraile menor franciscano—, para saber defenderse de quienes quieren manipular su fe».
El riesgo de que esto suceda, de hecho, es muy concreto. «Sobre todo en el último período nos enfrentamos a fenómenos místicos, en el mundo, que tratan argumentos no estrictamente ligados con el mensaje evangélico que es un anuncio de alegría, es reconocer que Dios ama tanto a la humanidad hasta sacrificar a su hijo».
De las apariciones marianas en efecto, se espera que traten temas “sagrados”. «En este sentido tratamos de analizar lógicamente las cosas, a partir de lo que enseña el Evangelio. Y por lo tanto, en consecuencia, estudiamos lo que se dice en estas apariciones, cuáles son los posibles juegos políticos o económicos que podrían esconderse detrás de estas formas de fenómenos.
La pregunta es: ¿son por el bien común o por los intereses de grupos o personas? Y de nuevo: ¿por qué hoy se quiere poner en crisis al Papa, a la Iglesia, a las instituciones civiles? María es portadora de paz, viene a guiarnos al encuentro con Dios porque Dios me ama, ofrece a su hijo por los pecadores, no para castigar al mundo».
A este propósito existen criterios para establecer la veracidad de las apariciones, su autenticidad.
«La primera, fundamental, es la Palabra de Dios. Ningún mensaje de las llamadas apariciones privadas debe estar en contraste con la revelación contenida en la Biblia, en la Sagrada Escritura. Como se comprende, volviendo al trabajo del Observatorio, el papel del biblista es fundamental».
Otro elemento de evaluación se refiere a quién recibe los mensajes. «La figura del vidente debe ser de gran humildad. “Dios ha mirado la humildad de su esclava”, recita el Magníficat». ¿Y en cambio? “Me llama la atención cómo hay videntes modernos que necesitan un abogado. Si tengo fe, si realmente se me aparece María, no necesito tener autoridades civiles que me defiendan».
Y decir que en el pasado ciertamente no han faltado los contrastes sobre las figuras de los videntes. «Pero en la historia de las apariciones y de los fenómenos místicos, las personas que han recibido estos dones nunca se han puesto contra la Iglesia. Nuestra Señora no viene a chismorrear o a hablar contra el Papa y el obispo, sino a guiarme para seguir a Jesús: haz lo que él diga, pide en las Bodas de Caná».
No tiene sentido, en resumen, mirar sólo a la Virgen. «Como se decía, María lleva siempre a Jesús, si todo se agota en ella, estamos en idolatría.
En la iconografía franciscana de la Inmaculada, María sostiene al Niño en sus brazos y tiene su pie sobre la serpiente pero es el Niño quien la aplasta con una lanza en forma de cruz. Es Cristo el centro».
Si el corazón del Mensaje no cambia, el estilo con el cual se presenta se adapta al tiempo. «En las apariciones, a través de María, Dios mira las necesidades del tiempo, de la mentalidad, de la cultura actual. En el pasado, por ejemplo, había sobre todo el temor de Dios y de su castigo».
El corazón del Evangelio, sin embargo, no es el terror del infierno. «El mensaje evangélico es primero que todo un anuncio de alegría. El ángel le dice a María, “alégrate”».
Queda por entender por qué necesitamos alegrarnos. «Porque Dios ama, perdona y ofrece a su hijo por todos los hombres aunque sean pecadores». En resumen, no una imagen de miedo. «El problema es que el diablo quiere dividir la Iglesia. Y para lograrlo, también se vale de pseudo-revelaciones».
El Observatorio nació precisamente para reconocerlos. «Precisamente por eso el enfoque es multidisciplinar, hace uso de habilidades diferentes y cualificadas, personalidades con un alto perfil científico».
Sin embargo, una realidad de servicio. «Queremos ser una herramienta de información y formación, sin ánimo alguno de sustituir a las Comisiones diocesanas, sino al contrario apoyándolas. La idea es que en cada Iglesia local haya un lugar, un ambiente donde un grupo interdisciplinario de personas, desde médicos hasta psiquiatras, juristas, etc., pueda ser un punto de referencia para discernir el don espiritual que Dios da a las personas. Luego, repito, corresponderá al obispo y a la Comisión diocesana recoger el material sobre los casos concretos hasta la publicación del documento final».
Muchas especialidades juntas para favorecer una aproximación completa y por lo tanto más segura. «Trabajamos para ayudar sobre todo a los frágiles a tener una conciencia crítica, a saber protegerse de los engaños, de las estafas de quienes quieren aprovechar las dificultades económicas, espirituales, físicas para manipularlos. El Papa Francisco quiere que se cree una casa común donde las personas sean autónomas, independientes, sin condicionamientos». En la búsqueda de la verdad, el único camino, incluso en el campo de las apariciones, capaz de hacernos libres.