Wednesday, April 26, 2023

Tawadros II efectivamente celebrará en la Basílica de San Juan de Letrán


Quieren que nos traguemos el anzuelo ese de que los Coptos Ortodoxos no tienen en Roma un lugar en dónde celebrar y por eso les van a prestar la Basílica según lo que dice el N° 137 del “Directorio para la aplicación de los principios y normas sobre el ecumenismo”. La nota que leerán a continuación dice que en Italia son cien mil, ¡¿y no tienen en Roma dónde celebrar?! Eso sí, van a extremar las delicadezas para que no ocupe el altar papal.

Artículo de agencia Zenit, Abr-25-2023.

Coptos ortodoxos sí celebrarán misa en catedral del Papa: desde Vaticano explican por qué

El Patriarca no celebrará en el altar del Papa, tendrá su propio lugar donde realizará la Divina Liturgia en rito copto.

ABRIL 25, 2023

(ZENIT Noticias / Roma, 25.04.2023).-
El 14 de mayo el Patriarca copto ortodoxo, Tawadros II, celebrará la misa en la catedral del Papa en Roma: San Juan de Letrán. El dato ha sido reconfirmado por Padre Hyacinthe Destivelle, oficial del Dicasterio para la Unidad de los Cristianos en una entrevista a L´Osservatore Romano el 22 de abril.

El anuncio había sido percibido por algunos con cierta perplejidad después de que la misma catedral fuese usada por anglicanos. El hecho de la «misa» anglicana supuso un comunicado específico aduciendo errores de comunicación. Con los ortodoxos coptos la situación es diferente que con los anglicanos y esto tiene una explicación.

Tawadros II estará en Roma del 9 al 14 de mayo de 2023. Hay tres razones que motivan esta visita del Patriarca copto ortodoxo. Las explica así el Padre Destivelle: «Celebramos tres acontecimientos: el primero es el 50 aniversario del primer encuentro entre un obispo de Roma y un patriarca copto ortodoxo. Se trata del encuentro en Roma, el 10 de mayo de 1973, entre el Patriarca –que también tiene el título de Papa– Shenouda III y el Papa Pablo VI, que firmaron un acuerdo cristológico muy famoso, que sirvió de modelo para acuerdos similares con las demás Iglesias ortodoxas orientales, reconociendo los tres primeros concilios ecuménicos. Luego celebramos también el 10º aniversario de la primera visita de Tawadros en 2013, pocos meses después de la elección de Francisco y del propio Tawadros; y celebramos también el fin de 1500 años de controversias cristológicas en torno al Concilio de Calcedonia».

En todo este contexto, durante los días de la visita a Roma del líder de la principal comunidad cristiana en Egipto, habrá diversas actividades. Las refieren así desde el Dicasterio para la Unidad de los Cristianos: «La estancia del Patriarca Tawadros en Roma comenzará con una peregrinación a la tumba de San Pedro, y al día siguiente, 10 de mayo, asistirá a la audiencia general en la plaza de San Pedro. Será, por tanto, una forma de dar a conocer mejor este Día de la Amistad Copto-Católica (que cae el 10 de mayo). Al día siguiente, 11 de mayo, habrá una audiencia privada con el Santo Padre, que incluirá también un momento de oración en la capilla Redemptoris Mater del Palacio Apostólico».

En la agenda queda también confirmada la misa en la catedral del Papa: «el 14 de mayo, el Patriarca celebrará con sus fieles –hay unos cien mil en Italia– en la basílica de San Juan de Letrán. Por supuesto, en este caso, el uso de la catedral del obispo de Roma se ha concedido teniendo en cuenta el carácter histórico de la visita y el número de fieles, que seguramente serán varios miles. El Patriarca no celebrará en el altar del Papa, tendrá su propio altar donde celebrará la Divina Liturgia en rito copto. Hay que señalar a este respecto que el Directorio ecuménico afirma en el punto 137 que “si los sacerdotes, ministros o comunidades que no están en plena comunión con la Iglesia católica no disponen de un lugar o de los objetos litúrgicos necesarios para celebrar dignamente sus ceremonias religiosas, el obispo diocesano puede permitirles utilizar una iglesia o un edificio católico y prestarles también los objetos necesarios para su culto”. Esto también se explica en el punto 33 del Vademécum Ecuménico. Además, la Iglesia copta ortodoxa es una Iglesia apostólica cuyos sacramentos son reconocidos por la Iglesia católica y con la que comparte la misma concepción de la Eucaristía y del sacerdocio. Dado el carácter especial de la visita, esta autorización pretendía ser también un gesto fraternal dirigido a la Iglesia copta».

Esta respuesta explica la diferencia entre lo sucedido con los anglicanos y el trato dispensado a los coptos ortodoxos: en el caso de los anglicanos, la iglesia católica no reconoce sus «sacramentos» ni tiene la misma concepción sobre la Eucaristía y el sacerdocio. O en palabras de un profesor de liturgia del Ateneo Pontificio Regina Apostolorum: «Aunque no está en comunión con Roma no hay duda de que el Patriarca es realmente un obispo y la celebración en rito copto será una celebración válida». Con los anglicanos ni fue un ministro válidamente ordenado ni tampoco una misa. La Iglesia católica sí considera al Patriarca un obispo y sucesor de los apóstoles, mientras que no ocurre así con el «episcopado» anglicano.

Finalmente, hablando del camino de unidad entre ambas iglesias (la católica y la copta-ortodoxa), el oficial del Dicasterio para la Unidad de los Cristianos recuerda que «La unidad es un viaje, como reitera a menudo el Papa Francisco, y seguramente esta visita será un hito en nuestro camino hacia la unidad. Ya ha habido pasos importantes en el pasado, como el envío de observadores al Concilio Vaticano II por parte del Patriarca Cirilo, la devolución de las reliquias de San Marcos en 1968, la ya mencionada visita en el 73, la puesta en marcha de una Comisión Mixta bilateral entre las Iglesias copta y católica. Ahora las relaciones teológicas se desarrollan en el marco de una Comisión Mixta entre la Iglesia católica y todas las Iglesias ortodoxas orientales, en la que la Iglesia copta desempeña un papel especial porque el copresidente es un obispo copto desde el principio».


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Mujeres y laicos votarán en el Sínodo de los obispos


No nos extrañaría que en el futuro se abandone el nombre sínodo de los obispos en razón de que ahora casi un 25% de los que votarán son laicos. A nosotros nos parece que Francisco está implementando el modelo de los alemanes —con su camino sinodal, “Synodale Weg”— en el sínodo universal, introduciendo a personajes ideologizados, como ocurrió en Alemania, para que voten todo tipo de extrañezas que obedezcan a sus apetitos progresistas, liberales, antieclesiales, en contra de la salvación de las almas. ¿Qué podría salir mal?


Las nuevas reglas de juego fueron informadas en una conferencia de prensa que se anunció hoy con sólo unas pocas horas de anticipación (ver aquí, aquí, aquí, y aquí) y en la cual participaron el cardenal Mario Grech, Secretario General de la Secretaría del Sínodo de los Obispos, y el cardenal Jean-Claude Hollerich, relator general para la próxima asamblea del Sínodo de los Obispos. Luego fueron publicadas por la Oficina de Prensa de la Santa Sede, no en su boletín diario sino como “otras informaciones”.

Esta es una información en español de agencia Europa Press, Abr-26-2023.

ROMA, 26 (EUROPA PRESS) - El Papa ha decidido conceder el derecho de voto a las mujeres y los laicos que sean elegidos para participar como miembros en el Sínodo de la Sinodalidad, en una decisión sin precedentes en la Iglesia católica ya que hasta ahora solo los obispos podían votar el documento final.

Según han anunciado los organizadores de la Asamblea General Ordinaria del Sínodo, que culminará con dos reuniones en octubre de 2023 y de 2024, con los nuevos cambios, cinco religiosas se unirán a cinco sacerdotes como representantes con derecho a voto de las órdenes religiosas.

De este modo, diez clérigos serán "sustituidos por cinco religiosas y cinco religiosos pertenecientes a Institutos de vida consagrada, elegidos por las respectivas organizaciones representativas de las superioras generales y de los superiores generales" y con derecho al voto.

Se trata de una reivindicación histórica de las mujeres con la que Francisco refleja su deseo de dar más responsabilidad a mujeres y laicos en la toma de decisiones en la Iglesia católica.

Desde hace décadas, las mujeres reclaman el derecho al voto en los sínodos, el próximo de los cuales está previsto para octubre. En febrero del 2021, el Pontífice eligió por primera vez a una mujer como subsecretaria del Sínodo de los Obispos, la religiosa francesa Nathalie Becquart, que estuvo acompañada en este cargo por el español de la Orden de San Agustín, Luis Marín de San Martín. La religiosa, nacida en Fontainebleau (Francia) en 1969, fue la primera mujer en ocupar este cargo. Becquart sí pudo votar en la reunión de febrero de 2021, pero lo hizo en realidad en su condición de subsecretaria.

Además, el Pontífice ha decidido que también los laicos, hombres y mujeres, que participen en el Sínodo tendrán derecho a votar. Así, ha eliminado la figura de los auditores en la asamblea y, en su lugar, ha añadido a "otros 70 miembros, no obispos, que representen a otros fieles" y, entre ellos pueden ser elegidos "sacerdotes, personas consagradas, diáconos o fieles laicos y que procedan de las Iglesias locales".

Los organizadores de la Asamblea General Ordinaria del Sínodo, espera que la mitad de estos nuevos miembros -que serán elegidos por el Papa de una lista de 140 personas indicadas durante las reuniones Internacionales de las Conferencias Episcopales y la Asamblea de Patriarcas de las Iglesias Orientales Católicas- sean mujeres y especifican que todos ellos tendrán derecho a voto.

"A la hora de identificarlos, se tendrá que tener en cuenta no sólo su cultura general y prudencia, sino también sus conocimientos, tanto teóricos como prácticos, así como su participación en diversas capacidades en el proceso sinodal", han informado desde la Asamblea General Ordinaria del Sínodo.

Desde el Concilio Vaticano II, las reuniones de los años 60 que modernizaron la Iglesia, los Papas han convocado a los obispos del mundo a Roma durante unas semanas para tratar temas concretos. Al final de las reuniones, los obispos votan propuestas concretas y las presentan al Papa, quien elabora un documento que tiene en cuenta sus opiniones. Hasta ahora, sólo podían votar los hombres.


Actualización Abr-26-2023 (16:35 UTC): El propio sitio del Sínodo de los Obispos publica en español y otros idiomas la información inicialmente proporcionada solamente en italiano mediante la siguiente presentación.

Algunas noticias para la Asamblea de octubre de 2023

Esta mañana, el Cardenal Mario Grech, Secretario General de la Secretaría General del Sínodo, y el Cardenal Jean-Claude Hollerich SJ, Arzobispo de Luxemburgo y Relator General de la XVI Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos, informaron a la prensa sobre la decisión del Santo Padre de ampliar la participación en la Asamblea Sinodal a los "no obispos" (sacerdotes, diáconos, consagrados y consagradas, laicos). Esta elección está en continuidad con la progresiva apropiación de la dimensión sinodal constitutiva de la Iglesia y la consiguiente comprensión de las instituciones a través de las cuales se ejerce.

El Sínodo de los Obispos fue instituido por Pablo VI con el motu proprio Apostolica sollicitudo (15 de septiembre de 1965) como «un consejo estable de Obispos para la Iglesia universal, sujeto directa e inmediatamente a Nuestra autoridad», con la tarea de aconsejar al Sucesor de Pedro, participando así en la solicitud por toda la Iglesia. No obstante, desde el principio Pablo VI dejó claro que «este Sínodo, como todas las instituciones humanas, se podrá ir perfeccionando con el pasar del tiempo». La necesidad de este perfeccionamiento ha surgido con la progresiva recepción del Concilio Vaticano II, en particular de las relaciones existentes entre el Pueblo de Dios, el Colegio episcopal y el Obispo de Roma.

En este marco se inscribe la constitución apostólica Episcopalis communio (15 de septiembre de 2018), que transforma el Sínodo de los Obispos de acontecimiento en proceso, articulado en tres fases sucesivas (preparatoria, celebrativa, ejecutiva). La Asamblea que nos disponemos a celebrar en Roma el próximo mes de octubre pertenece a la fase celebrativa, en continuidad con la primera fase, que tuvo lugar con la consultación del Pueblo de Dios en las Iglesias particulares y las sucesivas etapas de discernimiento eclesial en las Conferencias Episcopales y Asambleas Continentales. El Instrumentum Laboris que constituirá la base de los trabajos para la Asamblea de octubre es fruto de este proceso de escucha en todos los niveles de la vida de la Iglesia.

Este proceso sinodal, iniciado por el Santo Padre, «principio y fundamento visible de unidad de toda la Iglesia» (cf. LG 23), ha sido posible porque cada Obispo ha abierto, acompañado y concluido la fase de consultación del Pueblo de Dios. De este modo, el proceso sinodal ha sido al mismo tiempo un acto de todo el Pueblo de Dios y de sus Pastores, en cuanto «principio y fundamento visible de unidad en sus Iglesias particulares, formadas a imagen de la Iglesia universal, en las cuales y a base de las cuales se constituye la Iglesia católica, una y única» (LG 23).

En esta perspectiva debe entenderse la decisión del Santo Padre de mantener la especificidad episcopal de la Asamblea convocada en Roma, pero al mismo tiempo de no limitar su composición sólo a los obispos, admitiendo un cierto número de no obispos como Miembros de pleno derecho.

Esta decisión refuerza la solidez del proceso en su conjunto, incorporando en la Asamblea la memoria viva de la fase preparatoria, a través de la presencia de algunos de los que fueron sus protagonistas, restituyendo así la imagen de una Iglesia-Pueblo de Dios, fundada en la relación constitutiva entre sacerdocio común y sacerdocio ministerial, y dando visibilidad a la relación de circularidad entre la función profética del Pueblo de Dios y la función de discernimiento de los Pastores. Gracias a una mejor integración con la fase preparatoria, la Asamblea concreta el anhelo de que pueda «transformarse en expresión de la colegialidad episcopal dentro de una Iglesia toda sinodal» (Francisco, Discurso en el 50 aniversario del Sínodo).

Es, por tanto, en el registro de la memoria que se inscribe la presencia de los no obispos, y no en aquel de la representación. De este modo, la especificidad episcopal de la Asamblea sinodal no resulta afectada, sino incluso confirmada. Así lo demuestra, en primer lugar, la proporción numérica entre obispos y no obispos, siendo estos últimos inferiores al 25% del número total de miembros de la Asamblea. Pero sobre todo lo demuestra la modalidad de designación de los no obispos: éstos, en efecto, no son elegidos por algún demos o coetus, cuya representación asumirían, sino que son nombrados por el Santo Padre a propuesta de los organismos a través de los cuales se realiza la colegialidad episcopal a nivel de las áreas continentales, arraigando su presencia en el ejercicio del discernimiento de los Pastores.


La Asamblea tendrá ocasión de reflexionar sobre la experiencia concreta que realizará, con vistas a formular propuestas sobre el modo de proceder en el futuro.

En consecuencia, sin dejar de remitirse a la Constitución Apostólica Episcopalis Communio, el reglamento vigente presenta ahora algunos cambios y novedades, relativos a la composición de la Asamblea y al tipo de participantes. Para saber más, descargue las FAQ disponibles en inglés, francés, italiano, portugués y español.

Francisco el comunicador. Con una sala de prensa toda suya, en Santa Marta


Si es Usted de aquellos a los cuales sobre el episodio aquel de la reciente visita de Francisco al Hospital Gemelli de la cual inicialmente nos dijeron que era para unos exámenes previamente programados, luego nos dijeron que tenía bronquitis pero al día siguiente lo vimos visitando, sin portar mascarilla, el ala de niños con cáncer, y con el curso de los días supimos que él mismo había dicho a un amigo que “casi no la cuenta” porque llegó sin conciencia al hospital, le parece que no nos dijeron la verdad, pues aquí un artículo de Sandro Magister en su blog Settimo Cielo, Abr-26-2023, que sirve para entender qué es lo que sucede con las comunicaciones en el Vaticano, particularmente por cuanto se refiere a Francisco, sus dichos, hechos y omisiones voluntarias.

Francisco el comunicador. Con una sala de prensa toda suya, en Santa Marta

Settimo Cielo
Sandro Magister


Al partir el 28 de abril hacia Budapest, Francisco no hará faltar por cierto los dos momentos de mayor impacto mediático de cada uno de sus viajes: la rueda de prensa en el avión de regreso a Roma y la conversación con los jesuitas locales, celebrada a puerta cerrada pero transcrita y publicada posteriormente por “La Civiltà Cattolica”.

En ambos casos, como siempre, hablará libremente, de lo que quiera y sin cortapisas, ni siquiera respecto a lo que haya dicho anteriormente, que no temerá cambiar o contradecir si le parece oportuno, como ha hecho en varias ocasiones. Corresponderá simplemente a las oficinas vaticanas transcribir y dejar constancia, en ese gigantesco y desordenado depósito de palabras habladas y escritas que constituirá para los historiadores futuros el “magisterio” del papa Jorge Mario Bergoglio.

Un “magisterio” en el que hay de todo. Y demasiado. Tanto que los minuciosos encargados de archivar sus discursos han tenido que recortar y eliminar desde hace tiempo al menos algunos excesos, frases groseras, palabrotas propias de un suburbio de mala fama.

Hasta hace unos meses era una práctica habitual de los archiveros papales publicar todo lo que decía Francisco. Cuando recibía a personas o grupos dejaba a un lado el discurso preparado por las oficinas y hablaba de improviso, todo quedaba entonces registrado ya que se ponía en las actas, tanto el discurso no pronunciado como las palabras realmente dichas.

Y esto incluso cuando publicar todo era poco elegante, por ejemplo el pasado 24 de octubre, cuando al recibir a seminaristas y sacerdotes que estudian en Roma y responder a una inocente pregunta sobre el mundo digital, el Papa se permitió una enfática digresión sobre el vicio de mirar imágenes pornográficas, como si fuera un vicio de todos los sacerdotes y seminaristas presentes y ausentes, y además también de las monjas y las almas consagradas.

Pero el 10 de diciembre siguiente a alguien en el Vaticano le pareció que se había colmado la medida, porque al dar una audiencia a seminaristas y educadores en Barcelona, también desestimando en esa ocasión el texto escrito porque era “aburrido”, Francisco fue más allá del límite de lo publicable, adjetivando a arribistas y trepadores con insultos descalificadores.

Y no sólo eso. Hablando siempre en forma improvisada, se dice que el Papa habría ordenado, en la confesión sacramental, perdonar todo y siempre, “aunque veamos que no hay intención de arrepentimiento y enmienda”. Anteriormente, había tratado como “delincuente” al confesor que no absuelve.

El hecho es que no se publicó nada oficialmente de este discurso improvisado de Francisco, al que luego se refirieron los numerosos presentes. Y así se hizo también en otras ocasiones posteriores, la última el 17 de abril, en la audiencia concedida por el Papa a la Comunidad de las Bienaventuranzas.

También la Secretaría de Estado se ha sentido obligada desde hace algún tiempo a poner un límite a las intemperancias verbales de Francisco.

Hasta el verano de 2020 era habitual anticipar unas horas antes a los periodistas acreditados en la sala de prensa vaticana las palabras que el Papa pronunciaría en el Ángelus dominical, incluido el apéndice final, a menudo con referencias a la actualidad y a cuestiones de política internacional.

Pero el 5 de julio de ese año sucedió que pocos minutos antes del mediodía los periodistas fueron advertidos de que las quince líneas finales del texto que se les había distribuido no serían leídas por el Papa, como efectivamente ocurrió.

Eran líneas bien calibradas, las primeras que Francisco dedicaría a la pérdida de libertad en Hong Kong, que hasta entonces siempre había callado. Dadas a conocer posteriormente por diversos órganos de prensa, agravaron aún el posterior silencio del Papa.

De ahí la decisión, para evitar nuevos incidentes, de no anticipar más a partir de entonces las palabras finales del Ángelus a la prensa, sino sólo los comentarios al Evangelio del día.

Al reformar la Curia romana a su manera, Francisco instituyó un dicasterio cuya tarea sería precisamente ocuparse de la comunicación, con dos periodistas laicos de prestigio al frente: Paolo Ruffini y Andrea Tornielli.

Pero Bergoglio nunca ha mostrado una especial predilección por los canales de comunicación oficiales.

Las poquísimas veces que visitó el periódico “L’Osservatore Romano” humilló a sus redactores, desde el director Andrea Monda hacia abajo, con bromas despiadadas sobre el exiguo número de ejemplares vendidos. Y en diez años sólo ha concedido al “periódico del Papa” una de sus innumerables entrevistas a diestra y siniestra. Una entrevista, además, en un tono tenue, recortada por su prefacio a un libro sobre San José, que no fue ni podía ser mínimamente una noticia.

Francisco tampoco se vincula siquiera con la sala de prensa de la Santa Sede. El pasado 29 de marzo, cuando el Papa ingresó al hospital, un comunicado oficial telegráfico se limitó a decir que había acudido allí “para unos controles previamente programados”.

Pero una vez alejado el peligro, fue el propio Francisco en persona quien dijo algo completamente distinto. Primero a los periodistas a la salida del hospital: “Sigo vivo”. Pero después con algunos detalles más en una llamada telefónica -la nonagésima en diez años- a un amigo suyo llamado Michele Ferri, quien contó a un periódico estas palabras textuales del Papa: “La pasé mal. Llegué inconsciente al hospital. Unas horas más y no sé si la llegaba a contar”.

No sorprende entonces que se considere no hay una, sino dos salas de prensa presentes y activas en el Vaticano: una, la de la Santa Sede, y la otra la de Santa Marta, esta última administrada personalmente por el Papa.

En efecto, la desmesurada cantidad de entrevistas que Francisco concede a los más variados periódicos no pasa en absoluto por el filtro del Dicasterio para la Comunicación. A lo sumo, se ocupan de ello quienes forman parte del restringido círculo íntimo del Papa, desde monseñor Dario Viganò hasta don Marco Pozza. O simplemente el Papa se encarga él mismo.

“L’Osservatore Romano” y otros canales oficiales como Vatican News sólo pueden intervenir a posteriori. Por ejemplo, con un extracto de los 83 minutos de la conversación de Francisco con una docena de jóvenes de todo el mundo emitido el 5 de abril en la plataforma de streaming Disney Plus, grabado meses antes en un estudio de cine del suburbio romano de Pietralata. Una conversación surrealista, presionada por preguntas descaradas y a menudo hostiles, con una interlocutora que dice vender vídeos pornográficos “para valorizarse más y estar mejor con su hija”, y con el Papa que sigue el juego y aconseja no tener miedo de pedir dinero al Vaticano para ayudar a alguien: “Tú pide, yo les digo, ¡que muchos aquí adentro roban todos! Así que sé dónde se puede robar y te enviaré el dinero”.

Un bizarro y personal canal de comunicación ha creado también Francisco con Rusia, a través de un administrador de confianza tanto del Patriarca de Moscú, Cirilo, como de Vladimir Putin, llamado Leonid Sevastyanov. Es este último quien hace públicas las palabras del Papa que recoge en reuniones o en intercambios de cartas. Sin una desmentida jamás, ni siquiera cuando reveló que Francisco, a la vuelta de su viaje a Mongolia programado en septiembre, quiso hacer una parada en el extremo oriental de Rusia, en Vladivostok, para visitar el Parque Nacional para la protección de los leopardos, a uno de los cuales ya ha dado el nombre de Martín Fierro, el “gaucho” protagonista del poema argentino del mismo nombre…

Francisco también utiliza Twitter, con 53 millones de lectores. Pero desde hace unos días su cuenta está en el punto de mira de Elon Musk, amo de la red, que le ha retirado el certificado de autenticidad. A menos que pague y se ponga en regla. Es un castigo que también ha golpeado a otras celebridades, desde el patriarca Cirilo al ayatolá Jamenei, pasando por Donald Trump.

“Esperando conocer las nuevas políticas de la plataforma, la Santa Sede confía en que incluyan la certificación de la autenticidad de las cuentas”, fue el comentario del Vaticano, no está claro si desde la sala de prensa o desde Santa Marta.

Francisco encomienda su viaje a Hungría a la Salus Populi Romani


Nos parece que en esta ocasión lo ha hecho con mucha más anticipación que de costumbre.

La Oficina de Prensa de la Santa Sede, Abr-26-2023, en una de esas que ahora llama “comunicación a los periodistas” dice (nuestra traducción):

Esta mañana, miércoles 26 de abril, el Papa Francisco se acercó a la Basílica de Santa María la Mayor para orar frente al ícono de la Virgen Salus Populi Romani y confiar su próximo viaje a Hungría. Al final ha regresado al Vaticano.

Fin de ronda de reuniones del consejo de cardenales


Información oficial al final de la ronda de reuniones del consejo de cardenales (por ahora C-9) aparecida en el boletín diario de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, Abr-26-2023. Traducción de Secretum Meum Mihi.

Comunicado de la Oficina de Prensa de la Santa Sede sobre la reunión del Consejo de Cardenales, 26.04.2023

El Consejo de Cardenales se reunió los días 24 y 25 de abril: estuvieron presentes, con el Santo Padre, todos los cardenales que tomaron parte y el Secretario del Consejo.

Al centro de la conversación estuvieron las situaciones de guerra y conflicto en las cuales se encuentran muchas partes del mundo y la necesidad de un trabajo unitario de construcción de la paz por parte de toda la Iglesia.

Entre los otros temas tratados, además de la situación sociopolítica y eclesial de las diversas regiones de pertenencia de los cardenales, también los preparativos para la asamblea sinodal de octubre y la implementación de la Constitución Apostólica Praedicate Evangelium, con particular atención al esfuerzo por traducir, a los distintos niveles, el trabajo de reforma conducido en la Curia romana.

La próxima sesión será en junio de este año.