Monday, April 17, 2023

Mayo con María en los Jardines Vaticanos


Esta es una información de los Museos Vaticanos.

Mayo con María en los Jardines Vaticanos

En el mes de mayo, tradicionalmente dedicado a la Virgen María, los Museos Vaticanos proponen a peregrinos y turistas un itinerario cultural, espiritual y naturalístico para descubrir las numerosas imágenes de la Madre de Dios diseminadas en el marco incomparable de los Jardines Vaticanos: un oasis de paz y exuberante pulmón verde que ocupa casi la mitad de la extensión del Estado Vaticano.

Del 3 al 31 de mayo, todos los miércoles —queriendo al final de la habitual Audiencia general del Santo Padre— y todos los sábados será posible unirse a esta especial peregrinación mariana por las maravillas botánicas y artísticas de los Jardines del Papa, un lugar antaño reservado a los breves momentos de descanso de los Pontífices y hoy abierto a las visitas y a la apreciación del público de fuera. Una excelente ocasión para admirar como a lo largo del tiempo los Papas han honrado a María en este jardín, único en su género, diseñado como lugar de oración y contemplación. Son numerosas, y proceden de todo el mundo, las efigies de la Virgen que jalonan los varios senderos naturalísticos, empezando por la más antigua, Nuestra Señora de Lourdes —copia fiel del original francés— hasta la más reciente de América Latina. Pasando por la estatua de la Virgen de Fátima o el monumento de Nuestra Señora de Guadalupe, tan querida y venerada por el Papa Francisco.

Un tipo de visita adapta para todos, también para las familias con niños (edad aconsejada a partir de los 6). Las visitas guiadas, realizadas en italiano o en inglés, son totalmente accesibles para personas con discapacidades sensoriales, motoras e intelectuales (reservas en la dirección de correo electrónico education.musei@scv.va).

Muy bonita la iniciativa, solamente que allí mismo, junto con estos mosaicos, generalmente encargados por embajadas, hay uno encargado directamente por Francisco con el símbolo del año de la misericordia, símbolo diseñado por Marko Rupnik, ¿qué van a decir si alguien pregunta por su presencia allí sabiendo quién lo diseñó? Mejor lo tapan con una lona mientras haya visitantes.

Precisamente hoy, y de forma muy coincidencial, aparece un artículo de Franca Giansoldati en Il Messaggero que habla de las obras de Rupnik que se encuentran dentro de los muros vaticanos, preguntando si las van a desmontar.

Hans Zollner ofrece rueda de prensa sobre su reciente renuncia a comisión vaticana para protección de menores


Como cada periodista da un determinado enfoque, vamos a ofrecer varios artículos en una misma entrada sobre lo que el P. Hans Zollner dijo en rueda de prensa hoy con respecto a su salida de la Pontificia Comisión para la Protección de los Menores.

El propio Zollner enlaza en su cuenta de Twitter un artículo del periodista Darío Menor en El Correo.

«A veces en la Iglesia no se quiere escuchar a las víctimas de abusos»

El jesuita alemán Hans Zollner, referencia en la lucha contra la pederastia, denuncia la «falta de transparencia» en el Vaticano a la hora de afrontar esta lacra

Darío Menor
Lunes, 17 de abril 2023


El jesuita alemán Hans Zollner es una de las caras más visibles de la lucha contra la pederastia eclesial, un problema ignorado durante décadas por el Vaticano y frente al que sólo se comenzó a tomar conciencia hace poco más de una década. Autor de diversos libros sobre esta cuestión, Zollner sorprendió a finales del mes pasado cuando se hizo pública su renuncia a la Comisión Pontificia para la Protección de Menores, el organismo creado por el Papa Francisco para promover en las Iglesias locales la lucha contra esta lacra y del que formaba parte este experto desde su institución en 2014.

«A veces en la Iglesia no se quiere escuchar a las víctimas», denunció Zollner este lunes en una conferencia de prensa en Roma, en la que explicó su marcha del citado grupo por tres motivos: «falta de transparencia, de rendición de cuentas y de cumplimiento de las normas». Sin querer profundizar más en esas razones ni en las disputas con el presidente de la comisión, el cardenal estadounidense Séan P. O'Malley, el jesuita alemán lamentó que «haya personas que obstaculizan por razones personales o emotivas» la lucha contra los abusos. Salvó la figura de Jorge Mario Bergoglio, que consideró «un ejemplo» de cómo en la comunidad católica debería tratarse a las víctimas.

Esta situación se explica a su juicio por la falta de costumbre en la Iglesia a la hora de «exponer públicamente los problemas y debatir sobre ellos», lo que facilitaría los casos de encubrimiento. Pese a ello, el también director del Instituto de Antropología de la Pontificia Universidad Gregoriana se mostró convencido de que existe un «compromiso creciente con la justicia y la prevención» dentro de las nuevas generaciones, lo que le lleva a pensar que no se trata de una mera cuestión «de relaciones públicas» para dar buena imagen. «La red está creciendo, lo veo», dijo, reconociendo, eso sí, que «no será fácil» que en todos los ámbitos empape esta nueva cultura contra los abusos. «No es un tema de derechas o de izquierdas. No es una cuestión de partido, sino una cuestión de actitud», insistió Zollner, para quien hay ejemplos virtuosos tanto en el sector eclesial conservador como en el liberal.

Pese a los pasos adelante dados en los últimos años por el Vaticano para luchar contra la pederastia, con diversas modificaciones de la ley para endurecer la respuesta a los sacerdotes y religiosos abusadores, muchas víctimas se sienten decepcionadas cuando acuden a una institución eclesial pidiendo justicia. No es de extrañar por ello que «ya no esperen nada de la Iglesia», porque «han acabado con ella». Existen, no obstante, otros supervivientes, «tal vez menos visibles, que desean encontrar al menos una sola vez una imagen humana de la Iglesia». El «mayor dolor» de Zollner estriba precisamente en que no haya disposición para recibir a esas personas.

«Hay mucha gente, yo incluido, que no entiende por qué es tan difícil sentarse con las víctimas en una mesa y escucharlas. No hay ni siquiera que responder, sólo estar con la persona y atender su herida», comentó el experto, aclarando que su dimisión no pretende hacer daño a la comisión vaticana de la que formaba parte, sino «mejorar su funcionamiento». La de este experto no es la primera marcha llamativa de este organismo: también renunció al grupo en 2017 la irlandesa Mary Collins, superviviente de abusos, por considerar «vergonzosa» la resistencia interna del Vaticano para afrontar plenamente este problema.

Artículo de El País, el periódico de habla hispana de mayor influencia en el mundo, y no sabemos si el más anticatólico, en una información de su corresponsal romano.

Zollner acusa de falta de transparencia a la comisión vaticana para prevenir abusos

El jesuita, experto en la lucha contra las agresiones sexuales a menores en la Iglesia, dimitió del órgano vaticano creado por el Papa a finales de marzo

DANIEL VERDÚ
Roma - 17 ABR 2023


Algunas dimisiones tiene más peso que otras. Y el portazo que dio el padre Hans Zollner, uno de los mayores expertos del mundo en la lucha contra los abusos a menores en la Iglesia, el pasado 29 de marzo, todavía, resuena al otro lado del Tíber. El jesuita decidió abandonar la comisión vaticana que creó el Papa a su llegada para prevenir estos casos alegando ciertas desavenencias con su funcionamientos. Y el lunes por la tarde, el jesuita dio una rueda de prensa en la Asociación de la Prensa Extranjera en Roma para aclarar sus motivos. Básicamente, Zollner resumió su cese en tres ausencias clave en lo que considera que debería sustentarse la lucha contra los abusos: responsabilidad, transparencia y cumplimiento.

Zollner, interrogado más a fondo por esos motivos, resumió así el impacto que tienen en la comisión que ha abandonado. “No está claro el papel de cada uno. Entiendo que hay muchas cosas nuevas. Pero si uno no sabe de qué es responsable, si no tiene claro los límites de su trabajo y de lo que debe tratar o a quien deber dirgirse por encima de él y bajo qué criterios, se crea confusión. Y eso genera dificultades, no solo en la labor de cumplimiento (compliance), sino en la transparencia”, apuntó. Las dificultades crecen en un ámbito de lucha, apuntó, que afecta a todo el planeta. “Aquí hay que superar barreras culturales importantes. Y si hay zonas grises, resulta imposible saber quién es el responsable de cada tarea. Y eso, desgraciadamente, es algo que ha sucedido en la Iglesia durante mucho tiempo. No digo que pase en la comisión, pero para prevenir que eso suceda, merecería un compromiso muy fuerte para ser lo más transparente y claro en la definición de los roles”.

La decisión fue meditada. Y llegó tras meses de intentos fallidos por recibir respuestas. Zollner se quejó repetidamente, contó en la conferencia de prensa, a los órganos correspondientes a través de una serie de correos electrónicos que jamás fueron devueltos. “Intenté mostrar mi perplejidad sobre algunas cosas que he señalado en mi declaración. Habría preferido otro camino, pero en el modo que la comunicación del 29 de marzo se produjo [el día que el Vaticano comunicó su dimisión], me confirmó que no podía haber hecho otra cosa”, declaró. “Me mandaron propuestas en las que vestían mi decisión de color de rosa. No pude consentirlo”, añadió, en referencia a la decisión de lanzar por su cuenta una nota de prensa que explicase su visión.

Los motivos expuestos por Zollner el día de su dimisión eran, fundamentalmente, su desacuerdo en la organización y el funcionamiento del ente pontificio. “Falta claridad sobre el proceso de selección de los miembros y del personal, sobre sus respectivas funciones y responsabilidades; y otra área de preocupación es la responsabilidad financiera y la rendición de cuentas, que creo que es inadecuada. Es crucial que la Comisión muestre claramente el uso de los fondos en su trabajo”, denunciaba en el comunicado. Zollner, un hombre recto y estricto en esta lucha que siempre ha hablado muy claro, aseguró también que “debería haber transparencia sobre cómo se toman las decisiones dentro de la comisión”.

El jesuita, que lleva más de una década centrado en la lucha contra los abusos sexuales en la Iglesia, mostró también su impresión sobre lo que piensan muchas de las víctimas del trabajo que se hace de puertas adentro. “Muchas víctimas en la Iglesia ya no esperan nada. Pero hay muchos otros, menos públicos, que desean encontrar una sola vez una imagen humana de la Iglesia. Y el mayor dolor para mí es que muy a menudo no lo encuentran”.

Agencia EFE, Abr-17-2023.

Exmiembro de la comisión papal sobre abusos: Las víctimas no son escuchadas

Roma, 17 abr (EFE).-
El jesuita alemán Hans Zollner, experto en la lucha contra los abusos sexuales en la Iglesia, explicó hoy su sonado abandono de la Comisión vaticana para la Protección de los Menores con la afirmación de que, en su opinión, las víctimas "no han sido suficientemente escuchadas".

"Hay una continua impresión por parte de las víctimas de que no son escuchadas, continua y fuerte", refirió ante la Asociación de la Prensa Extranjera de Roma.

El sacerdote y psicólogo alemán sorprendió el 29 de marzo al anunciar su salida de la comisión creada en 2014 por el papa Francisco para combatir los abusos, de la que formaba parte desde su fundación.

"He visto con mis ojos cómo el papa ha escuchado y escucha, en esto él es un absoluto ejemplo de cómo debería ser la iglesia, no solo los obispos y responsables sino todos sus miembros, que a veces no quieren escuchar, no solo los superiores sino también los simples fieles", lamentó.

No es la primera vez que un miembro de la Comisión renuncia a su cargo, ya que en 2016 y 2017 lo hicieron en protesta por la falta de colaboración del Vaticano el británico Peter Saunders y la irlandesa Marie Collins, ambos víctimas de abusos.

Zollner explicó que para él "no ha sido para nada fácil" salir de esta Comisión porque su última intención es perjudicar al papa, también jesuita, pero subrayó que la Iglesia no debe "huir cuando alguien acude a ella para ser escuchado".

"Mucha gente, yo incluido, no entendemos por qué es tan difícil escuchar. Uno no debe ni responder, a veces basta con acompañar a las personas en sus heridas para ayudarlas", consideró.

El también director del Instituto de Antropología de la Universidad Gregoriana de Roma denunció la "falta de transparencia, cumplimiento de obligaciones y responsabilidades" en la Comisión y advirtió que este funcionamiento puede "abrir las puertas al abuso y la negligencia".

"No pretendo ser polémico ni causar daño a la Comisión, sino mejorar su trabajo y funcionamiento según las preocupaciones de las víctimas y en sintonía con las del Santo Padre", argumentó.

Tras la salida de Zollner, el cardenal Seán O'Malley, que la preside, afirmó en un comunicado que el papa había "aceptado la petición agradeciéndole profundamente sus muchos años de servicio".

Asimismo, el sacerdote afirmó que en su decisión de abandonar la Comisión no ha pesado el caso del jesuita esloveno Marko Ivan Rupnik, acusado de abusos a religiosas, aunque él siempre se ha mostrado muy crítico con cómo estaba procediendo el Vaticano.

El 30 de septiembre, Francisco renovó la Comisión con nuevos miembros y con paridad de género, ya que ahora está formada por diez mujeres y diez hombres, en representación de todos los continentes, y Zollner estuvo entre los componentes renovados en su cargo.

Los nuevos miembros eran los obispos Peter Karam y Thibault Verny, el padre Tim Brennan, las religiosas Mary Niluka Perera y Annah Nyadombo, la profesora mexicana Irma Patricia Espinosa Hernández y otras profesionales, como Maud de Boer-Buquicchio, Anne-Marie Emilie Rivet-Duval, Teresa Devlin y Ewa Kusz.

Se mantiene como miembro el chileno Juan Carlos Cruz, uno de los tres supervivientes de los abusos del cura Fernando Karadima y muy cercano al pontífice, que es además la única víctima en esta comisión, para la que fue nombrado el año pasado.

Y la amiga de Francisco, Elisabetta Piqué, ya desde el titular denota el enfoque de su artículo en La Nación. Aunque muchas veces es el editor el que pone el titular, salvedad hecha, ¿y el contenido?

El portazo del máximo experto de abusos del Vaticano le genera otro dolor de cabeza a Francisco

Elisabetta Piqué
lun, 17 de abril de 2023


ROMA.- El jesuita alemán Hans Zollner, uno de los máximos expertos del Vaticano en el siempre candente tema de los abusos sexuales, de conciencia y poder en el seno de la Iglesia Católica, le dio un portazo a la Pontificia Comisión para la Tutela de Menores (PCTM) creada por el papa Francisco hace nueve años con su ayuda.

Se trata del segundo peso pesado que se va de esa comisión después de la clamorosa salida de la experta irlandesa Marie Collins, víctima de abusos sexuales durante su niñez, que renunció en marzo de 2017 debido a la “falta de colaboración” e “inaceptable” y “vergonzosa” reticencia de diversas oficinas de la curia romana.

Esta vez las cosas son distintas, aunque igual de graves. Y un nuevo dolor de cabeza para el papa Francisco. Zollner, en efecto, decidió tirar la toalla por el mal funcionamiento de la misma comisión, donde faltaron nada menos que “transparencia, respeto de las reglas y rendición de cuentas”, esos mismos puntos esenciales en la lucha contra la cultura del silencio y del abuso, según denunció hoy en un encuentro en la sede de la Asociación de la Prensa Extranjera.

La decisión de Zollner -teólogo, psicólogo, director desde hace 11 años del Instituto para la Protección de Menores de la Pontificia Universidad Gregoriana y consultor de la diócesis de Roma - de renunciar a la PCTM en verdad había trascendido semanas atrás. Pero la noticia había quedado totalmente eclipsada por la sorpresiva internación del papa Francisco en el hospital Gemelli. Entonces, se dio un cortocircuito entre el cardenal estadounidense Sean O’Malley, arzobispo de Boston y presidente de la comisión, y Zollner. O’Malley difundió un comunicado en agradecimiento de la labor del sacerdote jesuita, que decía que se iba debido a una sobrecarga de trabajo.

“Puso flores y rosas, pero no dijo que había problemas”, criticó Zollner, que mencionó en otro comunicado “problemas estructurales y prácticos” a nivel financiero, de organización, incluso de selección de personas, que le hicieron “imposibile” seguir en la comisión. Puntualizó, además, la falta de normas que regularan la relación de la PCTM con el Dicasterio para la Doctrina de la Fe, que con la reforma de la curia puesta en marcha el año pasado, quedó englobada en este “ministerio”.

En su encuentro con periodistas, Zollner reiteró su perplejidad ante este cambio y mucho otros de los últimos tiempos, que crearon gran confusión en la comisión, que definió, por otro lado, “una idea genial del papa Francisco” y un éxito en sí, más allá de los problemas.

En una declaración que leyó al principio, Zollner admitió que para él no fue fácil tomar la decisión de irse. “Muchas veces me pregunté: ¿Este gesto corresponde al espíritu de equipo y a la discreción necesaria en cualquier trabajo de grupo? ¿Con mi decisión, daño al Santo Padre que está muy interesado en el trabajo de la PCTM?”, se preguntó. Precisó luego que hubo personas, antes que él, que abandonaron la comisión con críticas. Y explicó que si había decidido hablar él también ahora, no era con “objetivos polémicos o para dañar la comisión”, sino porque había recibido demasiados pedidos de entrevistas de diversos medios y para aportar algo a la misma comisión.

En este marco, contó que en los últimos días, al margen de haber recibido mensajes de aliento desde todo el mundo, “no faltaron consejos de quienes, en buena fe, sugirieron que hubiera sido mejor no decir más nada en público”. “Para mí esta no es una verdadera alternativa, porque significaría confundir el trabajo en equipo con la complicidad, la discreción con el encubrimiento, la lealtad con el servilismo”, explicó. “La cuestión de la PCTM es muy compleja del punto de vista político y emotivo, por obvias razones. Esta comisión tiene una enorme importancia en la lucha contra los abusos y tiene un valor intrínseco que no puede ser sustituido por nada”, sentenció.

Tres cuestiones

Tras lamentar que sus aportes a la discusión son percibidos por algunos como “ataques personales” y excusarse si alguien se sintió herido, Zollner, como ya había hecho en su declaración del 29 de marzo, reiteró que los puntos críticos tienen que ver con tres cuestiones fundamentales. “El papa Francisco los había identificado como esenciales en la lucha contra los abusos en ocasión de la cumbre sobre la protección de menores de 2019: transparencia, respeto de las reglas y rendición de cuentas”, evocó. Subrayó, al respecto, que el año pasado en al menos tres oportunidades le escribió a los directivos de la comisión para advertirles que veía que las cosas no funcionaban en estos puntos, sin recibir jamás una respuesta.

Sin querer hacer nombres, Zollner admitió gran perplejidad antes los cambios de los últimos años, la elección de los miembros y la confusión de roles. “Si uno no sabe de qué es responsable, si no tiene claros sus límites precisos y competencias y a quién tiene que rendirle cuentas, hay confusión. Y esto crea dificultades en el respeto de las reglas y también en la transparencia”, criticó.

Admitió, por otro lado, que sigue habiendo resistencia en el seno de la Iglesia en cuanto la lucha a los abusos. “Aunque ha aumentado el compromiso de muchos en este tema, hay mucha gente que trabaja y la red ha crecido enormemente, hay algunos que obstaculizan esto. Y las víctimas siguen teniendo la impresión de que no son escuchadas”, dijo.

“Aunque vi con mis propios ojos cómo el papa Francisco se toma tiempo y escucha a las víctimas y él es un ejemplo de la actitud que debería tener la Iglesia, algunos a veces no quieren escuchar”, lamentó. “¿Si la Iglesia no sirve a los últimos, a los heridos, como son las víctimas de abusos, no tiene sentido. Muchas víctimas ya no esperan nada, pero muchas otras aún desean encontrar una imagen humana de la Iglesia y el dolor más grande es que no la encuentran”, confesó. Y, claro y directo, concluyó: “La Iglesia no está acostumbrada al lenguaje de estas tres palabras -transparencia, respeto de las reglas y rendición de cuentas-, y no es una cuestión de derecha o izquierda, de liberales o conservadores. No es una cuestión de partido, sino de actitud”.

Organizadores del Sínodo en audiencia con Francisco


Dice el boletín diario de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, Abr-17-2023, que Francisco recibió en esa fecha en audiencia a:

Em.mo Card. Mario Grech, Secretario General de la Secretaría General del Sínodo; con el Em.mo Card. Jean-Claude Hollerich, S.I., Arzobispo de Luxemburgo; y el Padre Giacomo Costa, S.I.

No dice esa info que Hollerich no solamente es el Arzobispo de Luxemburgo sino es el relator general del Sínodo, tampoco dice que el Padre Giacomo Costa es el que coordina aquel “grupo de expertos” que desde hace cinco días comenzó a redactar el Instrumentum Laboris ó documento de trabajo para la próxima asamblea del Sínodo.

La verdad es que por ahora solamente los medios alemanes, empezando por Vatican News en alemán, han puesto atención a esta audiencia, ¿Por que será?, ¿será porque los temas del camino sinodal alemán han secuestrado el temario del Sínodo universal, como creemos los malpensados? Como hemos mencionado a Vatican News en alemán, escriben allí que el único no jesuita de esa reunión era Grech.