Es probable que Usted haya ya visto el tráiler de la película “El Exorcista del Papa”, de la cual se anuncia su estreno para Abril de 2023. La Asociación Internacional de Exorcistas ha emitido al respecto un comunicado de prensa, Mar-07-2023, del cual ofrecemos nuestra traducción.
COMUNICADO DE PRENSA – Sobre el tráiler de la película: “El exorcista del Papa”
7 de marzo de 2023
En estos días en TV, en plataformas y redes sociales se anuncia el próximo estreno en abril de la película El exorcista del Papa (The Pope’s Exorcist), dirigida por el australiano Julius Avery. El título es ya en sí pretencioso. Ver el tráiler de la película confirma, si algo hacía falta, no solo su calidad de cine splatter, un verdadero y auténtico subgénero del cine de terror, sino su poca fiabilidad en un tema tan delicado y relevante. En el centro de la película se encuentra la figura de Don Gabriele Amorth (1925-2016), exorcista de la Diócesis de Roma durante treinta años, interpretado por el actor neozelandés Russell Crowe, conocido por el gran público por haber sido el protagonista de la película Gladiador, que le valió el Oscar en 2001.
Después de ver el tráiler, nos gustaría ofrecer algunas observaciones, a la espera de ver y evaluar la película en su totalidad cuando esté en los cines. En esa ocasión, se publicará un eventual comunicado de prensa más profundizado. Dejando de lado lo que a primera vista parece una referencia a otras películas (como, por ejemplo, el exorcista que acaba siendo poseído), notamos, en primer lugar, que el conocido actor de Hollywood no se parece en nada a, pero sobre todo en los modales, al perfil humano y sacerdotal de Don Amorth, en cuyas memorias (Relatos de un Exorcista y Nuevos Relatos de un Exorcista) —precisa la producción— se basa libremente la película. Demasiado libremente, nos gustaría observar.
A la producción y al director probablemente les interese el “efecto” de la asociación entre el exorcista y el famoso gladiador de hace veinte años, y no en el espíritu de servicio que impulsa al primero en su ministerio de consolación. La Iglesia Católica viene luego representada por un Papa igualmente poco creíble, interpretado por el actor italiano Franco Nero. Finalmente, los ambientes del Vaticano, pintados con la habitual gama probada de colores claroscuros, dan a la película un efecto de “Código Da Vinci”, para insinuar en al público la duda de siempre: ¿quién es el verdadero enemigo? ¿El diablo o el “poder” eclesiástico?
Concluimos estas breves consideraciones con una referencia a los llamados “efectos especiales”, infaltables en toda película dedicada al tema de la posesión diabólica. Como ya ha ocurrido en otras películas, todo es exagerado, con manifestaciones físicas y verbales llamativas, propias del cine de terror.
Ahora bien, esta forma de narrar la experiencia exorcística de Don Amorth, además de ser contraria a la realidad histórica, tergiversa y falsifica lo que verdaderamente se vive y experimenta durante el exorcismo de personas verdaderamente poseídas que nosotros, exorcistas católicos, celebramos según las directrices dadas por el Iglesia. Además, es ofensivo respecto del estado de sufrimiento en que se encuentran quienes son víctimas de una acción extraordinaria del demonio.
En cuanto al espectador, ¿qué decir?
El exorcismo así representado se convierte en un espectáculo destinado a despertar emociones fuertes y malsanas, gracias a una escenografía lúgubre, con efectos sonoros capaces de despertar únicamente ansiedad, inquietud y miedo en el espectador. El resultado final es infundir la convicción de que el exorcismo es un fenómeno anormal, monstruoso y aterrador, cuyo único protagonista es el demonio, cuyas violentas reacciones pueden ser enfrentadas con gran dificultad; lo cual es exactamente lo contrario de lo que ocurre en el contexto del exorcismo celebrado en la Iglesia Católica en obediencia a las directivas impartidas por ella.
Siga @secretummeumLa visión de la película Libera nos. El triunfo sobre el mal, es bastante diferente, distribuida desde hace un tiempo y auspiciada por la Asociación Internacional de Exorcistas, en la que se muestra qué es realmente el exorcismo en la Iglesia Católica, cuáles son los rasgos auténticos del sacerdote exorcista y cómo el exorcismo es un acontecimiento sumamente gozoso, porque, mientras hay una experiencia viva de la presencia y acción de Cristo Señor y de la Comunión de los Santos, aquellos que son atormentados por la acción extraordinaria del demonio encuentran gradualmente la liberación y la paz.