Wednesday, February 08, 2023

Siete meses después Francisco responde sobre el pueblo cubano que pidió libertad el 11 de Julio 2021: Liberen a los presos


Siete meses después de que en una entrevista televisiva la periodista María Antonieta Collins le preguntara a Francisco si tenía algo qué decirle al pueblo cubano que salió a pedir libertad el 11 de Julio 2021, Francisco ha respondido algo concreto sobre ellos, ha pedido, mediante interpuesta persona, libertad para los presos políticos arrestados en esa fecha.

Recordemos primero qué fue lo que le preguntó Collins, y la respuesta que Francisco le dió en ese entonces, metiendo en un saco común al pueblo oprimido con los opresores, para pasar inmeditamente a hablar de sus magnificas relaciones con estos últimos, olvidando a los primeros.

María Antonieta Collins: Papa Francisco ya, esta es la última pregunta, pero, me viene a la cabeza algo, hoy es 11 de julio, y en Cuba hoy hace un año la gente salió a la calle a pedir libertad. ¿Usted tiene algún mensaje para los cubanos o qué piensa de esto?

Francisco:
Yo quiero mucho al pueblo cubano, lo quiero mucho y tuve buenas relaciones humanas con gente cubana, y también, lo confieso, con Raúl Castro tengo una relación humana. Yo me quedé contento cuando se logró ese pequeño acuerdo con los Estados Unidos, que el presidente Obama lo quiso en su momento y Raúl Castro lo aceptó, y, bueno, fue un buen paso adelante pero que se detuvo ahora. En estos momentos están haciendo, no sé si tratativas pero el diálogo es un lío para acortar distancias, ¿no? Cuba es un símbolo, Cuba tiene una historia grande. No sé, yo me siento muy cercano, muy cercano incluso a los obispos cubanos, ¿no? Tengo contacto con ellos.

Ahora lo que pide Francisco, esta vez sí refiriéndose al pueblo oprimido, en concreto a los presos, aunque por medio de una tercera persona, el cardenal Beniamino Stella, en una información de agencia Reuters, Feb-08-2023.

Enviado del Vaticano dice que la amnistía de presos en Cuba está "sobre la mesa"

Por Dave Sherwood

LA HABANA, 8 feb (Reuters) -
El cardenal Beniamino Stella, enviado especial del Papa Francisco, dijo el miércoles en La Habana que está "sobre la mesa" una potencial amnistía de los prisioneros cubanos encarcelados tras una protesta antigubernamental en julio de 2021, aunque la respuesta no dependía de la Iglesia Católica.

Stella dijo a periodistas que el Vaticano había comentado a las autoridades de la isla el tema de una posible amnistía y "sin duda la Iglesia que sea, busca, (y) lo ha manifestado en varias ocasiones este propósito".

"Obviamente ha sido un tema de nuestras conversaciones. El tema está ahí sobre la mesa, pero la respuesta no depende del Cardenal Stella", dijo el diplomático del Vaticano luego de un discurso pronunciado en la Universidad de La Habana.

Los comentarios de Stella se producen cuando Cuba enfrenta fuertes críticas de grupos de derechos humanos de Estados Unidos y la Unión Europea después del encarcelamiento de cientos de manifestantes tras los disturbios que estallaron en la isla el 11 de julio de 2021, la mayor protesta en las calles desde la revolución de 1959 guiada por el exmandatario Fidel Castro.

"Pido mucho (...) que haya una respuesta positiva, como se llame, amnistía, clemencia, como se llame. Las palabras pueden ser también secundarias, pero es importante que los jóvenes que en un momento han manifestado su pensamiento y lo han hecho de la forma que conocemos puedan volver a sus casas", señaló.

El presidente cubano Miguel Díaz-Canel, que estuvo presente en la auditorio universitario durante la conferencia de Stella, ha defendido anteriormente el papel de los tribunales domésticos en la defensa de la ley del país en momentos en que ocurrieron los disturbios en 2021.

Las autoridades en Cuba sostienen que los arrestados son culpables de varios delitos que incluyen desórden público, resistencia al arresto, robo y vandalismo, entre otros.

La Habana no respondió de inmediato a una solicitud de comentarios sobre las declaraciones de Stella, quien llegó a la isla para recordar el aniversario 25 del viaje pastoral del Papa Juan Pablo II a Cuba.

El Vaticano desempeñó un papel clave en la mediación de la histórica reanudación de los nexos diplomáticos entre Cuba y Estados Unidos. En 2016 bajo el expresidente Barack Obama ocurrieron una serie de acontecimientos como parte del deshielo bilateral.

En septiembre de 2015, justo antes del anuncio de la renovación de los lazos, Cuba indultó a 3.522 presos comunes en lo que calificó como un gesto humanitario antes de una visita anterior del Papa Francisco, repitiendo acciones similares que tomó ante dos viajes de Papas anteriores a la isla caribeña.

(Reporte de Dave Sherwood. Editado por Nelson Acosta y Javier Leira)


Actualización Feb-09-2023: En esta información en video de agencia AFP aparece en cámara el cardenal Beniamino Stella haciendo la petición, lo ponemos a modo de constancia.



Obispos europeos piden a Nicaragua que libere sacerdotes presos


Información de agencia Associated Press, Feb-08-2023.

ROMA (AP) — Obispos europeos reclamaron el miércoles la libertad inmediata de sacerdotes nicaragüenses detenidos durante una campaña de represión contra la Iglesia católica. Afirmaron que han sido acusados falsamente y que son sometidos a una persecución injusta.

El cardenal Jean-Claude Hollerich, presidente de la Comisión de Conferencias Episcopales de la Unión Europea, declaró que los obispos europeos harán “todo lo que está en su poder” para que las instituciones de la UE busquen la libertad de los presos.

Hollerich envió su carta al titular de la conferencia episcopal nicaragüense al día siguiente de que un tribunal del país condenó a cuatro sacerdotes católicos a 10 años de prisión por cargos derivados de denuncias del gobierno de que la Iglesia respaldó protestas ilegales por la democracia. El domingo otro sacerdote recibió la misma pena.

Fue el capítulo más reciente de la represión contra la Iglesia que lleva adelante el presidente Daniel Ortega.

La carta de Hollerich contrasta con el relativo silencio del Vaticano, que el miércoles no respondió a pedidos de declaraciones sobre las sentencias. La Santa Sede considera que pronunciarse sobre la represión en Nicaragua sólo elevará las tensiones.

El papa Francisco habló por última vez sobre el tema en agosto, cuando la policía allanó la residencia del obispo de Matagalpa, Rolando Álvarez. Semanas después, durante una conferencia de prensa en Kazajistán, confirmó que había un diálogo en marcha con el gobierno, pero desde entonces no ha vuelto a pronunciarse.

Álvarez era una voz religiosa crucial en los debates sobre el futuro de Nicaragua desde 2018, cuando el gobierno de Ortega reprimió duramente una ola de protestas. Álvarez se encuentra bajo arresto domiciliario, acusado de conspiración y de “dañar el gobierno y la sociedad nicaragüense”. Se espera su sentencia próximamente.

En la carta, Hollerich dijo que el gobierno violaba la libertad religiosa.

“Seguimos de cerca el desarrollo de la situación en Nicaragua, marcada por la persecución de la Iglesia católica y sus fieles”, escribió. “Nos sumamos a las voces que claman contra la injusticia a la que están sometidos nuestros hermanos en Nicaragua y exigimos su libertad inmediata”.

¿De qué hablaron Francisco y Mons. Georg Gänswein en aquella audiencia de Ene-09-2023?


Al finalizar la entrada que en su momento dedicamos a la audiencia que Francisco concedió a Mons. Georg Gänswein, pocos días después de los funerales de Benedicto XVI, preguntabamos, “¿para qué era la audiencia?”.

Traducimos, con algunas adaptaciones, el aparte primordial de un artículo firmado por Francesco Capozza y publicado en Libero, Feb-07-2023 (en la imágen).

[...] una de nuestras fuentes nos dijo algo que no esperábamos: la verdad sobre el cara a cara entre Bergoglio y Gänswein que los medios “amigos”, en los días inmediatamente posteriores, habían retratado como una especie de reencuentro entre el padre y el hijo pródigo. En la mañana del 9 de enero, en el estudio del Papa en la tercera logia del Palacio Apostólico, sucedió lo contrario.

Ya el motivo de la audiencia, que fue solicitada por Bergoglio y no por el padre Georg, tiene en sí mismo algo increíble: la herencia de Benedicto XVI. Quién conozca las cosas sobre el Vaticano sabe que todo lo que el Papa recibe como regalo durante el ejercicio de su Ministerio y por lo tanto joyería, vestiduras, joyas (cruces pectorales, anillos...), objetos sagrados, cuadros, no son de su propiedad como individuo particular sino de la Santa Sede. Y en el patrimonio de ésta deben confluir a la muerte del Pontífice. Luego está la inmensa biblioteca de Ratzinger, que es pequeña comparada con las sumas obtenidas a lo largo de los años por los derechos de sus numerosos libros, algunos de los cuales —como la trilogía sobre Jesús— han vendido millones de ejemplares en todo el mundo y en varios idiomas. Benedicto ya se había ocupado de esto cuando estaba en el cargo, estableciendo la Fundación Ratzinger (hoy presidida por el Padre Federico Lombardi, portavoz de la Oficina de Prensa del Vaticano en el momento del pontificado), estableciendo que los derechos de sus obras deben confluir a un fondo instituido en su nombre para el mantenimiento y continuación cultural de la misma.

Es una lástima, sin embargo, que este también esté formalmente incardinado como órgano científico y divulgativo de la Santa Sede y, por lo tanto, subordinado al total poder discrecional del Pontífice reinante, es decir, Bergoglio. El legado material de Benedicto parece pueda ser bastante conspicuo y si, por un lado, el testamento espiritual del ilustre difunto se dio a conocer pocas horas después de su muerte, de aquello más prosaicamente material, redactado en su última versión en 2021, no hay noticia cierta. Aparte del hecho de que el Padre Georg fue nombrado no sólo albacea, sino también heredero universal.

¡Bergoglio, por lo tanto, habría convocado a Gänswein en primer lugar para sacar cuentas, propiamente dichas! Pero eso no es todo: nuestra fuente también nos habló del otro plato del menú que supuestamente el Papa Francisco le habría servido al Prefecto de la casa pontificia el pasado 9 de enero, y serían las amenazas. La conversación de hecho se habría trasladado a un punto muy espinoso para el Pontífice argentino, a saber, lo que Gänswein puso en blanco y negro en su reciente libro, “Nada más que la verdad”. Muchos se les ha pasado por alto un detalle, no a Bergoglio: al recordar los momentos del Cónclave de 2013 en el que Francisco fue elegido, Gänswein involuntariamente y potencialmente cayó en lo que la Iglesia llama excomunión Latae Sententiae, es decir, de facto, por haber revelado hechos de un Cónclave todavía no disuelto. Las reglas sobre el secreto de todo lo que sucede antes, durante y después de la votación para la elección del Sumo Pontífice son muy estrictas y todas sancionadas por la Constitución Apostólica Universi Dominici Gregis de Juan Pablo II y Gänswein, en calidad de Prefecto de la casa pontificia, ha jurado respetarlos exactamente como los cardenales votantes y demás personalidades eclesiásticas admitidas dentro del recinto inaccesible del Cónclave para sus funciones operativas cubiertas.

Según la reconstrucción que se nos ha confiado, Bergoglio no habría sido demasiado sutil en el encuentro cara a cara con el padre Georg e incluso habría prospectado el proceso canónico (que en el peor de los casos puede conducir a la reducción al estado laical), por el grave incumplimiento cometido, si desde ese día en adelante hubiera vuelto a abrir la boca con la prensa. Es evidente que Gänswein debió tomarse en serio la amenaza, porque a nuestra solicitud de entrevista por escrito hace dos días, respondió: «Lamentablemente, actualmente no veo la posibilidad de dar entrevistas, por una simple razón que se explica en el Eclesiastés 3.7». No siendo tan expertos en las Sagradas Escrituras, fuimos a comprobar lo que dice este versículo: “Un tiempo de rasgar y tiempo de coser, tiempo de callar y tiempo de hablar”.