Thursday, January 05, 2023

Signos, “cuando no hay sol, solo hay niebla”


Varias interpretaciones hemos visto sobre el hecho de que hoy, durante el funeral del Papa emérito Benedicto XVI, hubiera una capa de niebla. “El Cupolone ayer no se veía. Sólo la fachada era apenas visible”, escribe Franca Giansoldati en un artículo en Il Messaggero que hace la crónica de los funerales papales y al final dedica un aparte a los “signos”, relacionando la niebla de los funerales con aquel otro más famoso del rayo el día de la renuncia de Benedicto que impactó la cúpula de la Basílica de San Pedro.

No vamos a hacer de interpretes del signo de la niebla, nos limitaremos a servirnos de unas palabras sobre el difunto Papa emérito que vimos en un artículo de The New York Times, Ene-03-2023, del cardenal Angelo Amato, en una época secretario de la Congregación para la Doctrina de la Fe cuando Benedicto era el Prefecto, y luego prefecto de la Congregación para las causas de los Santos. Luego Ustedes harán la asociación niebla-palabras de Amato.


“Él era el sol que nos iluminaba a todos”, dijo el cardenal Angelo Amato, anterior secretario de la oficina de doctrina de la iglesia, que Benedicto dirigió antes de convertirse en Papa, y líder de la oficina del Vaticano que hace los santos. Se refirió a Benedicto como “el Santo Padre” y lo llamó “santo”, agregando: “Cuando no hay sol, solo hay niebla”.

Funerales de Benedicto XVI, imágenes no divulgadas en transmisión oficial


Están llegando todavía al momento de componer esta entrada las imágenes que no salieron en la transmisión oficial de Vatican Media de los funerales del Papa emérito Benedicto XVI, es decir, de los momentos antes de cerrar el cofre funerario y al final cuando lo depositan en la tumba, así que las que vamos a publicar no son exhaustivas. Todas las fotos son provistas por Vatican Media vía agencia AFP.


Actualización Ene-05-2023 (17:35 UTC): Video provisto por Vatican News.

The Burial of Pope Emeritus Benedict XVI

The burial of Pope Emeritus Benedict XVI: the closing of the coffin Wednesday evening and placement in the grottos under St. Peter’s Basilica following the burial rituals and tradition of Popes.

Posted by Vatican News on Thursday, January 5, 2023

Actualización Ene-05-2023 (18:03 UTC): Video de Askanews vía Twitter.

Funerales de Benedicto XVI


Los números de la Gendarmería vaticana, referidos por los diferentes medios de comunicación, señalan unas 50 mil personas asistentes al funeral del Papa emérito Benedicto XVI, realizado hoy en la Plaza de San Pedro en el Vaticano, tal como estaba previsto.

De suponer que Ustedes conocen las imágenes de la transmisión de Vatican Media, aspirabamos que a la hora de componer esta entrada Vatican Media hubiera proporcionado video de los últimos momentos en las grutas vaticanas, donde ahora reposa el cuerpo del difunto Papa, y que es lo que no apareció en televisión, pero no, todavía no.

Este es un artículo de Vatican News en español, Ene-05-2023, principalmente basado en la homilía pronunciada por Francisco para la ocasión.

El adiós a Benedicto XVI. El Papa: “Padre, en tus manos encomendamos su espíritu”

"Benedicto, fiel amigo del Esposo, que tu gozo sea perfecto al oír definitivamente y para siempre su voz", con estas palabras Francisco concluyó su homilía en la misa funeral del Papa emérito Benedicto XVI.

Vatican News


En una plaza de San Pedro envuelta en un manto de neblina, miles de fieles se congregaron, en la mañana del primer jueves de enero, para participar en la misa exequial del Papa emérito Benedicto XVI y darle su último saludo. Son personas de todas las edades y nacionalidades, jóvenes, laicos, sacerdotes y también familias, monjas, grupos de Italia y Alemania, con banderas y pancartas.

El Papa Francisco llegó hacia las 9.20 horas, en silla de ruedas, y tomó lugar en el palco, dando inicio a la celebración fúnebre, concelebrada por unos 130 cardenales, 400 obispos y casi 3.700 sacerdotes. En su homilía, reflexionó sobre la lectura del Evangelio de San Lucas 23, 46, deteniéndose en particular, en una frase de Jesús en la cruz:

“Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu”

“Son las últimas palabras que el Señor pronunció en la cruz”, remarca Francisco, “su último suspiro capaz de confirmar lo que selló toda su vida: un continuo entregarse en las manos de su Padre. Manos de perdón y de compasión, de curación y de misericordia, manos de unción y bendición que lo impulsaron a entregarse también en las manos de sus hermanos”.

Es la invitación y el programa de vida que inspira y quiere moldear como un alfarero el corazón del pastor, hasta que latan en él los mismos sentimientos de Cristo Jesús.

El Pastor que ama el rebaño y sigue al Señor

Continuando con su homilía, el Papa describe las características de un pastor que sigue al Señor, por medio de tres entregas:

Entrega agradecida de servicio al Señor y a su Pueblo, que nace por haber acogido un don totalmente gratuito: “Tú me perteneces… tú les perteneces”, susurra el Señor; “tú estás bajo la protección de mis manos, bajo la protección de mi corazón. Permanece en el hueco de mis manos y dame las tuyas”.

Es la condescendencia de Dios y su cercanía, capaz de ponerse en las manos frágiles de sus discípulos para alimentar a su pueblo y decir con Él: tomen y coman, tomen y beban, esto es mi cuerpo, que se entrega por ustedes.

Entrega orante
que se forja y acrisola silenciosamente entre las encrucijadas y contradicciones que el pastor debe afrontar y la confiada invitación a apacentar el rebaño.

Como el Maestro, lleva sobre sus hombros el cansancio de la intercesión y el desgaste de la unción por su pueblo, especialmente allí donde la bondad está en lucha y sus hermanos ven peligrar su dignidad.

Entrega sostenida
por la consolación del Espíritu, que lo espera siempre en la misión: en la búsqueda apasionada por comunicar la hermosura y la alegría el Evangelio en el testimonio fecundo de aquellos que, como María, permanecen de muchas maneras al pie de la cruz, en esa dolorosa pero recia paz que no agrede ni avasalla.

Testigo del Evangelio

“También nosotros - añade el Papa - aferrados a las últimas palabras del Señor y al testimonio que marcó su vida, queremos, como comunidad eclesial, seguir sus huellas y confiar a nuestro hermano en las manos del Padre: que estas manos de misericordia encuentren su lámpara encendida con el aceite del Evangelio, que él esparció y testimonió durante su vida”.

Francisco cita por último a san Gregorio Magno, quien, al finalizar la Regla pastoral, invitaba y exhortaba a un amigo a ofrecerle compañía espiritual: "En medio de las tempestades de mi vida, me alienta la confianza de que tú me mantendrás a flote en la tabla de tus oraciones, y que, si el peso de mis faltas me abaja y humilla, tú me prestarás el auxilio de tus méritos para levantarme".

Es la conciencia del Pastor que no puede llevar solo lo que, en realidad, nunca podría soportar solo y, por eso, es capaz de abandonarse a la oración y al cuidado del pueblo que le fue confiado.

Benedicto, fiel amigo del Esposo

“Es el Pueblo fiel de Dios que, reunido, acompaña y confía la vida de quien fuera su pastor. Como las mujeres del Evangelio en el sepulcro, estamos aquí con el perfume de la gratitud y el ungüento de la esperanza para demostrarle, una vez más, ese amor que no se pierde; queremos hacerlo con la misma unción, sabiduría, delicadeza y entrega que él supo esparcir a lo largo de los años”, afirma el Papa y añade:

“Queremos decir juntos: “Padre, en tus manos encomendamos su espíritu”. Benedicto, fiel amigo del Esposo, que tu gozo sea perfecto al oír definitivamente y para siempre su voz”

El grito de la multitud: "¡Santo ya!"

Al final de la celebración, tienen lugar la Ultima Commendatio y la Valedictio. La asamblea, hasta entonces silenciosa, estalla en estruendosos aplausos y tres veces se eleva el grito desde la plaza: "¡Santo ya!". Los silleteros levantan el féretro y lo conducen detrás del escenario, donde el Papa Francisco, de pie, apoyado en su bastón, los espera para la bendición. El Pontífice inclina la cabeza, permanece unos instantes en oración y luego apoya una mano sobre el féretro que es trasladado a las Grutas Vaticanas de la Basílica de San Pedro para su inhumación. Benedicto XVI será enterrado en el mismo lugar que su predecesor, el Papa que sirvió durante décadas, Juan Pablo II.

También la Oficina de Prensa de la Santa Sede publicó hoy lo que dice el mentado Rogito, que es ese documento con datos biográficos, con énfasis en un recuento del pontificado despositado en el cofre junto con el cuerpo antes de cerrarlo. No espere encontrar mención de Summorum Pontificum ó Anglicanorum Cætibus; sí aparece mencionado un etéreo “reanudó los contactos con los sacerdotes de la Comunidad de San Pío X”.

Esta es una traducción al español de Vatican News.

A la luz de Cristo resucitado de entre los muertos, el 31 de diciembre del año del Señor 2022, a las 9.34 de la mañana, cuando terminaba el año y nos disponíamos a cantar el Te Deum por los muchos beneficios concedidos por el Señor, el amado Pastor emérito de la Iglesia, Benedicto XVI, pasó de este mundo al Padre. Toda la Iglesia, junto con el Santo Padre Francisco, acompañó en oración su tránsito.

Benedicto XVI fue el 265º Papa. Su memoria permanece en el corazón de la Iglesia y de toda la humanidad.

Joseph Aloisius Ratzinger, elegido Papa el 19 de abril de 2005, nació en Marktl am Inn, en la diócesis de Passau (Alemania), el 16 de abril de 1927. Su padre era comisario de la gendarmería y procedía de una familia de agricultores de la baja Baviera, cuyas condiciones económicas eran más bien modestas. Su madre era hija de artesanos de Rimsting, en el lago Chiem, y había sido cocinera en varios hoteles antes de casarse.

Pasó su infancia y adolescencia en Traunstein, una pequeña localidad cercana a la frontera austriaca, a unos treinta kilómetros de Salzburgo, donde recibió su educación cristiana, humana y cultural.

La época de su juventud no fue fácil. La fe y la educación de su familia le prepararon para la dura experiencia de los problemas asociados al régimen nazi, conociendo el clima de fuerte hostilidad hacia la Iglesia católica en Alemania. En esta compleja situación, descubrió la belleza y la verdad de la fe en Cristo.

De 1946 a 1951 estudió en la Escuela Superior de Filosofía y Teología de Freising y en la Universidad de Múnich. El 29 de junio de 1951 fue ordenado sacerdote, iniciando al año siguiente su actividad docente en la misma Escuela de Freising. Posteriormente fue docente en Bonn, Münster, Tubinga y Ratisbona.

En 1962 se convirtió en perito oficial del Concilio Vaticano II, como asistente del cardenal Joseph Frings. El 25 de marzo de 1977, el Papa Pablo VI le nombró arzobispo de Múnich y Freising, y fue ordenado obispo el 28 de mayo del mismo año. Como lema episcopal eligió "Cooperatores Veritatis".

El Papa Montini lo creó y nombró Cardenal, del Título de Santa Maria Consolatrice al Tiburtino, en el Consistorio del 27 de junio de 1977.

El 25 de noviembre de 1981, Juan Pablo II le nombró Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe; y el 15 de febrero del año siguiente renunció al gobierno pastoral de la archidiócesis de Munich und Freising.

El 6 de noviembre de 1998 fue nombrado Vicedecano del Colegio Cardenalicio y el 30 de noviembre de 2002 pasó a ser Decano, tomando posesión del título de la Iglesia Suburbicaria de Ostia.

El viernes 8 de abril de 2005 presidió la misa funeral de Juan Pablo II en la Plaza de San Pedro.

Por los cardenales reunidos en Cónclave fue elegido Papa el 19 de abril de 2005 y tomó el nombre de Benedicto XVI. Desde la Logia de las Bendiciones se presentó como un "humilde trabajador en la viña del Señor". El domingo 24 de abril de 2005 inició solemnemente su ministerio petrino.

Benedicto XVI puso el tema de Dios y de la fe en el centro de su pontificado, en una búsqueda continua del rostro del Señor Jesucristo y ayudando a todos a conocerlo, en particular mediante la publicación de la obra en tres volúmenes Jesús de Nazaret. Dotado de vastos y profundos conocimientos bíblicos y teológicos, tenía la extraordinaria capacidad de elaborar síntesis esclarecedoras sobre los principales temas doctrinales y espirituales, así como sobre cuestiones cruciales de la vida de la Iglesia y de la cultura contemporánea.

Promovió con éxito el diálogo con anglicanos, judíos y representantes de otras religiones; también reanudó los contactos con los sacerdotes de la Comunidad de San Pío X.

En la mañana del 11 de febrero de 2013, durante un Consistorio convocado para decisiones ordinarias sobre tres canonizaciones, después de que los cardenales hubieran votado, el Papa leyó en latín la siguiente declaración: «Bene conscius sum hoc munus secundum suam essentiam spiritualem non solum agendo et loquendo exerceri debere, sed non minus patiendo et orando. Attamen in mundo nostri temporis rapidis mutationibus subiecto et quaestionibus magni ponderis pro vita fidei perturbato ad navem Sancti Petri gubernandam et ad annuntiandum Evangelium etiam vigor quidam corporis et animae necessarius est, qui ultimis mensibus in me modo tali minuitur, ut incapacitatem meam ad ministerium mihi commissum bene administrandum agnoscere debeam. Quapropter bene conscius ponderis huius actus plena libertate declaro me ministerio Episcopi Romae, Successoris Sancti Petri, mihi per manus Cardinalium die 19 aprilis MMV commisso renuntiare ita ut a die 28 februarii MMXIII, hora 20, sedes Romae, sedes Sancti Petri vacet et Conclave ad eligendum novum Summum Pontificem ab his quibus competit convocandum esse».

En la última Audiencia General del pontificado, el 27 de febrero de 2013, al tiempo que agradecía a todos y cada uno el respeto y la comprensión con que había sido acogida su decisión, aseguró: "Seguiré acompañando el camino de la Iglesia con la oración y la reflexión, con esa entrega al Señor y a su Esposa que he tratado de vivir cada día hasta ahora y que quisiera vivir siempre".

Tras una breve estancia en la residencia de Castel Gandolfo, vivió los últimos años de su vida en el Vaticano, en el monasterio Mater Ecclesiae, dedicándose a la oración y la meditación.

El magisterio doctrinal de Benedicto XVI se resume en las tres encíclicas Deus caritas est (25 de diciembre de 2005), Spe salvi (30 de noviembre de 2007) y Caritas in veritate (29 de junio de 2009). Entregó cuatro Exhortaciones Apostólicas a la Iglesia, numerosas Constituciones Apostólicas, Cartas Apostólicas, así como las Catequesis ofrecidas en las Audiencias Generales y en las alocuciones, incluidas las pronunciadas durante sus veinticuatro viajes apostólicos alrededor del mundo.

Ante el relativismo y el ateísmo práctico cada vez más difuso, en 2010, con el motu proprio Ubicumque et semper, instituyó el Pontificio Consejo para la Promoción de la Nueva Evangelización, al que transfirió las competencias en materia de catequesis en enero de 2013.

Luchó con firmeza contra los delitos cometidos por representantes del clero contra menores o personas vulnerables, llamando constantemente a la Iglesia a la conversión, la oración, la penitencia y la purificación.

Como teólogo de reconocida autoridad, dejó un rico legado de estudios e investigaciones sobre las verdades fundamentales de la fe.

CORPUS
BENEDICTI XVI P.M.
VIXIT A. XCV M. VIII D. XV
ECCLESIÆ UNIVERSÆ PRÆFUIT A. VII M. X D. IX
A D. XIX M. APR. A. MMV AD D. XXVIII M. FEB. A. MMXIII
DECESSIT DIE XXXI M. DECEMBRIS ANNO DOMINI MMXXII
Semper in Christo vivas, Pater Sancte!