Saturday, April 01, 2023

La bendición a parejas homosexuales y ordenación de hombres casados del cardenal Hollerich


Como hemos anotado anteriormente, al cardenal Jean-Claude Hollerich Francisco lo ha hecho notorio no solamente por haberlo creado cardenal, nombrarlo relator general del sínodo, sino porque recientemente lo hizo miembro del consejo de cardenales (C-9 ó C-7 ó como sea). Pues es así como ahora tiene mayor resonancia la agenda que avanza, como por ejemplo lo que dice en estas dos respuestas de una entrevista en La Stampa, Abr-01-2023, (traducción nuestra).

A propósito de «Iglesia Abierta»: ¿está de veras acogiendo a las personas homosexuales? La petición de bendecir a las parejas homosexuales crece en la galaxia católica: ¿cuál es su idea?

«Lamentablemente, la Iglesia no siempre acoge bien a las personas homosexuales: todavía con demasiada frecuencia las marginaliza. Y esto me duele. Va en contra de la enseñanza de Jesús, porque en el Reino de Dios hay lugar para todos; Jesús no iba a la gente a decir “tienes que cambiar”, sino a manifestar su bien por todos y cada uno. ¿Bendecir a una pareja gay? Bendecir significa “decir bien” de alguien, y Dios no dice cosas malas. Y luego, bendecir a una pareja homosexual no significa matrimonio sacramental.

¿Y por qué “maldecir” a una pareja gay que vive un amor verdadero? Creo que la Iglesia podrá cambiar esta actitud sólo después de un largo proceso. Pero necesita comprometerse para acelerar: debemos abrir las puertas a todos. No quiero expresarme sobre la doctrina de la Iglesia, pero espero una pastoral difundida gracias a la cual todos se sientan bienvenidos».

El celibato parece convertirse en un obstáculo para el mundo sacerdotal. ¿No cree que es hora de eliminar esta práctica, que no es un dogma?

«Vivo mi celibato con gran alegría. Pero conozco muchos sacerdotes que sufren por este motivo. Sé de jóvenes que quisieran ser sacerdotes pero tienen novia. Además, no podemos pasar por alto el hecho de que en varias partes del mundo hay cada vez menos vocaciones sacerdotales. Me pregunto: ¿no sería mejor ordenar sacerdotes también a hombres casados? En mi archidiócesis hay diáconos permanentes casados que realizan un trabajo extraordinario y muy apreciado, sus homilías brotan de sus corazones y de la realidad de su vida familiar. Creo que la gente está feliz de escuchar predicas así. Pero esta es una decisión que el Papa debe tomar junto con toda la Iglesia».