Friday, March 17, 2023

Maniobras en el Vaticano para cerrar el caso de Rupnik con el menor ruido posible y olvidando a sus víctimas


Como pueden Ustedes inferir, no nos va nada bien con el esloveno, pese a que hoy estas informaciones provienen de medios de Eslovenia (por ej., Delo), por eso retomamos una información en italiano proveniente de Domani, Mar-17-2023, de la cual traducimos algunos apartes.

Mientras en Roma se guarda silencio sobre la suerte de Marko Rupnik, el jesuita acusado de haber abusado de varias monjas a lo largo de treinta años, desde su país natal se filtran algunos rumores.

Según lo que informa en una carta abierta un sacerdote esloveno que, bajo el seudónimo de Karel Fulgoferski, ya había comentado públicamente los hechos que han surgido sobre el célebre artista, el padre Rupnik pronto será reducido al estado laical.

Según lo que afirma el sacerdote, la suerte del jesuita ya fue decidida en el Vaticano, a ritmo de la Compañía de Jesús que aún realiza una investigación interna por su cuenta. «Rupnik será pronto expulsado del estado clerical y hecho desaparecer de la vida pública —confirma Fulgoferski a Domani— se ha llegado a un acuerdo en la Santa Sede según el cual, a cambio de una retirada pacífica del jesuita, no habrá ni visitas apostólicas ni verificaciones de operaciones financieras del Centro Aletti». Una prueba más del poder que sigue ejerciendo el teólogo en Roma y Eslovenia, subraya Fulgoferski, y otro giro de escena en el caso Rupnik.

La información fue respaldada al menos en parte por otra fuente dentro del Vaticano, quien le confirmó a Domani que hay una tormenta en las altas esferas eclesiásticas: aunque no es seguro que Rupnik deba dejar su papel como sacerdote, sostiene la fuente, la orden de no tocar al jesuita vendría directamente del Papa Francisco.

Una grave acusación, que por ahora es solo un rumor, alimentada por las dudas sobre el papel jugado por el pontífice en todo el asunto Rupnik: el jesuita, de hecho, había sido excomulgado latae sententiae en 2020 por “una absolución del cómplice en confesión” (es decir, por haber absuelto a una novicia con la que había tenido relaciones sexuales), la excomunión fue remitía inmediatamente después de un mes.

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Según estas fuentes, la intención del pontífice hoy parece ser, por tanto, cerrar el asunto con el menor alboroto posible, con la esperanza de que la gente olvide lo sucedido.

Con Rupnik fuera de la escena pública y una vez decaída la atención de los medios, el negocio de Centro Aletti continuaría así prosperando como antes.

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Por ahora, sin embargo, no se habla de una visita apostólica, y mucho menos de un comisariamiento: y decir que ciertamente no está clara la actitud del equipo del Centro [Aletti}, dado que sigue encuadrado alrededor de Rupniky no ha dicho una palabra hacia las víctimas.

Son precisamente ellas, las víctimas, las que están en gran parte ausentes de estas “maniobras” detrás de bastidores: si se habla a muchos niveles de la suerte corrida por Rupnik, de hecho, nunca se menciona a las personas que han denunciado en varias ocasiones (a los obispos eslovenos, al Dicasterio para la Doctrina de la Fe, a los jesuitas) los abusos sufridos.

¿Qué piensa hacer la iglesia para resarcir a las ex hermanas de la comunidad de Loyola y a las otras víctimas que sobrevivieron a la violencia? De todas las preguntas sin respuesta en el caso Rupnik, esta sigue siendo una de las más urgentes.