Saturday, September 17, 2022

Nicaragua: Policía del régimen prohíbe “por razones de seguridad” procesiones en ciudad de Masaya

Comunicado sobre las festividades en la ciudad de Masaya. #ArquidiocesisdeManagua

Posted by Arquidiócesis de Managua on Saturday, September 17, 2022


Información de agencia EFE, Sep-17-2022.

Managua, 17 sep (EFE).- La Arquidiócesis de Managua informó este sábado que la Policía Nacional prohibió las procesiones en honor a San Jerónimo, patrono de la ciudad nicaragüense de Masaya, alegando razones de seguridad pública.

“La Policía Nacional de la ciudad de Masaya ha informado a las Cofradías y párrocos de las parroquias de San Miguel Arcángel y San Jerónimo que, por razones de seguridad pública, no estarán permitidas las procesiones en las festividades respectivas de esa ciudad”, comunicó la Arquidiócesis de Managua en una declaración.

Masaya, ubicada a 28 kilómetros al suroeste de la capital, celebra las fiestas patronales más extensas de Nicaragua, que van de septiembre a diciembre, en honor a San Jerónimo.

En su declaración, la Arquidiócesis de Managua invitó “a los devotos y promesantes de los santos patronos, a tener presente que la fe y devoción son un tesoro que llevamos en el corazón y desde ahí podemos dar el homenaje debido con la fuerza de la herencia ancestral en nuestras comunidades”.

Asimismo, explicó que las misas, novenarios y celebraciones litúrgicas propias de ambas festividades, se realizarán según el programa de cada una de las parroquias en los templos respectivos.

La Arquidiócesis de Managua pidió, además, a San Miguel Arcángel, San Jerónimo y la “bienaventurada virgen María, madre de la Iglesia y reina de la paz, intercedan y escuchen las plegarias, nos alcancen sanidad de todo mal con la medicina de Dios”.

Masaya es un antiguo bastión sandinista que se rebeló contra el Gobierno del presidente Daniel Ortega en abril de 2018 en el marco de unas manifestaciones antigubernamentales que estallaron por unas controvertidas reformas a la seguridad social, y que luego se convirtieron en una exigencia de renuncia del mandatario debido a que respondió a la fuerza.

La suspensión de esas procesiones católicas se convierte en el capítulo más reciente de un último año especialmente convulso para la Iglesia católica de Nicaragua con el Gobierno de Ortega, quien ha tildado de “golpistas” y “terroristas” a los jerarcas.

Este año, el Gobierno sandinista expulsó del país al nuncio apostólico Waldemar Stanislaw Sommertag y a 18 monjas de la orden Misioneras de la Caridad, fundada por la Madre Teresa de Calcuta.

También ha llevado a prisión al obispo Rolando Álvarez y a siete sacerdotes por diversos motivos, cerrado nueve estaciones de radio católicas y eliminado de la programación de la televisión por suscripción a tres canales católicos.

La Policía además ha ingresado por la fuerza y allanado una parroquia, impedido a los feligreses recibir la eucaristía dentro del templo y sitiado a otros sacerdotes en sus iglesias, entre otros.

Las relaciones entre los sandinistas y la Iglesia católica de Nicaragua han estado marcadas por roces y desconfianzas en los últimos 43 años.

La comunidad católica representa un 58,5 % de los 6,6 millones de habitantes de Nicaragua, según el último censo nacional.

Francisco: Anacronísmo evaluar ciertas obras de San Pío V con la mentalidad de hoy. No reducirlo a un recuerdo nostálgico y embalsamado


En el día de hoy Francisco recibió en audiencia en el Aulo Paulo VI en el Vaticano a dos grupos: Los peregrinos de la diócesis de Alessandria, con ocasión del 450° aniversario de la muerte de San Pío V; y a los jóvenes que se preparan a la confirmación de la diócesis de Spoleto-Nurcia. En ese orden de ideas Francisco ha dividido su discurso en dos partes, la primera para los peregrinos de la diócesis de Alessandria, y la segunda para los chicos de la diócesis de Spoleto-Nurcia.

Aunque hemos dicho que la primera parte del discurso de Francisco estaba dirigida a los peregrinos de Alessandria, la verdad es que le habló a ellos para que fueran otros los que entendieran el mensaje, recurso altamente utilizado, sobreutilizado y abusado por Francisco, además autocitándose. Ya Ustedes sabrán a quiénes de verdad estaban dirigidas sus palabras al hablar de San Pío V. Nuestra traducción (la traducción oficial al español deberá aparecer publicada aquí).

Queridos hermanos y hermanas de la Diócesis de Alejandría, el 450° aniversario de la muerte de San Pío V, el único Papa piamontés, nacido en Bosco Marengo, en el territorio actual de la Diócesis de Alejandría, ofrece la oportunidad de algunas consideraciones muy actuales.

El Papa Pío V, nacido Antonio Ghislieri, enfrentó muchos desafíos pastorales y de gobierno en tan sólo seis años de pontificado. Fue un reformador de la Iglesia, que tomó decisiones valientes. Desde entonces, el estilo de gobierno de la Iglesia ha cambiado y sería un error anacrónico evaluar ciertas obras de San Pío V con la mentalidad de hoy. Del mismo modo, debemos poner atención de no reducirlo a un recuerdo nostálgico, a un recuerdo embalsamado, sino captar su enseñanza y testimonio. Con esta mirada, podemos notar que la columna vertebral de toda su vida fue la fe.

¿Cómo podemos rechazar sus enseñanzas hoy? En primer lugar, nos invitan a ser buscadores de la verdad. Jesús es la Verdad, no sólo en sentido universal sino también en sentido comunitario y personal; y el desafío es el vivir hoy la búsqueda de la verdad en la vida cotidiana de la Iglesia, de la comunidad cristiana. Esta búsqueda no puede más que realizarse mediante un discernimiento personal y comunitario a partir de la Palabra de Dios (cf. Evangelii gaudium, 30.50.175).

Este compromiso, realizado en el discernimiento, hace crecer a una comunidad en un conocimiento siempre más íntimo de Jesucristo; y entonces Él, la verdad, el Señor, se convierte en el fundamento de la vida comunitaria, entrelazada con vínculos de amor. El amor se expresa en acciones de compartir, desde la dimensión física a la espiritual, acciones que dan visibilidad al secreto que llevamos en nuestras “vasijas de barro” (cf. 2 Cor 4,7).

La Palabra de Dios cobra vida en particular en la celebración eucarística, tanto en la “mesa de la Palabra” como en la “mesa de la Eucaristía”, donde de alguna manera tocamos la carne de Cristo. San Pío V participó en la reforma de la Liturgia de la Iglesia, y después de cuatro siglos el Concilio Vaticano II implementó una posterior reforma para adaptarse mejor a las necesidades del mundo de hoy. En estos años se ha hablado mucho de Liturgia, sobre todo de sus formas exteriores. Pero el compromiso mayor se debe hacer para que la celebración eucarística se convierta efectivamente en la fuente de vida de la comunidad (cf. Sacrosanctum Concilium, 10).

La Liturgia en efecto, frente a las encrucijadas del camino de la comunidad, así como a las cruces de nuestra vida personal, se inserta en el sacerdocio de Cristo, dando una nueva modalidad que san Pablo sintetiza así: «Yo soy feliz en los sufrimientos que soporto por vosotros y doy cumplimiento a lo que falta a los sufrimientos de Cristo en mi carne, en favor de su cuerpo que es la Iglesia» (Col 1, 24). Al final de la Liturgia, después de haber tocado la Carne eucarística de Cristo, la comunidad evangelizadora es enviada y «mediante obras y gestos se mete en la vida cotidiana de los demás, acorta las distancias, se rebaja hasta la humillación si necesario, y asume la vida humana, tocando la carne sufriente de Cristo en el pueblo» (Evangelii gaudium, 24).

Y luego no podemos olvidar el compromiso de San Pío V de recomendar la oración, en particular la del Rosario. De hecho, «los primeros pasos de la Iglesia en el mundo estuvieron marcados por la oración. Los escritos apostólicos y la gran narración de los Hechos de los Apóstoles nos dan la imagen de una Iglesia en camino, una Iglesia trabajadora, que sin embargo encuentra en las reuniones de oración la base y el impulso para la acción misionera» (Catequesis, 25 de noviembre de 2020 ).

En tal modo, queridos amigos de Alejandría, os he recordado las cuatro coordenadas que nos guían en el camino eclesial, según Hch 2,42: «Eran perseverantes en la enseñanza de los apóstoles y en la comunión, en la fracción del pan y en la oración». Seguir la enseñanza de los Apóstoles, la doctrina de la Iglesia; vivir en comunión, no en guerra entre nosotros; vivir eucarísticamente, partir el pan y orar: bello, ¿no? Se puede hacer.

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