Esta es una información de Artículo 66.com, Ago-16-2022.
Sacerdote oficia misa a través de una malla ante bloqueo policial
El sacerdote celebró la eucaristía en el atrio del templo y los fieles vivieron la misa en las afueras de la Iglesia. El padre Sebastián López otorgó la hostia a través de una malla perimetral
por Wilmer Benavides | agosto 16, 2022
El sacerdote Sebastián López, párroco de Santa Lucía en Ciudad Darío, departamento de Matagalpa, ofició la misa matutina de este martes, 16 de agosto, en el atrio de la Iglesia que administra, ante el asedio policial.
Los oficiales de la dictadura se apostaron en las afueras del templo religioso e impidieron que la feligresía ingresara a la parroquia para participar de la misa programada en horas de esta mañana.
Ante el bloqueo de los agentes orteguistas, el sacerdote celebró la eucaristía en el atrio del templo y los fieles vivieron la misa en las afueras de la Iglesia. El padre Sebastián López otorgó la hostia a través de una malla perimetral que rodea la parroquia.
«En Nicaragua, la represión de la dictadura Ortega-Murillo no descansa. Hoy, la parroquia de Ciudad Darío amaneció sitiada por la Policía. No permitieron a los feligreses entrar y el sacerdote tuve que celebrar la misa en la entrada templo y pasar la hostia por malla perimetral», escribió el periodista religioso Israel González Espinoza.
La arremetida de la dictadura contra la Iglesia también incluye el encarcelamiento de tres sacerdotes: monseñor Leonardo Urbina, padre Manuel Salvador García y el padre Óscar Benavidez, este último fue detenido el pasado 14 de agosto, según confirmó la Diócesis de Siuna.
El obispo de la Diócesis de Matagalpa, monseñor Rolando Álvarez, cumple hoy, 16 de agosto, 13 días encerrado en la Curia Episcopal. La dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo ordenó mantenerle retenido en la sede del episcopado de la ciudad por tiempo indefinido. La sancionada Policía mantiene un cerco de oficiales en las afueras de la Curia impidiendo su labor pastoral y violando el derecho constitucional a la libre movilización.
El régimen también ordenó el cierre de una docena de radios y canales de televisión de la Iglesia e independientes en su delirio furibundo por acallar todo resquicio de voz disidente que no responda a los intereses de la familia Ortega Murillo.