En 2006 el cardenal Camillo Ruini, entonces presidente de la Conferencia Episcopal Italiana, CEI, negó el funeral a Piergiorgio Welby (sobre las motivaciones el cardenal Ruini habló en su discurso al Consejo Episcopal Permamente de la CEI, Ene-22-2007), miembro del Partido Radical, quien sufría de distrofia muscular y quien practicó suicidio asistido con la ayuda de un doctor que lo ayudó a morir. Ese caso ha servido de base para que la revista Vanity Fair en una entrevista que publica en su actual edición le preguntara al ahora presidente de la Conferencia Episcopal Italiana, CEI, el cardenal Matteo Maria Zuppi, arzobispo de Bologna, y además papable, si celebraría los funerales de alguien que muriera por suicidio asistido, ante lo cual ha respondido con un rotundo sí (nuestra traducción).
A Welby le fue negado el funeral. Si una persona muriera con el suicidio asistido, ¿Usted celebraría las exequias?
«Sí. Sin embargo, debo aclarar un punto: la Iglesia no admite la eutanasia, pero pide la aplicación de cuidados paliativos. Nos mantenemos al lado del amado hasta lo último, haciendo todo lo posible para quitar el sufrimiento del cuerpo y del espíritu, por lo tanto sin ningún encarnizamiento, pero siempre defendiendo la dignidad de la persona. La complejidad requiere inteligencia, misericordia y amor para comprender los acontecimientos de la vida».
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