Saturday, June 18, 2022

Misa homosexualista del cardenal Marx, nihil obstat de Francisco


En una entrevista al cardenal Reinhard Marx, arzobispo de Múnich y miembro del consejo de cardenales que ayuda a Francisco a la reforma de la Curia romana, publicada hoy en La Stampa (imágen superior), este revela, entre otras, que de aquella Misa homosexualista que presidió en Mar-13-2022 (ver aquí y aquí), Francisco tenía conocimiento.

Esta es una traducción de Secretum Meum Mihi de dicha entrevista.

“El celibato de los sacerdotes no es un dogma, a las mujeres roles principales en la Iglesia”

El cardenal alemán cerca de Francisco: “Los gays son parte de nuestra comunidad. La sexualidad que Dios nos ha dado es parte de las relaciones personales”

DOMENICO AGASSO Y LETIZIA TORTELLO
MÚNICH, BAVIERA


En cualquier pareja, el sexo no es solo para la reproducción, lo que cuenta es el amor sincero y respetuoso. Y luego, el celibato de los sacerdotes: no es un dogma y puede ser revisado. El mensaje del Evangelio, que debe vencer las rigideces eclesiásticas. Grita palabras disruptivas el cardenal alemán Reinhard Marx, arzobispo de Munich, miembro del Consejo de cardenales instituido por el Papa Francisco.

Eminencia, el mundo salió sufriente de la pandemia, ahora está doblado por la guerra. ¿Cuál es el papel de la Iglesia Católica hoy?

«La Iglesia, o sea el pueblo de Dios, acompaña siempre a las personas y sus dolores. No puede estar fuera del mundo, de lo contrario es anacrónica. Alguien le gustaría convertirla en una fortaleza, esperando que pasen las tempestades. Pero ese no es su trabajo. Debe ser un testimonio de nueva esperanza. Transmitir que la vida es más fuerte que la muerte. Porque durante la pandemia experimentamos la fragilidad de la vida humana, porque a nuestro alrededor siempre hay alguien que quiere dominar a los otros. El pueblo de Dios, para dar consuelo y aliento, para alcanzar la paz, está llamado a llenar fosos y derribar muros. No es una buena renovación si la Iglesia sigue repartiendo dogmas y educando fingiendo saber lo que necesitan las personas. Jesús, en cambio, estaba junto a las personas, no se erguía dando órdenes. La Iglesia no puede limitarse a mirar el pasado definiéndolo como “glorioso”, porque no existe toda esta gloria. No sólo debemos buscar formas de hacer perdurar la institución eclesiástica, sino encontrar estrategias de difusión del Evangelio como invitación a una sociedad abierta y plural, como el “Empowerment”. No es el pueblo el que debe cambiar, es la Iglesia la que debe cambiar»

El celibato parece convertirse más en un impedimento que en una promesa para el mundo sacerdotal. ¿Es hora de eliminar esta práctica, que no es un dogma? ¿La posibilidad de convertirse en esposos y padres no les ayudaría a desempeñar mejor el papel de guía?

«Para afrontar este tema se necesita comenzar preguntándonos: ¿cómo se vive mejor el Evangelio? Jesús por lo menos 40/50 veces (en el Nuevo Testamento) habla del Reino de Dios, pero no solo dice lo que sucederá después de la muerte. Según Jesús, el Reino de Dios comienza ahora, cuando nos reunimos en su memoria, cuando encontramos reconciliación. ¿Qué necesita la gente hoy? De personas que celebran y lleven la Eucaristía, dan buen ejemplo, dedican su vida a la Iglesia y al Evangelio. ¿Solo pueden hacerlo los no esposados? Le pondré un signo de interrogación. Pienso en los colaboradores pastorales laicos, aquí en Alemania, que predican, que acompañan los funerales. Pienso en la Amazonía, donde los creyentes esperan dos o tres años para poder recibir la Eucaristía porque faltan sacerdotes. Por supuesto, el celibato es un fuerte signo de seguimiento de Cristo. Pero al mantener el celibato obligatorio, ¿no es que solo estamos manteniendo viva una tradición? Fue correcto, pero hoy tal vez no en todas partes. Yo creo que también hay vocaciones sacerdotales entre los hombres casados».

La Iglesia alemana presiona fuertemente por un papel más central para las mujeres en la institución. ¿Están maduros los tiempos? ¿También para el sacerdocio femenino?

«La cuestión del papel de la mujer en la Iglesia es más que madura, y se comprende fácilmente. ¿Solo los sacerdotes pueden guiar la Iglesia? No. Necesitamos la responsabilidad y los carismas de todos y todas, juntos. En Munich he creado el nuevo puesto de jefe de la oficina, asignado a una mujer, quien como co-líder junto con el vicario general dirige la administración de la diócesis. Los hombres no pueden decir “buscamos, pero no encontramos a las personas idóneas”, eso es hipócrita: solo hay que querer buscarlas y encontrarlas. En la Iglesia alemana hemos lanzado un programa de mentoring para apoyar el leadership femenino. Hay que leer los signos de los tiempos. Hombre y mujer son iguales: esto está fundamentado en la Biblia. Si no vivimos esta igualdad estamos gravemente retrasados. La reforma necesita acelerarse. Sobre el sacerdocio femenino, Juan Pablo II había tomado una decisión contraria muy precisa. Pero esta discusión aún no ha terminado, los años no serán suficientes. Mientras tanto, sin embargo, debemos hacer que las mujeres participen más intensamente en la vida de la Iglesia, incluso en los puestos más altos: no para ser una Iglesia que agrade, sino porque es un dictamen del Evangelio».

La pedofilia es la plaga más imperdonable de la Iglesia. ¿Cómo se extirpa y cómo se puede prevenir?

«El escándalo del abuso no atañe exclusivamente a la pedofilia en sentido estricto, los perpetradores de los abusos tienen distintos perfiles. El problema básico es el abuso de poder. Es particularmente grave porque los sacerdotes tienen poder sagrado. Sin embargo, los sacerdotes que abusaron de niños al día siguiente se presentaron silenciosamente en el altar. Es terrible. Cree una fundación para víctimas de abusos, para todos aquellos que han perdido la fe después de haber sido objeto de violencia. La prevención es decisiva, ya estamos viendo los frutos: ha disminuido el número de acosos. Pero todo esto no es posible sin un proceso global de renovación de la Iglesia, sin una nueva colaboración de sacerdotes y laicos. También el Camino Sinodal, el proceso de reforma que hemos iniciado en la Iglesia en Alemania, tiene su punto de partida en la lucha contra todas las formas de abuso, incluso espiritual».

La sexualidad es parte del ser humano. ¿No cree que la moral católica debería cambiar de enfoque?

«Aquí también necesitamos un crecimiento en la conciencia. La pregunta que debemos hacer es: ¿Cómo podemos ayudar a las personas a vivir el Evangelio? El Evangelio prevé relaciones personales. La sexualidad que Dios nos ha dado es parte de las relaciones personales. Y no debe ser asimétrico. Los dos partner deben estar al mismo nivel, también porque la sexualidad, como dice el Concilio Vaticano II, no es sólo para la reproducción. Durante mucho tiempo existió la convención de que así era, ahora ya no. Porque somos seres humanos y no animales, la sexualidad es parte de la relación, expresa un sentimiento; debe medirse por el nivel de amor que existe entre dos personas. El sexo también es una forma de demostrar amor. No es automáticamente un pecado, debe ser una forma de aceptación del otro. Esta es la moral».

¿Realmente la Iglesia está acogiendo a las personas homosexuales?

«Recientemente me invitaron a una misa católica organizada por personas LGBTQ+ en Munich. La celebré por el vigésimo aniversario de estas misas. Lo hice después de haber informado al Papa. Quería dar una señal: “Ustedes son parte de la Iglesia”. La orientación sexual no puede ni debe conducir a la exclusión de la Iglesia. ¡No es posible! Las parejas homosexuales también viven la propia relación con amor: entonces, ¿por qué no decirles a estas parejas “que Dios los acompañe en su camino” como un estímulo? En el fondo estamos hablando de una bendición, no del sacramento del matrimonio. Una vez me expresé así y después tuve un poco de lío... El centro de las parejas, homosexuales y no homosexuales, no es el sexo: está representado por el deseo de transcurrir la vida juntos, del amor, confianza recíproca, la fidelidad hasta la muerte. Por tanto no puedo decir que todo esto sea pecado. Por supuesto, la discusión al respecto es muy emocional. Cada tanto me sorprende que este argumento todavía encuentre tanta resistencia».

Volvamos a la guerra. ¿Qué piensa de la posición adoptada por el patriarca de Moscú, Kirill?

«El 24 de febrero estaba en Roma en coche. Me enteré de la invasión rusa de Ucrania, inmediatamente llamé al obispo de la Iglesia Ucraniana Unida en Munich. Y luego, el domingo siguiente fui a su misa, y ya en el saludo inicial lancé un llamado al Patriarca Kirill para que hiciese todo lo posible para detener esta guerra. Esto ha sido bien recibido aquí por muchos creyentes en la Iglesia Ortodoxa Rusa. El Papa también envió mensajes similares al mío, siempre dirigidos al Patriarca. El comportamiento de Kirill es incomprensible e insoportable: ¿cómo puede un hombre de Iglesia estar al lado de un agresor y bendecir la guerra y la violencia? Muchos fieles de la Iglesia ortodoxa rusa ya se han separado y se están uniendo a la Iglesia ortodoxa ucraniana. La posición de Kirill tiene enormes consecuencias dramáticas tanto desde el punto de vista político como ecuménico. Causan daño a todo el cristianismo».

Durante muchos años han estado trabajando en la nueva constitución apostólica, «Prædicate Evangelium». ¿Cuáles son las principales novedades?

«El Papa dice que la Curia, “dirección” de la Iglesia universal, no es un secretariado del Pontífice. Por supuesto, el Papa es la base de la unidad de la Iglesia, pero el Concilio también dice claramente que la Iglesia no es como una pirámide. Debe existir, más que un todo, un vínculo, entre la Iglesia universal y la Iglesia local. No hay la una sin la otra. La Curia no es sólo un ente intermedio, sino que debe apoyar esto juntos. Pero, ¿cómo se puede organizar esta institución? ¿Pueden trabajar juntos sacerdotes y laicos, hombres y mujeres, incluso en posiciones dirigenciales? El Papa dice un claro sí. Quizás los cardenales en el futuro serán más bien un senado del Papa, los distintos encargos necesitan ser reorganizados. Luego debe haber tareas específicas en los dicasterios (ministerios). Será un gran paso, van a pasar cosas importantes».

¿Por ejemplo?

«En octubre de 2013, en mi primera intervención ante el Consejo de Cardenales, hablé de la “desclericalización de la Curia”. Pero la reforma debe continuar».

“La mala comunicación deforma la realidad”, Francisco habla improvisadamente sobre la comunicación


Algún día tendremos la oportunidad de comprender esa especie de bipolaridad que muestra Francisco cuando habla de la comunicación; se dirige a los comunicadores como “coprófilos fomentadores de la coprofagia”, para luego ensalzarlos y agradecerles por su trabajo. Va a las instalaciones de su periódico, L'Osservatore Romano, para averiguar quién los lee, les da las gracias, pero luego los mantiene en un régimen de terror porque cada uno teme cualquier día perder su empleo. Convierte a Vatican News en su aparato propio y particular de culto a la personalidad, la de él, obvio, y luego no le es suficiente, pasando a conformar una oficina paralela y no declarada de relaciones públicas, aquella mediane la cual concierta entrevistas a todo tipo de medios, incluso un periódico deportivo, y a los de Vatican News les toca limitarse a reseñar esas entrevistas cuando ya son de dominio público. Al principio del pontificado afirmaba y escribía en mármol que poco le gustaba conceder entrevistas, pero ya se ha perdido la cuenta de cuántas entrevistas ha concedido, especialmente a los que le elevan incienso.

Pues bien, en la audiencia concedida hoy a los participantes en el Capítulo General de la Sociedad de San Pablo, Sala del Consistorio en el Vaticano, Francisco ha abandonado el discurso que tenía preparado y ha improvisado sobre el tema de la comunicación. Al final ha regresado con la alusión al cuento de caperucita roja, al cual recientemente había aludido en la conversación que sostuvo con los directores de las revistas culturales de los Jesuitas europeos. Curiosamente, no siempre sucede así, el sitio de internet del Vaticano muy pronto ha reproducido el discurso improvisado junto con el que había sido preparado con antelación. Esta es nuestra traducción del discurso improvisado (la traducción oficial aparecerá a futuro aquí).

Gracias por Sus palabras, gracias a todos por la visita, ¡gracias!

Aquí está el discurso que tengo que decir... Pero para qué perder el tiempo diciendo esto cuando vosotros lo leeréis más tarde, ¿no es verdad? Me pareció mejor dárselo al General, para que luego se los haga conocer; si lo considera oportuno; si no, ¡que haga la censura! Y entonces, me parece que comunicar así, fraternalmente, con el calor del encuentro, es mejor que la frialdad de un discurso.

Y sois apóstoles de la comunicación. Podemos hablar mucho de la teología de la comunicación… La pasión de Dios es comunicarse, siempre comunica: con el Hijo en el Espíritu, y luego con nosotros. Comunicar es una de las cosas que es más que una profesión: es vocación. Y esto lo ha querido subrayar el P. Alberione en las diversas familias —llamadas— paulinas, esto de comunicar. Comunicar en foma limpia. Y tenéis la vocación de comunicar de forma limpia, evangélicamente. Si tomamos los medios de hoy: falta limpieza, falta de honestidad, falta exhaustividad. La desinformación está a la orden del día: se dice una cosa pero se ocultan muchas otras. Debemos hacer que en nuestra comunicación de fe no suceda esto, que no pase, que la comunicación venga precisamente de la vocación, del Evangelio, nítida, clara, testimoniada con la propia vida.

No sólo comunicar, sino también redimir la comunicación del estado en el cual se encuentra hoy, en manos de todo un mundo de la comunicación que o dice la mitad, o una parte calumnia a la otra, o una parte difama a la otra, o una parte en la bandeja ofrece escándalos porque a la gente le place comer escándalos, es decir, comer porquería. ¿No es cierto? Es así. La comunicación, esa relación entre el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo que está en el signo de la Trinidad, se convierte en esta comida indigesta, sucia, no limpia. Vuestra vocación es que la comunicación se haga limpia, clara, simple. ¡No pasen por alto esto, es muy importante!

No es una profesión. Sí, hay comunicadores profesionales entre ustedes, eso está bien; pero antes de la profesión, es una vocación, y la vocación te da identidad. Tomo tu identidad de tu vocación, es decir, Dios te llama a esto. No me importa cuál era tu nombre antes de que yo te llamara. Él te llama, tienes tu identidad. Esa oración de David, esa conciencia profética: “Fuiste tomado del rebaño”, de ahí; tu identidad no viene tanto del rebaño sino de la llamada que te ha sacado del rebaño. No olvidar el rebaño, que no vengan los “humos” y te llenen la cabeza porque eres uno importante, has llegado a monseñor, a cardenal… Nada, no, esto no sirve para nada. Se necesita limpieza, de ahí vengo yo, la realidad. Y Dios siempre se comunica en la realidad: haced que vuestra vida sea precisamente la comunicación de vuestra vocación, que ninguno de vosotros deba ocultar su propia identidad vocacional. Lo primero que comunica un comunicador es a sí mismo, quizás sin saberlo, pero es él mismo. “Esto habla de este tema…”, pero es importante cómo habla: claro, transparente; es él mismo quien habla. Esto es originalidad. En este sentido, los comunicadores son “poetas”. Es la “poesía” de comunicar bien.

Adelante con una comunicación limpia: también en el Capítulo, comunicaos bien entre vosotros. Siempre hay dificultades para comunicar bien, y en la comunicación siempre hay algún peligro de transformar la realidad. Uno cuenta, comunica esto al otro, este se lo comunica a este, a aquel otro y a ese otro y de vuelta, cuando vuelve, es como Caperucita Roja, que empieza con el lobo que quiere comerse a Caperucita Roja y termina con Caperucita Roja y la abuela comiéndose al lobo. ¡No, eso no está bien! La mala comunicación deforma la realidad.

Gracias por la vocación de comunicar en la Iglesia. Vayan adelante con esto: la Iglesia necesita de esto. Lo agradezco mucho ¡Ánimo y adelante! Oren unos por otros. La unidad de la Congregación será vuestra fuerza para comunicar bien. Y oren también por mí: pido la limosna, así sigamos adelante. Está bien. ¡Gracias!

Obispo prohíbe a escuela de Massachusetts llamarse católica por ondear banderas del Orgullo Gay y Black Lives Matter


Este es un artículo de La Opinión de los Ángeles, Jun-17-2022.

Obispo prohíbe a escuela de Massachusetts llamarse católica por ondear banderas del Orgullo Gay y Black Lives Matter

El obispo de Robert J. McManus dijo que la Escuela de la Natividad de Massachussets está apoyando movimientos, como el Orgullo Gay o Black Lives Matters, que son "inconsistentes con la enseñanza católica"

Por Marlyn Montilla
17 Jun 2022


El obispo de Worcester, Robert J. McManus, ordenó que una escuela secundaria de la localidad no podría llamarse católica porque ondeó banderas del Orgullo Gay y Black Lives Matter en el campus luego de que se pidió que las quitara.

En un decreto del obispo McManus dijo que la Escuela de la Natividad de Worcester está apoyando movimientos que son “inconsistentes con la enseñanza católica”. Escribió que “la bandera del ‘Orgullo Gay’ representa el apoyo al matrimonio homosexual y a vivir activamente un estilo de vida LGBTQ+”.

Respecto a la bandera de Black Lives Matter, dijo que aunque la iglesia “respalda inequívocamente la frase ‘las vidas negras importan’ y afirma firmemente que todas las vidas importan”, el movimiento BLM “cooptó la frase y promueve una plataforma que contradice directamente Doctrina social católica sobre la importancia y el papel de la familia nuclear y busca desbaratar la estructura familiar en clara oposición a las enseñanzas de la Iglesia católica”.

“El ondear estas banderas frente a una escuela católica envía un mensaje contradictorio, confuso y escandaloso al público sobre la postura de la Iglesia sobre estos importantes temas morales y sociales”, escribió el obispo.

El centro educativo no solo tiene prohibido llamarse como escuela católica, sino que tampoco puede celebrar misa, sacramentos o sacramentales, figurar en el Directorio Diocesano o recaudar fondos con instituciones diocesanas, explicó el obispo. Además, un obispo que fungía en el consejo de administración de la escuela debe ser destituido.

La escuela ondeó las banderas en enero de 2021, diciendo que los alumnos instaron a la comunidad a ser “más justa e inclusiva”.

En el mes de marzo de este año, McManus y la Diócesis de Worcester le dijeron al colegio que quitara las banderas. A finales de mayo, el obispo advirtió a los líderes de la Escuela de Natividad que si no las retiraban, ya no podrían llamarse escuela católica, informó el centro educativo.

Así, McManus firmó un decreto haciéndolo oficial, y habló sobre este caso en el Catholic Free Press.

“Si bien todos compartimos el deseo de que todos nuestros estudiantes, en particular nuestros estudiantes negros y morenos del centro de la ciudad, se sientan seguros y bienvenidos, debemos cumplir con el axioma moral de que ‘el fin no justifica los medios'”, dijo McManus.

Por su parte, Thomas McKenney, presidente de la escuela, dijo en un comunicado el miércoles que la decisión de la Diócesis no cambiará la forma en que opera la Escuela de Natividad.

No obstante, McKenney dijo que el centro educativo apelaría la decisión del obispo. Añadió que la escuela seguirá enarbolando las banderas “para dar testimonio visible de la solidaridad de la escuela con nuestros estudiantes, familias y sus comunidades”.

“Como escuela multicultural, las banderas representan la inclusión y el respeto de todas las personas”, expresó. “Estas banderas simplemente declaran que todos son bienvenidos en la Natividad y este valor de inclusión tiene sus raíces en la enseñanza católica”.

La Escuela de Natividad se financia independientemente, por lo que no recibe dinero de la Diócesis.

No podía faltar la popular ‘mosca en la sopa’, miren quién salió a defender la propagandística e ideologizada medida de la escuela, el flamante consultor del Dicasterio para las Comunicaciones, lobbysta y activista prohomosexualista, James Martin.