Este es un artículo sintético de agencia ANSA, Jun-08-2022, regresando nuevamente sobre el argumento aquel del aumento de especulaciones sobre una renuncia de Francisco.
(ANSA) - CIUDAD DEL VATICANO, 08 GIU - Del Washington Post a Le Figaro, de los sitios tradicionalistas a los "pasillos" de las distintas conferencias episcopales, volvieron los rumores de una posible dimisión del papa Francisco.
Lo que despertó los rumores fue una broma en privado del Pontífice con los obispos italianos, a quienes les habría dicho que "más que operarme, renuncio", hablando de su rodilla, pero sobre todo de la visita prevista a L'Aquila el próximo 28 de agosto.
Muchos recordaron el gesto de Benedicto XVI, quien colocó su estola sobre la tumba de Celestino V, y fue el Pontífice que primero dimitió.
Eso sucedió en 2009 y, cuatro años después, Joseph Ratzinger presentaba su dimisión.
Entre otras cosas, la visita se enmarca entre un consistorio (el 27) y la reunión de todos los cardenales sobre el tema de la reforma (29 y 30 de agosto).
El Papa convoca a los cardenales de todos los rincones de la tierra, pero luego se ausenta, aunque sólo sea por medio día.
Desde el Vaticano descartaron los rumores de renuncia, los cuales se han vuelto más fuertes en la actualidad que hace un año, cuando el Papa fue operado de una "estenosis diverticular" en el colon en un centro asistencial de Roma. Fue él mismo quien luego dijo en una entrevista: "Ni siquiera se me pasó por la cabeza".
Ahora Francisco tiene serios problemas en la rodilla y sólo se desplaza en silla de ruedas.
Pero esto no parece haberlo privado de su buen humor ni de las ganas de hacer planes: en julio, mes que normalmente reservaba para las vacaciones, aunque permaneciendo en Casa Santa Marta, realizará dos exigentes viajes, uno a Africa (Congo y Sudán del Sur) y otros a Canadá.
Hablando de su enfermedad, siempre en la reunión a puerta cerrada con los obispos italianos, dijo que es una realidad de la que está aprendiendo mucho.
La cirugía, en cambio, no lo pone en la agenda: no quiere pasar por una nueva anestesia y, sobre todo, por un exigente período de rehabilitación, considerando que no es precisamente un paciente disciplinado.
Esta nueva situación, que en realidad lo aqueja desde hace varios meses, no parece cambiar sus perspectivas.
De hecho, Francisco decidió exaltar la vejez, las enfermedades y las fragilidades relacionadas con ella, dedicando todos los miércoles, durante varias semanas, una catequesis a los ancianos.
Hoy, por ejemplo, criticó la "obsesión" por la juventud, entre retoques estéticos y exceso de maquillaje.
Por eso, también mencionó a la gran Anna Magnani, quien le pidió a su maquilladora que no tapara sus arrugas porque había tardado mucho en tenerlas.
Las arrugas son prueba de "experiencia, madurez" y "la sabiduría es como el buen vino: cuanto más envejece, mejor", subrayó Francisco.