Tuesday, March 22, 2022

“Abuso Papal de la Ley Litúrgica”, por el P. Gerald E. Murray


Para algunos de Ustedes el nombre del P. Gerald E. Murray, Doctor en Derecho Canónico, no les es del todo desconocido porque se le puede ver casi semanalmente los Jueves comentado en el programa “The World Over” con Raymond Arroyo en el canal en inglés de EWTN.



¿Recuerdan aquella Misa jesuítica de Mar-12-2022, en la cual Francisco participó, no supimos identificar exactamente en qué papel y de la cual prometimos hablar en el futuro? Pues el futuro llegó, y nos viene muy bien al caso esta columna del P. Murray en The Catholic Thing, Mar-22-2022, caracterizada por lo concreta que es, su título es “Abuso Papal de la Ley Litúrgica” y esta es nuestra traducción de la misma (con adaptaciones).

Abuso Papal de la Ley Litúrgica

P. Gerald E Murray
Martes, 22 de marzo de 2022


El 12 de marzo, el Papa Francisco acudió a la Iglesia Jesuita del Gesú en Roma para una Misa con motivo del 400 aniversario de las canonizaciones de San Ignacio de Loyola y San Francisco Javier. El Papa predicó en la Misa y concelebró. Anteriormente había sido programado para ser el celebrante principal, pero el P. Arturo Sosa, SJ, Superior General de la Compañía de Jesús, por alguna razón, fue el celebrante principal en su lugar.

La teología litúrgica y la ley no permiten que un obispo, y mucho menos el obispo diocesano en su propia diócesis, concelebre Misa con un sacerdote como celebrante principal (aparte de una necesidad grave, como una enfermedad). Esto se deriva de la naturaleza del oficio episcopal: el obispo es el sumo sacerdote de su diócesis. Ofrece el sacrificio de la Misa por su pueblo, mientras sus sacerdotes, colaboradores que sirven a la Iglesia local bajo su autoridad, concelebran con él.

La Misa comenzó con la habitual procesión de entrada. El Papa Francisco ya estaba sentado en una silla cerca del altar. No vestía vestiduras litúrgicas y, por lo tanto, no dio indicios de que estuviera concelebrando o presidiendo. Predicó sin usar las vestiduras litúrgicas (muceta, roquete y estola) que se prescriben para usar cuando el predicador no es el que celebra la Misa.

Concelebró extendiendo la mano y pronunciando las palabras de consagración, sin llevar las vestiduras de la Misa (alba, estola y casulla). Esta práctica está estrictamente prohibida. En su Instrucción Redemptionis Sacramentum de 2004, la Congregación para el Culto Divino declaró: “Sea reprobado... que los sagrados ministros realicen la santa Misa,... sin llevar las vestiduras sagradas”.

¿Está el Papa sujeto a la ley litúrgica? Sí. ¿Puede dispensarse de las leyes litúrgicas? Sí, pero el canon 90 establece que debe haber “una causa justa y razonable” para una dispensa. ¿El Papa Francisco se dispensó canónicamente del requisito de usar vestimentas litúrgicas cuando predicaba y concelebraba la Misa? Es posible que lo haya hecho, pero la Santa Sede no ha dado ninguna indicación de que de hecho lo hiciera.

¿Había una causa justa y razonable para que el Papa no usara las vestiduras litúrgicas prescritas? Es muy difícil, si no imposible, afirmar que tal causa existió en este caso.

Nos enfrentamos aquí a una realidad con la que los católicos están demasiado familiarizados en la vida de la Iglesia durante el último medio siglo y más: el desacato flagrante de las leyes litúrgicas sin razón aparente más allá de la preferencia del sacerdote celebrante.

¿Es este un asunto importante? Para algunos, sin duda, tales abusos litúrgicos son insignificantes y no merecen ningún comentario. Algunos dirán que el Papa puede hacer lo que quiera, y no debemos enfadarnos por tal o cual elección suya: “Tiene que tener una buena razón, y es impertinente cuestionar su juicio, porque, después de todo, él es el Papa”.

Pero es precisamente porque él es el Papa que debería preocuparnos su decisión de ignorar las reglas que rigen la celebración de la Misa. El Papa es la autoridad suprema en la Iglesia y como tal está llamado a defender las leyes de la Iglesia, para no escandalizar a los fieles dando un mal ejemplo. El escándalo consistiría en dar la impresión de que, siguiendo el ejemplo del Papa, cualquier sacerdote es perfectamente libre de hacer lo que quiera en lo que se refiere a seguir la ley litúrgica.

No es ningún secreto que muchos católicos han acudido en masa a la celebración de la Misa tradicional en latín porque están cansados de los abusos litúrgicos generalizados que encuentran en la celebración de la Nueva Misa. El mismo Papa Francisco es consciente de esto.

Él planteó este problema en su carta del 16 de Julio de 2021 a los obispos del mundo que acompaña a Traditionis Custodes, su motu proprio que restringe la celebración de la Misa antigua: “Me duelen por igual los abusos de una parte y de otra en la celebración de la liturgia. Al igual que Benedicto XVI, yo también deploro que «en muchos lugares no se celebraba de una manera fiel a las prescripciones del nuevo Misal, sino que éste llegó a entenderse como una autorización e incluso como una obligación a la creatividad”.

Aconsejó a los obispos: “Os pido que procuréis que cada liturgia se celebre con decoro y fidelidad a los libros litúrgicos promulgados tras el Concilio Vaticano II, sin excentricidades que fácilmente degeneran en abusos”.

Las propias palabras del Papa Francisco sirven como reproche a su decisión de concelebrar la Misa sin ornamentos litúrgicos. El carácter sagrado de nuestros actos de culto se fomenta y protege cuando los sacerdotes y obispos siguen voluntaria y cuidadosamente los requisitos de la ley litúrgica. Los fieles cristianos tienen derecho a participar en la oración litúrgica sin verse obligados a experimentar “distorsiones insoportables” del buen orden litúrgico. Ese derecho depende de la voluntad de los sacerdotes y obispos de obedecer lo establecido en la ley litúrgica.

No existe ningún privilegio clerical que permita a los sacerdotes y obispos reescribir las reglas para adaptarlas a sus propios gustos. Sin embargo, eso es precisamente lo que tristemente algunos sacerdotes y obispos sacarán de este lamentable caso de abuso litúrgico papal.

El culto a Dios es el deber sagrado de los pastores de la Iglesia. La forma de ese culto les es dada por la Iglesia. Es su responsabilidad velar para que todo acto de culto litúrgico se lleve a cabo con amorosa fidelidad a lo establecido por la Iglesia en sus leyes litúrgicas. La desobediencia enseña la lección errónea de que la ley de la Iglesia no es importante.

Esta es una receta para más caos en la vida de la Iglesia. Tiene que parar.

El Revdo. Gerald E. Murray, J.C.D.es abogado canónico y párroco de la iglesia de la Sagrada Familia en la ciudad de Nueva York. Su nuevo libro (con Diane Montagna), Calming the Storm: Navigating the Crises Facing the Catholic Church and Society [Calmando la Tormenta: Navegando las Crisis que Enfrentan la Iglesia Católica y la Sociedad], será publicado el 7 de Abril, 2022.

Modificado sin aviso artículo 93 de Prædicate Evangelium en el boletín de la Oficina de Prensa de la Santa Sede


La redacción de la constitución apostólica Prædicate Evangelium que apareció en el boletín diario de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, Mar-19-2022, ha sido modificado en su artículo 93 sin ningún tipo de anuncio.

Como dijimos en su momento, ese artículo mencionaba una inexistente “forma extraordinaria del Rito Romano”, contradiciendo lo que estipúla el motu proprio Traditionis Custodes en su primer artículo. Luego, en la conferencia de prensa para la presentación del documento, ocurrida dos días después de haber sido publicada, el secretario del Consejo de Cardenales que ayuda a Francisco en la reforma de la Curia, Mons. Marco Mellino, preguntado en específico sobre dicho artículo dijo que “fue formulada en este modo antes de la aparición del motu proprio [Traditionis Custodes] y de un error tipográfico que deberá ser corregido” (sic).

La corrección ha llegado en forma discreta, sin aviso, y aparece justo en el mismo lugar donde aparecía el documento originalmente, solamente que ahora ya no es el mismo documento publicado sino una nueva versión, incluyendo la corrección. Esto es lo que dice la nueva redacción (nuestra traducción).

Art. 93

El Dicasterio se ocupa de la reglamentación y de la disciplina de la sagrada liturgia por cuanto se refiere al uso —concedido según las normas establecidas— de los libros litúrgicos anteriores a la reforma del Concilio Vaticano II.

Aquí unas capturas de pantalla de cómo lucía originalmente el aludido artículo y cómo luce ahora en su versión de texto publicada directamente en la web.

La misma comparación del documento en archivo pdf, originalmente y actualmente.

Publicado texto de la invitación y acto de consagración al Inmaculado Corazón


Lleva fecha Mar-21-2022, pero solamente ha sido publicada hoy en la tarde, tiempo de Roma, la carta mediante la cual Francisco invita a unirse al acto de consagración de Rusia y Ucrania al Inmaculado Corazón de María. La carta está dirigida en un genérico “Querido Hermano”, y ha sido enviada a todos los obispos del mundo junto con el texto del acto de consagración. Dicho acto, y según la carta de Francisco, se realizará alrededor de las 18:30, hora de Roma.

Primero la carta e inmeditamente después el texto del acto en sí.

Querido Hermano:

Ha pasado casi un mes desde el inicio de la guerra en Ucrania, que está causando sufrimientos cada día más terribles en esa martirizada población, amenazando incluso la paz mundial. La Iglesia, en esta hora oscura, está fuertemente llamada a interceder ante el Príncipe de la paz y a estar cerca de cuantos sufren en carne propia las consecuencias del conflicto. En este sentido, agradezco a todos aquellos que están respondiendo con gran generosidad a mis llamamientos a la oración, al ayuno y a la caridad.

Ahora, acogiendo también numerosas peticiones del Pueblo de Dios, deseo encomendar de modo especial a la Virgen las naciones en conflicto. Como dije ayer al finalizar la oración del Ángelus, el 25 de marzo, Solemnidad de la Anunciación, deseo realizar un solemne Acto de consagración de la humanidad, particularmente de Rusia y de Ucrania, al Corazón inmaculado de María. Puesto que es bueno disponerse a invocar la paz renovados por el perdón de Dios, el Acto se hará en el contexto de una Celebración de la Penitencia, que tendrá lugar en la Basílica de San Pedro a las 17:00, hora de Roma. El Acto de consagración está previsto en torno a las 18:30.

Quiere ser un gesto de la Iglesia universal, que en este momento dramático lleva a Dios, por mediación de la Madre suya y nuestra, el grito de dolor de cuantos sufren e imploran el fin de la violencia, y confía el futuro de la humanidad a la Reina de la paz. Por esta razón, lo invito a unirse a dicho Acto, convocando, el día viernes 25 de marzo, a los sacerdotes, religiosos y demás fieles a la oración comunitaria en los lugares sagrados, para que el Pueblo santo de Dios eleve la súplica a su Madre de manera unánime y apremiante. A este respecto, le transmito el texto de la oración de consagración, para poder recitarla durante ese día, en fraterna unión.

Le agradezco la acogida y la colaboración. Lo bendigo de corazón a Usted y a los fieles confiados a su cuidado pastoral. Que Jesús los proteja y la Virgen Santa los cuide. Recen por mí.

Fraternalmente,

[firma autógrafa]
Francisco

San Juan de Letrán, 21 de marzo de 2022

ACTO DE CONSAGRACIÓN AL CORAZÓN INMACULADO DE MARÍA

Oh María, Madre de Dios y Madre nuestra, nosotros, en esta hora de tribulación, recurrimos a ti. Tú eres nuestra Madre, nos amas y nos conoces, nada de lo que nos preocupa se te oculta. Madre de misericordia, muchas veces hemos experimentado tu ternura providente, tu presencia que nos devuelve la paz, porque tú siempre nos llevas a Jesús, Príncipe de la paz.

Nosotros hemos perdido la senda de la paz. Hemos olvidado la lección de las tragedias del siglo pasado, el sacrificio de millones de caídos en las guerras mundiales. Hemos desatendido los compromisos asumidos como Comunidad de Naciones y estamos traicionando los sueños de paz de los pueblos y las esperanzas de los jóvenes. Nos hemos enfermado de avidez, nos hemos encerrado en intereses nacionalistas, nos hemos dejado endurecer por la indiferencia y paralizar por el egoísmo. Hemos preferido ignorar a Dios, convivir con nuestras falsedades, alimentar la agresividad, suprimir vidas y acumular armas, olvidándonos de que somos custodios de nuestro prójimo y de nuestra casa común. Hemos destrozado con la guerra el jardín de la tierra, hemos herido con el pecado el corazón de nuestro Padre, que nos quiere hermanos y hermanas. Nos hemos vuelto indiferentes a todos y a todo, menos a nosotros mismos. Y con vergüenza decimos: perdónanos, Señor.

En la miseria del pecado, en nuestros cansancios y fragilidades, en el misterio de la iniquidad del mal y de la guerra, tú, Madre Santa, nos recuerdas que Dios no nos abandona, sino que continúa mirándonos con amor, deseoso de perdonarnos y levantarnos de nuevo. Es Él quien te ha entregado a nosotros y ha puesto en tu Corazón inmaculado un refugio para la Iglesia y para la humanidad. Por su bondad divina estás con nosotros, e incluso en las vicisitudes más adversas de la historia nos conduces con ternura.

Por eso recurrimos a ti, llamamos a la puerta de tu Corazón, nosotros, tus hijos queridos que no te cansas jamás de visitar e invitar a la conversión. En esta hora oscura, ven a socorrernos y consolarnos. Repite a cada uno de nosotros: “¿Acaso no estoy yo aquí, que soy tu Madre?”. Tú sabes cómo desatar los enredos de nuestro corazón y los nudos de nuestro tiempo. Ponemos nuestra confianza en ti. Estamos seguros de que tú, sobre todo en estos momentos de prueba, no desprecias nuestras súplicas y acudes en nuestro auxilio.

Así lo hiciste en Caná de Galilea, cuando apresuraste la hora de la intervención de Jesús e introdujiste su primer signo en el mundo. Cuando la fiesta se había convertido en tristeza le dijiste: «No tienen vino» (Jn 2,3). Repíteselo otra vez a Dios, oh Madre, porque hoy hemos terminado el vino de la esperanza, se ha desvanecido la alegría, se ha aguado la fraternidad. Hemos perdido la humanidad, hemos estropeado la paz. Nos hemos vuelto capaces de todo tipo de violencia y destrucción. Necesitamos urgentemente tu ayuda materna.

Acoge, oh Madre, nuestra súplica.

Tú, estrella del mar, no nos dejes naufragar en la tormenta de la guerra.

Tú, arca de la nueva alianza, inspira proyectos y caminos de reconciliación.

Tú, “tierra del Cielo”, vuelve a traer la armonía de Dios al mundo.

Extingue el odio, aplaca la venganza, enséñanos a perdonar.

Líbranos de la guerra, preserva al mundo de la amenaza nuclear.

Reina del Rosario, despierta en nosotros la necesidad de orar y de amar.

Reina de la familia humana, muestra a los pueblos la senda de la fraternidad.

Reina de la paz, obtén para el mundo la paz.

Que tu llanto, oh Madre, conmueva nuestros corazones endurecidos. Que las lágrimas que has derramado por nosotros hagan florecer este valle que nuestro odio ha secado. Y mientras el ruido de las armas no enmudece, que tu oración nos disponga a la paz. Que tus manos maternas acaricien a los que sufren y huyen bajo el peso de las bombas. Que tu abrazo materno consuele a los que se ven obligados a dejar sus hogares y su país. Que tu Corazón afligido nos mueva a la compasión, nos impulse a abrir puertas y a hacernos cargo de la humanidad herida y descartada.

Santa Madre de Dios, mientras estabas al pie de la cruz, Jesús, viendo al discípulo junto a ti, te dijo: «Ahí tienes a tu hijo» (Jn 19,26), y así nos encomendó a ti. Después dijo al discípulo, a cada uno de nosotros: «Ahí tienes a tu madre» (v. 27). Madre, queremos acogerte ahora en nuestra vida y en nuestra historia. En esta hora la humanidad, agotada y abrumada, está contigo al pie de la cruz. Y necesita encomendarse a ti, consagrarse a Cristo a través de ti. El pueblo ucraniano y el pueblo ruso, que te veneran con amor, recurren a ti, mientras tu Corazón palpita por ellos y por todos los pueblos diezmados a causa de la guerra, el hambre, las injusticias y la miseria.

Por eso, Madre de Dios y nuestra, nosotros solemnemente encomendamos y consagramos a tu Corazón inmaculado nuestras personas, la Iglesia y la humanidad entera, de manera especial Rusia y Ucrania. Acoge este acto nuestro que realizamos con confianza y amor, haz que cese la guerra, provee al mundo de paz. El “sí” que brotó de tu Corazón abrió las puertas de la historia al Príncipe de la paz; confiamos que, por medio de tu Corazón, la paz llegará. A ti, pues, te consagramos el futuro de toda la familia humana, las necesidades y las aspiraciones de los pueblos, las angustias y las esperanzas del mundo.

Que a través de ti la divina Misericordia se derrame sobre la tierra, y el dulce latido de la paz vuelva a marcar nuestras jornadas. Mujer del sí, sobre la que descendió el Espíritu Santo, vuelve a traernos la armonía de Dios. Tú que eres “fuente viva de esperanza”, disipa la sequedad de nuestros corazones. Tú que has tejido la humanidad de Jesús, haz de nosotros constructores de comunión. Tú que has recorrido nuestros caminos, guíanos por sendas de paz. Amén.


Actualización Mar-23-2022: Los documentos arriba transcritos han sido publicados en Mar-23-2022 en diferentes idiomas en el boletín diario de la Oficina de Prensa de la Santa Sede.

- Carta del Santo Padre a los Obispos para el Acto de Consagración al Corazón Inmaculado de María, 23.03.2022 (español).

- Acto de Consagración al Corazón Inmaculado de María (español).

Aparte de ello, en la web del Vaticano, dentro de toda la documentación atribuida a Francisco, en la sección correspondiente a “Cartas”, aparece la “Carta del Santo Padre a los obispos con motivo del Acto de Consagración al Inmaculado Corazón de María (21 de marzo de 2022)” en nueve idiomas.

De igual modo, en la sección correspondiente a “Oraciones” aparece el “Acto de Consagración al Inmaculado Corazón de Maria [25 marzo 2022]” en veintinueve idiomas.

El mismo texto del “Acto de Consagración al Inmaculado Corazón de Maria” aparece en italiano en la página veintiuno del libreto que para la Celebración penitencial y Acto de consagración al Inmaculado Corazón de María publica la Oficina de las Celebraciones Litúrgicas del Sumo Pontífice.

[Video] Francisco bendice a los católicos de China y Hong Kong en medio de la pandemia


La Oficina de Prensa de la Santa Sede en su boletín diario de Mar-17-2022, informó que Francisco había concedido audiencia al obispo de Hong Kong, Mons. Stephen Chow Sau Yan, SJ. Según The Sunday Examiner, periódico oficial de la diócesis de Hong Kong, durante esa audiencia Mons. Chow le sugirió a Francisco que impartiera su bendición a la Iglesia en China y Hong Kong en medio de la pandemia del Covid-19, a lo cual Francisco accedió. El video, grabado por el propio obispo Chow, es el siguiente, con una traducción al español de Secretum Meum Mihi.

Queridos hermanos y hermanas, Ustedes católicos:

Los saludo con gratitud y con amor. Gracias por su testimonio de fe, gracias por el amor al Señor Jesucristo y a la Santa Madre de Dios, la Virgen. Gracias por su labor y gracias por soportar con tanta fuerza esta pandemia del COVID que nos hace sufrir tanto. Avancemos con el Señor. El Señor a veces se nos esconde y no lo vemos, pero está siempre a nuestro lado. Se necesita paciencia para esperar. Yo estoy cerca a Ustedes y los quiero mucho. Oro por Ustedes y Ustedes, por favor, oren por mí. Ahora les voy a dar la bendición a todos Ustedes. Dios omnipotente, Padre, Hijo y Espíritu Santo, Amén.

Ucrania, nueva conversación telefónica entre el Papa y Zelensky

Lo que leerán a continuación es lo más próximo a una confirmación por parte de la Santa Sede de una conversación telefónica que Francisco y el presidente de Ucrania sostuvieron hoy. Esperabamos que el director de la Oficina de Prensa de la Santa Sede saliera con una de sus ‘comunicaciones a los periodistas’ confirmándola, pero no.

La cuasiconfirmación la tomamos de Vatican News, la cual dedica un artículo, Mar-22-2022, a esa conversación.

Ucrania, nueva conversación telefónica entre el Papa y Zelensky

Esta mañana, el presidente ucraniano, en conexión de vídeo con el Parlamento italiano, refirió sobre su conversación con el Papa: "Palabras muy importantes de Su Santidad. Dije que el pueblo se convirtió en ejército cuando vio el mal".

Salvatore Cernuzio - Ciudad del Vaticano


Esta mañana ha tenido lugar una nueva conversación telefónica entre el Papa y el presidente ucraniano, Volodomyr Zelensky, mientras en Ucrania no ha cesado el fragor de las armas por una guerra que el Pontífice, en el último Ángelus, definió como "inhumana" y "sacrílega".

Zelensky en conexión video con el Parlamento italiano

El mismo Zelensky, que intervino esta mañana en una conexión por vídeo con el Parlamento italiano, abrió la conexión diciendo que había hablado con el Pontífice: "Él dijo palabras muy importantes". El presidente añadió que le había hablado al Papa de la resistencia demostrada por el pueblo ucraniano "que se convirtió en ejército cuando vio el mal".

Por la mañana, Zelensky, a través de su cuenta oficial de Twitter, también informó de su conversación con el Papa: "He hablado con @Pontifex. Le hablé a Su Santidad de la difícil situación humanitaria y del bloqueo de los corredores de socorro por parte de las fuerzas rusas. Sería bienvenido el papel mediador de la Santa Sede para poner fin al sufrimiento humano. He agradecido por las oraciones por la paz y por Ucrania".

El tuit del embajador ucraniano ante la Santa Sede

El embajador ucraniano in pectore ante la Santa Sede, Andrii Yurash, también ha difundido hoy -siempre a través de un tuit- la noticia de la conversación telefónica añadiendo que el Pontífice aseguró al presidente ucraniano que estaba "rezando" por Ucrania y que estaba haciendo "todo lo posible para para que la guerra se acabe". Según el embajador, Zelensky respondió que "Su Santidad es el invitado más esperado en Ucrania". Por ello, se reiteró la invitación a visitar Kiev, ya expresada en una carta por el alcalde de la capital, Vitalij Klyčko. Como confirmó Bruni el 15 de marzo, el Papa respondió reiterando su cercanía "a los sufrimientos de la ciudad, a su gente, a los que han tenido que huir y a los que están llamados a administrarla".

La llamada telefónica del 26 de febrero

No es la primera vez que el Papa y Zelensky mantienen un contacto telefónico. El pasado 26 de febrero, dos días después del estallido del conflicto, mientras las dramáticas noticias del frente de guerra aumentaban cada hora, el Pontífice había expresado al presidente "su más profundo dolor por los trágicos acontecimientos que están teniendo lugar en nuestro país". El mismo Zelensky refirió poco después: "Agradecí al Papa Francisco que rezara por la paz en Ucrania y por una tregua. El pueblo ucraniano siente el apoyo espiritual de Su Santidad".

Oficina de las Celebraciones Litúrgicas del Sumo Pontífice incluye consagración al Inmaculado Corazon en ceremonia de Mar-25-2022


La Oficina de las Celebraciones Litúrgicas del Sumo Pontífice ha incluído hoy para la ceremonia del próximo Viernes en forma oficial la anunciada consagración al Inmaculado Corazon de María, y lo ha hecho de dos formas.

La primera es que en el boletín diario de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, Mar-22-2022, hay un “aviso de la Oficina de las Celebraciones Litúrgicas Pontificias”, que dice (nuestra traducción):

Aviso del oficio de las Celebraciones Litúrgicas Pontificias, 22.03.2022

Celebración de la Penitencia y acto de consagración al Corazón Inmaculado de María presididos por el Santo Padre Francisco

Viernes 25 de marzo 2022, a las 17 horas, en la Basílica de San Pedro, el Santo Padre Francisco presidirá el Rito para la reconciliación de varios penitentes con confesión y absolución individual y el Acto de consagración al Corazón Inmaculado de María.

La parte que aparece en itálica se supone es el nombre oficial que se le ha asignado a la ceremonia.

Por otra parte, la misma Oficina de las Celebraciones Litúrgicas del Sumo Pontífice, publica unas “indicaciones”, Mar-22-2022, dirigidas a cardenales, obispos y prelados que tengan intención de participar, para que “vistiendo el propio hábito coral, se les ruega encontrarse a las 16:30 horas en el Altar de la Confesión para ocupar el puesto que les será indicado”. Y firma Mons. Diego Ravelli, Maestro de las Celebraciones Litúrgicas Pontificias.

Esa misma oficina es la que publica el libreto u orden a seguir durante dicha ceremonia, al cual nos referimos en la entrada inmediatamente anterior y el cual todavía no ha sido publicado.