No, infortunadamente no es “ese” Papa en el que estás pensando y la frase entrecomillada es verdadera, solamente que se relaciona con una invasión de otra época, la que se designa ahora con el nombre de “Primavera de Praga”. El registro es de la, en aquel entonces poderosa, agencia UPI, Sep-01-1968, registrando la condena, esa sí, de Paulo VI a la invasión soviética (en riguroso sentido no fue solamente de la Unión Soviética) a Checoslovaquia.
Castelgandolfo, 1° (UPI). — El Papa Paulo VI condenó hoy la invasión soviética a Checoeslovaquia, calificándola de "duro golpe al orden internacional".
El Santo Padre además, aportó una "gran suma" de dinero de sus fondos personales para ayudar a los refugiados checoeslovacos, según informa hoy el periódico del Vaticano "L'Osservatore Romano".
Agrega el diario que Su Santidad solicitó a Caritas, la Organización Internacional de Caridad Católica, ayudar a las personas desplazadas. Preocupación
El Pontífice, quien viajó a Bogotá el 22 del mes último, al día siguiente de la invasión, indicó entonces que suspendería incluso su viaje a la capital colombiana si con ello hubiera podido "contribuir a evitar el empeoramiento de los problemas que ahora afectan a Checoeslovaquia. Durante su permanencia en Bogotá y desde su regreso a Castelgandolfo, el Papa ha expresado repetidamente su preocupación por el pueblo checoeslovaco y su reprobación a la invasión soviética.
Grave Ofensa
En su discurso de hoy, el Santo Padre dijo que la presencia de tropas del Pacto de Varsovia en Checoeslovaquia es "la imposición de una voluntad extranjera sobre la vida cívica de un pueblo, una grave ofensa a la libertad y a la dignidad nacional, y una amenaza contra la seguridad de otras naciones”.
Pesadilla Policiaca
Agregó que la "pesadilla policiaca" de la ocupación "aumenta la tensión sicológica de la población checoeslovaca".
Nuevamente ratificó su "solidaridad con los que sufren" y "la necesidad de reafirmar con renovada energía los principios morales que deben proteger la dignidad de la persona humana, sobre la cual deben basarse las relaciones sociales y políticas.
Impotencia
"Quienes sufren por la violencia y quienes observan sin poder ayudar", continuó el Papa, "experimentan frecuentemente un sentimiento de impotencia y fatalidad, y es entonces cuando el recurso de la oración, especialmente para nosotros los cristianos, se hace lógico e imperativo".
"Dios no abandona los acontecimientos humanos a un destino perverso" concluyó "que Dios, que algún día será el supremo dispensador de justicia, ilumine generosamente a quienes son responsables de la suerte de los pueblos, conforte a los débiles y los convierta en raza de profetas y héroes. Dios puede salvarnos siempre".
Fuente: Archivo de periódico El Tiempo de Colombia, Sep-02-1968.