Friday, February 11, 2022

“Evitar escándalo público”, dos cartas de la CDF en las que el Vaticano se ve comprometido en el manejo de casos de abuso sexual


El periódico Domani, Feb-11-2022, publica dos cartas de la Congregación para la Doctrina de la Fe, una de 2012 y otra de 2015, en las cuales se denota un ™sistema de silencio” en cuanto al manejo de casos de abuso sexual cometido por algún miembro del clero en aras de “evitar escándalo público”. Para nosotros es obvio que las cartas, una de las cuales era conocida, vienen publicadas para disuadir a Francisco de que renueve el mandato del cardenal Luis Francisco Ladaria, actual prefecto de esa congregación, cuyo periodo finaliza el próximo Jul-01-2022, quien aparece firmando en cada una de ellas cuando todavía era secretario.

Este es un artículo en español de El Periódico, Feb-11-2022.



El Vaticano dio instrucciones por escrito para tapar casos de pederastia

Luis Ladaria mandó una misiva para evitar el "escándalo público" por un religioso francés acusado

El Papa Francisco le ascendió a Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe


El Vaticano dictó instrucciones para evitar que el caso de un cura francés acusado de abusos se convirtiera en un escándalo mediático. Desde su puesto de secretario de la Congregación para la Doctrina de la Fe, el cardenal español Luis Ladaria mandó en 2015 una carta en la que detallaba cómo proceder contra el cura francés Bernard Preynat, condenado por abusos sexuales en 2020 y entonces acusado de estos delitos, para "evitar el escándalo público" y también que contactara con menores.

La prensa italiana publica este viernes el escrito privado en el que Ladaria subrayaba: "Esta congregación -después de haber estudiado el caso del sacerdote de vuestra diócesis que le habéis remitido, Bernard Preynart- ha decidido encargaros la tarea de tomar las adecuadas medidas disciplinarias, evitando el escándalo público".

Ladaria, al que el Papa Francisco ascendió a Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe en 2017, escribió esta carta cuando era el secretario del organismo del Vaticano encargado en la materia de los abusos sexuales. La institución se encarga de salvaguardar la doctrina de la Iglesia, y su observancia, y llegó a estar presidida por Joseph Ratzinger, quien luego sería el pontífice Benedicto XVI.

Según el artículo, titulado 'El sistema del silencio', publicado por el diario italiano 'Domani', que reproduce los documentos, el cardenal español dio las mismas instrucciones en 2012 cuando fue consultado sobre cómo proceder con otro cura italiano acusado de abusos a menores.

Aún sin condena

En el momento en el que Ladaria escribió la carta el sacerdote francés no estaba condenado por la justicia, que acabó condenándolo en 2020 a cinco años de prisión firme por agresión sexual a menores.

El protocolo indicado también en esa ocasión era evitar el escándalo en primer lugar y evitar además que contactase con menores. Según la agenda del Papa publicada por la oficina de prensa de la Santa Sede, Francisco se reunió con el cardenal Ladaria este jueves.

El exarzobispo de Lyon, el cardenal Philippe Barbarin, también se vio envuelto por el caso del cura francés Preynat que finalmente fue condenado a 5 años de reclusión. Aunque fue condenado en primera instancia, finamente fue absuelto en el proceso de apelación y la Corte de Casación de Francia también ratificó esta absolución.

Copia de la carta de 2012 la CDF, publicada por Domani en su sitio de internet.

Cardenal Duka acusa al cardenal Reinhard Marx de “difamar” a Benedicto XVI


Este es un artículo de El Debate, Feb-11-2022.

Sigue el ruido en torno a los abusos en Alemania: acusan al cardenal Marx de «difamar» a Benedicto XVI

Después de que Ratzinger pidiera perdón por los casos detectados durante su mandato al frente de la archidiócesis de Múnich, el arzobispo de Praga sale en su defensa y acusa al polémico Marx

Antonio Olivié
Corresponsal en el Vaticano
11/02/2022


El cardenal Dominik Duka, arzobispo de Praga (Chequia), ha publicado una carta abierta en la que acusa al cardenal Reinhard Marx y a la diócesis de Múnich de haber «difamado al anciano pontífice y enfangado su reputación». Tras el escrito de los colaboradores de Benedicto, en el que se desmentían las acusaciones, Duka asegura que «en el informe, que ha costado probablemente cientos de miles de euros, Benedicto XVI ha sido injustamente calumniado y herido».

El cardenal Duka es un prelado de gran prestigio en su país. Fue perseguido durante el comunismo y condenado por su actividad pastoral. En prisión hizo amistad con quien sería, años después, el presidente del país. Por ello sus intervenciones tienen también relevancia en el ámbito internacional, según asegura el vaticanista Wlodzimierz Redzioch. En esta ocasión Duka denuncia especialmente que los abogados de Múnich «han elaborado un informe de tal modo que no pudiera ser interpretado a su favor, ni se le ha ofrecido la posibilidad de aclarar los hechos. ¿Qué puede significar todo esto?», se pregunta el primado de Chequia.

No hay ninguna evidencia de mala práxis

La contundente denuncia del arzobispo de Praga coincide con las declaraciones de uno de los colaboradores que ha ayudado a Benedicto a preparar su defensa. El canonista Stefan Mückl, asegura que en el informe realizado en Múnich «no hay ninguna evidencia ni prueba» sobre la mala praxis de Ratzinger cuando estaba al frente de la diócesis alemana.

Mückl revela que «uno de los abogados lo dijo durante la presentación del Informe. Exponen 'su opinión' y es una opinión muy discutible. Porque después de leer las actas y la revisión de las conclusiones del informe –añade Mückl– no he encontrado ninguna prueba de que el entonces arzobispo Ratzinger conociera esos episodios».

El hecho de ser experto en Derecho Canónico ha permitido a este colaborador de Benedicto XVI a valorar algunos de las acusaciones contra el Papa emérito. Asegura que «algunos delitos contemplados en el Derecho Civil no lo estaban en el Derecho Canónico. Por ejemplo, el exhibicionismo o mostrar material pornográfico. Hay que distinguir el nivel jurídico y penal y el nivel moral. El Papa, en su escrito, dijo claramente que estos delitos, aunque no fueran penales, eran moralmente pecaminosos, censurables e injustos».

De cualquier forma, Mückl asegura que el entonces cardenal Ratzinger no estaba al corriente de los hechos delictivos de estos sacerdotes, contrariamente a lo que se presupone en el informe de Múnich. En una entrevista a la agencia Rome Reports, este canonista afirma que «en los cuatro casos, la acusación es que el cardenal Ratzinger estaba al corriente y no había hecho nada. Pero no es cierto. No sabía las cosas que estos sacerdotes habían hecho», concluye.