Saturday, January 29, 2022

Kirchensteuer para todos, ¡prepárate!


El Kirchensteuer es ese impuesto eclesial o impuesto al culto que existe en Alemania mediante el cual el estado alcabalero le saca del bolsillo, literalmente, a los fieles una suma que luego traslada a las jerarquías de la confesión de la cual se declare cada uno, mayormente Protestantes y Católicos.

Este perverso sistema de impuestos cultuales es lo que convierte en simoniacos a los obispos alemanes, y como la plata es tanta ya no saben qué hacer con ella y es allí donde aparecen las diócesis como accionistas de editoriales que publican títulos esotéricos y pornográficos, ó intentar comprar los resultados del Sínodo Amazónico, irrigando dinero a manos llenas a diferentes organizaciones en América Latina, especialmente en Brasil, mediante sus dos instituciones de caridad, Misereor y Adveniat. Más o menos en forma breve ese es un resúmen.

Es bastante llamativo que de todas las novedades que los Alemanes buscan mediante su tal Camino Sinodal (Synodale Weg), nunca mencionan que están dispuestos a acabar el impuesto eclesial y renunciar a él. Eso no, jamás, seguirán siendo simoniacos quién sabe hasta cuándo.

¿Usted qué pensaría si ese mismo perverso sistema de ordeño a las ovejitas se implanta a nivel universal? Bueno, resaltamos este pasaje de una entrevista en ambiente controlado que concedio al director editorial de los medios del Vaticano, Andrea Tornielli, el P. Juan Antonio Guerrero Alves, S.I., Prefecto de la Secretaría para la Economía, información de la cual los medios de información general se han ocupado profusamente, que si el inmueble de Londres lo van a vender, el del escándalo Becciu, que si los fondos del Óbolo de San Pedro descendieron notablemente, etc. ¿Y de dónde se van a buscar nuevos fondos?, pues de las ovejas, obvio. Lean lo que en un pasaje de la entrevista en ambiente controlado dijo el P. Guerrero Alves (énfasis añadido).

Tenemos que hacer más conscientes a las iglesias locales de las necesidades de la Santa Sede, la curia está al servicio de ellas y debe estar en gran medida mantenida por ellas. Hay una gran diferencia en el compromiso de las diversas Iglesias en el sostenimiento de la curia Romana. Y también atraer la ayuda de los fieles, que quieran apoyar al Papa en su misión de unidad en la caridad, que es al fin y al cabo lo que hace la curia Romana.

¿Lo captan? Por poner un ejemplo, uno de esos parásitos curiales desea mantener su desenfrenado estilo de vida homopornográfico y para poder seguir organizando sus fiestas homosexuales en alguno de los apartamentos del Vaticano, necesita que el dinero siga entrando, y si no entra entonces hay que directamente perseguir a las ovejas en “las iglesias locales” (Ustedes y nosotros, todos). ¿Cómo van a ordeñarnos?, pues un modelito podría ser el que ya le funciona tan perfectamente a los simoniacos obispos alemanes, el Kirchensteuer, solamente que ahora será para todos. ¿Ustedes se imaginan a las parroquias miserables de las tierras de misión en África, por decir algo, teniendo que trasladar fondos para mantener a las lapas de la Curia Romana porque esos tales “están al servicio de ellas (las iglesias locales) y deben estar en gran medida mantenidos por ellas”?