“Médico cúrate a tí mismo”, nos vino a la cabeza al escuchar a Francisco hoy durante el Ángelus explicando el Evangelio del Domingo (Domingo XXXII del Tiempo Ordinario, Mc. 12, 38-44), aprovechando para regresar a una de sus obsesiones: El clericalismo. Alguien que nos brinde el dato de si Francisco en sus ocho y tantos años ha hablado de SU propio clericalismo ó ha insinuado que alguna vez ha caído en él. Porque por lo que respecta al clericalismo de los demás, casi se podría hacerse un libro de las veces que Francisco lo alude.
Efectivamente, en sus palabras previas al rezo del Ángelus Francisco ha dicho (traducción oficial):
Aquí vemos esa actitud tan fea que también hoy vemos en muchos puestos, en muchos lugares, el clericalismo, este estar por encima de los humildes, explotarlos, “golpearlos”, sentirse perfectos. Este es el mal del clericalismo. Es una advertencia para todo tiempo y para todos, Iglesia y sociedad: no aprovecharse nunca del propio rol para aplastar a los demás, ¡nunca ganar sobre la piel de los más débiles!
¡Gracias Dios, porque no me hiciste clericalista como los demás! Atte: Francisco.