Sunday, October 03, 2021

Fallece cardenal Jorge Arturo Medina Estévez


La diócesis de Valparaiso, Chile, informa Oct-03-2021.

Falleció Cardenal Jorge Medina Estévez

Domingo 03 de Octubre, 2021


A la edad de 94 años falleció este 3 de octubre el cardenal Jorge Medina Estévez, quien fuera obispo de Rancagua, Valparaíso y ocupara diversos roles en la Santa Sede. Entre sus servicios destacó ser prefecto de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos y Cardenal Protodiácono, función en la que le correspondió anunciar el nombre del electo Papa Benedicto XVI en 2005.

El fallecimiento de monseñor Medina ocurrió este domingo 3 de octubre en Santiago. Su velatorio se está desarrollando en la Parroquia La Transfiguración del Señor, ubicada en Las Condes, y su Misa Funeral se realizará este lunes 4 de octubre a las 14:00 horas en la Catedral Metropolitana de Santiago.

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Una referencia más distante en el tiempo, si Usted tiene la primera edición del Catecismo de la Iglesia Católica para América Latina (obvio, nos referimos a cuando el catecismo no lo cambiaban a gusto y necedad del mandante en turno), encontrará al principio, en donde aparecen las licencias, que dicha edición fue preparada por un grupo de teólogos, entre los cuales estaba el nombre del cardenal Jorge Arturo Medina Estévez. RIP.

Unos 3.000 pederastas en Iglesia católica de Francia desde 1950, según comisión de investigación. Víctimas en expectativa de informe oficial


Esta es una información de agencia AFP, Oct-03-2021, la cual es un anticipo de un reporte de una comisión de investigación independiente sobre abusos sexuales en la Iglesia francesa cuyos resultados deben presentarse oficialmente el próximo Martes.

Unos 3.000 pederastas en Iglesia católica de Francia desde 1950, según comisión de investigación

Ha habido "entre 2.900 y 3.200 pederastas", sacerdotes o religiosos, en el seno de la Iglesia católica de Francia desde 1950, según constata una comisión que investiga el abuso sexual en la institución y hará público el martes su informe, inédito y muy esperado.

Tras dos años y medio de trabajo, la comisión independiente sobre la pederastia en la Iglesia en los últimos 70 años, presidida por Jean-Marc Sauvé, va a entregar sus conclusiones en un informe de "2.500 páginas", incluyendo los anexos.

Este número de pederastas es "una estimación mínima", basada en el censo y el análisis de archivos de la Iglesia, la justicia, la policía judicial y la prensa, así como testimonios recibidos por la comisión, aseguró Sauvé.

La cifra se refiere a una población total de 115.000 sacerdotes o religiosos en este período iniciado en 1950.

El informe será remitido públicamente a la Conferencia Episcopal de Francia (CEF) y a la Conferencia de Religiosas y Religiosos de Institutos y Congregaciones (Corref), que lo habían encargado.

"Va a ser una deflagración", asegura a la AFP bajo condición de anonimato un miembro de la comisión, conocida por sus iniciales Ciase.

"Va a tener el efecto de una bomba", coincide Olivier Savignac, del colectivo Hablar y Revivir (Parler et Revivre) , que acoge los testimonios de las víctimas de abusos sexuales.

- "Verdad y compasión" -

Su publicación "va a ser una prueba de verdad y un momento duro y grave", se puede leer en el mensaje divulgado por el episcopado a los sacerdotes y parroquias antes de las misas de este fin de semana. Un mensaje que apela a "una actitud de verdad y compasión".

En el documento, la Ciase compara la prevalencia de la violencia sexual en la Iglesia a la que se ha identificado en otras instituciones, como asociaciones deportivas y escuelas, y en el círculo familiar

La comisión evalúa también los "mecanismos, principalmente institucionales y culturales" que han podido favorecer los abusos sexuales y presentará 45 propuestas, adelantó Sauvé.

Estas propuestas se aplican en diversos ámbitos, como la escucha a las víctimas, la prevención, la formación de los religiosos, la transformación de la gobernanza de la Iglesia, además de abogar por una política de reconocimiento y de reparación.

Para elaborar su informe, la Ciase ha convertido los testimonios de las víctimas en "la matriz de su trabajo", según Sauvé. Primero con un llamado a testimonios, abierto durante 17 meses, que recibió 6.500 llamadas o contactos de víctimas o familiares. Luego, procediendo a unas 250 largas audiciones o interrogatorios de investigación.

También ha profundizado sus búsquedas con una inmersión en sus numerosos archivos (Iglesia, ministerio de Justicia, del Interior, prensa).

- Hechos prescritos -

En la mayoría de los casos, los hechos están hoy prescritos y los autores de los abusos fallecidos, con lo que es improbable un recurso a la justicia. Los procedimientos canónicos --el derecho de la Iglesia--, cuando han sido activados, son muy largos y poco transparentes.

¿Cuál va a ser la respuesta de la Iglesia católica a este informe?

"Espero que estemos confrontados a esta carga, por muy negra que sea, para que podamos luego adoptar las medidas que se imponen", afirma Véronique Margron, presidenta de la Corref.

El episcopado ya se adelantó al prometer, no una serie de reparaciones, sino un dispositivo de "contribuciones" financieras pagadas a las víctimas a partir de 2022, algo que no suscita unanimidad entre las víctimas.

El informe será examinado de muy cerca en el Vaticano, donde el tema ya ha sido tratado por el papa Francisco y por una parte de los obispos franceses con motivo de una visita de éstos en septiembre a la Santa Sede.

kp/cb/shu/me/es

La misma agencia AFP presenta este otro artículo, Oct-03-2021, en el que se refleja la posición de las víctimas con antelación a la aparición del informe arriba mencionado.

Las víctimas de abusos sexuales en la Iglesia, ante el esperado informe en Francia

Karine Perret


Llegó "temblando", pero salió "tranquilo". Éric Boone fue la primera víctima a la que escuchó una comisión que investiga la pederastia en la Iglesia católica en Francia. Un fraile dominicano lo agredió sexualmente en los años 80, cuando tenía entre 12 y 15 años, en un convento.

La Comisión Independiente sobre los Abusos Sexuales en la Iglesia (Ciase, por sus siglas en francés) desde 1950, presidida por Jean-Marc Sauvé, debe presentar un informe de cientos de páginas, que concluye dos años y medio de trabajo.

- Un "acto de memoria" -

Éric Boone, de 49 años, fue la primera víctima que a la que escuchó esta comisión. El hombre llegó "temblando", pero salió "tranquilo".

Un fraile dominicano lo agredió sexualmente en los años 80, cuando tenía entre 12 y 15 años, en un convento de Toulouse (sur), donde estudiaba hebreo.

"No puedo decir que no haya un día en el que no piense en ello", explica. "Es profundamente destructivo".

Boone describió el proceso de control puesto en marcha por su agresor, "un conocido teólogo", "brillante", treintañero, que frecuentaba su familia hasta que "pasó a la acción".

"Incapaz de hablar", permaneció en silencio durante unas tres décadas.

Pero, recientemente, este trabajador de la educación católica se confió a sus allegados y denunció los hechos, "conmocionado" por una carta del papa Francisco sobre los abusos en 2018.

Éric tiene su esperanza depositada en el informe de la Comisión Sauvé, que incluirá todas las audiciones de las víctimas.

"Será como un monumento, como un acto de memoria. Son escritos que permanecerán y ya nadie podrá decir que no era verdad (...) Hará que mi propia historia forme parte de una historia más amplia".

El hombre no espera, a continuación, el "consuelo" de la Iglesia, sino una "conversión profunda", que actúe, que "se reforme a partir de esta realidad", incluso en el terreno teológico.

- "Tortura diaria" -

"No está escrito en mi rostro, pero es una tortura casi diaria. Hay que reconstruirse con el tiempo", explica Marie-Claire Silvestre, de 63 años.

¿Su agresor? Un sacerdote, que además era su tío y que ya falleció.

"Una persona que admiraban mis padres, mi abuela" y los feligreses, que perpetraba "tocamientos" y "violaciones" a su sobrina en "la cocina y el presbiterio" en un pueblo, donde pasaba las vacaciones.

Según Silvestre, uno de sus hermanos y una de sus hermanas también fueron víctimas de sus agresiones. El primero se suicidó en 2004 y la segunda murió a causa del alcoholismo.

"La Comisión Sauvé es muy importante para mí", para ellos y para "todas las víctimas que jamás podrán hablar". En la página web de la comisión, que ponía a disposición un formulario para cada víctima, la mujer inscribió los nombres de sus hermanos.

Marie-Claire no denunció el caso, puesto que empezó a hablar de las agresiones mucho tiempo después de los hechos. En la búsqueda de información, intentó recientemente en vano hallar otras víctimas y solicitar a la diócesis eventuales archivos sobre el sacerdote, sin éxito.

"¿Es normal que en los años 1960 fuera trasladado más de cuatro veces?", se pregunta.

Esta exauxiliar de enfermería confiesa el dolor que le produjeron las dudas de sus allegados: "Estás segura, ¿no fue un sueño? ¡Eras muy pequeña!".

Su historia la "plasmó" en un libro que se publicó en primavera.

Ella espera de la Comisión Sauvé, ante la que habló en septiembre de 2020, que ponga "la verdad sobre la mesa".

¿Y de los responsables católicos? "Está en sus manos", afirma la mujer, sin hacerse muchas ilusiones. "No están preparados para cambiar de sistema".

- Culpabilidad e infierno -

A sus 82 años, Jean-Marie, que prefiere no revelar su apellido, asegura que no tiene ningún reclamo personal. Si participó en la comisión, fue porque le importa "que la Iglesia ponga fuera de juego a los pederastas".

"¡Tolerancia cero!", pide este hombre que fue agredido primero por un amigo de la familia a los "7 u 8 años" y, a continuación, por un religioso capuchino, "entre los 11 y 14 años".

No denunció estos hechos, de los que no habló durante mucho tiempo y que olvidó parcialmente.

Muy marcado por "el dominio de la Iglesia a través de la culpabilidad", denunció la "mecánica" que padeció: "el secreto que se instala; la comedia del consentimiento". "El depredador te hace cómplice voluntario y posiblemente culpable al decirte: 'Deberías haberme frenado'".

Estas agresiones sucedieron en los años 1950 en Vendée, una región del oeste de Francia "muy católica", donde "todo lo que era el despertar de la sexualidad en los chicos adolescentes era pecado mortal y una condena en el infierno".

"Quiero que la Iglesia reconozca esta extrema violencia" que "arruinó mi infancia", que asuma que "estos actos son crímenes más que pecados", que dé nuevas directrices a los clérigos" o que "conceda un verdadero lugar a las mujeres" en su gobierno.

Pero, sobre todo, que "no pase página".

kp/tjc/es

“Tres guardias suizos han preferido la renuncia a la vacuna”


“Tres guardias suizos han preferido la renuncia a la vacuna”, es el titular de primera página del periódico suizo Le Matin Dimanche, Oct-03-2021 (en la imágen). Ello en relación a la medida impuesta en el Estado segregacionista Vaticano a partir del pasado Viernes, por la cual para entrar a su jurisdicción es obligatorio demostrar que se ha sido inoculado, la cual ha afectado negativamente a tres de los miembros de la Guardia Suiza que ante las draconianas medidas no han tenido otro camino que abandonar voluntariamente.

Ahora, degradar peyorativamente a estos hombres católicos —requisito para ser guardia suizo— como anti-vacunas, ó no-vaxxers ó anti-vaxxers ó negacionistas, ó con adjetivos similares, es inaceptable. Como acabamos de decir, estos hombre son católicos, y como tal tienen la libertad de conciencia, la cual suponemos ejercen en el caso concreto y no se les está respetando su libre decisión, no importa si la Iglesia Católica ha recientemente reiterado que “es evidente para la razón práctica que la vacunación no es, por regla general, una obligación moral y que, por lo tanto, la vacunación debe ser voluntaria”. Para nosotros lo que es evidente es que estos hombres han sido víctimas de una especie de tiranía sanitaria.

Esta es una información en español de agencia EFE, Oct-03-2021.

Ciudad del Vaticano, 3 oct (EFE).- Tres guardias suizos abandonaron el pequeño Ejercito del Vaticano ante la obligación impuesta desde este 1 de octubre de tener el certificado de vacunación de covid-19 o una prueba negativa realizada en las últimas 48 horas para poder acceder al Estado pontificio.

Los tres soldados, que el pasado mayo habían entrado en el Ejército, prefirieron dejar su trabajo antes que someterse a la vacunación, según confirmó el portavoz de la Guardia Suiza,, Urs Breitenmoser, all periódico suizo "Tribune de Geneve".

Además, como también recoge hoy el diario romano "Il Messaggero", mientras que tres alabarderos dejaron su servicio "libremente" otros tres están suspendidos de sus funciones y de sueldo hasta que hayan completado el ciclo de vacunación.

"Es una medida que se adapta a la de otros cuerpos de ejército en el mundo", especificó el portavoz del Ejército del Papa.

A partir del 1 de octubre, el pase sanitario es obligatorio para todos los empleados del Vaticano, que se puede obtener no solo con la vacuna sino también con una prueba negativa.

En el caso concreto de la Guardia Suiza, que siempre está en estrecho contacto con el papa y sus invitados, se especifico que la prueba no era suficiente porque no podía detectar infecciones recientes y por ello se eligió la vía de la vacuna obligatoria, informó el diario romano.

Desde el 1 de octubre, el Vaticano suspende el sueldo a los empleados que se resulten ausentes del trabajo por no contar con el certificado sanitario de covid-19.

El Vaticano se convertirá así en uno de los primeros países del mundo que obligan a sus empleados a presentar este certificado.

Se precisó entonces que quedarán exentos de esta obligación los fieles que acudan a ceremonias litúrgicas y las misas que se celebran tanto en San Pedro como en la parroquia de Santa Anna, pero sigue sin aclararse si se incluyen también las audiencias o los ángelus en la plaza de San Pedro.