Unos 3.000 pederastas en Iglesia católica de Francia desde 1950, según comisión de investigación. Víctimas en expectativa de informe oficial
Esta es una información de agencia AFP, Oct-03-2021, la cual es un anticipo de un reporte de una comisión de investigación independiente sobre abusos sexuales en la Iglesia francesa cuyos resultados deben presentarse oficialmente el próximo Martes.
Unos 3.000 pederastas en Iglesia católica de Francia desde 1950, según comisión de investigación
Ha habido "entre 2.900 y 3.200 pederastas", sacerdotes o religiosos, en el seno de la Iglesia católica de Francia desde 1950, según constata una comisión que investiga el abuso sexual en la institución y hará público el martes su informe, inédito y muy esperado.
Tras dos años y medio de trabajo, la comisión independiente sobre la pederastia en la Iglesia en los últimos 70 años, presidida por Jean-Marc Sauvé, va a entregar sus conclusiones en un informe de "2.500 páginas", incluyendo los anexos.
Este número de pederastas es "una estimación mínima", basada en el censo y el análisis de archivos de la Iglesia, la justicia, la policía judicial y la prensa, así como testimonios recibidos por la comisión, aseguró Sauvé.
La cifra se refiere a una población total de 115.000 sacerdotes o religiosos en este período iniciado en 1950.
El informe será remitido públicamente a la Conferencia Episcopal de Francia (CEF) y a la Conferencia de Religiosas y Religiosos de Institutos y Congregaciones (Corref), que lo habían encargado.
"Va a ser una deflagración", asegura a la AFP bajo condición de anonimato un miembro de la comisión, conocida por sus iniciales Ciase.
"Va a tener el efecto de una bomba", coincide Olivier Savignac, del colectivo Hablar y Revivir (Parler et Revivre) , que acoge los testimonios de las víctimas de abusos sexuales.
- "Verdad y compasión" -
Su publicación "va a ser una prueba de verdad y un momento duro y grave", se puede leer en el mensaje divulgado por el episcopado a los sacerdotes y parroquias antes de las misas de este fin de semana. Un mensaje que apela a "una actitud de verdad y compasión".
En el documento, la Ciase compara la prevalencia de la violencia sexual en la Iglesia a la que se ha identificado en otras instituciones, como asociaciones deportivas y escuelas, y en el círculo familiar
La comisión evalúa también los "mecanismos, principalmente institucionales y culturales" que han podido favorecer los abusos sexuales y presentará 45 propuestas, adelantó Sauvé.
Estas propuestas se aplican en diversos ámbitos, como la escucha a las víctimas, la prevención, la formación de los religiosos, la transformación de la gobernanza de la Iglesia, además de abogar por una política de reconocimiento y de reparación.
Para elaborar su informe, la Ciase ha convertido los testimonios de las víctimas en "la matriz de su trabajo", según Sauvé. Primero con un llamado a testimonios, abierto durante 17 meses, que recibió 6.500 llamadas o contactos de víctimas o familiares. Luego, procediendo a unas 250 largas audiciones o interrogatorios de investigación.
También ha profundizado sus búsquedas con una inmersión en sus numerosos archivos (Iglesia, ministerio de Justicia, del Interior, prensa).
- Hechos prescritos -
En la mayoría de los casos, los hechos están hoy prescritos y los autores de los abusos fallecidos, con lo que es improbable un recurso a la justicia. Los procedimientos canónicos --el derecho de la Iglesia--, cuando han sido activados, son muy largos y poco transparentes.
¿Cuál va a ser la respuesta de la Iglesia católica a este informe?
"Espero que estemos confrontados a esta carga, por muy negra que sea, para que podamos luego adoptar las medidas que se imponen", afirma Véronique Margron, presidenta de la Corref.
El episcopado ya se adelantó al prometer, no una serie de reparaciones, sino un dispositivo de "contribuciones" financieras pagadas a las víctimas a partir de 2022, algo que no suscita unanimidad entre las víctimas.
El informe será examinado de muy cerca en el Vaticano, donde el tema ya ha sido tratado por el papa Francisco y por una parte de los obispos franceses con motivo de una visita de éstos en septiembre a la Santa Sede.
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La misma agencia AFP presenta este otro artículo, Oct-03-2021, en el que se refleja la posición de las víctimas con antelación a la aparición del informe arriba mencionado.
Las víctimas de abusos sexuales en la Iglesia, ante el esperado informe en Francia
Karine Perret
Llegó "temblando", pero salió "tranquilo". Éric Boone fue la primera víctima a la que escuchó una comisión que investiga la pederastia en la Iglesia católica en Francia. Un fraile dominicano lo agredió sexualmente en los años 80, cuando tenía entre 12 y 15 años, en un convento.
La Comisión Independiente sobre los Abusos Sexuales en la Iglesia (Ciase, por sus siglas en francés) desde 1950, presidida por Jean-Marc Sauvé, debe presentar un informe de cientos de páginas, que concluye dos años y medio de trabajo.
- Un "acto de memoria" -
Éric Boone, de 49 años, fue la primera víctima que a la que escuchó esta comisión. El hombre llegó "temblando", pero salió "tranquilo".
Un fraile dominicano lo agredió sexualmente en los años 80, cuando tenía entre 12 y 15 años, en un convento de Toulouse (sur), donde estudiaba hebreo.
"No puedo decir que no haya un día en el que no piense en ello", explica. "Es profundamente destructivo".
Boone describió el proceso de control puesto en marcha por su agresor, "un conocido teólogo", "brillante", treintañero, que frecuentaba su familia hasta que "pasó a la acción".
"Incapaz de hablar", permaneció en silencio durante unas tres décadas.
Pero, recientemente, este trabajador de la educación católica se confió a sus allegados y denunció los hechos, "conmocionado" por una carta del papa Francisco sobre los abusos en 2018.
Éric tiene su esperanza depositada en el informe de la Comisión Sauvé, que incluirá todas las audiciones de las víctimas.
"Será como un monumento, como un acto de memoria. Son escritos que permanecerán y ya nadie podrá decir que no era verdad (...) Hará que mi propia historia forme parte de una historia más amplia".
El hombre no espera, a continuación, el "consuelo" de la Iglesia, sino una "conversión profunda", que actúe, que "se reforme a partir de esta realidad", incluso en el terreno teológico.
- "Tortura diaria" -
"No está escrito en mi rostro, pero es una tortura casi diaria. Hay que reconstruirse con el tiempo", explica Marie-Claire Silvestre, de 63 años.
¿Su agresor? Un sacerdote, que además era su tío y que ya falleció.
"Una persona que admiraban mis padres, mi abuela" y los feligreses, que perpetraba "tocamientos" y "violaciones" a su sobrina en "la cocina y el presbiterio" en un pueblo, donde pasaba las vacaciones.
Según Silvestre, uno de sus hermanos y una de sus hermanas también fueron víctimas de sus agresiones. El primero se suicidó en 2004 y la segunda murió a causa del alcoholismo.
"La Comisión Sauvé es muy importante para mí", para ellos y para "todas las víctimas que jamás podrán hablar". En la página web de la comisión, que ponía a disposición un formulario para cada víctima, la mujer inscribió los nombres de sus hermanos.
Marie-Claire no denunció el caso, puesto que empezó a hablar de las agresiones mucho tiempo después de los hechos. En la búsqueda de información, intentó recientemente en vano hallar otras víctimas y solicitar a la diócesis eventuales archivos sobre el sacerdote, sin éxito.
"¿Es normal que en los años 1960 fuera trasladado más de cuatro veces?", se pregunta.
Esta exauxiliar de enfermería confiesa el dolor que le produjeron las dudas de sus allegados: "Estás segura, ¿no fue un sueño? ¡Eras muy pequeña!".
Su historia la "plasmó" en un libro que se publicó en primavera.
Ella espera de la Comisión Sauvé, ante la que habló en septiembre de 2020, que ponga "la verdad sobre la mesa".
¿Y de los responsables católicos? "Está en sus manos", afirma la mujer, sin hacerse muchas ilusiones. "No están preparados para cambiar de sistema".

Joseph (izq.), Jean-René (c) y Jean-François, víctimas de abusos sexuales, en la puerta del seminario de Chavagnes en Paillers, en Francia, el 22 de septiembre de 2021. Entre los años 50s y 70s, cientos de niños, estudiantes en el Seminario Menor de Chavagnes-en-Paillers, en Vendee, al Oeste de Francia, sufrieron violencia sexual por parte de los sacerdotes que los supervisaban. © AFP
- Culpabilidad e infierno -
A sus 82 años, Jean-Marie, que prefiere no revelar su apellido, asegura que no tiene ningún reclamo personal. Si participó en la comisión, fue porque le importa "que la Iglesia ponga fuera de juego a los pederastas".
"¡Tolerancia cero!", pide este hombre que fue agredido primero por un amigo de la familia a los "7 u 8 años" y, a continuación, por un religioso capuchino, "entre los 11 y 14 años".
No denunció estos hechos, de los que no habló durante mucho tiempo y que olvidó parcialmente.
Muy marcado por "el dominio de la Iglesia a través de la culpabilidad", denunció la "mecánica" que padeció: "el secreto que se instala; la comedia del consentimiento". "El depredador te hace cómplice voluntario y posiblemente culpable al decirte: 'Deberías haberme frenado'".
Estas agresiones sucedieron en los años 1950 en Vendée, una región del oeste de Francia "muy católica", donde "todo lo que era el despertar de la sexualidad en los chicos adolescentes era pecado mortal y una condena en el infierno".
"Quiero que la Iglesia reconozca esta extrema violencia" que "arruinó mi infancia", que asuma que "estos actos son crímenes más que pecados", que dé nuevas directrices a los clérigos" o que "conceda un verdadero lugar a las mujeres" en su gobierno.
Pero, sobre todo, que "no pase página".
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