Sunday, August 29, 2021

Cardenal Raymond Leo Burke, en recuperación tras su enfermedad, escribe carta de agradecimiento


La carta a la cual nos referimos fue publicada en inglés en la noche de ayer, Ago-28-2021; con el curso de las horas, hoy Domingo, Ago-29-2021, han ido actualizando con traducciones a otros idiomas, entre ellos el español.

28 de Agosto del 2021

¡Alabado sea Jesucristo!

En el Sagrado Corazón de Jesús y a través del Inmaculado Corazón de María, expreso una profunda gratitud a Dios, que me ha llevado a este punto de restablecimiento y mejoría. Como ya fuera comunicado por la dirección y el personal del Santuario de Nuestra Señora de Guadalupe, a quienes también expreso mi más profundo agradecimiento, ya no estoy intubado con un ventilador médico. Me trasladaron fuera de la Unidad de Cuidados Médicos Intensivos y me instalaron en una habitación del hospital donde los médicos, enfermeras y numerosos miembros del personal del hospital me han brindado una atención médica vigilante, excelente y constante. También a estos dedicados profesionales les doy las gracias de todo corazón, así como a los sacerdotes que me han asistido sacramentalmente. A quienes han ofrecido innumerables rosarios y oraciones, encendieron velas y pidieron la ofrenda de la Santa Misa, extiendo mi más sincero agradecimiento y pido al Señor y a su Madre que los bendiga a todos. También agradezco a mis hermanos obispos y sacerdotes que han ofrecido Misas por mí o han rezado por mí en el altar.

Esta generosa efusión de gracias me une a ustedes de una manera especial, así como también estoy particularmente unido a todas las víctimas que sufren los efectos del virus COVID-19. Desde lo más profundo de mi corazón, les expreso mi deseo de poder responder a todas las llamadas telefónicas, mensajes escritos y correos electrónicos. Sin embargo, debido a la rehabilitación intensiva que pronto comenzaré, no me será posible dar una respuesta más allá de estas cartas circulares. Sé que en encontraré comprensión en vuestra caridad por esta circunstancia en que me encuentro y que aceptarán que yo deba preservar mis energías para recuperar salud y fuerzas. Los reglamentos del hospital limitan las visitas a los miembros inmediatos de la familia. Durante el próximo extenso período de convalecencia, es mi intención proporcionarles actualizaciones ocasionales cuando haya algo importante que compartir con vosotros.

El Santuario de Nuestra Señora de Guadalupe ha aceptado, en mi nombre, el papel necesario y crucial de la comunicación directa. Nuevamente, os pido que me dirijáis amablemente todas vuestras comunicaciones a través del sitio web del Santuario, GuadalupeShrine.org/MessageCardinalBurke.

En fin, he recordado el lema que tomé cuando fui elegido para el episcopado: “Secundum Cor Tuum” (Según tu corazón). Todas las cosas ordenadas en y por la Divina Voluntad tienen como origen el Sagrado Corazón de Nuestro Salvador, cuya motivación fundamental es Su Amor Eterno por Su Padre y por Sus hijos. Dado que la Divina Providencia ha indicado que yo permanezca por el momento hospitalizado, reafirmo ahora esa misma convicción episcopal: el sufrimiento, unido al sufrimiento de Jesucristo, es verdaderamente eficaz en su Plan Divino para nuestra salvación cuando se acepta de buena gana y de todo corazón. San Pablo, inspirado por el Espíritu Santo, nos enseña el significado de nuestro sufrimiento: “Ahora me gozo en lo que padezco por vosotros, y cumplo en mi carne lo que falta de las aflicciones de Cristo por su cuerpo, que es la iglesia ”(Col 1, 24).

Unido a Jesucristo, Sacerdote y Víctima, ofrezco todo lo que sufro por la Iglesia y por el mundo. Pidiendo la bendición de Dios sobre vosotros y vuestras familias, y confiando en vuestras intenciones a la intercesión de Nuestra Señora de Guadalupe y San Juan Diego, San Miguel Arcángel, San José, San Pedro y San Pablo, y vuestros santos patronos.

Soy vuestro en el Sacratísimo Corazón de Jesús, en el Inmaculado Corazón de María y en el Purísimo Corazón de San José,

Raymond Leo Cardenal Burke

Traditionis Custodes: En Guayaquil el Domingo y sus vísperas, día inconveniente para celebrar la Misa Tridentina


Nos ocupamos ahora de la aplicación en Guayaquil, Ecuador, del reciente motu proprio Traditionis Custodes, mediante el cual Francisco ataca la liturgia tradicional y para tal labor constituye en sus emisarios a los obispos del mundo.

Mediante un decreto con fecha Ago-13-2021, el arzobispo de Guayaquil, Mons. Luis Cabrera Herrera, ofm, dicta los parámetros con los que en su jurisdicción se aplicará el motu proprio, los cuales comprenden solamente dos determinaciones, las cuales se leen en el siguiente pasaje de su decreto (énfasis originales).

...nombro al P. Alfonso Avilés, SJS, como delegado, para que les atienda pastoralmente y celebre la Eucaristía utilizando el Misal Romano promulgado por San Juan XXIII, en 1962, en los días y horas más convenientes, a excepción del sábado (Misa vespertina) y del domingo, en el Oratorio El Espíritu Santo, Urdesa, a partir del 1 de septiembre.

Es obvio que una parte de quienes en Guayaquil han venido asistiendo a la celebración de la Misa Tridentina, mientras estuvo vigente Summorum Pontificum, solamente podían hacerlo el Domingo. Para esos tales, y según la nueva medida, se acabó dicha posibilidad.

El peligro que inicialmente observamos en la fraseología empleada por el obispo Cabrera en su decreto es que, aunque lo insinúa tácitamente, de ahora en adelante cualquier genio podría salir a decir que el precepto dominical NO se puede satisfacer mediante la asistencia a la Misa Tridentina y sólo y únicamente se puede satisfacer con la asistencia a la Misa Novus Ordo, cosa del todo descabellada aunque parezca una obviedad decirlo porque, según esa mentalidad, la Misa tridentina sería insuficiente para cumplir con dicho precepto, lo que va completamente en contra de lo que dice el cánon 1248 § 1 del CIC (énfasis añadido):

Cumple el precepto de participar en la Misa quien asiste a ella, dondequiera que se celebre en un rito católico, tanto el día de la fiesta como el día anterior por la tarde.

Como es apenas elemental decirlo y afirmarlo, la Misa Tridentina es efectivamente “un rito católico”. Pero decimos más todavía, no faltará la lumbrera que salga a interpretar que su arzobispo a partir de ahora ha decretado, determinado y establecido que la Misa Tridentina NO es “un rito católico”, y ese es el verdadero motivo por el que tolera su celebración “en los días y horas más convenientes a excepción del sábado (Misa vespertina) y del domingo”.

¿Cómo pagar a los obispos el bien que están haciendo?

Mons. Guido Marini, Maestro de Ceremonias de las Celebraciones Litúrgicas del Papa, nombrado obispo de Tortona


Suponga Usted que, por decir cualquier cosa, Francisco estuviera contemplando la posibilidad de renunciar, y se quisiera que el futuro cónclave en todos los ámbitos estuviera bien controlado en una predeterminada dirección, entonces no se iba a permitir que todas las ceremonias litúrgicas inherentes, de las cuales la más conocida es el anuncio aquel del Extra Omnes, estuvieran comandadas por alguien no nombrado en dicho puesto por Francisco, pero sobre todo que todo lo que dentro del futuro cónclave ocurriera estuviera atestiguado por alguien no nombrado por Francisco, ¿o sí? Bueno, esas son sólo imaginerías nuestras, no estamos afirmando que ello sea así ni mucho menos. El caso es que el actual Maestro de Ceremonias de las Celebraciones Litúrgicas, ya definitivamente no estará más porque, como se había anticipado (aquí, aquí y aquí), ha sido nombrado hoy obispo de Tortona, según se lee en el boletín oficial diario de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, Ago-29-2021.

Vatican News, Ago-29-2021, redacta la siguiente nota respecto del nombrado.

Guido Marini, maestro de ceremonias del Papa, es el nuevo obispo de Tortona

El maestro de las celebraciones litúrgicas papales dejará el Vaticano tras 14 años de servicio con Benedicto XVI y Francisco, para suceder a monseñor Viola, recientemente nombrado secretario del Dicasterio del Culto Divino.

Vatican News


El Papa Francisco ha nombrado a su maestro de ceremonias, monseñor Guido Marini, obispo de Tortona, en la región de Piamonte, Italia. La noticia fue difundida por la Oficina de Prensa de la Santa Sede y anunciada por el arzobispo de Génova, Marco Tasca, en el Santuario de Nuestra Señora de la Guardia de Génova, diócesis de origen del nuevo obispo, que sucede a monseñor Vittorio Francesco Viola, recientemente llamado al Vaticano como secretario del Dicasterio para el Culto Divino.

Monseñor Marini, de 56 años, entró en el seminario cuando el cardenal Giuseppe Siri era arzobispo de Génova, fue ordenado sacerdote por el cardenal Giovanni Canestri (que fue obispo de Tortona durante cuatro años) y se convirtió en su secretario particular, así como en el de los sucesivos arzobispos Dionigi Tettamanzi y Tarcisio Bertone.

Con Tettamanzi se convirtió en maestro de las celebraciones litúrgicas de la archidiócesis, cargo que también fue confirmado por los cardenales Tarcisio Bertone y Angelo Bagnasco. Durante este periodo, creó el "Collegium Laurentianum", una asociación de voluntarios para el servicio del orden y la hospitalidad en la catedral.

Tras la llegada del cardenal Bertone a Génova, fue jefe de la oficina escolar de la archidiócesis, director espiritual en el seminario, donde enseñó derecho canónico, y luego canciller de la curia y prefecto encargado de la catedral.

En octubre de 2007, Benedicto XVI lo nombró Maestro de las celebraciones litúrgicas del Sumo Pontífice, sucediendo a otro Marini, el arzobispo Piero, que había acompañado la mayor parte del largo pontificado de San Juan Pablo II.

Monseñor Guido Marini fue el "director" de las liturgias del pontificado del Papa Ratzinger, en Roma y durante sus viajes por el mundo. En el momento de la elección de Francisco en 2013, se puso con dedicación al servicio total del nuevo Papa, interpretando su sensibilidad litúrgica, sobria y esencial, con un entendimiento mutuo que ha durado más de ocho años.

En enero de 2019, Francisco también le confió la responsabilidad del coro de la Capilla Sixtina, la Capilla Musical Pontificia. Marini supervisó la producción de la Statio Orbis del 27 de marzo de 2020, la oración personal del Pontífice en una Plaza de San Pedro vacía y mojada por la lluvia, para invocar el fin de la pandemia.