EEUU: Obispos votan sobre posible redacción de documento sobre “coherencia eucarística”

Somos escépticos sobre lo que puedas resultar, creeremos cuando lo veamos. Los medios en general están anunciando este Viernes que ahora sí, que llegó la hora, que a Joe Biden le van a poner coto, y otra serie de afirmaciones más bien hiperbólicas para decir que de la redacción del documento sobre la “coherencia eucarística” que se ha votado hoy en la asamblea de los obispos de EEUU, se desprendería que a Biden le negarán el acceso a la Sagrada Comunión. Suponiendo que en efecto el documento que vea la luz en un futuro reafirme lo que ya sabemos los católicos livianamente instruidos, no quiere decir que el Sr. Biden ya no recibirá la Comunión Eucarística, porque en el pasado, creemos fue en 2019, hubo un valiente sacerdote que en efecto le negó la Comunión y de ese momento en adelante su grupo asesor se encarga muy bien de hacer inteligencia para asegurar de antemano que cuando el Sr. Biden asista a determinada Misa no exista la posibilidad de que le nieguen la Sagrada Comunión, y ello podrá seguir ocurriendo con o sin documento de la conferencia episcopal. El Sr. Biden podrá seguir posando de ‘católico practicante”.
Entrando en la información que nos ocupa, este es un reporte en español de ABC de España, Jun-18-2021.
Los obispos católicos de Estados Unidos han votado este viernes a favor de dotarse de un documento sobre el sentido de la comunión eucarística, y sobre si la opinión expresada en público de quien la solicite sobre asuntos como el aborto influye en que se le administre ese sacramento o no. Este es en realidad un primer paso en una campaña de determinados obispos para negarle la comunión al presidente de la nación, Joe Biden, que es católico, y además solo el segundo de ese credo en ocupar el cargo tras John Kennedy.
Los prelados llevaban reunidos de forma virtual en su junta anual desde el miércoles pero el documento sobre la comunión lo han votado este viernes tras un encendido debate de tres horas. Lo han propuesto algunos obispos que recomiendan que a Biden se le niegue la comunión porque apoya abiertamente el aborto. Ha sido aprobado finalmente por 168 votos a favor, solo 55 en contra y seis abstenciones.
Ese documento que ahora se elaborará es un triunfo de los obispos críticos con Biden, pues les permite hacer un listado de condiciones que desaconsejan a un católico recibir la comunión, como por ejemplo estar a favor del aborto. Lo votarán en noviembre en otra junta, y si lo aprueban, a Biden, como a otros políticos que apoyen el aborto u otras acciones en contra de las enseñanzas de la Iglesia, se les podría denegar la comunión. Según el Código de Derecho Canónico recibir la comunión es un derecho básico y «los ministros sagrados no pueden negar los sacramentos a quien los pida de modo oportuno, estén bien dispuestos y no les sea prohibido por derecho recibirlos». Al final, dependería de cada sacerdote dar la comunión al político en cuestión.
El obispo Donald Hying, de Madison, en el estado Wisconsin, dijo durante el debate previo que entre los católicos de su diócesis hay muchos «confundidos por un presidente católico que promueve la agenda pro-aborto más radical de la historia». «Estos creyentes necesitan que les guiemos», añadió.
El obispo Robert McElroy, de San Diego, en California, respondió que el catolicismo padecerá «consecuencias destructivas» si adopta un documento semejante que va dirigido contra el presidente. «Si lo adoptamos, será imposible prevenir el uso de la eucaristía como arma», añadió.
En este acalorado debate incluso intervino El Vaticano, que advirtió hace poco a los obispos más conservadores de EE.UU. que frenen esta campaña contra Biden. El cardenal Luis Ladaria, prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, escribió una carta a los obispos estadounidenses alertándoles de que esta votación sobre la cuestión podría «convertirse en una fuente de discordia más que unir el episcopado y extender la iglesia en EE.UU.».
Cuestión de coherencia
Una de las primeras decisiones de Biden en la Casa Blanca fue firmar un decreto por el que eliminó la mayoría de las trabas impuestas al aborto por su predecesor, Donald Trump, que fueron muchas. El demócrata ha defendido esta decisión como una defensa general del «acceso de las mujeres a la sanidad», que es el lenguaje de los defensores de una mayor permisividad de la interrupción del embarazo.
La conferencia episcopal estadounidense ya le advirtió a Biden entonces de que, como católico practicante, enviaría una señal equivocada volviendo a levantar restricciones sobre el aborto, como ya han hecho muchos otros demócratas antes que él.
El actual presidente acude religiosamente a misa todos los domingos, esté en Washington o esté en su casa de Delaware. Siempre se ha definido Biden como una persona profundamente católica, y una de las fotos que ha colocado tras su escritorio en el despacho Oval es del Papa Francisco.
Se da la circunstancia de que la segunda persona en la línea de sucesión presidencial, y mujer con más poder en el Capitolio, es también católica: Nancy Pelosi, presidenta de la Cámara de Representantes y que apoya también el aborto.
En 2019, antes de la iniciativa que ahora se debate, Thomas Paprocki, el obispo de Springfield, en Illinois, prohibió la comunión en las iglesias de su diócesis a los gobernantes que apoyen el aborto ya que estos «persisten obstinadamente en un pecado grave manifiesto y no deben ser admitidos a la Sagrada Comunión». Días antes, Illinois aprobó una ley que declaraba el aborto como un «derecho fundamental de las mujeres», en contraste con unas medidas mucho más restrictivas de la interrupción del embarazo en otros estados de EE.UU.
Un precedente
Justo aquel año, a Biden, que entonces no ostentaba cargo público, no se le permitió comulgar un domingo en una iglesia católica en Carolina del Sur por su apoyo al aborto. El padre Robert Morey, de la iglesia Saint Anthony en la ciudad Florence, dijo entonces al diario 'Florence Morning News' que le había negado a Biden la comunión porque «cualquier figura pública que defienda el aborto se pone a sí misma fuera de la enseñanza de la Iglesia».
Desde los años de Ronald Reagan, los presidentes republicanos aplican lo que se llama 'política de la ciudad de México', y los demócratas la levantan. Esta llamada política es en realidad un decreto de 1984 que anunció Reagan durante una cumbre en la Ciudad de México y niega asistencia a organizaciones no gubernamentales extranjeras que brinden servicios de aborto, asesoren a pacientes sobre este o promuevan una mayor permisividad con la interrupción del embarazo.
Sobre la misma materia, así informa agencia EFE, Jun-18-2021.
Washington, 18 jun (EFE).- Los obispos católicos de Estados Unidos acordaron hoy redactar un documento sobre la comunión que algunos de ellos quieren que sirva para censurar a los políticos católicos que apoyan el derecho a abortar, como es el caso del presidente del país, Joe Biden.
Por 168 votos a favor y 55 en contra, además de seis abstenciones, los miembros de la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos (USCCB, en inglés) aprobaron la redacción de ese polémico comunicado, que oficialmente estará centrado en "el significado de la eucaristía en la vida de la Iglesia".
Detrás de esa iniciativa se esconde la campaña de un grupo de obispos conservadores a los que les incomoda el hecho de que Biden, el primer católico que ocupa el Despacho Oval en seis décadas, sea también un férreo defensor del derecho a abortar.
Inicialmente, la propuesta buscaba llegar al extremo de prohibir la comunión a políticos como Biden por su postura sobre el aborto, pero sus impulsores acabaron dando marcha atrás después de que el Vaticano les urgiera a rebajar la temperatura del debate.
Durante un largo y tenso debate este jueves durante la reunión virtual anual de la USCCB, los promotores de la medida insistieron en que su plan no eliminaría el derecho a recibir la comunión de Biden u otros políticos católicos que apoyan la libre decisión sobre la interrupción del embarazo.
Sin embargo, el documento está aún por redactar, y varios en el episcopado pidieron el jueves tomar algún tipo de medida contra "un presidente católico que se opone a las enseñanzas de la Iglesia", en palabras del obispo de Baker (Oregon), Liam Gary.
Una vez redactado el documento, sus impulsores necesitarían el apoyo de dos tercios de los obispos del país y la luz verde del Vaticano para ratificar el comunicado final, un umbral nada fácil de alcanzar.
Incluso si ese comunicado intentara prohibir a Biden el derecho a comulgar, el arzobispo de Washington tendría el poder de decidir si implementa o no ese veto, y ya ha dejado claro que no lo hará.
Preguntado este viernes sobre la decisión de los obispos, Biden no se mostró preocupado por el tema.
"Ese es un asunto privado, y no creo que eso (vetar su derecho a comulgar) vaya a ocurrir", afirmó el presidente en respuesta a la pregunta de una periodista en la Casa Blanca.
A Biden, un devoto católico que acude a misa todos los domingos, ya le negaron una vez en 2019 la posibilidad de comulgar debido a esa postura política; y su equipo dedica desde entonces tiempo a asegurarse que, cuando viaja, no acuda a una iglesia en la que puedan impedir su acceso al sacramento.
El debate sobre el tema en la conferencia de obispos refleja el grado al que ha llegado la polarización en Estados Unidos por el derecho a abortar, garantizado en el país desde 1973 pero convertido en caballo de batalla por los conservadores y algunos grupos religiosos en las últimas tres décadas.