Sunday, May 02, 2021

Arzobispo Joseph Naumann: Biden equivocado al usar la fe Católica


Monseñor Joseph F. Naumann, arzobispo de Kansas City, Kansas, EEUU, presidente del Comité sobre Actividades Pro-Vida de la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos, concedió unas declaraciones al programa “The Count” de la cadena Newsmax, May-01-2021, en las cuales regresa sobre las manifiestas incoherencias del ‘católico practicante’ Joseph Biden, presidente de EEUU, y la confusión —para no decir escándalo— que está creando en algunos católicos.

Esta es una traducción de Secretum Meum Mihi.

Arzobispo: Biden equivocado al usar la fe Católica

Por Eric Mack | Sábado, 01 de Mayo de 2021


El presidente Joe Biden no debería hablar en nombre del pueblo Católico porque está creando “confusión” entre los Católicos con sus creencias contrarias y está “usando el sacramento” para propósitos políticos, según el arzobispo Joseph Naumann, de 71 años, en Newsmax TV.

“El presidente, sea que lo haga intencionalmente o no, está confundiendo a mucha gente sobre lo que creen los Católicos, y cuál es nuestra enseñanza moral”, dijo Naumann, arzobispo de Kansas City, Missouri, al programa sabatino “The Count”. “Cuando se presenta a sí mismo como un católico devoto, pero hace estas cosas que son muy contrarias a algunas de nuestras enseñanzas morales más fundamentales, esto crea confusión, si no escándalo, entre nuestra gente”.

Naumann le dijo al presentador Alex Salvi que la postura del presidente Biden sobre el aborto lo convierte en “el presidente más radical que jamás hayamos tenido”, y cuando los obispos católicos de EEUU celebren su próxima reunión nacional en Junio, decidirán si enviarán un mensaje más duro que cualquier mensaje para el presidente Biden y otros políticos católicos: no reciban la Comunión si persisten en la defensa pública del derecho al aborto.

“Quiere que los tributantes de impuestos federales ayuden a convertirse en cómplices del aborto financiándolo”, dijo Naumann. “Quiere convertir a Roe vs Wade en ley en caso de que la corte lo revierta. Quiero decir, es más radical que cualquier presidente que hayamos tenido, y luego el problema aún mayor es que es Católico. Entonces, al hacer esto, y continuar afirmando ser un católico devoto, crea confusión”.

Es ostensiblemente un abuso de poder político contra el Catolicismo, sugirió Naumann.

“Tiene mucho poder y autoridad, pero no tiene la autoridad para definir la enseñanza Católica”, continuó. “Esa es la responsabilidad de los obispos y, en mi opinión, tenemos que corregir eso para asegurarnos de que la gente no sea engañada y pedirle al presidente que actúe con integridad al respecto”.

“Lo que está haciendo en este momento no muestra integridad: lo muestra a él usando el sacramento”, según Naumann, quien también advirtió sobre las posturas políticas de Biden sobre la libertad religiosa y el matrimonio.

“Él está haciendo estas acciones y luego dice, ‘soy un Católico devoto’, así que, en esencia, le está diciendo a otros católicos: ‘Soy un católico devoto; estoy haciendo estas cosas. Tú también puedes hacerlas’”, dijo Naumann. “Ahí es donde nosotros, como obispos, tenemos que intervenir para proteger a nuestra gente”.

Carta pastoral del arzobispo de San Francisco, EEUU: Dignidad humana de los no nacidos, Sagrada Comunión, y católicos en la vida pública


Mons. Salvatore Joseph Cordileone, arzobispo de San Francisco, California, EEUU, resulta ser el obispo de Nancy Pelosi, residente en esa arquidiócesis y abierta pro-abortista demócrata, y ha publicado ayer una carta pastoral sobre la dignidad humana de los no nacidos, la Sagrada Comunión, y los católicos en la vida pública. Así que el que la lea que entienda. Un sumario en español de la misma aquí, y la carta completa en español aquí (PDF).

Este es un artículo al respecto de Aciprensa, May-01-2021.

Arzobispo: Católicos que apoyan aborto no deben acercarse a la Eucaristía

POR EDUARDO BERDEJO | ACI Prensa


El Arzobispo de San Francisco (Estados Unidos), Mons. Salvatore Joseph Cordileone, publicó este sábado una carta pastoral sobre la dignidad humana de los no nacidos, en la que afirmó que quienes rechazan la enseñanza de la Iglesia sobre la santidad de la vida, como sucede con el aborto, no deben recibir la Eucaristía.

“La enseñanza de nuestra fe es clara: los que matan o ayudan a matar al niño (incluso si se oponen personalmente al aborto), los que presionan o alientan a la madre a abortar, los que pagan por el aborto, los que proporcionan asistencia financiera a organizaciones pro-aborto o los que apoyan a candidatos o legislaciones con el fin de hacer del aborto una ‘opción’ de mayor accesibilidad están cooperando con un mal muy grave. La cooperación formal y la cooperación material inmediata en el mal nunca están moralmente justificadas”, expresó Mons. Cordileone.

Además, recordó que San Pablo, en su Primera Carta a los Corintios advirtió en referencia a la Eucaristía que “el que come el pan o bebe la copa del Señor indignamente peca contra el cuerpo y la sangre del Señor”, y “come y bebe su propia condenación por no reconocer el cuerpo”.

Asimismo, indicó que San Justino Mártir, en “la primera descripción de nuestra liturgia eucarística católica en Roma” de mediados del siglo II, señaló que “nadie puede compartir la Eucaristía con nosotros a menos que crea que lo que enseñamos es verdad; a menos que sea lavado en las aguas regeneradoras del bautismo para la remisión de sus pecados, y a menos que viva de acuerdo con los principios dados por Cristo”.

“Aplicando estos antiguos requisitos al tema actual -escribió Mons. Cordileone-, aquellos que rechazan la enseñanza de la Iglesia sobre la santidad de la vida humana y aquellos que no buscan vivir de acuerdo con esa enseñanza no deben recibir la Eucaristía”.

El Arzobispo dijo que “se trata fundamentalmente de una cuestión de integridad: recibir el Santísimo Sacramento en la liturgia católica es abrazar públicamente la fe y las enseñanzas morales de la Iglesia Católica, y desear vivir en consecuencia. Todos fallamos de varias maneras, pero hay una gran diferencia entre luchar para vivir de acuerdo con las enseñanzas de la Iglesia y rechazar tales enseñanzas”.

“En el caso de figuras públicas que se identifican como católicas y promueven el aborto, no estamos tratando con un pecado cometido en la debilidad humana o en un ‘desliz’ moral: se trata de un rechazo persistente, obstinado y público de la enseñanza católica. Esto añade una responsabilidad aún mayor al papel de los párrocos de la Iglesia en el cuidado de la salvación de las almas”.

El mal del aborto

En su carta pastoral, el Arzobispo afirmó que el derecho a la vida “es el fundamento de todos los demás derechos” y por tanto, sin su protección, “no tiene sentido hablar de ninguna otra clase de derechos”.

La ciencia ha sido clara al señalar que “una vida humana nueva y genéticamente distinta comienza en la concepción”, afirmó el Prelado, y por tanto, “se deduce que él o ella posee un derecho inherente a la vida” desde ese instante. “Así, la invasión traumática del acto del aborto pone fin a una vida humana”, expresó.

Sin embargo, denunció que “los defensores del aborto argumentan que están empoderando a las mujeres, pero de hecho la práctica generalizada de la anticoncepción y el aborto ha creado una enorme carga para la mujer embarazada”, y han hecho del embarazo un “problema de ella” que si no lo evitó, lo debe eliminar, incluso presionada por quienes deberían ayudarla, como el padre del niño, su familia y amigos.

“El aborto nunca es únicamente acto de la madre. Otros, en mayor o menor medida, comparten la culpabilidad cada vez que se perpetra este mal”, advirtió.

Mons. Cordileone dijo que “durante décadas, la cultura occidental ha estado negando la dura realidad del aborto”, usando sofismas o prohibiendo la discusión en muchos lugares. “Estoy convencido de que esta conspiración de desinformación y silencio está alimentada por el miedo a lo que significaría reconocer la realidad con la que estamos tratando”.

“¿Cómo podemos enfrentar la enormidad de esta indignación? La única manera en que podemos hacerlo es confiando en la misericordia de Dios, cuyo amor compasivo nos brinda la oportunidad de conversión y arrepentimiento. Cristo otorga su perdón abundantemente, y la gracia de Dios nos ayudará, ya que todos necesitamos la conversión”, afirmó.

Asimismo, recordó “a las mujeres que han tenido un aborto y a aquellas otras que se han visto afectadas por el mismo: Dios las ama. Las amamos. Dios quiere que sanen, y nosotros también, y tenemos los recursos para ayudarlas”.

“Por favor, diríjanse a nosotros, porque las amamos, queremos ayudarlas y queremos que sanen. Debido a lo que han soportado, ustedes más que nadie pueden convertirse en una voz poderosa para la santidad de la vida. Muchas personas han hecho este cambio en sus vidas”, expresó.

A los católicos en la vida pública

En su carta sobre la dignidad humana de los no nacidos, el Arzobispo de San Francisco agradeció por su valiente testimonio a los católicos que participan en la vida pública y abogan por los no nacidos, porque a pesar de la “oposición feroz”, son “una fuente de inspiración y orgullo para todos nosotros en la comunidad católica!”.

Por ello, exhortó a los católicos que en la vida pública practican o abogan por el aborto, que cese “la matanza”. “Dios les ha confiado una posición de prestigio en la sociedad” y “algún día tendrán que rendir cuentas a Dios por su administración de esta confianza”, señaló.

“Dejen de fingir que abogar o practicar un mal moral grave —un mal que apaga una vida humana inocente, que niega un derecho humano fundamental— es de alguna manera compatible con la fe católica. No lo es. Por favor, regresen a casa a la plenitud de su fe católica”, añadió.

Mons. Cordileone recordó que el profeta Ezequiel advirtió que si al que hace el mal no se le advierte de su mala conducta, “el malo morirá debido a su pecado”, pero Dios nos pedirá “cuenta de su sangre”. “Me estremece pensar que si no desafío abiertamente a los católicos bajo mi cuidado pastoral que abogan por el aborto, tanto ellos como yo tendremos que responder ante Dios por sangre inocente”, señaló.

“Nuestra Señora de Guadalupe, patrona de los no nacidos y Estrella de la Nueva Evangelización, ¡ruega por nosotros!”, expresó el Arzobispo de San Francisco.