Monday, January 11, 2021

Misa en el lugar donde Jesús fue bautizado, después de 54 años


Información de Custodia Terræ Sanctæ, Ene-10-2021.

“De campo de minas a lugar de oración”: la celebración del bautismo de Jesús vuelve a la iglesia franciscana en el Jordán

10 Enero 2021


El domingo 10 de enero de 2020, después de 54 años y 3 días, los frailes franciscanos de la Custodia de Tierra Santa volvieron a celebrar en la iglesia de San Juan Bautista en Qasr Al-Yahud, a orillas del río Jordán, sitio cristiano donde se recuerda el Bautismo de Jesús.

La liturgia comenzó con la procesión de los franciscanos que, desde el monasterio greco-ortodoxo de San Juan, llegaron al terreno franciscano no muy lejos de las orillas del río, donde se celebró la santa misa. Antes de la celebración eucarística el párroco de la parroquia de Jericó, fray Mario Hadchity recibió a los frailes y al Custodio de Tierra Santa fray Francesco Patton. “Estamos encantados, en este día especial, de que la Custodia de Tierra Santa con la ayuda de Dios, después de más de medio siglo, haya podido regresar a la iglesia latina de San Juan Bautista” dijo fray Mario. “Que sea un lugar donde todos los que entren puedan encontrar la gracia de Dios”. Después de besar la cruz y de la incensación, el Custodio hizo su entrada solemne abriendo personalmente la cancela del lugar, cerrada desde hace más de medio siglo.

Asistieron a la celebración, presidida por el Custodio de Tierra Santa, el nuncio apostólico en Israel y Chipre y delegado apostólico en Jerusalén y Palestina, monseñor Leopoldo Girelli, el cónsul general italiano Giuseppe Fedele, la vicecónsul española Paloma Serra y una representación de las autoridades militares israelíes.En cumplimiento de las normas por el coronavirus, se hallaban presentes unas cincuenta personas divididas en grupos de diez y manteniendo la distancia. “Fue el 7 de enero de 1967 cuando dos sacerdotes celebraron por última vez la santa misa en este santuario y firmaron en el registro de las misas. Fray Sergey pudo recuperarlo el 9 de agosto de 2018, entrando en el pequeño convento poco después de que el terreno fuera limpiado de minas”, dijo fray Patton en su homilía.

“Se trataba de un sacerdote inglés, don Robert Carson y de un sacerdote nigeriano, don Silao Umah. Hoy, 54 años y 3 díasdespués, podríamos decir que al empezar el 55º aniversario desde que se cerró ese registro, al finalizar esta celebración eucarística volveremos a abrir el mismo registro, pasaremos página y en una nueva página podremos escribir la fecha de hoy, 10 de enero de 2021, y firmar con nuestros nombres para dar testimonio de que este lugar, que se había transformado en campo de guerra, un campo minado, ha vuelto a ser campo de paz, un campo de oración”.

El terreno, ya frecuentado desde 1641 para la peregrinación anual, fue adquirido por la Custodia en 1932, pero no fue hasta 1956 cuando se construyó una pequeña iglesia dedicada a San Juan Bautista y luego encomendada a los frailes del convento de Jericó. En 1967, al estallar la guerra entre Israel y Jordania, que afectó muy de cerca a la zona hasta el punto de que se convirtió en un campo minado de cincuenta y cinco hectáreas, los franciscanos fueron obligados a huir a toda prisa del convento, abandonando el sitio. Después de treinta y tres años, en 2000, se abrió un acceso con ocasión de la visita del papa Juan Pablo II a Tierra Santa.

En 2011 las autoridades israelíes hicieron el lugar accesible para los peregrinos y solo en enero de 2018 la asociación Halo Trust centró su interés en este territorio iniciando las tareas de desminado en marzo del mismo año y liberándolo por completo a finales de octubre de 2018.

Luego, en octubre de 2020 se devolvieron las llaves del lugar y se pudo comenzar el trabajo de limpieza y rehabilitación con el fin de hacerlo accesible a los peregrinos en el futuro. “Se realizaron obras urgentes para permitir la habitabilidad del lugar para la celebración actual del bautismo”, comentó el ingeniero Leonardo di Marco, director de la Oficina Técnica de la Custodia. “Tenemos intención de volver a abrirlo a los peregrinos, que podrán encontrar un lugar donde detenerse y meditar en rincones de oración que se construirán alrededor de la iglesia central, dentro de un jardín de palmeras. La experiencia de los peregrinos continuará con la visita al Jordán a través del camino detrás de la iglesia de San Juan, que lleva hasta el altar situado a orillas del Jordán, también propiedad de la Custodia”.

Al final de la celebración eucarística, antes de firmar en el libro de celebraciones, el Custodio de Tierra Santa dio las gracias a las autoridades presentes y al equipo de la Oficina Técnica implicado en la recuperación y restauración del lugar. “Quiero dar las gracias de manera especial al presidente Rivlin que deseaba firmemente la restitución de estos lugares santos a las Iglesias”, dijo el Custodio fray Patton. “En muchas reuniones siempre ha hablado de su sueño de que las dos orillas del Jordán estén en paz y que también gracias a este lugar santo exista una colaboración entre Israel, la Autoridad Palestina y el reino de Jordania. Por este motivo, en los últimos años el presidente ha realizado muchos esfuerzos para que este lugar pudiese volver a ser lugar de oración y acogida para los peregrinos. Como Custodia de Tierra Santa, estamos muy contentos de que el primer lugar de la zona que vuelve a ser lugar de oración y celebración sea precisamente nuestro santuario de San Juan Bautista”.

Tras la firma, todos los asistentes continuaron la celebración con una breve procesión hasta el segundo altar franciscano situado a orillas del río Jordán. En este lugar se leyó un pasaje del Libro de los Reyes y, posteriormente, la asamblea se diluyó hacia la orilla del rio donde el Custodio, descalzo, como miles de peregrinos antes que él, sumergió los pies en las aguas del río.

Audiencia de Francisco con prefecto para las Iglesias Orientales, ¿sobre viaje a Irak?


Fijamos la atención en esta particular audiendia tenida hoy en el Vaticano, podría ser algo rutinario, salvo por un detalle. El boletín diario de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, Ene-11-2021, informa de la siguiente audiencia como la primera del día.

El Santo Padre Francisco ha recibido en audiencia esta mañana:

-S.E. el cardenal Leonardo Sandri, prefecto de la Congregación para las Iglesias Orientales;

[...]

Aunque regularmente todos los Papas se reunen con las cabezas de los dicasterios, sería interesante averiguar esta audiencia de qué se trató, en lo particular por lo dicho por Francisco en una entrevista televisiva transmitida en Italia la noche del Domingo, específicamente sobre la posibilidad de que el proyectado viaje a Irak, a realizarse en Marzo de 2021, sea cancelado motivo pandemia.

Hacia las diaconisas: Francisco, por decreto, abre el acolitado y el lectorado a las mujeres


Siempre hemos repetido lo mismo, un motu proprio en lenguaje vulgar es un decreto. Mucha sinodalidad en el discurso, pero al final Francisco constantemente decide por sí mismo. Las ordenes menores, entre las que se incluyen el acolitado y el lectorado, una vez transcurrido el Vaticano II, fueron entendidas como meras funciones, pero los tradis las han mantenido como siempre fueron entendidas, es por eso que un cambio que ya existía de facto ahora ha recibido la ciudadanía de iure. Atención, porque ese es un paso más hacia las diaconisas.

El cambio se ha realizado mediante el motu proprio de Francisco, Spiritus Domini, con fecha Ene-10-2021, que modifica el cánon 230 § 1 del CIC. Esta preferencia de Francisco es explicada mediante una carta suya al prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, Cardenal Luis F. Ladaria, S.I., con la misma fecha.

Este es un resumen del cambio, proporcionado por Vatican News.

El Papa: los ministerios del Lector y del Acólito estén abiertos a las mujeres

Francisco está cambiando el Código de Derecho Canónico haciendo institucional lo que ya sucede por la práctica: el acceso de las mujeres laicas al servicio de la Palabra y el altar. La elección del Pontífice explicada en una carta al Cardenal Ladaria.

Vatican News


El Papa Francisco ha establecido con un motu proprio que los ministerios del Lector y del Acólito están en adelante también abiertos a las mujeres, de forma estable e institucionalizada con un mandato especial. Las mujeres que leen la Palabra de Dios durante las celebraciones litúrgicas o que realizan un servicio en el altar, como ministras o como dispensadoras de la Eucaristía, no son ciertamente una novedad: en muchas comunidades del mundo son ahora una práctica autorizada por los obispos. Sin embargo, hasta ahora todo esto se ha realizado sin un mandato institucional real y adecuado, en derogación de lo establecido por San Pablo VI, quien, en 1972, al abolir las llamadas "órdenes menores", había decidido mantener el acceso a estos ministerios reservados a los hombres sólo porque los consideraba preparatorios para un eventual acceso a las órdenes sagradas. Ahora el Papa Francisco, también a raíz del discernimiento que surgió de los últimos Sínodos de Obispos, quiso hacer oficial e institucional esta presencia femenina en el altar.

Con el motu proprio "Spiritus Domini", que modifica el primer párrafo del canon 230 del Código de Derecho Canónico y que se publica hoy, el Pontífice establece, por tanto, que las mujeres pueden acceder a estos ministerios y que se les atribuye también mediante un acto litúrgico que las institucionaliza.

Francisco especifica que quiso aceptar las recomendaciones que surgieron de varias asambleas sinodales, escribiendo que "se ha alcanzado en los últimos años un desarrollo doctrinal que ha puesto de relieve cómo ciertos ministerios instituidos por la Iglesia tienen como fundamento la condición común de los bautizados y el sacerdocio real recibido en el sacramento del bautismo". Por lo tanto, el Papa nos invita a reconocer que estos son ministerios laicos "esencialmente distintos del ministerio ordenado recibido en el sacramento del Orden".

La nueva formulación del canon reza: "Los laicos de una edad y unos dones determinados por decreto de la Conferencia Episcopal podrán ser empleados permanentemente, mediante el rito litúrgico establecido, en los ministerios de lectores y acólitos". Por lo tanto, se suprime la especificación "del sexo masculino" que se refería a los laicos y que estaba presente en el texto del Código hasta la modificación de hoy.

El motu proprio va acompañado de una carta dirigida al Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, el cardenal Luis Ladaria, en la que Francisco explica las razones teológicas de su elección. El Papa escribe que "en el horizonte de renovación trazado por el Concilio Vaticano II, hay un creciente sentido de urgencia hoy para redescubrir la corresponsabilidad de todos los bautizados en la Iglesia, y en particular la misión de los laicos". Y citando el documento final del Sínodo para el Amazonas, observa que "para toda la Iglesia, en la variedad de situaciones, es urgente que los ministerios sean promovidos y conferidos a hombres y mujeres... Es la Iglesia de los hombres y mujeres bautizados la que debemos consolidar promoviendo la ministerialidad y, sobre todo, la conciencia de la dignidad bautismal".

Francisco, en su carta al cardenal, después de recordar en las palabras de San Juan Pablo II que "con respecto a los ministerios ordenados la Iglesia no tiene en absoluto la facultad de conferir la ordenación sacerdotal a las mujeres", añade que "para los ministerios no ordenados es posible, y hoy parece oportuno, superar esta reserva". El Papa explica que "ofrecer a los laicos de ambos sexos la posibilidad de acceder a los ministerios de Acolitado y Lectorado, en virtud de su participación en el sacerdocio bautismal, aumentará el reconocimiento, también a través de un acto litúrgico (institución), de la preciosa contribución que desde hace tiempo muchísimos laicos, incluidas las mujeres, ofrecen a la vida y a la misión de la Iglesia". Y concluye que "la decisión de conferir estos cargos, que implican estabilidad, reconocimiento público y el mandato del obispo, también a las mujeres hace más efectiva la participación de todos en la labor de evangelización de la Iglesia".

La medida viene después de una profundización de la reflexión teológica sobre estos ministerios. La teología posconciliar ha redescubierto de hecho la relevancia del Lectorado y el Acolitado, no sólo en relación con el sacerdocio ordenado, sino también y sobre todo en referencia al sacerdocio bautismal. Estos ministerios forman parte de la dinámica de colaboración recíproca que existe entre los dos sacerdocios, y han puesto de relieve cada vez más su carácter propiamente "laico", vinculado al ejercicio del sacerdocio que pertenece a todos los bautizados como tales.


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