En horas precedentes, dígase unas 24 horas, es probable que hayan visto Ustedes adelantos de una entrevista con Francisco que le realizó TG5 de Canale 5 de la televisión italiana y se iba a transmitir en la noche del Domingo. Bien, la entrevista ya fue transmitida y estas son algunas reseñas en español de dicha entrevista.
La periodista amiga de Francisco, Elisabetta Piqué, escribiendo para La Nación hace énfasis en la coyuntura del aborto, recientemente aprobado por el parlamento argentino.
ROMA.- Aunque no se refirió a la legalización de la interrupción voluntaria del embarazo en la Argentina, un duro golpe al tratarse de su madre patria, el papa Francisco volvió este domingo a dejar en claro su rechazo más absoluto al aborto, en una entrevista que concedió a la emisora televisiva italiana Canale 5.
Al reiterar que "nadie se salva solo" y su crítica a la cultura del descarte en general -de niños, enfermos, ancianos, pobres y refugiados-, volvió a considerar que la práctica del aborto -rechazada desde siempre por la Iglesia Católica-, no es un tema "religioso" sino "humano".
"No nos olvidemos de una brutalidad que sucede en nuestra cultura: la cultura del descarte. Lo que pierde utilidad se descarta. Las personas que no son útiles se descartan, se descartan niños, no queriéndolos o mandándolos al remitente cuando se ve que tienen alguna enfermedad, o simplemente cuando no son queridos. Antes del nacimiento, se cancelan de la vida", lamentó el ex arzobispo de Buenos Aires, en el marco de una reflexión sobre la importancia de acompañar, cuidar y ser cercanos, como caminos para superar la actual crisis provocada por la pandemia de coronavirus.
El Papa, que le confesó al vaticanista de Canale 5, Fabio Marchese Ragona, que lo entrevistó en la residencia de Santa Marta, que en verdad no quería hablar del tema aborto, "pero me tiraste la lengua", fue más allá. "Algunos dicen 'bueno si pasa algo así, se puede hacer, la religión nos entenderá'. Pero atención, el problema del aborto no es un problema religioso, es un problema humano, pre-religioso, es un problema de ética humana", indicó. "Luego las religiones siguen o no siguen, pero es un problema que un hombre, también un ateo, debe resolver en su conciencia", agregó, mientras se difundían imágenes de las manifestaciones en favor y en contra de la legalización del aborto en la Argentina. Y contó que él suele hacerle tres preguntas a quien le plantea este problema. "¿Yo tengo derecho a hacer esto? Es una respuesta científica: a la tercera, casi cuarta semana, está el adn, están todos los órganos del nuevo ser humano que está en el vientre de la mamá, es una vida humana. Hago esta pregunta. ¿Es justo cancelar una vida humana para resolver un problema, sea cual sea el problema? No, no es justo. ¿Es justo alquilar un sicario para resolver un problema, uno que mata esta vida humana? Este es el problema del aborto científicamente y humanamente. No mezclemos las religiones, sino la conciencia humana", sentenció.
Los políticos deben jugarse por la unidad
En la entrevista, en la que reveló que la semana próxima se vacunará conta el coronavirus en el Vaticano -como se anticipó- preguntado sobre cómo puede el mundo volver a pararse luego de un año tan trágico como el 2020, marcado por la pandemia, el Papa contrapuso a la cultura de la indiferencia y del 'sano menefreghismo", que "no es sano", la cercanía. "La indiferencia nos mata porque nos aleja. La palabra clave para superar la crisis es cercanía", dijo, al subrayar también la importancia de que la dirigencia política piense en el bien común y en la unidad, antes que el conflicto, en este momento crucial.
"La clase dirigente tiene derecho a tener puntos de vista distintos, derecho a imponer la propia política del partido, pero en este tiempo, se debe jugar por la unidad, siempre. En este tiempo no hay derecho a alejarse de unidad", aseguró. "Pero si los políticos subrayan más el interés personal, no el común, arruinan esto. En este momento la clase dirigente no tiene derecho a decir 'yo', debe decir 'nosotros' y buscar unidad frente a la crisis. Un político, un pastor, un católico, un dirigente, que en este momento no tiene capacidad de decir 'nosotros' en lugar de 'yo', no está a la altura situación. Se llama egoísmo", dijo. "Los conflictos en la vida son necesarios, pero en este momento deben irse de vacaciones y debe subrayarse la unidad del país, de la Iglesia, de la sociedad. Es momento de paz, de sembrar todos el bien común. Le digo a todos los dirigientes, sean pastorales, políticos, empresarios, que cancelen por un tiempo la palabra 'yo' y decir la palabra 'nosotros'. Si pierdo la oportunidad, la historia te dará otra", insistió.
Preguntado sobre cómo cambió su vida cotidiana debido a la pandemia, sin perder su sentido del humor, el papa Francisco reconoció cambios e hizo entender que podría suspender su viaje a Irak, anunciado para marzo próximo. "Ante todo, estoy enjaulado. Luego me calmé, tomé la vida como viene, se reza más, se habla más, se usa más el teléfono, se hacen reuniones para resolver problemas... La pandemia ha coloreado también la vida del Papa y yo estoy contento. Cuando hice oraciones públicas, cuando fui al crucifijo milagroso y cuando hice el 27 de marzo la oración contra la pandemia o el via crucis (en solitario), estas cosas furon una expresión del dolor que se siente y una expresión de amor a toda la gente, que te hace ver caminos nuevos para ayudarnos los unos a los otros", dijo. Y agregó: "sí, tuve que cancelar viajes... Papúa Nueva Guinea, Indonesia, son viajes que fueron cancelados, porque en coinciencia no puedo provocar aglomeraciones. Ahora no sé si el próximo viaje se hará. Sí ha cambiado la vida, una vida cerrada. Pero el Señor nos ayuda siempre a todos", concluyó.
La agencia ANSA también destaca de la entrevista el punto del aborto.
(ANSA) - ROMA, 10 GEN - "No olvidemos una brutalidad que sucede en nuestra cultura: podemos decir que esta es la cultura del descarte. Aquello que pierde su utilidad se descarta. Muchas cosas se descartan: es la cultura del descarte. Gente que no sirve. Los niños son descartados, de mala gana, o enviándolos al remitente cuando se ve que tienen alguna enfermedad, o cuando simplemente no son queridos: antes del nacimiento se les cancela de la vida".
Así lo afirmó el Papa Francisco en la entrevista exclusiva con Tg5 transmitida esta noche en Canale 5.
"Alguien dice que si hay algo que se puede hacer, la religión nos entenderá -subrayó el Pontífice, respondiendo a las preguntas del experto vaticano de Madiaset, Fabio Marchese Ragona-. Pero el problema de la muerte no es un problema religioso, ojo: es un problema humano prerreligioso, es un problema de ética humana. Entonces las religiones lo siguen, pero es un problema que incluso un ateo debe resolver en su conciencia. Le hago dos preguntas a una persona que me hace pensar en este problema".
"¿Tengo derecho a hacer esto? -se preguntó Bergoglio- La respuesta científica: la tercera semana, casi la cuarta, están todos los órganos del nuevo ser humano en el vientre de la madre, es una vida humana. Hago esta pregunta: ¿Es justo borrar una vida humana para solucionar un problema, cualquier problema? No, eso no es correcto. ¿Está bien contratar a un sicario para que solucione un problema? ¿Uno que mata vidas humanas? Este es el problema del aborto. Científica y humanamente".
"No comprometer las religiones que vienen después, pero no e por perder la conciencia humana", añade el Pontífice. "Incluso descartando niños -como decía antes- sin educación los descartan para explotarlos después: sin privarlos del hambre, crecen enfermos y mueren. Los niños no producen y se descartan -prosiguió-. Descartar a los ancianos: los ancianos no producen y se descartan. Descartar al enfermo o acelerar la muerte cuando sea terminal. Descartar con el fin de que la cosa sea más cómoda para nosotros y no nos traiga tantos problemas".
"Esta es la cultura del descarte -subrayó Francisco-.
Descartar a los migrantes: sobre nuestra conciencia pesa la gente que se ahogó en el Mediterráneo porque no los dejaron venir. Cómo se administra después, aquello es otro problema que los Estados deben afrontar con prudencia y sabiduría, pero dejarlos ahogar para luego solucionar un problema no funciona.
Nadie lo hace con intención, es cierto, pero si no pones los medios de ayuda es un problema. No hay intención, pero hay intención".
"En esta cultura del descarte no se quiere una cultura de acogida: en lugar de descartar la acogida -concluyó-. No es válida la cultura de la indiferencia. Esta es el camino para salvarnos, la cercanía, la hermandad, haciendo todo juntos.
Hermandad que no significa hacer un club de amigos, no. Todos".
Infobae, que también es un medio argentino, también se centra en el tema de lo dicho por Francisco sobre el aborto.
¿Es correcto contratar a un sicario para resolver un problema?”. Así es como el Papa Francisco respondió sobre el tema del aborto durante una larga entrevista exclusiva con Tg5, noticiero del canale 5 de Italia.
Para el Papa, el asunto no es un problema religioso, “es un problema humano, pre-religioso, es un problema de ética humana. Luego las religiones lo siguen, pero es un problema que incluso un ateo tiene que resolver en su conciencia”.
Y agregó: “¿Tengo derecho a hacer esto? La respuesta científica: la tercera semana, casi la cuarta, hay todos los órganos del nuevo ser humano en el vientre de la madre, es una vida humana. Hago esta pregunta: ¿es correcto cancelar una vida humana para resolver un problema, cualquier problema? No, no está bien. ¿Es correcto contratar a un sicario para resolver un problema? ¿Uno que mata la vida humana? Ese es el problema con el aborto. Científica y humanamente. No te metas con las religiones que vienen después, pero no pierdas tu conciencia humana”.
Francisco afirmó que el aborto es parte de una brutalidad que sucede en nuestra cultura, la cultura del descarte. “Lo que pierde utilidad se descarta. Las personas que no son útiles se descartan. Se descartan a los niños, no queriéndolos o cuando simplemente no son queridos. Antes de nacer se cancelan en la vida”, dijo.
Para Francisco, si bien “el problema de la muerte no es un problema religioso sino humano, de ética humana”, es algo que “también un ateo debe resolver en conciencia”.
El Pontífice también lamentó que se descarte a los ancianos y sin mencionarlo habló también de la eutanasia: “Los ancianos que no producen son descartados. Descartar a los enfermos o acelerar la muerte cuando son terminales. Descartar para que la cosa sea más cómoda para nosotros y no nos genere tantos problemas. Esta es la cultura del descarte”.
Tras alentar a los Gobiernos a responder ante esta situación, pidió enfrentarse a la cultura del descarte con una cultura de la acogida: “En vez de descartar, acoger”. “No vale la cultura de la indiferencia. Este es el camino para salvarnos, la cercanía, la hermandad, el hacer todo juntos. Hermandad que no quiere decir hacer un club de amigos. No. Todos”.
En un fragmento de la entrevista con el periodista Fabio Marchese Ragona que se difundió ayer en forma de adelanto, Francisco aseguró que se vacunará contra el coronavirus la próxima semana. “Creo que desde el punto de vista ético todo el mundo debe vacunarse, porque no solamente pones en peligro tu salud, tu vida, sino también las de los otros”, explicó en esa entrevista.
Y agregó: “Cuando yo era chico, me acuerdo de la epidemia de la poliomelitis, a causa de la cual muchos niños quedaron paralizados y todo el mundo esperaba ansiosamente una vacuna (...) Cuando llegó la vacuna la daban con azúcar”.
“Luego crecimos a la sombra de las vacunas, contra el sarampión, contra esto, contra aquello... vacunas que se daban a los niños”, recordó. “No sé porqué algunos dicen: ‘No, la vacuna es peligrosa’. Pero si los médicos la presentan como algo que puede ser bueno, que no presenta riesgos particulares, por qué no hacerlo”, se preguntó.
En su aparición televisiva, el Papa también puso en duda una histórica visita a Irak en marzo, debido a la pandemia de coronavirus. Francisco habló del tema cuando se lo consultó esobre cómo su vida había cambiado debido a la pandemia y cómo tuvo que cancelar los viajes que había planeado para el año pasado. “Sí, tuve que cancelar viajes ... porque en conciencia, no puedo ser la causa de aglomeraciones, ¿no? Ahora, no sé si el viaje a Irak se puede realizar. La vida ha cambiado”, sostuvo.
El viaje del 5 al 8 de marzo llevará al Papa a la capital Bagdad; a Ur, una ciudad vinculada a la figura de Abraham en el Antiguo Testamento; y Erbil, Mosul y Qaraqosh en las llanuras de Nínive.
Agencia Reuters envía un corto despacho destacando solamente la posibilidad de la cancelación del viaje de Francisco a Irak.
ROMA, 10 ene (Reuters) - El Papa Francisco dijo que no está seguro de si podrá concretar una histórica visita a Irak en marzo, debido a la pandemia de coronavirus.
El pontífice puso en duda el viaje, que sería la primera visita de un Papa al país de Oriente Medio, en una entrevista con Canale 5 de Italia transmitida el domingo por la noche.
Francisco habló en una sección de la entrevista sobre cómo su vida había cambiado debido a la pandemia y cómo tuvo que cancelar los viajes que había planeado para el año pasado.
"Sí, tuve que cancelar viajes ... porque en conciencia, no puedo ser la causa de aglomeraciones, ¿no? Ahora, no sé si el viaje a Irak se puede realizar. La vida ha cambiado", sostuvo.
El viaje del 5 al 8 de marzo llevará al Papa a la capital Bagdad; a Ur, una ciudad vinculada a la figura de Abraham en el Antiguo Testamento; y Erbil, Mosul y Qaraqosh en las llanuras de Nínive.
El presidente iraquí, Barham Salih, dijo en una publicación en Twitter el mes pasado que el viaje "será un mensaje de paz para los iraquíes de todas las religiones y servirá para afirmar nuestros valores comunes de justicia y dignidad".
Se espera que el Papa de 84 años sea vacunado contra el COVID-19 esta semana. El líder católico dijo en la entrevista que todos los que puedan deben vacunarse.
(Reporte de Philip Pullella. Editado en español por Marion Giraldo)