Monday, December 06, 2021

¿Al fin por qué fue que le aceptaron la renuncia al Arzobispo parisino?, alguien que explique


Sobre la renuncia ofrecida por Mons. Michel Aupetit, Arzobispo de París, y aceptada rapidamente, se presentó una oportunidad excepcional para que el propio Francisco nos hubiera dicho la causa de su aceptación, pero la oportunidad se desperdició. Durante el vuelo de regreso de Grecia a Roma, Francisco concedió la habitual conferencia de prensa, que suele ser lo más jugoso de sus viajes, justo una periodista del periódico Francés Le Monde le preguntó en específico sobre ello, pero no sabemos si es que somos muy brutos o qué, pero la respuesta de Francisco no aclaró nada. Si alguien entendió bien que haga la obra de caridad de explicarnos, porque por lo que la respuesta en bruto de Francisco dice, pues no, no se entiende nada, ambigüedad ante todo. Esta es una traducción al español, proporcionada por Aciprensa, de la respuesta de Francisco.

Cécile Chambraud (Le Monde): Santo Padre, el jueves cuando llegamos a Nicosia nos enteramos que usted había aceptado la renuncia del Arzobispo de París, Mons. Aupetit, ¿puede decirnos por qué?, ¿y por qué con tanta prisa?

Segunda pregunta, tras el informe de una comisión independiente sobre los abusos sexuales la Conferencia Episcopal de Francia ha reconocido que la Iglesia tenía una responsabilidad institucional por lo que han sufrido miles de víctimas, también hablaron de la dimensión sistémica de esta violencia ¿qué opina usted de estas declaraciones de los obispos franceses? ¿Qué significado pueden tener para la Iglesia universal? Y, última pregunta, ¿recibirá usted a los miembros de esta comisión independiente?

Papa Francisco: Comienzo con la segunda (pregunta) y luego volvemos a la primera.

Cuando se hacen estos estudios debemos poner atención con la interpretación, para que se hagan por períodos de tiempo. Cuando se hace después de un tiempo así de largo, existe el riesgo de confundir la forma en que se siente un problema en una época setenta años antes que en otra.

Quisiera decir esto solamente como principio. Una situación histórica debe interpretarse con la hermenéutica de la época, no con la nuestra. Por ejemplo, la esclavitud: decimos “una brutalidad”, los abusos de hace cien años o hace setenta años, es una brutalidad. Pero la forma de cómo la vivían ellos no es la misma que hoy, había otra hermenéutica.

Por ejemplo, el caso de los abusos en la Iglesia, el encubrir, la forma en que se utiliza -lamentablemente- en las familias o en la gente, en la gran mayoría de la gente, en los barrios, de buscar encubrir, que nosotros decimos: ‘No, no va esto’ el encubrir. Pero, siempre va a interpretar una época con la hermenéutica, no con la nuestra.

Por ejemplo, el estudio de Indianápolis, famoso, se vino abajo por la falta de una interpretación correcta, eran algunas cosas verdaderas, se mezclaron las épocas.

Sobre el informe, no lo he leído, ni he escuchado los comentarios de los obispos franceses, así que no sé cómo responder de verdad. Los obispos franceses vendrán este mes y les pediré que me lo expliquen.

La primera pregunta, sobre el caso (de Mons.) Aupetit: me pregunto ¿qué hizo Aupetit que fuera tan grave como para tener que dimitir? ¿Qué hizo? Que alguno me responda.

Periodista: No lo sé.

Papa Francisco: Si no conocemos la acusación, no podemos condenar. ¿Cuál era la acusación? ¿Quién la sabe? Es feo ¿eh?

Periodista: Problema de gobierno u otra cosa, no sabemos.

Papa Francisco: Antes de contestar, yo diré: hagan la investigación, hagan la investigación. Porque existe el peligro de decir: fue condenado, ¿pero quién lo condenó? La opinión pública, las habladurías. ¿Pero qué hizo? No lo sabemos. Si ustedes saben por qué, díganlo, por el contrario, yo no puedo responder.

Ustedes sabrán por qué, porque fue una falta de él, una falta contra al sexto mandamiento, no total, sino pequeñas caricias y masajes que hizo a su secretaria, esa es la acusación. Esto es un pecado. Pero no es uno de los más graves ¿eh?, porque los pecados de la carne no son los más graves. Los pecados más grandes son aquellos que tienen más ‘angelicalidad’, la soberbia, el odio, estos son más graves. Aupetit es pecador, como soy yo, no sé si usted se siente… Como fue Pedro, el obispo sobre el que Jesucristo fundó la Iglesia. ¿Cómo puede ser que la comunidad de ese tiempo había aceptado a un obispo pecador? Y eso era un pecado con mucha ‘angelicalidad’ como es el negar a Cristo ¿no?. Era una Iglesia normal, estaba acostumbrada a sentirse pecadora todo el tiempo, una Iglesia humilde. Se ve que nuestra Iglesia no está acostumbrada a tener un obispo pecador. Pretendemos decir que mi obispo es un santo. No. Esto es caperucita roja. Todos somos pecadores. Cuando las habladurías crecen, crecen, aquel hombre no podrá gobernar, porque le quita la fama, no por su pecado, que es pecado, como el de Pedro, como el mío, como el tuyo, es pecado. Pero por las habladurías de las personas responsables de contar el asunto. A un hombre que le han quitado la así públicamente, no puede gobernar, y esto es una injusticia y por eso acepté la renuncia de Aupetit, no en el altar de la verdad, sino en el altar de la hipocresía.