Saturday, July 31, 2021

De “pequeño Ratzinger” a microbergoglio, Arzobispo de Valencia suspende provisionalmente en su jurisdicción las celebraciones con el Misal de Juan XXIII


La frase aquella, atribuida erróneamente a Groucho Marx, de “estos son mis principios y si no le gustan tengo otros”, nos vino a la cabeza al enterarnos de la reacción tomada ante Traditionis Custodes por el cardenal Antonio Cañizares Llovera, arzobispo de Valencia.

El “pequeño Ratzinger”, como le decían en alguna época, ha pasado por varios espectros, para poner algunos ejemplos, como afirmar:

¡Cuántos sacerdotes se han visto tratados de «retrógrados» o «anticonciliares» por el solo hecho de celebrar de manera solemne, piadosa o simplemente por obedecer cabalmente las rúbricas! Es perentorio salir de esta dialéctica.

La reforma ha sido aplicada y principalmente ha sido vivida como un cambio absoluto, como si se debiera crear un abismo entre el pre y el post Concilio, en un contexto en el que el término «preconciliar» era usado como un insulto. Se dio aquí también el fenómeno que el Papa observa en su reciente carta a los obispos del 10 de marzo de 2009: «A veces se tiene la impresión de que nuestra sociedad tenga necesidad de un grupo al menos con el cual no tener tolerancia alguna, contra el cual se pueda arremeter con odio». Durante años éste fue el caso en buena medida de los sacerdotes y fieles ligados a la forma de Misa heredada a través de los siglos, tratados muchas veces «como leprosos», como dijera de forma contundente el entonces cardenal Ratzinger.

Hoy en día, gracias al Motu Proprio, esta situación está cambiando notablemente. Y en gran medida lo está haciendo porque la voluntad del Papa no ha sido únicamente satisfacer a los seguidores de monseñor Lefevbre, ni limitarse a responder a los justos deseos de los fieles que se sienten ligados, por diversos motivos, a la herencia litúrgica representada por el rito romano, sino también, y de manera especial, abrir la riqueza litúrgica de la Iglesia a todos los fieles, haciendo posible así el descubrimiento de los tesoros del patrimonio litúrgico de la Iglesia a quienes aún lo ignoran. ¡Cuántas veces la actitud de quienes los menosprecian no es debida a otra cosa que a este desconocimiento! Por eso, considerado desde este último aspecto, el Motu Proprio tiene sentido más allá de la existencia o no de conflictos: aun cuando no hubiera ningún «tradicionalista» a quien satisfacer, este «descubrimiento» hubiera sido suficiente para justificar las disposiciones del Papa.

Se ha dicho también que dichas prescripciones serían un «atentado» contra el Concilio, pero esto muestra un desconocimiento del mismo Concilio, cuya intención de brindar a todos los fieles la ocasión de conocer y apreciar los múltiples tesoros de la liturgia de la Iglesia es precisamente lo que deseó ardientemente esta magna asamblea...(Prólogo a la edición española de La Reforma De Benedicto XVI de Don Nicola Bux, Editorial Ciudadela en colaboración con el Instituto de Cristo Rey Sumo Sacerdote, 2009)

Ó, en un gesto ‘filo-lefebvrista’ (como dice por allí un cierto sacerdote) escribir el prefacio de un libro de un sacerdote de la FSSPX/SSPX.

Ó celebrar en 2012 la Santa Misa con el Misal de Juan XXIII en su condición de Prefecto en ejercicio de la Congregación para el Culto Divino para la peregrinación a Roma de los tradis que así mostraban su agradecimiento a Benedicto XVI por el, ahora abrogado, motu proprio Summorum Pontificum cuando cumplía cinco años de promulgado. Y al explicar sus motivaciones para hacerlo decía:

La Congregación, de la cual el Papa me ha llamado a ser Prefecto, no tiene nada en contra del uso de la liturgia antigua, aunque la verdadera tarea de nuestro dicasterio es la de la profundización del significado de la renovación litúrgica según las directrices de la Constitución Sacrosanctum Concilium y de seguir la estela del Concilio Vaticano II. Para ello hay que decir que incluso la forma extraordinaria del rito romano debe ser iluminada por la Constitución conciliar, que en los primeros diez párrafos detalla el verdadero espíritu de la liturgia, por lo que vale para todos los ritos.

Ó afirmar en otro prólogo suyo a otro libro:

...es absolutamente infundado decir que las prescripciones de Summorum Pontificum serían un “atentado” contra el concilio; una afirmación tal manifiesta un gran desconocimiento del concilio mismo, pues el hecho de brindar a todos los fieles la ocasión de conocer y apreciar los múltiples tesoros de la liturgia de la Iglesia es precisamente lo que deseó ardientemente esta magna asamblea...observamos que cuando se denuncian actitudes o posiciones de “rechazo al concilio” esto es siempre en un único sentido, es decir, en el de quienes no aceptan el estado actual de la liturgia,...

Para pasar ahora a prohibir en su jurisdicción, así sea temporalmente, todas las celebraciones con los libros litúrgicos que otrora encomiaba, como lo acabamos de delinear en los ejemplos propuestos. En efecto el grupo que promueve la Misa Tradicional en Valencia, informó Jul-27-2021:

Tras la publicación del motu proprio Traditionis Custodes del Papa Francisco, el Cardenal Arzobispo de Valencia, D. Antonio Cañizares Llovera, ha dispuesto la SUSPENSIÓN provisional de la celebración de la Santa Misa con el misal anterior a la reforma de 1970 que tenía lugar todos los domingos y festivos en la ermita de Santa Lucía, por lo que no habrá Misa durante el mes de agosto.(énfasis originales).

Igual mañana podrá salir a reestablecer las celebraciones al estado en el que estaban antes de Traditionis Custodes, pero el perjuicio ya estaría causado.

Y la extrañeza viene porque incluso los más encarnizados obispos bergoglianos, como en el caso de un ejemplo que dimos en el pasado, paladines de la heterodoxia y la heteropraxis, han salido a proceder con cautela frente a Traditionis Custodes y han provisionalmente dejado las celebraciones en el mismo estado en el que se encontraban antes de Jul-16-2021, hasta tomar una decisión definitiva. Para un obispo que se suponía amigo de lo que establecía Summorum Pontificum, su medida, aunque transitoria, da mucho que pensar.

Friday, July 30, 2021

Mons. Nicola Bux contesta tres preguntas sobre el motu proprio Traditionis Custodes


Las tres preguntas a Mons. Nicola Bux las encontramos en el blog de Aldo Maria Valli, Jul-30-2021. Traducción de Secretum Meum Mihi.

¿Puede explicar en términos simples cuál es el objetivo del nuevo documento?

El objetivo declarado es la unidad de la Iglesia, que estaría amenazada por la contestación frente al Concilio Vaticano II. Pero la contestación de un concilio ecuménico, aunque de ninguna manera encomiable, no es una novedad en la historia de la Iglesia. Piénsese en las objeciones planteadas por el cardenal Cayetano a otro concilio ecuménico, el V Lateranense, 1512-1517. El punto es que la Iglesia hace mucho defecciona debido a la crisis de fe y al colapso de la liturgia, provocado por las deformaciones del Novus Ordo “al límite de lo soportable”. Si no se pone mano a la reforma de la reforma litúrgica, será imposible reconducir los bueyes al establo... El documento menciona las deformaciones, pero este parche es peor que el agujero. De hecho, al afirmar que Benedicto XVI había promulgado el motu proprio Summorum pontificum para traer de vuelta a la Fraternidad sacerdotal de San Pío X al redil no se dice la verdad, como el mismo Benedicto XVI declaró tanto en la carta adjunta a Summorum pontificum como en el libro Últimas conversaciones con [Peter] Seewald: Benedicto rechazó explícitamente tal lectura reductiva de su motu proprio. En cambio, postuló precisamente el enriquecimiento mutuo entre las dos formas del rito romano, o sea “la reforma de la reforma”; no es correcto citar el pensamiento de un pontífice, de un alto prelado, de un teólogo autorizado sin considerar las diferentes fases de su pensamiento. Además, el nuevo motu proprio cita varias frases de Summorum pontificum distorsionando el sentido, pero no menciona aquella en la que Benedicto XVI dice que lo que alguna vez fue sagrado no puede de improviso ser declarado negativo y ser abrogado, porque siempre permanece sagrado. ¿Puede un Papa anular completamente las enseñanzas de sus dos predecesores, uno de los cuales es santo y el otro todavía está vivo? ¿Puede un Papa disponer de la liturgia como si fuera cosa propia? Hemos publicado una intervención traducida sobre este tema en Il pensiero cattolico.

¿Qué cambiará ahora en concreto?

En el documento se apela al pueblo de Dios: ¿pero se ha notado la consistencia de las personas que siguieron Summorum pontificum? Ahora es un mar que atraviesa muchos países del mundo. Entonces, si realmente se preocupa por el pueblo, ¿por qué no se le ha protegido de los innumerables abusos infligidos a la liturgia? ¿Por qué los obispos no vigilaron por la aplicación de la Instrucción Redemptionis Sacramentum, deseada por Juan Pablo II después del Sínodo sobre la Eucaristía para poner fin a los abusos e incluso crímenes contra el Sacramento? Las iglesias incluso se han transformado en trattorias, olvidando lo que prescribe el rito de Dedicación de la iglesia. Sin embargo, la fe y la oración de esa parte del pueblo que es consciente de la presencia del Señor —quien es el único que hace sagrada la liturgia— siempre encontrará formas de expresarse devotamente, justo ahora que la asistencia a la Misa ordinaria toca el punto más bajo en todas partes, mientras que en las Misas del antiguo rito romano aumenta inexorablemente. ¿Se puede detener el agua del mar? Con este motu proprio, sacerdotes y fieles se enfrentan a un caso de conciencia: ¿obedecer la decisión injusta de la autoridad legítima contra la tradición y la caridad pastoral u obedecer a la tradición? No se necesita nunca poner a los fieles frente a estos casos de conciencia que amargan y hacen pensar el querer permanecer en la Iglesia. Ahora se pretende una obediencia absoluta a este nuevo motu proprio, pero ¿cuántos obispos han desatendido Summorum pontificum? Queremos recordar el caso de los obispos (como Plotti en Pisa) que incluso emitieron normas diocesanas que lo contradecían. Otros no han emitido normas, pero en los hechos han obstaculizado su implementación en todos los sentidos en sus diócesis; y la sinodalidad tan a menudo invocada por el actual pontífice, ¿dónde la metemos? Dejo fuera la pregunta, sobre la cual también habló Ratzinger en su momento, si el Papa tiene el poder de cambiar la liturgia; la Constitución litúrgica del Vaticano II en el n. 22 afirma que la Sede Apostólica y los obispos sólo pueden “moderarla”.

Alguien ha hablado de una medida tanto punitiva como restrictiva. ¿Está Usted de acuerdo?

Si así fuere, el documento habría sido preparado por ideólogos y no por pastores. Lamentablemente hay que decir que se impone sin dar motivaciones doctrinales, sino sólo disciplinares. El art. 1 abroga Summorum pontificum y es doctrinal pero sin dar explicaciones; el resto son sólo normas disciplinares o, como dicen hoy, pastorales, para no reconocer la derrota del nuevo rito, que no ha aumentado el número de fieles, ni tampoco las vocaciones. Por lo demás, se han consentido las profanaciones en San Pedro con la pachamama, y no se ha intervenido sobre las derivas litúrgicas y más allá sobre el sínodo alemán. Temo reacciones que desencadenarán procesos disruptivos para la unidad de la Iglesia. Pero Jesucristo lo supera todo y lo hace todo nuevo con su Espíritu: donde lo sagrado renace en los corazones, la reforma de la liturgia comienza una y otra vez. Summorum pontificum contribuyó a esto y con ello el pensamiento y el corazón de Benedicto XVI. Por lo demás, me refiero a las nuevas dubia planteadas por la Declaración del Cardenal Burke y por la intervención del Cardenal Brandmüller, ambas verdaderamente magistrales.

Una reflexión final. El 17 de julio pasado, un artículo en formiche.net afirmaba que la Iglesia ha cambiado, y con ella toda una visión de las cosas. Por ejemplo: ya no es necesario pedir la conversión de los judíos. Entonces la liturgia ha cambiado: se puede ver en el hecho de que el sacerdote ya no celebra, sino el pueblo junto, que el altar es una mesa. Antes había dos Iglesias, ahora ya no; esto quiere decir Iglesia “sinodal”; por tanto, no pidamos más un cambio en la continuidad, ó interpretar así el Vaticano II. Pero, para la doctrina católica, este no es el caso: el sacerdocio es inmutable, celebra Cristo, la Iglesia es jerárquica y el sacerdote celebra en la persona de Cristo cabeza y representa a Cristo en el mundo, porque dijo a los apóstoles: el que os recibe a vosotros, me recibe a mí. Los obispos y sacerdotes han heredado este sacerdocio apostólico. Los abusos son la verdadera causa del anti-concilio. ¿Una nueva liturgia? Solo tiene un futuro quien tiene un pasado. ¿Y entonces no dijo Benedicto XVI en París que en la Iglesia hay lugar para todos?

Thursday, July 29, 2021

La Ingobernable Iglesia Católica


Esta es una versión en español de la columna originalmente publicada en inglés en The New York Times, Jul-29-2021 (anque la versión web fue publicada dos días antes), y firmada por Ross Douthat el, así llamado, comentarista ‘conservador’ del diario.

La Ingobernable Iglesia Católica

Ross Douthat


La más reciente decisión drástica del papa Francisco (su orden de derogar la norma que les permitía a los sacerdotes católicos celebrar la misa tradicional en latín) se ajusta a la perfección a una analogía histórica que resulta útil para comprender el dramatismo del contexto actual del catolicismo: me refiero a que la Iglesia, desde los años sesenta, ha revivido la experiencia de Francia después de 1789, con el arco de la revolución y la contrarrevolución encarnado en un papa tras otro.

Quien propuso esta analogía fue un escritor de nombre Arturo Vásquez, tradicionalista católico que se convirtió en un observador desilusionado de la Iglesia y la analizó en un breve ensayo de 2019, en el que exploró a profundidad una idea a la que había hecho referencia Joseph Ratzinger, quien más adelante sería el papa Benedicto XVI. En esta historia, el Concilio Vaticano II de los sesenta y el periodo posterior se comparan con el momento revolucionario inicial: una aparente reconciliación con el liberalismo y la modernidad, los altares desnudos y la liturgia reinventada, así como la batalla subsecuente de distintas facciones por el poder, con aparentes victorias radicales coetáneas con el Termidor parcial de la encíclica del papa Pablo VI que prohibía la anticoncepción artificial.

Por su parte, Juan Pablo II es Napoleón: el forastero (polaco, no corso) que prefiere “gobernar con carisma y juegos de poder geopolítico” y utiliza tanto los símbolos de la revolución como los del régimen previo, en un pontificado que despliega “características de una mentalidad tradicional (piedad mariana, moralidad sexual conservadora, anticomunismo)”, pero también ratifica importantes aspectos de la revolución, en personal, en retórica y en ley canónica.

Luego tenemos a Benedicto XVI, con un espíritu más cercano a la restauración monárquica que sucedió a Napoleón: sus nombramientos son conservadores con más consistencia, su actitud hacia el mundo seglar y su “dictadura de relativismo” es más crítica y combativa, y no solo restaura algunas indumentarias y expresiones, sino también la liturgia preconciliar, aunque no de manera íntegra, sino como opción con la misma validez que la nueva liturgia, como un recordatorio tangible de la fe de antaño.

Y ahora resulta que su sucesor, cuando Benedicto todavía está vivo para verlo, intenta eliminar de nuevo la antigua misa y, de este modo, en un solo acto sintetiza lo que dijo Vásquez sobre que “el papa Francisco es la revolución de 1848 de la Iglesia católica”.

La analogía de 1848 no solo ilustra el papel de Francisco como posible liberador, sus esfuerzos por concretar cambios que se descartaron en las fases napoleónica y de la restauración de la Iglesia, sobre todo cambios a normas eclesiásticas relativas al matrimonio y el divorcio. También pone de manifiesto la manera en que la era de Francisco ha revelado, en gran medida como 1848 lo hizo ante las fuerzas conservadoras del orden en la Europa del siglo XIX, cuán arraigada se encontraba la revolución previa; tanto así, que un papa conservador o tradicionalista no puede regresar al genio a la lámpara con más facilidad que los monárquicos del siglo XIX reimponer un sistema político del siglo XVIII.

Los conservadores pudieron ignorar esta realidad mientras sentían que tenían dominio sobre el Vaticano aunque, según argumenta Vásquez, “la Iglesia real en su gran mayoría coincidía más con el papa Francisco de lo que nunca coincidió con el papa Benedicto XVI o incluso con Juan Pablo II”. Pero ahora que la mayoría tiene un papa a su propia imagen, que ha trastocado o incluso eliminado algunas de las medidas más importantes de sus predecesores, la debilidad del partido conservador ha quedado al descubierto.

Sin embargo, cabe destacar que, más allá de revelar el fracaso de la restauración, 1848 no resolvió en absoluto el futuro de Franca, y ni qué decir de Europa. Más que nada, reveló un panorama político ingobernable para los liberales y los monárquicos por igual y sentó las bases para batallas ideológicas futuras.

De manera parecida, si bien los cambios y derogaciones de la era de Francisco han echado por tierra una narrativa particular que les encanta a los conservadores católicos, conforme a la cual el pontífice romano guía a la Iglesia a través de controversias del periodo moderno tardío con sabiduría casi infalible, ese rompimiento no nos dice dónde estará la Iglesia en 50 o 100 años más. El fracaso de la restauración no es la victoria definitiva de la revolución; tan solo es una señal de incertidumbre total sobre lo que está por venir.

Por ejemplo, cuando señalo que las ideas de Francisco son más cercanas al espíritu del catolicismo de las masas que las de sus predecesores, tampoco quiero decir que el catolicismo de las masas refleje por completo su compleja fusión de nociones de la era de los sesenta, ideología jesuita y perspectivas latinoamericanas sobre la Iglesia, ni mucho menos el catolicismo liberal más detallado de algunos de sus asesores. El punto es que el catolicismo de las masas refleja su espíritu turbulento, impaciente con las convenciones eclesiásticas, su concepción de las enseñanzas de la Iglesia como una zona de enfrentamiento y debate y su idea de un sistema católico descentralizado y experimental, que en conjunto producen una especie particular de ingobernabilidad, con demasiadas fuerzas impetuosas y opuestas a la vez.

La decisión de acabar con la antigua misa es un buen ejemplo. Por una parte, Francisco intenta aprovechar su autoridad centralizada para llevar a término la revolución del Concilio Vaticano II, para dejar definitivamente relegada al pasado una liturgia que en general constituye el núcleo de la resistencia a los cambios conciliares (entre muchas otras cosas, pero la percepción de Francisco de que desempeña ese papel no está errada).

Al mismo tiempo, precisamente porque se ha desarrollado la revolución, quizá su autoridad no tenga fuerza suficiente para lograr este objetivo. La descentralización que anhelan los liberales en cuestiones doctrinales, el impacto decepcionante del escándalo de los abusos sexuales, las dudas en torno a un Vaticano que no deja de cambiar de postura de un pontificado a otro y el papel de internet como punto unificador en contra de la autoridad fastidiosa son factores por los que muchos obispos se resistirán a aplicar las órdenes de Roma y tal vez permitan que se siga celebrando la antigua misa.

Dicho de otra forma, algunas medidas de Francisco han parecido diseñadas para restaurar la Iglesia a su apariencia de 1975, tras la década revolucionaria y antes de Juan Pablo II y Benedicto. Pero la Iglesia de 1975 sí tuvo poder para suspender la misa antigua, al menos por algún tiempo, por la misma razón que la Iglesia de 1975 pudo, por algún tiempo, contener las pruebas de los abusos sexuales cometidos por algunos sacerdotes: todavía conservaba suficiente autoridad de la antigua, además de que la disrupción tecnológica no había llegado de lleno. Por el contrario, en la Iglesia de 2021, algunos periodistas católicos conservadores recién sacaron a la luz la secreta vida sexual de un distinguido monseñor estadounidense que estaba activo en Grindr al mismo tiempo que se encargaba de preparar la política sobre faltas de índole sexual. Sin importar si eres de tendencia teológica de izquierda o de derecha, se trata de disrupción a todos los niveles.

Por si fuera poco, resulta que la analogía de 1848 no se sostiene en otro punto crucial. Las imponentes controversias ideológicas del siglo XIX eran luchas por controlar al Estado moderno, una institución que no solo era fuerte, sino que ganaba cada vez más fuerza, y de cuyo poder y alcance no podían escapar sus opositores. El enfrentamiento por el control del catolicismo es una lucha por una institución que ha sufrido un debilitamiento drástico debido a varias tendencias distintas y de la que las personas se pueden desprender con toda facilidad, sin necesidad de emigrar o siquiera cambiar drásticamente su vida semanal, si se sienten decepcionadas, derrotadas, o solo cansadas.

Esto genera una profunda incertidumbre en cuanto a qué se considera fortaleza a largo plazo dentro de la Iglesia. Los tradicionalistas proclaman que sus misas están a reventar, mientras que muchas parroquias y diócesis modernizadas van en declive, y acusan a Francisco de intentar acabar con un movimiento creciente y en gran medida juvenil. Los liberales responden que quienes asisten a las misas conforme al rito antiguo representan una minoría insignificante en Estados Unidos y Europa, e incluso más minúscula en el contexto de la Iglesia global, además de que todas las historias de actualidad sobre tradicionalistas jóvenes confunden las anécdotas con datos.

Ambas posturas tienen algo de razón. Los liberales están en lo correcto al señalar que no existe ninguna gran oleada tradicionalista entre los católicos comunes y corrientes. Pero también es cierto lo que dicen los tradicionalistas sobre la existencia de un perfil diverso de católicos más jóvenes, en especial sacerdotes, de tendencias tradicionales y que con toda probabilidad ejercerán cada vez más influencia en la Iglesia de 2040, mermada en otros sentidos, si es que fracasa la medida del papa de eliminar la misa.

Es un ejemplo condensado de una tendencia más amplia, en que el catolicismo conservador es más débil de lo que imaginaban los conservadores en los pontificados de Juan Pablo II y Benedicto, pero el catolicismo liberal atraviesa la misma crisis de confianza que sufren las instituciones liberales seglares y le cuesta trabajo transformar la solidaridad y afiliación ligera en franco fervor religioso.

“Encontrar candidatos jóvenes para el sacerdocio”, escribió hace poco un jesuita liberal, el padre Thomas Reese, “que apoyen a Francisco y quieran ser célibes es como buscar unicornios católicos”, una afirmación exagerada, aunque en la dirección correcta. Y esto, a su vez, explica por qué los precintos más liberales del catolicismo, en especial la Iglesia alemana, sienten que Francisco no ha avanzado casi nada hacia una Iglesia menos sacerdotal y más “protestantizada” y que la única manera de lograr en realidad la revolución es seguir avanzando, de 1848 a 1871 o 1917.

En las divisiones de la Iglesia, con presiones hacia los extremos tradicionalista y progresista, tanto los asiduos a la misa en latín como los alemanes de tendencia protestante reconocen que el declive del catolicismo es un hecho. Ambos están convencidos de que la visión del bando contrario acabará con la Iglesia en su intento por salvarla. Ambos tienen sus debilidades y fortalezas muy distintas. El resultado de su batalla, como bien saben los buenos católicos, está predestinado hasta cierto punto. Sin embargo, como nunca antes en mi vida, ni las analogías pasadas ni las tendencias actuales ofrecen gran claridad en cuanto al futuro de la Iglesia, y no hay mayor sabiduría que aceptar sencillamente que “solo Dios sabe”.

Ex cardenal McCarrick acusado de abuso sexual ante justicia de EEUU


Información de agencia Associated Press, Jul-29-2021.

BOSTON (AP) — El ex cardenal estadounidense Theodore McCarrick, que fue destituido luego de que una investigación del Vaticano confirmara que había abusado de adultos y niños, fue acusado de manera oficial ante la Justicia de Estados Unidos por abuso sexual contra un adolescente en un casamiento en la década del 70.

Los documentos judiciales obtenidos por el diario The Boston Globe muestran que McCarrick recibió tres acusaciones de asalto indecente y agresión a una persona mayor de 14 años.

McCarrick es el primer cardenal de Estados Unidos acusado penalmente por un delito sexual contra un menor, según Mitchell Garabedian, un conocido abogado de víctimas de abusos sexuales de la Iglesia que representa al hombre que alega los abusos de McCarrick.

"Se necesita una enorme cantidad de coraje para que una víctima de abuso sexual denuncie haber sido abusado sexualmente y avance con un proceso penal", afirmó Garabedian en un correo electrónico. "Que se presenten los hechos, se aplique la ley y se emita un veredicto justo", completó.

Barry Coburn, un abogado de McCarrick, dijo a The Associated Press que "esperan abordar el caso en el tribunal", pero se negó a ofrecer más comentarios sobre el caso.

Un informe presentado en el tribunal afirma que el hombre le informó a los investigadores que McCarrick era un amigo de la familia y que comenzó a abusar de él cuando era un niño.

El hombre dice que McCarrick lo manoseó cuando tenía 16 años, en 1974, mientras caminaban por el campus del Wellesley College, donde se llevaba a cabo la boda de su hermano.

El hombre también alega que McCarrick lo llevó a una habitación y lo acarició antes de decirle que "dijera tres padres nuestros y un Ave María o que fuera un padre nuestro y tres Ave María, para que Dios lo redimiera de sus pecados", según los documentos judiciales.

McCarrick, de 91 años, fue destituido por el Papa Francisco en 2019 después de que una investigación del Vaticano confirmara décadas de rumores de que era un depredador sexual.

El caso creó una crisis de credibilidad para la iglesia, ya que el Vaticano tenía informes confiables de 1999 que revelaban el comportamiento de McCarrick era problemático.

Sin embargo, se convirtió en un influyente cardenal y emisario de la "diplomacia blanda" de la Santa Sede.

Wednesday, July 28, 2021

L’Osservatore Romano cataloga a Joe Biden como ‘católico practicante’


Este es un artículo de LifeSiteNews, Jul-27-2021. Traducción de Secretum Meum Mihi (con adaptaciones).

Periódico del Vaticano llama ‘católico practicante’ al pro-aborto Biden

La descripción de L'Osservatore Romano, ahora bajo el paraguas de la Curia Romana, está en desacuerdo con el desprecio de Joe Biden por la enseñanza católica en varios temas clave.

27 de Julio de 2021
Por Emily Mangiaracina


27 de Julio de 2021 ( LifeSiteNews ) - La primera página del periódico semanal en inglés del Vaticano calificó al presidente Joe Biden de “católico practicante”, a pesar de su firme apoyo público al asesinato legalizado de niños antes de nacer.

“El Papa ha estado recibiendo buenos deseos de todo el mundo, incluidos mensajes de líderes como el patriarca Bartolomé y el presidente estadounidense Joe Biden, que es un católico practicante”, afirma la edición en inglés del 9 de Julio de L'Osservatore Romano en un artículo sobre la “mejorante” condición de Francisco después de la cirugía.

Un reporte de Junio Catholic League ha identificado al menos 32 veces que Joe Biden ha violado la enseñanza moral católica fundamental desde que asumió el cargo.

Las decisiones de la administración Biden señaladas por Catholic League constituyen algunos de los ataques más graves a la vida, la familia y las libertades religiosas en la historia de Estados Unidos. Alrededor de un tercio de ellos se promulgaron diez días después de que Biden asumiera el cargo.

Esas acciones iniciales incluyen órdenes ejecutivas para reabrir el ejército a las personas transgénero, institucionalizar el transgenerismo en las escuelas y en los deportes para niños y exigir a las agencias federales que traten la orientación sexual y la “identidad de género” como “clases protegidas”. Una declaración de la Casa Blanca dos días después de la posesión celebró Roe v. Wade como un “precedente fundamental” y describió el apoyo al fallo como una prueba de fuego para los nominados judiciales.

Cuatro violaciones de la enseñanza católica básica destacadas en el informe de Catholic League tuvieron lugar el mismo día, 28 de Enero, en el que Biden revocó la prohibición de los fondos de los contribuyentes para abortos en el extranjero, se movió para restablecer los fondos para Planned Parenthood y el pro-aborto Fondo de Población de la ONU y duplicó el gasto en ayuda exterior para promover el “derecho al aborto”.

Al mes siguiente, la Casa Blanca publicó un “Memorando sobre la promoción de los derechos humanos de las personas lesbianas, gays, bisexuales, transgénero, queer e intersexuales en todo el mundo”.

El memo “limitará la capacidad de las organizaciones religiosas para aistir en la ayuda exterior”, dijo Catholic League.

A Biden se le negó la Sagrada Comunión en 2019 debido a su obstinado apoyo público al aborto, que el Catecismo de la Iglesia Católica afirma es siempre “gravemente contrario a la ley moral” y un “crimen abominable”. Después del incidente, Biden adujo diciendo que era la “única vez que sucedió” y que el mismo Papa Francisco le da la comunión a Biden.

Desde entonces, varios obispos han enfatizado la necesidad de negar la Sagrada Comunión a los “católicos” pro-aborto, incluidos el cardenal Raymond Burke, el arzobispo Joseph Naumann, el obispo Thomas Paprocki, el obispo Joseph Strickland y el obispo Thomas Olmsted.

Es notable que el Vaticano haya ordenado a los obispos estadounidenses que pongan el freno e incluso diluyan el lenguaje de una declaración que abordaría la necesidad de recibir dignamente la Sagrada Comunión.

Los obispos votaron para seguir adelante con la redacción de dicho documento, en parte en respuesta a lo que el obispo Liam Cary ha descrito como la “situación sin precedentes” de un autoproclamado presidente católico “que se opone a la enseñanza de la Iglesia” sobre el grave mal del aborto.

Sin embargo, el actual prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, el cardenal Luis F. Ladaria SJ, escribió una carta el 7 de Mayo al arzobispo José H. Gómez de Los Ángeles, presidente de la conferencia de obispos de Estados Unidos, advirtiendo a los obispos de abstenerse de seguir adelante con una política nacional sobre la dignidad de la Sagrada Comunión hasta que se hayan producido “dos etapas de diálogo extenso y sereno”.

Ladaria advirtió además a los obispos que la declaración “se enmarque dentro del amplio contexto de dignidad para la recepción de la Sagrada Comunión por parte de todos los fieles, en lugar de una sola categoría de católicos”. La carta también decía que “sería engañoso si tal declaración diera la impresión de que el aborto y la eutanasia” son los “únicos asuntos graves” de la enseñanza católica que exigen una plena “responsabilidad”.

El cardenal estadounidense Raymond Burke ha llegado a decir que políticos como Joe Biden son culpables de “apostasía” que puede exigir la excomunión.

“Una tal persona que dice ser católica y, sin embargo, promueve de una manera tan abierta, obstinada y agresiva un crimen como el aborto provocado, está en el estado, al menos, de apostasía”, dijo el cardenal en una entrevista en Marzo con Thomas McKenna de Catholic Action for Faith and Family.

“En otras palabras, hacer esto es alejarse de Cristo y alejarse de la fe católica. Y entonces la segunda acción, que hay que considerar, es una pena canónica, una sanción, por el delito de apostasía, que sería la excomunión”, agregó el cardenal.

La descripción engañosa de L’Osservatore Romano de Biden como un “católico practicante” no es la primera vez que el periódico ha elogiado sin crítica a los líderes mundiales. El fallecido periodista católico y diplomático Michael Novak describió en 2009 el “resplandeciente, chocante, elogio de adolescente del Presidente Barack Obama” de L’Osservatore Romano. En ese momento, Novak dijo que el periódico “parece no comprender las realidades fundamentales de la política de aborto en Estados Unidos”.

Si bien L’Osservatore Romano todavía se considera una publicación vaticana semioficial, en ocasiones difiere de la posición oficial de la Santa Sede. En cualquier caso, los vínculos del periódico con el Papa se fortalecieron en 2015, cuando el Papa Francisco puso el periódico bajo la dirección de su recién fundada Secretaría para la Comunicación, que forma parte de la Curia Romana.

La publicación del periódico de las pautas de los obispos malteses que permiten la comunión de los católicos divorciados y “vueltos a casar” en 2017 puede atribuirse a la supervisión más cercana del Papa.

El “objetivo” autodescrito de L’Osservatore Romano es proporcionar “información completa y cuidada, la vida internacional, los debates culturales, los acontecimientos de la Iglesia en cada continente”. El sitio web agrega: “También se presta especial atención al ecumenismo y al diálogo interreligioso”.

Acuerdo Vaticano-China: Mon. Antonio Li Hui, consagrado obispo coadjutor de Pingliang


Información de AsiaNews, Jul-28-2021.

Mons. Li Hui fue ordenado obispo colaborador de Pingliang

La consagración se ajusta al acuerdo sino-vaticano sobre nombramientos episcopales. Mons. Li había sido nombrado hace un año. La policía detuvo al padre Joseph Liu, de la diócesis de Mindong: fue torturado durante 10 horas, y se le obligó a unirse a la Iglesia Independiente, expresión del Partido Comunista Chino.

Roma (AsiaNews) -
Mons. Li Hui es el nuevo obispo colaborador de Pingliang (Gansu). La ceremonia de consagración se celebró hoy en la catedral de la diócesis local. La misa estuvo presidida por mons. Ma Yinglin, obispo de Kunming (Yunnan), presidente de la Conferencia Episcopal China y vicepresidente de la Asociación Patriótica Católica china. Los dos órganos de la "Iglesia independiente" son una expresión del Partido Comunista Chino

A la ordenación también asistieron mons. Han Jide, titular de la diócesis de Pingliang, mons. Guo Jincai, obispo de la diócesis de Chengde (Hebei) y mons. Han Zhihai, obispo de la diócesis de Lanzhou (Gansu). El padre Yang Yu, subsecretario general de la Conferencia Episcopal China, leyó la carta de aprobación. En la catedral estuvieron presentes más de 30 sacerdotes y 20 religiosas, representantes de la Asociación Patriótica y fieles de la diócesis.

La consagración del obispo Li se ajusta al acuerdo sino-vaticano sobre los nombramientos episcopales en China. Esta es la tercera ordenación episcopal desde que se renovó el acuerdo, en octubre del año pasado: la primera fue la del obispo de Qingdao (Shandong); y la segunda, la del titular de la diócesis de Hongdong-Linfen (Shanxi).

Mons. Li Hui nació en 1972 en el condado de Meixian (Shaanxi). Ingresó en el seminario preparatorio de la diócesis de Pingliang en 1990 y se graduó en el Instituto Teológico y Filosófico católico chino en 1996. Ese mismo año se ordenó sacerdote y luego estudió en la Universidad de Renmin. Su nombramiento como obispo colaborador de Pingliang fue el 24 de julio de 2020.

Mientras tanto, en el día de ayer, el padre Joseph Liu, de la diócesis de Mindong (Fujian), fue detenido por la policía por su negativa a unirse a la Iglesia Independiente. Según fuentes de AsiaNews, a causa de su resistencia, fue sometido a una violencia terrible: "Después de torturarlo durante 10 horas, seis policías le cogieron de la mano y le obligaron a firmar. La persecución de los religiosos católicos no cesa".

La detención del padre Liu demuestra que el acuerdo entre el Vaticano y China sobre el nombramiento de obispos no ha cambiado la dinámica del pasado, ya que el Partido sigue controlando férreamente las actividades del personal religioso.

Algo similar ocurrió con el obispo de Xinxiang (Henan), Mons. Joseph Zhang Weizhu. Tras ser detenido en mayo junto con 10 sacerdotes y otros tantos seminaristas, aún se desconoce su paradero.

El que acabaron de leer es el primer reporte sobre dicha consagración, reactivamente el Director de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, Matteo Bruni, salió a producir la siguiente declaración a los periodistas acreditados ante esa oficina (nuestra traducción).

Puedo confirmar que hoy, miércoles 28 de julio 2021, en la catedral de Pingliang, Provincia china de Gansu, ha tenido lugar la liturgia de ordenación episcopal del Rev. Antonio Li Hui, nombrado por el Santo Padre Coadjutor de Pingliang el 11 de Enero 2021. Mons. Li es el quinto Obispo chino nombrado y ordenado en el marco normativo del Acuerdo Provisorio sobre el nombramiento de Obispos en China.

Tuesday, July 27, 2021

“Si un líder político que profesa ser católico apoya el aborto, se convierte en cómplice público de un grave mal”, obispo de Tulsa


“Señor, no soy digno”, es el nombre de una carta sobre la coherencia eucarística que con fecha Jul-16-2021, escribió a los fieles de su diócesis el obispo de Tulsa, Oklahoma, EEUU, Mons. David A. Konderla. Como es apenas evidente, la carta viene en medio de la controversia aquella creada por el ‘católico practicante’ Joe Biden, presidente de EEUU, quien se publicita como católico pero es abiertamente pro-aborto, sin ver en ello el menor impedimento para acercarse a recibir la Sagrada Comunión. Dice en un parte la carta del obispo Konderla:

Un líder político es una persona pública. Por lo tanto, si un líder político que profesa ser católico apoya el aborto, se convierte en cómplice público de un grave mal. Si llega a ser conscientes de este pecado, deben arrepentirse y no acercarse a recibir a Cristo en la Sagrada Comunión hasta que se reconcilien con Él a través de la Iglesia. Pero si se niega a arrepentirse, su obispo debería advertirles que su apoyo al aborto entra en conflicto con la fe y pone su alma en peligro. Si persisten obstinadamente en su apoyo al aborto, se les debe negar la Sagrada Comunión, como enseñan claramente el Derecho Canónico y el Catecismo. (cf. Can. 915-916, CIC 2270-2275)

La carta de Mons. Konderla se suma a una sobre el mismo tema publicada hace unos meses por el Arzobispo de San Francisco, Salvatore Cordileone.

Costa Rica: Obispo de la única diócesis donde se celebraba la Misa Tridentina confirma que la da por terminada


Cuando reseñamos el tal mensaje de los obispos de Costa Rica en el cual corrieron prontamente a implementar el motu proprio Traditionis Custodes, anotabamos que siempre era más fácil diluir responsabilidades si se actuaba conjuntamente e hicimos alusión a una diócesis en particular en la cual la Misa Tridentina sí se celebraba, aunque el así llamado mensaje no lo dijera.

Pues bien, con fecha de hoy se ha manifestado el obispo de esa diócesis, la de Alajuela, pero no para bien. En un decreto con la misma fecha de hoy y escudándose en la tal “forma colegiada” plasmada en el antecitado mensaje de los obispos de Costa Rica, ha confirmado que en su jurisdicción no solamente da por terminada cualquier celebración litúrgica con los libros en vigor en 1962, sino que más adelante reprueba cualquier práctica en contra de lo que establece y prohibe lo que designa “formas híbridas”, si se fijan bien se darán cuenta que eso significa prohibir también las celebraciones en latín con el Misal de Paulo VI, cosa que es del todo absurda porque dicha celebración presupone el uso de la lengua del rito latino la cual es, obvio, el latín. Se entiende que con este parágrafo también intenta vetar las celebraciones Ad Orientem, igualmente absurdo, la propia IGMR indica las ocasiones en las cuales el sacerdote debe volverse al pueblo durante la celebración de la Misa, evidentemente suponiendo también dicha orientación durante la celebración.

Dios se lo tenga en cuenta Don Bartolomé.


Entradas Relacionadas: Ultra Traditionis Custodes: Único sacerdote tico que celebraba Misa Tridentina suspendido por celebrar en latín el Novus Ordo.

Pronta y buena mejoría para el cardenal Robert Sarah


Deseamos una pronta y buena mejoría para el cardenal Robert Sarah, quien ha sido sometido a una intervención en el departamento de urología del Gran Hospital Metropolitano de Calabria con tecnología de última generación. Y no digamos más para no entrar en asuntos de la intimidad de las personas, el que quiera puede consultar el comunicado del propio hospital y si es bien curioso puede consultar esta nota de prensa, la cual incluye varios videos.

Templo uruguayo declarado Patrimonio Mundial por la Unesco


Esta es una información de la Presidencia de Uruguay, Jul-27-2021.

Iglesia Cristo Obrero de Atlántida fue declarada Patrimonio Mundial por la Unesco

El Comité de Patrimonio Mundial de la Unesco declaró, este martes 27, a la Iglesia de Cristo Obrero y Nuestra Señora de Lourdes, obra del ingeniero uruguayo Eladio Dieste, como Patrimonio Mundial de la Humanidad. La subsecretaria de Educación y Cultura y presidenta de la Comisión Nacional de Uruguay para la Unesco, Ana Ribeiro, afirmó que la distinción implica un gran compromiso de gestión y es un orgullo para el Estado uruguayo.


El Comité del Patrimonio Mundial de la Unesco, presidido desde China por el viceministro de Educación, Tian Xeujun, reconoció el valor universal excepcional que expresa esta obra de Eladio Dieste (1917-2000) ubicada en Estación Atlántida, en Canelones. La mención es otorgada a aquellos bienes construidos por el hombre que representan un valor único para la humanidad.

Ribeiro recordó, entrevistada por Comunicación Presidencial, que este nombramiento se suma al Paisaje Industrial de Fray Bentos, que integra la Lista de Patrimonio Mundial desde 2015, y al Barrio Histórico de Colonia del Sacramento, reconocida por Unesco en 1995. Además, la organización había reconocido dos bienes inmateriales de valor universal: el tango, en conjunto con Argentina, y el candombre. “El reconocimiento de todos esos bienes implica una muy buena posición de Uruguay”, señaló.

Asimismo, indicó que, además de la alegría y orgullo que genera, la distinción implica un enorme compromiso porque la organización establece las pautas de la preservación que se espera desde el Estado, y, de no cumplirlas, el bien puede ser retirado de la lista. “Lo que viene ahora es un enorme compromiso de gestión”, puntualizó.

La subsecretaria explicó que el Estado se compromete a mantener el valor del edificio sin permitir su deterioro, y ayudar a convertirlo en un bien identitario de la colectividad. Agregó que la gestión se realizará en conjunto con la Iglesia Católica, por ser la propietaria, y con organizaciones civiles de la comunidad.

En cuanto a lo expresado por el organismo internacional, Ribeiro sostuvo que el mayor énfasis correspondió al sistema constructivo de Dieste, considerado por los expertos como un ejemplo emblemático de la aplicación de una nueva técnica: la cerámica armada, que el ingeniero desarrolló a partir de una tradición milenaria. “Es un sistema económico y natural, que se puede construir aquí o en África, en cualquier lugar donde haya tierra”, manifestó.

El Estado uruguayo celebrará oficialmente esta declaración el próximo 31 de julio, a las 14:00 horas, con un acto protocolar en la propia iglesia, ubicada en el kilómetro 164 de la ruta 11.

En el Vaticano usan Grindr


Era cuestión de tiempo para que esta información llegara algún día, y ese día fue hoy: En el Vaticano usan la aplicación para encuentros casuales homosexuales, Grindr. Ya en el pasado supimos que desde el propio Vaticano visitaban sitios porno (ver aquí y aquí), y ahora viene este otro ingrediente. El sitio The Pillar ha publicado hoy un largo artículo al respecto, aunque lo enfoca más en el aspecto de la vulnerabilidad, esta es nuestra traducción de un aparte.

El análisis de los datos de señales disponibles comercialmente obtenidos por The Pillar, que se obtuvieron legalmente y cuya autenticidad The Pillar ha confirmado, muestra que durante un período de 26 semanas en 2018, al menos 32 dispositivos móviles emitieron señales de datos de aplicaciones de citas o conexiones que se producían en serie desde áreas aseguradas y edificios del Vaticano normalmente inaccesibles para turistas y peregrinos.

Al menos 16 dispositivos móviles emitieron señales desde la aplicación de conexión Grindr durante al menos cuatro días entre Marzo y Octubre de 2018 dentro de las áreas no públicas del Estado de la Ciudad del Vaticano, mientras que otros 16 dispositivos mostraron el uso de otras aplicaciones de conexión o citas basadas en ubicación, tanto heterosexuales como homosexuales, en cuatro o más días en el mismo período de tiempo.

El conjunto de datos evaluado por The Pillar está disponible comercialmente y contiene información de ubicación y uso a los cuales los usuarios dan su consentimiento para que se recopile y se comercialice como condición para usar la aplicación.

El uso extensivo de aplicaciones de citas o conexiones basadas en ubicación es evidente dentro de los muros de la Ciudad del Vaticano, en áreas restringidas de la Basílica de San Pedro, dentro del gobierno de la Ciudad del Vaticano y de los edificios administrativos de la Santa Sede, incluidos los utilizados por el personal diplomático del Vaticano, en edificios residenciales y en los Jardines del Vaticano, tanto durante el día como durante la noche.

The Pillar ha venido ofreciendo varios artículos sobre esta materia, el primero de ellos presuntamente ocasionó la renuncia de un sacerdote con alto rango en la Conferencia Episcopal de EEUU.

Monday, July 26, 2021

¡Alguien que le cuente a los obispos de Venezuela cómo es que se llama el reciente motu proprio de Francisco!


La nota fue publicada en el sitio de internet de la Conferencia Episcopal Venezolana el mismo día de la publicación del más reciente motu proprio de Francisco, diez días después sigue allí sin que nadie se haya dado cuenta que el nombre del documento en el titular aparece mal escrito.

Hasta al community manager de la cuenta en Twitter de la misma CEV lo hicieron equivocar.



Repitan varias veces: “Traditionis Custodes”.


Actualización Jul-28-2021: Alguien por fin les hizo caer en cuenta del error, en la página de internet de la CEV han corregido el error en el titular. El trino de la cuenta de Twitter sigue allí, y la única manera de enmendarlo sería borrarlo. Reconocemos el esfuerzo.

“¿Era conveniente matar la lengua litúrgica bajo argumento de que nadie la entendía? Es absurdo”


Columna de opinión firmada por Gabriel Albiac y publicada en el periódico ABC de Madrid, Jul-27-2021 (en la imágen, click para ampliar).

La lengua que ya no seremos

El latín es el patrimonio de Europa. Y el depósito más trascendente de la historia humana

GABRIEL ALBIAC


LEO que el Papa Francisco I ha restringido drásticamente el uso del latín en las liturgias católicas. Es el último giro de tuerca. Y el fin de una cultura que duró más de dos milenios. Ese crepúsculo nos afecta a todos. También a los que no somos creyentes. Porque es síntoma primordial del fin de una civilización. Que fue la nuestra. Creamos o no creamos en lo que creemos o no creemos.

El estupor del que hablo aquí no es, pues, el del fiel que no soy. Es sólo (‘sólo’) el de un hombre culto, que aprendió a ser hombre en el latín de Cicerón y Séneca, en el latín de san Agustín. También, en el de Baruch de Spinoza. La misma lengua. Con las tenues modificaciones que el paso de los siglos impone. No hay más continuidad firme de la cultura occidental que la del latín: del latín clásico al eclesiástico o al escolástico, sin los cuales jamás hubieran existido las Universidades.

El latín es el patrimonio de Europa. Y, junto a la lengua griega, el depósito más trascendente de la historia humana. Guste o no guste a ‘wokes’ o políticamente correctos. No es juicio valorativo. Sólo un hecho.

¿Qué quedará de lo humano cuando ya nadie sepa leer un hexámetro de Virgilio? ¿Qué, cuando los versos en que Ovidio canta su desvalimiento de ‘cantor de nimios amores’ no conmueva ya a espíritu alguno? ¿En qué pensarán aquellos para quienes nada sean ya las páginas de san Agustín que dicen la paradoja del tiempo? ¿O en qué aquellos a quienes suene a chino el ‘intellectus’ de Spinoza?

Pero no sólo a los griegos y romanos perdemos. ¿Cómo disfrutar la belleza de un endecasílabo castellano o italiano, cómo percibir la música de un alejandrino francés, sin el Horacio, el Ovidio, el Virgilio en cuya lectura Fray Luis, Petrarca, Ronsard lo aprendieron todo? Y, sin el seísmo latino de Lucrecio, ¿qué Renacimiento hubiera sido posible en filosofía? No, no hablamos, ni españoles, ni franceses, ni italianos, ni cualquiera que se exprese en una lengua romance, lenguas autónomas. Las llamamos así y nos equivocamos. Nuestras lenguas son sólo estados de evolución, en espacios y tiempos definidos, de una sola lengua: el latín. Apenas si dialectos suyos.

Matar ahora la veta de continuidad cultural que fue el latín eclesiástico es un crimen cultural. Y un error grave: con él, lo esencial de Europa se destruye.

¿Era conveniente matar la lengua litúrgica bajo argumento de que nadie la entendía? Es absurdo. La resonancia emotiva de una lengua ceremonial no le viene de su significado. A nadie le arruina la escucha de Bach el no entender su alemán. A mínima escala: ¿le importa demasiado a alguien no entender el inglés de los Beatles o los Stones? Es un problema, más que falso, ridículo. Las lenguas litúrgicas –como las estéticas– conmocionan al que escucha. Traducidas, queda un cascajo sólo de vulgaridad: lo efímero.

Dos nombramientos en la Comisión Pontificia para América Latina


Informa el boletín diario de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, Jul-26-2021.

Nombramiento del Secretario de la Comisión Pontificia para América Latina

El Santo Padre ha nombrado Secretario de la Comisión Pontificia para América Latina al Ilustrísimo Profesor Rodrigo Guerra López, miembro de las Academias Pontificias para la Vida y las Ciencias Sociales.

Nombramiento de Jefa de Oficina en la Comisión Pontificia para América Latina

El Santo Padre ha nombrado Jefa de Oficina de la Comisión Pontificia para América Latina a la Ilustrísima Profesora Emilce Cuda, profesora de Teología de la Universidad Pontificia Católica Argentina y de la St. Thomas University (Estados Unidos de América)

Sobre el primer nombrado, en otra ocasión dijimos algo que se aplica ahora. Y sobre la segunda nombrada...ehh...mmm...¡hagan lío!

Murió Fernando Karadima


El Arzobispado de Santiago, Chile, publica este escueto comunicado en el que notifica la muerte del nefasto individuo Fernando Karadima.

Comunicado Arzobispado de Santiago

El Arzobispado de Santiago ha tomado conocimiento de la muerte de Fernando Karadima. Acompañamos de cerca a las víctimas sobrevivientes y a sus familias, pidiéndole a Dios misericordioso que pueda sanar el dolor causado a todos quienes han sufrido. Al mismo tiempo, como arzobispado reafirmamos nuestro compromiso para seguir trabajando en la promoción de ambientes sanos y seguros al interior de la Iglesia.

Por su parte, las víctimas publicaron en redes sociales el siguiente mensaje.

Ha muerto Fernando Karadima, exsacerdote católico que abusó sexual y espiritualmente de muchas personas, entre ellas, nosotros. Todo lo que teníamos que decir de Karadima está dicho. Él era un eslabón más en esta cultura de perversión y encubrimiento de la Iglesia. Nosotros estamos en paz y sólo nos mueve seguir luchando para que estos crímenes no vuelvan a pasar y por tantas personas que lo han vivido y que aún no tienen justicia.

James Hamilton
Juan Carlos Cruz
José Andrés Murillo

Sunday, July 25, 2021

¿Otro consistorio para crear cardenales?


Los cardenales electores, al momento de escribir estas líneas, son 123; los no electores, entre los cuales está Angelo Becciu, son 98; en total 221. Pues bien, como Francisco ha sido tan amigo de hacer cardenales frecuentemente (¡pero que no se reúnan y se conozcan entre ellos, eso no!), parece que se acerca otro consistorio para crear más (¡alerta Mons. Roche que esta puede ser su oportunidad!). Escribe Andrea Gagliarducci en su blog Monday Vatican, Jul-26-2021:

Habrá probablemente todavía otro consistorio el próximo Octubre, en el cual el Papa traerá cardenales que él considera cercanos a su mentalidad.

[There will probably be yet another consistory next October, in which the Pope will bring in cardinals he considers close to his mentality.]

Saturday, July 24, 2021

Entrevista con Mons. Athanasius Schneider sobre Traditionis Custodes en The Remnant


Entrevista con Mons. Athanasius Schneider sobre Traditionis Custodes en The Remnant, Jul-23-2021, realizada por Diane Montagna. Traducción de Secretum Meum Mihi (con adaptaciones, hemos obviado la introducción del editor).

Diane Montagna: Excelencia, la nueva carta apostólica del Papa Francisco, emitida motu proprio el 16 de Julio de 2021, se llama “Traditionis Custodes” (Guardianes de la Tradición). ¿Cuál fue su impresión inicial de la elección de este título?

Monseñor Schneider: Mi impresión inicial fue la de un pastor que, en lugar de tener el olor de sus ovejas, las golpea furiosamente con un palo.

¿Cuáles son sus impresiones generales del Motu Proprio y de la Carta que lo acompaña del Papa Francisco a los obispos del mundo, en la cual explica su razón para restringir la Misa Tradicional en Latín?

En su Exhortación apostólica programática, Evangelii Gaudium, el Papa Francisco aboga por “ciertas actitudes que ayudan a acoger mejor el anuncio: cercanía, apertura al diálogo, paciencia, acogida cordial que no condena” (n. 165). Sin embargo, al leer el nuevo Motu Proprio y la carta que lo acompaña, uno tiene la impresión opuesta, a saber, que el documento, en su conjunto, muestra una intolerancia pastoral e incluso una rigidez espiritual. El Motu Proprio y la Carta que lo acompaña comunican un espíritu crítico y hostil. En el documento sobre la fraternidad humana (firmado en Abu Dhabi el 4 de febrero de 2019), el Papa Francisco abraza la “diversidad de religiones”, mientras que en su nuevo Motu Proprio resueltamente rechaza la diversidad de las formas litúrgicas en el rito romano.

Qué contraste evidente en actitud presenta este Motu Proprio, en comparación con el principio rector de pontificado Francisco, es decir, la inclusión y el amor preferencial por las minorías y los de las periferias de la vida de la Iglesia. Y qué actitud asombrosamente estrecha de mente se descubre en el Motu Proprio, en contraste con las propias palabras del Papa Francisco: “Sabemos que desde varios lados somos tentados para vivir en esta lógica del privilegio que nos aparta-apartando, que nos excluye-excluyendo, que nos encierra-encerrando los sueños y la vida de tantos hermanos nuestros” (Homilía de Vísperas, 31 de Diciembre de 2016). Las nuevas normas del Motu Proprio degradan la forma milenaria de la lex orandi de la Iglesia romana y, al mismo tiempo, cierran “los sueños y la vida de tantas” familias católicas, y especialmente de jóvenes y sacerdotes jóvenes, cuya vida espiritual y amor por Cristo y la Iglesia han crecido y se han beneficiado enormemente de la forma tradicional de la Santa Misa.

El Motu Proprio establece un principio de rara exclusividad litúrgica, afirmando que los nuevos libros litúrgicos promulgados son la única [unica] expresión de la lex orandi del rito romano (Art. 1). Qué contraste esta posición, también, está con estas palabras de Francisco: “Es verdad, el Espíritu Santo suscita los diferentes carismas en la Iglesia; en apariencia, esto parece crear desorden, pero en realidad, bajo su guía, es una inmensa riqueza, porque el Espíritu Santo es el Espíritu de unidad, que no significa uniformidad”(Homilía del Papa Francisco en la Catedral Católica del Espíritu Santo, Estambul, Sábado, 29 de Noviembre de 2014).

¿Cuáles son sus mayores preocupaciones sobre el nuevo documento?

Como obispo, una de mis principales preocupaciones es que, en lugar de fomentar una mayor unidad mediante la coexistencia de diversas formas litúrgicas auténticas, el Motu Proprio crea una sociedad de dos clases en la Iglesia, es decir, católicos de primera y católicos de segunda. Los privilegiados de primera son aquellos que se adhieren a la liturgia reformada, es decir, el Novus Ordo, y los católicos de segunda, que ahora apenas serán tolerados, incluyen un gran número de familias católicas, niños, jóvenes y sacerdotes que, en las últimas décadas, han crecido en la liturgia tradicional y han experimentado, con gran beneficio espiritual, la realidad y el misterio de la Iglesia gracias a esta forma litúrgica, que las generaciones anteriores consideraron sagrada y que formó a tantos santos y destacados católicos a lo largo de la historia.

El Motu Proprio y la carta que acompaña cometen una injusticia contra todos los católicos que se adhieren a la forma litúrgica tradicional, acusándolos de ser divisivos y de rechazar el Concilio Vaticano II. De hecho, una parte considerable de estos católicos se mantiene lejos de las discusiones doctrinales en relación con el Vaticano II, la Misa del Nuevo Orden (Novus Ordo Missae), y otros problemas que afectan la política eclesiástica. Ellos sólo quieren dar culto a Dios en la forma litúrgica a través del cual Dios ha tocado y transformado sus corazones y vidas. El argumento invocado en el Motu Proprio y la carta que lo acompaña, es decir, que la forma litúrgica tradicional crea división y pone en peligro la unidad de la Iglesia, es refutada por los hechos. Por otra parte, el tono despectivo tomado en estos documentos contra la forma litúrgica tradicional llevaría a cualquier observador imparcial a la conclusión de que tales argumentos son más que un pretexto y un engaño, y que algo más está en juego aquí.

¿Qué tan convincente encuentra la comparación del Papa Francisco (en la carta acompañante a los obispos) entre sus nuevas medidas y las adoptadas por San Pío V en 1570?

La época del Concilio Vaticano II y de la llamada Iglesia “conciliar” se ha caracterizado por una apertura a la diversidad e inclusión de espiritualidades y expresiones litúrgicas locales, junto con un rechazo del principio de uniformidad en la praxis litúrgica de la Iglesia. A lo largo de la historia, la verdadera actitud pastoral ha sido de tolerancia y respeto hacia una diversidad de formas litúrgicas, siempre que expresen la integridad de la Fe Católica, la dignidad y el carácter sagrado de las formas rituales, y que den un verdadero fruto espiritual en la vida de los fieles. En el pasado, la Iglesia Romana reconoció la diversidad de expresiones en su lex orandi. En la constitución apostólica que promulgó la Liturgia Tridentina, Quo Primum (1570), el Papa Pío V, al aprobar todas aquellas expresiones litúrgicas de la Iglesia Romana que tenían más de doscientos años, las reconoció como una expresión igualmente digna y legítima de la lex orandi de la Iglesia Romana. En esta bula, el Papa Pío V declaró que de ninguna manera rescinde otras expresiones litúrgicas legítimas dentro de la Iglesia Romana. La forma litúrgica de la Iglesia romana que fue válida hasta la reforma de Pablo VI no surgió con Pío V, pero se mantuvo sustancialmente sin cambios incluso siglos antes del Concilio de Trento. La primera edición impresa del Missale Romanum data de 1470, es decir, cien años antes del misal publicado por Pío V. El orden de la Misa de ambos misales es casi idéntico; la diferencia radica más en elementos secundarios, como el calendario, número de prefacios y normas más precisas de rúbricas.

El nuevo Motu Proprio del Papa Francisco también es profundamente preocupante porque manifiesta una actitud de discriminación contra una forma litúrgica de casi mil años de la Iglesia Católica. La Iglesia nunca ha rechazado aquello que, a lo largo de muchos siglos, ha expresado santidad, precisión doctrinal y riqueza espiritual, y ha sido exaltado por muchos papas, grandes teólogos (por ejemplo, Santo Tomás de Aquino) y numerosos santos. Los pueblos de Europa Occidental y, en parte, de Europa Oriental, del Norte y del Sur de Europa, de América, África y Asia fueron evangelizados y formados doctrinal y espiritualmente por el Rito Romano tradicional, y estos pueblos encontraron en ese rito su hogar espiritual y litúrgico. El Papa Juan Pablo II dio un ejemplo de una sincera apreciación de la forma tradicional de la Misa, cuando dijo: “En el Misal Romano, llamado ‘de San Pío V’, como en varias Liturgias Orientales, hay hermosas oraciones con las que el sacerdote expresa el sentido más profundo de humildad y reverencia ante los santos misterios: revelan la sustancia misma de cualquier liturgia”(Mensaje a los participantes en la Asamblea Plenaria de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, 21 de Septiembre de 2001).

Iría en contra del verdadero espíritu de la Iglesia de todas las épocas expresar ahora desprecio por esta forma litúrgica, etiquetarla como “divisiva” y como algo peligroso para la unidad de la Iglesia, y emitir normas destinadas a hacer desaparecer esta forma en el tiempo. Las normas consagradas en el Motu Proprio del Papa Francisco buscan arrancar sin piedad de las almas y vidas de tantos católicos la liturgia tradicional, que en sí misma es santa y representa la patria espiritual de estos católicos. Con este Motu Proprio, los católicos que hoy han sido alimentados espiritualmente y formados por la liturgia tradicional de la Santa Madre Iglesia, ya no experimentarán la Iglesia como una madre sino como una “madrastra”, en consonancia con la descripción del propio Papa Francisco: “Una mamá que critica, que habla mal de sus hijos no es madre. Creo que se dice «matrigna» en italiano... No es madre”. (Discurso a los consagrados y consagradas de la diócesis de Roma, 16 de Mayo de 2015).

La carta apostólica del Papa Francisco se emitió en la fiesta de Nuestra Señora del Monte Carmelo, patrona de los Carmelitas (como Santa Teresa de Lisieux), que rezan especialmente por los sacerdotes. A la luz de las nuevas medidas, ¿qué les diría a los seminaristas diocesanos y sacerdotes jóvenes que esperaban celebrar la Misa Tradicional Latina?

El cardenal Joseph Ratzinger habló sobre la limitación de los poderes del Papa en cuanto a la liturgia, con esta esclarecedora explicación: “el papa no es un monarca absoluto cuya voluntad es ley, sino más bien el custodio de la auténtica Tradición y, por tanto, el primer garante de la obediencia. No puede hacer lo que quiera, y precisamente por ello puede oponerse a los que pretenden hacer lo que quieren. La ley que debe seguir no es el actuar ad libitum, sino la obediencia a la fe. Por eso, en lo relativo a la liturgia, tiene el cometido de un jardinero y no el de un técnico que construye máquinas nuevas y tira las viejas. El “rito”, es decir, la forma de celebración y de oración que madura en la fe y en la vida de la Iglesia, es forma condensada de la Tradición viva, en la que la esfera del rito expresa el conjunto de su fe y de su oración, haciendo experimentable, al mismo tiempo, la comunión entre las generaciones, la comunión con los que rezaron antes que nosotros y rezarán después de nosotros. Así el rito es como un don hecho a la Iglesia, una forma viva de parádosis”. (Prólogo a “El desarrollo orgánico de la liturgia. Los principios de la reforma litúrgica y su relación con el movimiento litúrgico del siglo XX antes del Concilio Vaticano II” por Dom Alcuin Reid, San Francisco 2004).

La Misa tradicional es un tesoro que pertenece a toda la Iglesia, ya que ha sido celebrada y profundamente apreciada y amada por sacerdotes y santos durante al menos mil años. De hecho, la forma tradicional de la Misa fue casi idéntica durante siglos antes de la publicación del Misal del Papa Pío V en 1570. Un tesoro litúrgico válido y muy estimado de casi mil años no es propiedad privada de un Papa, del cual puede disponer libremente. Por tanto, los seminaristas y sacerdotes jóvenes deben pedir el derecho a utilizar este tesoro común de la Iglesia, y si se les niega este derecho, pueden hacerlo de todos modos, quizás de forma clandestina. Esto no sería un acto de desobediencia, sino de obediencia a la Santa Madre Iglesia, que nos ha dado este tesoro litúrgico. El firme rechazo de una forma litúrgica de casi mil años por parte del Papa Francisco representa, de hecho, un fenómeno efímero frente al espíritu y la praxis constante de la Iglesia.

Su Excelencia, ¿cuál ha sido su impresión hasta el momento de la aplicación de “traditionis Custodes”?

En unos pocos días, obispos diocesanos e incluso toda una conferencia episcopal ya han comenzado una supresión sistemática de cualquier celebración de la forma tradicional de la Santa Misa. Estos nuevos “inquisidores de la liturgia” han mostrado un clericalismo asombrosamente rígido, similar a ese descrito y lamentado por el Papa Francisco, cuando dijo: “Hay aquel espíritu de clericalismo en la Iglesia, que uno siente: los clérigos se sienten superiores, los clérigos se apartan del pueblo, los clérigos siempre dicen: ‘esto se hace así, así, así, ¡y Ustedes se van!’” (Meditación diaria en la Santa Misa del 13 de Diciembre de 2016).

El Motu Proprio antitradicional del Papa Francisco comparte algunas similitudes con las decisiones litúrgicas fatídicas y extremadamente rígidas tomadas por la Iglesia Ruso-Ortodoxa bajo el Patriarca Nikon de Moscú entre 1652 y 1666. Esto finalmente condujo a un cisma duradero conocido como los “Viejos Ritualistas” (en ruso: staroobryadtsy), quien mantenía las prácticas litúrgicas y rituales de la Iglesia rusa tal como estaban antes de las reformas del Patriarca Nikon. Resistiendo la acomodación de la piedad rusa a las formas contemporáneas del culto ortodoxo griego, estos viejos ritualistas fueron anatematizados, junto con su ritual, en un Sínodo de 1666-1667, produciendo una división entre los antiguos ritualistas y aquellos que siguieron a la iglesia estatal en su condena del Antiguo Rito. Hoy la Iglesia Ruso-Ortodoxa lamenta las drásticas decisiones del Patriarca Nikon, pues si las normas que implementó hubieran sido verdaderamente pastorales y hubieran permitido el uso del antiguo rito, no habría habido un cisma de siglos, con muchos sufrimientos innecesarios y crueles.

En nuestros días asistimos a cada vez más celebraciones de la Santa Misa, que se han convertido en una plataforma para promover el estilo de vida pecaminoso de la homosexualidad, las llamadas “Misas LGBT”, una expresión que en sí misma ya es una blasfemia. Estas misas son toleradas por la Santa Sede y muchos obispos. Lo que se necesita con urgencia es un Motu Proprio con normas estrictas que repriman la práctica de tales “Misas LGBT”, ya que son un ultraje a la majestad divina, un escándalo para los fieles (los pequeños) y una injusticia hacia las personas homosexuales sexualmente activas, que por tales celebraciones son confirmadas en sus pecados, y cuya salvación eterna está por ello en peligro.

Y sin embargo, varios obispos, particularmente en los Estados Unidos pero también en otros lugares, como en Francia, han apoyado a los fieles de su diócesis que están apegados a la Misa Tradicional en Latín. ¿Qué diría Usted para animar a estos sus hermanos obispos? ¿Y qué actitud deben tener los fieles hacia sus obispos, muchos de los cuales fueron ellos mismos sorprendidos por el documento?

Estos obispos han mostrado una verdadera actitud apostólica y pastoral, como los que son “pastores con olor a oveja”. Animaría a estos y muchos otros obispos a continuar con una actitud pastoral tan noble. Que ni las alabanzas de los hombres ni el temor de los hombres los conmuevan, sino sólo la mayor gloria de Dios, y el mayor beneficio espiritual de las almas y su salvación eterna. Por su parte, los fieles deben demostrar hacia estos obispos gratitud y filial respeto y amor.

¿Qué efecto cree tendrá el Motu Proprio?

El nuevo Motu Proprio del Papa Francisco es, en última instancia, una victoria pírrica y tendrá un efecto boomerang. Las numerosas familias católicas y el número cada vez mayor de jóvenes y sacerdotes, en particular sacerdotes jóvenes, que asisten a la Misa tradicional, no podrán permitir que su conciencia sea violada por un acto administrativo tan drástico. Decir a estos fieles y sacerdotes que simplemente deben ser obedientes a estas normas finalmente no funcionará con ellos, porque entienden que una llamada a la obediencia pierde su poder cuando el objetivo es suprimir la forma tradicional de la liturgia, el gran tesoro litúrgico de la Iglesia Romana.

Con el tiempo, seguramente surgirá una cadena mundial de misas catacumbales, como sucede en tiempos de emergencia y persecución. De hecho, podemos ser testigos de una era de misas tradicionales clandestinas, similar a la que Aloysius O'Kelly describió de manera tan impresionante en su pintura, “Misa en Connemara (Irlanda) durante Tiempos Penales”. O quizás vivamos una época similar a la descrita por San Basilio Magno, cuando los católicos tradicionales fueron perseguidos por un episcopado arriano liberal en el siglo IV. San Basilio escribió: “La boca de los verdaderos creyentes está muda, mientras que toda lengua blasfema se mueve libremente; las cosas santas son holladas; los mejores laicos evitan las iglesias como escuelas de impiedad; y alzan sus manos en los desiertos con suspiros y lágrimas a su Señor en el cielo. Incluso usted debe haber escuchado lo que está sucediendo en la mayoría de nuestras ciudades, cómo nuestra gente con esposas e hijos e incluso nuestros ancianos fluyen ante los muros y ofrecen sus oraciones al aire libre, soportando todos los inconvenientes de la clima con mucha paciencia y esperando la ayuda del Señor” (Carta 92).

La difusión admirable, armoniosa y bastante espontánea y el crecimiento continuo de la forma tradicional de la Misa, en casi todos los países del mundo, incluso en las tierras más remotas, es sin duda obra del Espíritu Santo, y un verdadero signo de nuestro tiempo. Esta forma de celebración litúrgica da verdaderos frutos espirituales, especialmente en la vida de los jóvenes y conversos a la Iglesia católica, ya que muchos de estos últimos se sintieron atraídos por la fe católica precisamente por el poder irradiante de este tesoro de la Iglesia. El Papa Francisco y los demás obispos que ejecutarán su Motu Proprio deben considerar seriamente el sabio consejo de Gamaliel y preguntarse si realmente están luchando contra una obra de Dios: “Ahora os digo: Dejad a estos hombres, dejadlos; porque si esto es consejo u obra de hombres, se disolverá; pero si viene de Dios, no podréis disolverlo, y quizá algún día os halléis con que habéis hecho la guerra a Dios” (Hechos 5: 38-39). Que el Papa Francisco reconsidere, de cara a la eternidad, su acto drástico y trágico, y retraiga con valentía y humildad este nuevo Motu Proprio, recordando sus propias palabras: “En realidad, la Iglesia se muestra fiel al Espíritu Santo en la medida en que no pretende regularlo ni domesticarlo”. (Homilía en la Catedral Católica del Espíritu Santo, Estambul, Sábado 29 de Noviembre de 2014).

Por el momento, muchas familias católicas, jóvenes y sacerdotes de todos los continentes lloran ahora, porque el Papa, su padre espiritual, los ha privado del alimento espiritual de la Misa tradicional, que tanto ha fortalecido su fe y su amor por Dios, por la Santa Madre Iglesia y por la Sede Apostólica. Es posible que, por un tiempo, “[salgan] llorando, llevando la semilla para sembrar, pero volverán a casa con gritos de alegría, trayendo sus gavillas con ellos” (Salmo 126, 6).

Estas familias, jóvenes y sacerdotes podrían dirigir al Papa Francisco estas u otras palabras similares: “Santísimo Padre, devuélvanos ese gran tesoro litúrgico de la Iglesia. No nos trate como a sus hijos de segunda clase. No viole nuestra conciencia forzándonos a una forma litúrgica única y exclusiva, Usted que siempre proclamó al mundo entero la necesidad de la diversidad, el acompañamiento pastoral y el respeto de la conciencia. No escuche a esos representantes de un clericalismo rígido que le aconsejaron llevar a cabo una acción tan despiadada. Sea un verdadero padre de familia, que “saca de su tesoro lo nuevo y lo viejo” (Mt 13,52). Si escucha nuestra voz, en el día de su juicio ante Dios, seremos sus mejores intercesores”.

Friday, July 23, 2021

Arzobispo Cordileone a Nancy Pelosi: Los católicos devotos no apoyan el aborto

Este es un artículo de The Epoch Times, Jul-23-2021.

Arzobispo a Pelosi: los católicos devotos no apoyan el aborto

POR ZACHARY STIEBER
23 de Julio de 2021


Un arzobispo respondió el jueves a la afirmación de la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, de que es una católica devota que apoya el aborto.

“Permítanme repetirlo: nadie puede afirmar ser un católico devoto y aprobar el asesinato de una vida humana inocente, y mucho menos que el gobierno pague por ello. El derecho a la vida es un derecho humano fundamental —el más fundamental— y los católicos no se oponen a los derechos humanos fundamentales”, dijo el arzobispo de San Francisco, Salvatore Cordileone, en un comunicado.

Cordileone es el arzobispo de la diócesis de origen de Pelosi.

A Pelosi le preguntaron durante una conferencia de prensa a primera hora del día por qué los demócratas se han negado a permitir una votación sobre un proyecto de ley que bloquearía los abortos financiados por los contribuyentes.

Dijo que el acceso al aborto es una cuestión de salud para muchas mujeres estadounidenses, “especialmente las que se encuentran en situaciones de bajos ingresos y en diferentes estados, y es algo que ha sido una prioridad para muchas de nosotras durante mucho tiempo”.

“Como católica devota y madre de cinco hijos en seis años, siento que Dios nos bendijo a mi marido y a mí con nuestra hermosa familia, los cinco hijos en seis años, casi cada día [lo siento]. Pero no me corresponde a mí dictar que eso es lo que deben hacer otras personas. Y es una cuestión de equidad y justicia para las mujeres pobres de nuestro país”, dijo también.

El aborto es poner fin a un embarazo, o interrumpir la gestación de un bebé no nacido. Los críticos dicen que el procedimiento es similar al asesinato, mientras que los defensores afirman que la vida y el bienestar de la madre tienen prioridad sobre el feto.

En 2018 se produjeron más de 619,000 abortos, según un sistema de vigilancia dirigido por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades. Eso supuso 11.3 abortos por cada 1000 mujeres de entre 15 y 44 años. Los abortos están disponibles en todos los estados debido a la sentencia de la Corte Suprema en el caso Roe contra Wade, aunque algunos estados han impuesto diversas restricciones sobre cuándo se puede realizar el procedimiento.

Cordileone condenó las declaraciones de Pelosi.

“Utilizar la cortina de humo del aborto como una cuestión de salud y justicia para las mujeres pobres es el epítome de la hipocresía: ¿qué pasa con la salud del bebé que se mata? ¿Qué hay de dar a las mujeres pobres una opción real, para que sean apoyadas en la elección de la vida? Esto les daría equidad e igualdad a las mujeres con medios, que pueden permitirse traer un hijo al mundo”, dijo.

“Son las personas de fe las que dirigen las clínicas de embarazos en crisis a favor de la vida; son las únicas que ofrecen a las mujeres pobres alternativas a la muerte de sus bebés en sus vientres. No puedo estar más orgulloso de mis compañeros católicos que se destacan en la prestación de este servicio vital. A ellos les digo: ¡ustedes son los dignos de llamarse ‘devotos católicos’!”

La oficina de Pelosi no respondió inmediatamente a una solicitud de comentarios.

El mes pasado, los obispos católicos de Estados Unidos aprobaron la redacción de un documento que podría reprender a Pelosi, al presidente Joe Biden y a otros católicos destacados que apoyan el aborto a pesar de las enseñanzas de la fe.

A Biden se le negó la comunión en 2019 por su apoyo al aborto.

Cordileone dijo hace unos meses que discutió con Pelosi su abstención de recibir la comunión debido a su posición sobre el aborto.