Austen Ivereigh en entrevista con El Mundo con ocasión de la aparición del libro “Soñemos Juntos”

“Soñemos Juntos” es el título del libro del “Papa Francisco en conversación con Austen Ivereigh”, según lo autodescriben allí mismo, que ha salido a la luz hace un par de días en varias lenguas. A raíz de ello, Austen Ivereigh, el que llaman “el biógrafo del Papa”, siendo inglés no solamente concede entrevistas en inglés sino también en español, visto que lo habla muy bien. De estas entrevistas en español, no sabemos cuántas ha concedido, escogemos esta que publica el periódico español El Mundo, Dic-03-2020.
Ahora, según entendemos no solamente por la lectura del libro (no te preocupes si todavía no lo has leído, no te estás perdiendo de mucho) sino por el abultado número de entrevistas de Ivereigh, nos encontramos en una especie de relanzamiento del Pontificado de Francisco. Las reformas planeadas por Francisco estaban presupuestadas para unos cinco años, pero han tomado más, y ya casi están listas, por lo que se estaría intentado, vía operación mediática o de manejo de imágen (o ambas), darle un nuevo impulso al pontificado. Una movida para contrarrestar el desgaste. A ello se sumaría el hecho de que Francisco pretendía un pontificado corto y renunciar, pero las cuentas se han desbarajustado porque Benedicto todavía sigue allí y sería impensable tener simultaneamente dos papas eméritos. En este sentido Benedicto le está prolongando artificialmente el pontificado a Francisco. El axioma sería: El día que muera Benedicto se daría la luz verde para la renuncia de Francisco. Un elemento que todavía no alcanzamos a comprender bien es la presión que los propios partidarios de Francisco ejercen sobre él, piénsese en los Alemanes que esperaban que Francisco arrasara con todo y creara una Iglesia nueva, pero los cambios habidos a estos tales no les satisfacen y están desesperados, les convendría que viniera otro, porque el actual no está dando la talla en materia de transformaciones o reingenierías. Estos, y no los que se oponen a las reformas de Francisco, como dicen los medios, son los que verdaderamente representan un peligro para Francisco. Salvo que sea para servirles de caja de resonancia, de estos poco o casi nada se habla, y en este nuevo libro menos, son sobre los cuales deberían estar puestos los reflectores mediáticos, pero no. Algo pasa, ¿por qué la prensa sigue con el desgastado cuento de que son los conservadores, los tradis y, en general, los que se oponen a las reformas, a los que hay que desacreditar y de quienes hay que hablar poniéndolos siempre en yuxtaposición a Francisco?
Esta la arriba anunciada entrevista de Ivereigh.
Austen Ivereigh: “El Vaticano antes era arrogante y soberbio, ahora es servicial”
El biógrafo del Papa Francisco ha colaborado con el Pontífice en ‘Soñemos juntos’, un libro sobre sus inquietudes y propuestas en la era del Covid. Este periodista británico nos habla de las reformas, muchas discutidas, que vive el Vaticano con Jorge Bergoglio.
POR JORGE BENÍTEZ
MADRID
El 13 de marzo de 2013 hubo dos hombres afortunados. El primero era elegido el primer heredero de Pedro de formación jesuita y origen latinoamericano de la historia de la Iglesia. El segundo tenía el compromiso de comentar semejante acontecimiento en televisión cuando las quinielas papales del cónclave habían descartado al argentino Jorge Bergoglio por edad como sucesor de Benedicto XVI. Sin embargo, el periodista y escritor británico Austen Ivereigh no se quedó en blanco. Tenía cosas que decir. Había escrito su tesis doctoral de un tema que había sorprendido a sus tutores: la iglesia católica argentina. No conocía demasiado a Bergoglio, si bien sabía de qué pasta estaba hecho y de cómo se había forjado su catolicismo. «Hay que entender Argentina para entender a Francisco, como había que conocer la historia de Polonia para entender a Juan Pablo II», dice en una entrevista por Zoom que realiza desde su casa en un pueblo de Gales.
Más de siete años después de aquel frenético día para ambos, Ivereigh es una de las personas que mejor que le conoce, a pesar de que apenas se han visto físicamente en contadas ocasiones. Primero investigó todo sobre él para escribir una biografía (El gran reformador. Francisco, retrato de un Papa radical, Ediciones B) y ahora colabora («sólo me he dedicado a aspectos técnicos», aclara) en el libro Soñemos juntos (Ed. Plaza & Janés), que sale a la venta hoy, en el que Francisco expone sus inquietudes y propuestas para un mundo en crisis.
P. Francisco heredó un Vaticano en una situación comprometida y ahora se encuentra con una pandemia. ¿Cómo es su visión del mundo?
R. A él le preocupa la mentalidad tecnocrática. No cree que la tecnología sea mala, al contrario, pero cree que ésta nos ha cambiado. Que nuestra capacidad moral no se ha adecuado a nuestra capacidad técnica, que es en sí capacidad de poder. El hecho de que, en muchos aspectos, podamos no significa que debamos. En su libro ve que detrás de la destrucción medioambiental, del abuso sexual, está siempre detrás el uso equivocado de un poder.
P. Bergoglio anunció un pontificado corto. Algo que usted confirmaba, pero algo ha cambiado.
R. Francisco tenía cuando llegó un plan de reformas de cinco años, pero que ha tenido que alargar dos más por algunas resistencias a las que se ha enfrentado. Él pensaba que una vez cumplido y si tuviera problemas de salud podría plantearse la posibilidad de renunciar. Este año concluye su plan de reformas y, en mi opinión, creo que no habrá más encíclicas. Pero han sucedido dos factores que le han hecho cambiar de opinión. En primer lugar, que el papa Benedicto sigue vivo. Esta situación va a provocar una situación nunca dada en la historia: que un papa entierre a otro papa. La segunda ha sido la crisis del Covid. Francisco se ha dado cuenta de que Dios le ha conferido una misión: ser un piloto en la tormenta para alumbrar a la humanidad en esta nueva era. La pandemia ha relanzado el pontificado de Francisco.
P. Además de la pandemia, este año ha sido muy complicado. Tenemos el escándalo del cardenal Becciu, acusado de malversación y nepotismo.
R. Este escándalo es la prueba de que las reformas del Vaticano están funcionando. Si el Papa pidió su dimisión es porque dos magistrados vaticanos habían investigado lo que estaba sucediendo. Hay un sistema de transparencia, seguramente incompleto, pero si piensas cómo estaba el Vaticano en el año 2012 y cómo está ahora, la verdad es que parecen dos mundos completamente distintos. No significa esto que haya acabado con la corrupción, pero sí que hay nuevos mecanismos de control contable.
P. El cardenal George Pell dijo que Francisco había sido elegido para limpiar las finanzas vaticanas.
R. Los cardenales habían decidido que el nuevo papa tenía que hacer la reforma financiera además de otros cambios, como la reforma de la curia. Bergoglio le dio prioridad a las finanzas porque su situación era lamentable, se perdía dinero por todas partes y no se sabía por qué. No existían mecanismos de control.
P. El tema de la curia no parecía menos complejo.
R. Eso es un proceso a más largo plazo. La nueva constitución curial demuestra el camino recorrido. El reto más importante no es estructural sino un cambio de mentalidad. Hoy el Vaticano es mucho menos soberbio y arrogante que antes, es mucho más servicial con la Iglesia y la humanidad. Menos clericalista. Muchos obispos que visitan el Vaticano dicen que están asombrados porque en los departamentos de gobierno en vez de ser reprendidos como hermanos descarriados, como sucedía antes, se les dice ‘qué podemos hacer por ti’. Hay intercambios fluidos de pareceres sobre los problemas de cada diócesis. Los obispos antes eran tratados con soberbia en el Vaticano.
P. Francisco es el Papa que ha representado más controversias ideológicas. Hay sectores conservadores que lo critican, mientras la izquierda en numerosas ocasiones le ha aplaudido.
R. La resistencia a este pontificado de los sectores más conservadores, sobre todo en Estados Unidos, se deben a que Francisco se niega a apoyar la guerra cultural, la lucha por ocupar la plaza pública, porque para él lo prioritario es la evangelización. No quiere que todo se centre en aborto y matrimonio. El destino del no nacido es importante, pero también lo es el cuidado del anciano, del inmigrante, del medio ambiente.
P. Niega entonces que el Papa sea de izquierdas.
R. Claro que no lo es. La agenda progresista liberal europea en muchos aspectos desagrada a Francisco. También se ha mostrado contrario a la política de Black Lives Matter con el derribo de estatuas que han protagonizado por ir en contra de la Historia y difiere con su defensa del no nacido, se ha mostrado contra la ideología de género, cosas que no gustan a la izquierda.
P. ¿Cuál es su postura sobre el matrimonio gay? En octubre dijo una cosa pero luego la Secretaría del Vaticano quiso matizar su postura.
R. Lo cierto es que se generó cierta confusión porque la cita del documental era de una entrevista anterior. Él dijo lo mismo que pensaba cuando era Arzobispo de Buenos Aires. Está en contra de la redefinición de matrimonio, tanto sacramental como civil, que considera heterosexual y singular, pero eso no implica que el Estado no deba proteger civilmente a las parejas de otra condición.
P. Por último, ¿cree que la presión del papado le ha desmoralizado en alguna ocasión?
R. A Jorge Bergoglio siempre le he percibido como un hombre de gobierno, está cómodo liderando. Entiende muy bien la gestión de cambios institucionales. Él es feliz gobernando. Por eso cuando le mandaron a principios de los 90 a la provincia de Córdoba lo sintió como una crucifixión. No porque sea alguien deseoso de poder, sino porque se siente preparado para ejercerlo.