Dice Maria Antonietta Calabrò, vaticanista de The Hufftington Post en italiano, Nov-30-2020 (nuestra traducción):
Ayer por la tarde, primer domingo del Adviento, el Papa Francisco ha telefoneado a casa al moseñor Angelo Becciu. Tras el estallido del escándalo del Palacio de Londres y la “renuncia” a los derechos y deberes del cardenalato, un cambio de escena. Tal vez. Seguramente, una iniciativa que abrió el corazón del arzobispo sardo, que así refiere, “ya que los pensamientos del Santo Padre, son muy diferentes a los de los periodistas”.
La llamada de Casa Santa Marta llegó al final de un duro fin de semana para Becciu caracterizado en el Vaticano por el nuevo Consistorio (la creación de los nuevos cardenales), al que su eminencia, dada la sanción que le impuso a finales de septiembre el Papa en persona, no pudo participar (como, actualmente, no podrá participar en un futuro cónclave).
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