Monday, November 23, 2020

Francisco dice por primera vez que los Uigures son perseguidos


Lo ha dicho en el libro al cual nos referimos anteriormente en esta misma fecha y pronto a publicarse. Bueno, en realidad es mucho más que perseguidos, pero peor es nada, y ya que se renovó el acuerdo Vaticano-China a lo mejor hay una cierta libertad para decirlo, aunque tratándose del gobierno chino no sabe uno qué tipo de represalia pueda haber. Tampoco se sabe en qué fecha fue que lo dijo, porque cabría la posibilidad que hayan sido dichas en forma reactiva, i.e., en el marco de una entrevista que sabía iba a ser publicada, después de que el Secretario de Estado de EEUU le reclamara decir algo al respecto, eso fue a mediados de Septiembre de 2020. Ahora, como el ministerio de exteriores chino casi todos los días hace una rueda de prensa, a ver si algún periodista intenta —y lo dejan— preguntar qué opina es gobierno de que Francisco diga que los Uigures son perseguidos.

Esta es una información de Infobae, Nov-23-2020.

El papa menciona por primera vez la persecución de los uigures

23 de Noviembre de 2020


El papa Francisco, que desplegó grandes esfuerzos diplomáticos para renovar en octubre un acuerdo con China, mencionó por primera vez la persecución de la minoría musulmana de los uiugures.

"Pienso mucho en los pueblos perseguidos: los rohinyás, los pobres uiugres, los yazidíes -lo que les hizo el Dáesh fue muy cruel- o los cristianos en Egipto y Pakistán, muertos por bombas detonadas mientras rezaban en la iglesia", confiesa el soberano pontífice en un libro dado a conocer este lunes, titulado en español "Soñemos juntos. El camino a un futuro mejor".

El Vaticano nunca se ha expresado oficialmente sobre la persecución de los uigures, incluso si dos cardenales asiáticos lo hicieron el verano pasado.

El 22 de octubre, el Vaticano y China renovaron por dos años un delicado acuerdo sobre el nombramiento de los obispos. Con anterioridad, Estados Unidos había exhortado al papa a denunciar todas las persecuciones religiosas en China, tanto contra los católicos como contra la minoría uigur.

Los uigures constituyen el principal grupo étnico de Xinjiang (noroeste de China). Según organizaciones de defensa de derechos humanos, más de un millón de personas fueron internadas en "campos" en esta región. China afirma por su parte que se trata de "centros de formación profesional".

En su libro (que se publica el 2 de diciembre), el papa habla más detenidamente del pueblo rohinyá, una minoría musulmana perseguida en Birmania y de la que numerosos miembros se refugiaron en el vecino Bangladés.

"Siento un cariño particular por los rohinyás. En este momento es el grupo humano más perseguido de la Tierra", dice el papa argentino. "Hay miles de ellos en campos de refugiados en Bangladesh, donde el Covid-19 hace estragos", añade, hablando de "una injusticia que clama al cielo".


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China: Mons. Thomas Chen Tianhao es el nuevo obispo de Qingdao


Información de AsiaNews, Nov-23-2020.

Mons. Thomas Chen Tianhao es el nuevo obispo de Qingdao

de Wang Zhicheng

Oficialmente, sería el primer obispo ordenado según el acuerdo provisional entre China y el Vaticano. Se lo considera un obispo muy obediente a la política religiosa del gobierno. Es miembro del Comité Permanente de la Asociación Patriótica Nacional.

Beijing (AsiaNews) -
Mons. Thomas Chen Tianhao, de 58 años, es el nuevo obispo de Qingdao (Shandong). La ceremonia de su ordenación se celebró esta mañana en la catedral de la ciudad, dedicada a San Miguel. Presidió la celebración Mons. Fan Xingyao de Linyi, presidente de la Asociación Patriótica Nacional de China. Los obispos concelebrantes fueron: Mons. Yang Yongqiang de Zhoucun, vicepresidente del Consejo de obispos chinos y Mons. Zhang Xianwang de Jinan, vicepresidente de la "liang hui", la "doble organización", que abarca el Consejo de Obispos y la Asociación Patriótica.

Algunos fieles señalaron que la presencia de tantos miembros de alto rango de la Asociación Patriótica se debe a que el flamante obispo fue presidente de la Asociación Patriótica de Qingdao y desde 2010 es miembro del Comité Permanente de la Asociación Patriótica Nacional. Según expertos en el tema, esta sería la primera ordenación episcopal siguiendo las modalidades estipuladas en el acuerdo provisional entre China y la Santa Sede. Sin embargo, en la consagración, se seguiría usando la vieja fórmula, en que se cita el mandato del Consejo de los obipos pero no se menciona en ningún momento al Papa, ni la Santa Sede.

El nuevo obispo es conocido como un leal funcionario del Estado por lo que respecta a la política religiosa. Sucede a Mons. Giuseppe Li Mingshu, quien falleció en junio de 2018.

Debido a las limitaciones impuestas por la pandemia, la celebración no pudo estar abierta a todos, pero asistieron 21 sacerdotes y más de 200 religiosas y fieles.

Monseñor Chen Tianhao nació en Pingdu (Shandong) en 1962. Estudió en el seminario del Espíritu Santo en Shandong y recibió la ordenación sacerdotal en diciembre de 1989. Según los datos oficiales, fue elegido y nombrado obispo de Qingdao el 19 de noviembre de 2019.


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Así se realizará el consistorio para la creación de cardenales, motivo pandemia


En el pasado nos hemos referido a las dificultades que enfrenta el fututo consistorio para la creación de cardenales, a realizarse el próximo Sábado, motivo pandemia (ver aquí, aquí y aquí). Al respecto, la Oficina de Prensa de la Santa Sede ha dicho hoy, a grandes rasgos, cómo se realizará.

Información de agencia Europa Press, Nov-23-2020.

ROMA, 23 Nov. (EUROPA PRESS) - El Papa creará este sábado 28 de noviembre trece nuevos cardenales, nueve con derecho a voto en un eventual cónclave, en un consistorio marcado por la pandemia donde predominarán las medidas de seguridad como la prohibición de las habituales visitas de cortesía o los habituales abrazos entre los nuevos purpurados y el Papa tras la imposición de la birreta cardenalicia.

Según ha confirmado la oficina de prensa de la Santa Sede, dos de los nuevos purpurados --Monseñor José Advíncula, Arzobispo de Capiz (Filipinas) y Monseñor Cornelius Sim, obispo de Puzia de Numidia, vicario apostólico de Brunei-- no podrán asistir a la ceremonia por las disposiciones sanitarias si bien "serán creados cardenales igualmente" ya que podrán conectarse a la ceremonia a través de una plataforma digital.

"En otro momento todavía por fijar --aclara el Vaticano-- un representante del Santo Padre les hará entrega de la birreta, el anillo y la bula con el título".

En la ceremonia, en la que será creado cardenal el español Monseñor Celestino Aós Braco, arzobispo de Santiago de Chile, que tuvo que guardar cuarentena tras su llegada a Italia, se evitarán las visitas de cortesía, que solían convertirse en un baño de masas con abrazos y besos del nuevo purpurado con cientos de fieles.

Además, el acceso será muy limitado de manera que los billetes que reparte la Casa Pontificia estarán reservados a los acompañantes de los neo-cardenales. En cualquier caso, no más de cien personas.

El consistorio será presidido por el Papa en la basílica de San Pedro el sábado 28 y al día siguiente celebrará una misa en la que concelebrarán los nuevos cardenales que coincidirá con el primer domingo de adviento.

Los nuevos purpurados que tendrán derecho a voto en un hipotético conclave son: el obispo maltés Mario Grech nuevo Secretario General del Sínodo de Obispos; Monseñor Marcello Semeraro, nuevo Prefecto de la Congregación de las Causas de los Santos; Monseñor Antoine Kambanda, arzobispo de Kigali (Uganda); Wilton Daniel Gregory, arzobispo de Washington (EEUU); Monseñor José Advíncula, Arzobispo de Capiz (Filipinas); Monseñor Celestino Aós Braco, arzobispo de Santiago de chile; Monseñor Cornelius Sim, obispo de Puzia de Numidia, vicario apostólico de Brunei; Monseñor Augusto Paolo Lojudice, arzobispo de Siena, Colle di Val d'Elsa - Montalcino; Mauro Gambetti, custodio del convento de Asís (Italia). Los dos primeros Grech y Semeraro pertenecen a la Curia cardenalicia.

El Papa también creará otros cuatro cardenales mayores de 80 años y, por tanto, sin participación en un eventual cónclave. Su nombramiento será una distinción honorífica por su servicio a la Iglesia: Felipe Arizmendi, obispo "emérito" de San Cristóbal de Las Casas; Raniero Cantalamessa, predicador de la Casa Pontificia; Monseñor Enrico Feroci, sacerdote de la Parroquia de Santa Maria del Divino Amor en Castel di Leva (Italia) y ex director de Caritas (Roma) y Silvano Tomassi, ex nuncio y observador del Vaticano en la ONU.

Actualmente el número total de cardenales electores es de 119, de los que 64 han sido creados por Francisco. A partir del 28 de noviembre, serán 128 los cardenales que podrán votar en un eventual cónclave, de los 73 habrán sido creados por el Papa argentino, 16 por Juan Pablo II y 39 por Benedicto XVI.

Esta cifra de 128 excluye al ex Prefecto de las Causas de los Santos, Angelo Becciu, que fue obligado a dimitir el 24 de septiembre y a renunciar a sus derechos como cardenal tras haberse visto implicado en un caso de malversación de fondos investigado por el tribunal del Vaticano.

“Volvamos a Soñar”, libro de Francisco en colaboración con Austen Ivereigh, su ‘biógrafo’



Un nuevo libro relacionado con Francisco, pero en este caso proveniente del que llamaron ‘el biógrafo de Francisco’, Austen Ivereigh, y se trata de uno escrito por Francisco en colaboración con Ivereigh bajo el título “Volvamos a Soñar”.

El diario La Repubblica reproduce hoy unos apartes del libro. Este es un artículo en español de Vatican News, Nov-23-2020.

Papa Francisco: las situaciones "Covid19" y las tres soledades de mi vida

Publicamos un pasaje del libro "Ritorniamo a sognare" (Piemme, Volvemos a soñar) escrito por el Pontífice con el periodista Austen Ivereigh, estará en las librerías desde diciembre. El pasaje ha sido anticipado por el periódico La Repubblica en la edición de hoy que lo encuentran en los quioscos.

Pasaje del Papa Francisco

En mi vida he tenido tres situaciones "Covid": la enfermedad, Alemania y Córdoba.

Cuando contraje una enfermedad grave a la edad de 21 años, tuve mi primera experiencia del límite, del dolor y de la soledad. Cambió mis coordenadas. Durante meses no supe quién era, si moriría o viviría. Ni siquiera los médicos sabían si lo lograría. Recuerdo que un día le pedí a mi madre, abrazándola, que me dijera si iba a morir. Yo estaba asistiendo al segundo año del seminario diocesano en Buenos Aires.

Recuerdo la fecha: era el 13 de agosto de 1957. Fue un prefecto quien me llevó al hospital, al darse cuenta de que no tenía el tipo de gripe que se trata con aspirina. Primero me sacaron un litro y medio de agua del pulmón, luego estuve luchando entre la vida y la muerte. En noviembre, me operaron para quitarme el lóbulo superior derecho del pulmón. Sé por experiencia cómo se sienten los pacientes con coronavirus cuando luchan por respirar en un respirador.

Recuerdo a dos enfermeras en particular de esos días. Una era la jefa de enfermeras, una monja dominicana que había sido profesora en Atenas antes de ser enviada a Buenos Aires. Más tarde supe que, después de que el médico se fuera tras el primer examen, les dijo a las enfermeras que duplicaran la dosis del tratamiento que él había prescrito -basado en la penicilina y la estreptomicina- porque su experiencia le decía que me estaba muriendo. La hermana Cornelia Caraglio me salvó la vida. Gracias a su contacto habitual con los enfermos, sabía mejor que el médico lo que los pacientes necesitaban, y tuvo el coraje de usar esa experiencia.

Otra enfermera, Micaela, hizo lo mismo cuando yo tenía mucho dolor. Ella me dio secretamente dosis extra de tranquilizantes fuera de las horas. Cornelia y Micaela están en el cielo ahora, pero siempre estaré en deuda con ellas. Lucharon por mí hasta el final, hasta que me recuperé. Me enseñaron lo que significa usar la ciencia y saber ir más allá, para responder a necesidades específicas.

De esa experiencia aprendí otra cosa: lo importante que es evitar el consuelo barato. La gente venía a verme y me decía que estaría bien, que nunca más sentiría todo ese dolor: tonterías, palabras vacías dichas con buenas intenciones, pero que nunca llegaron a mi corazón. La persona que más me conmovió, con su silencio, fue una de las mujeres que marcó mi vida: Sor María Dolores Tortolo, mi maestra de niño, que me había preparado para la Primera Comunión. Vino a verme, me tomó de la mano, me dio un beso y se quedó callada un rato. Entonces me dijo: "Estás imitando a Jesús". No necesitaba añadir nada más. Su presencia, su silencio, me dio un profundo consuelo.

Después de esa experiencia tomé la decisión de hablar lo menos posible cuando visitaba a los enfermos. Simplemente tomé su mano.

[...]

Podría decir que el período alemán, en 1986, fue el "Covid del exilio". Fue un exilio voluntario, porque fui allí a estudiar el idioma y a buscar el material para concluir mi tesis, pero me sentí como un pez fuera del agua. Me escapé para dar unos paseos al cementerio de Frankfurt y desde allí se veían los aviones despegar y aterrizar; tenía nostalgia de mi patria, de volver. Recuerdo el día que Argentina ganó la Copa del Mundo. No quería ver el partido y sabía que habíamos ganado sólo al día siguiente, leyéndolo en el periódico. Nadie en mi clase de alemán dijo nada al respecto, pero cuando una chica japonesa escribió "Viva Argentina" en la pizarra, los demás se rieron. La profesora entró, dijo que lo borrara y cerró el tema.

Era la soledad de una victoria en solitario, porque no había nadie que la compartiera; la soledad de no pertenecer, lo que te hace un extraño. Te sacan de donde estás y te ponen en un lugar que no conoces, y mientras aprendes lo que realmente importa en el lugar que dejaste.

A veces el desarraigo puede ser una curación o una transformación radical. Ese fue mi tercer Covid cuando me enviaron a Córdoba de 1990 a 1992. La raíz de este período fue mi forma de mandar, de dar órdenes, primero como provincial y luego como rector. Ciertamente había hecho algo bueno, pero a veces era muy duro. En Córdoba me hicieron el favor y tenían razón.

Un año, diez meses y trece días pasaron en esa residencia jesuita. Celebré la misa, me confesé y ofrecí dirección espiritual, pero nunca salí, excepto cuando tuve que ir a la oficina de correos. Era una especie de cuarentena, de aislamiento, como nos ha pasado a tantos en los últimos meses, y me hizo bien. Me llevó a madurar ideas: escribí y recé mucho.

Hasta ese momento había tenido una vida ordenada en la Compañía, basada en mi experiencia primero como maestro de novicios y luego en el gobierno desde 1973, cuando fui nombrado provincial, hasta 1986, cuando terminé mi mandato como rector. Me había establecido en esa forma de vida. Un desarraigo de ese tipo, con el que te envían a un rincón remoto y te ponen como profesor sustituto, lo perturba todo. Tus hábitos, tus reflejos de comportamiento, tus líneas de referencia anquilosadas a lo largo del tiempo, todo esto se ha esfumado y tienes que aprender a vivir de nuevo, a recomponer tu existencia.

Tres cosas en particular me llaman la atención hoy de ese momento. Primero, la capacidad de rezar que me fue dada. Segundo, las tentaciones que sentí. Y tercero, y esto es lo más extraño, que leí por casualidad los 37 volúmenes de la Historia de los Papas de Ludwig Pastor. Podría haber elegido una novela, algo más interesante. Desde donde estoy ahora me pregunto por qué Dios me inspiró a leer esa misma obra en ese momento. Con esa vacuna, el Señor me preparó. Una vez que conoces esa historia, no hay mucho que pueda sorprenderte sobre lo que está pasando en la Curia Romana y la Iglesia hoy en día. ¡Me ayudó mucho!

El "Covid" de Córdoba fue una verdadera purificación. Me dio más tolerancia, comprensión, perdón. También me dejó una nueva empatía con los débiles e indefensos. Y paciencia, mucha paciencia, es decir, el don de comprender que las cosas importantes llevan tiempo, que el cambio es orgánico, que hay límites y que debemos trabajar dentro de ellos y al mismo tiempo mantener los ojos en el horizonte, como hizo Jesús. He aprendido la importancia de ver lo grande en lo pequeño, y de estar atento a lo pequeño en las cosas grandes. Fue un período de crecimiento en muchos sentidos, como brotar de nuevo después de una poda exhaustiva.

Pero debo estar en guardia, porque cuando se cae en ciertas faltas, en ciertos pecados, y se corrige, el diablo, como dice Jesús, vuelve, ve la casa "barrida y adornada" (Lucas 11:25) y va a llamar a otros siete espíritus peores que él. El fin de ese hombre, dice Jesús, se vuelve mucho peor que antes. Esto es lo que debo preocuparme ahora en mi tarea de gobernar la Iglesia: no caer en los mismos defectos que cuando era un superior religioso.

Estos eran mis principales Covids personales. He aprendido que sufres mucho, pero si dejas que te cambie, saldrás mejor. Si en cambio, levantas las barricadas, sales peor.

Del libro Volvamos a soñar. RITORNIAMO A SOGNARE. Derechos de autor de la traducción al italiano © 2020 Austen Ivereigh. Todos los derechos reservados.

Publicado para el PIEMME por Mondadori Libri S.p.A.

2020 Mondadori Libri S.p.A., Milán

Publicado por acuerdo con Berla & Griffini