Thursday, October 22, 2020

«¿Uniones civiles? Soy fiel al Papa pero no por encima de la palabra de Dios». Entrevista al cardenal Gerhard Müller

Esta es una traducción de Secretum Meum Mihi de una entrevista al cardenal Gerhard Ludwig Müller, anterior prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, publicada en Corriere Della Sera, Oct-23-2020, pág. 27, en relación a las inquientantes expresiones de Francisco avalando las uniones civiles para homosexuales.

«¿Uniones civiles? Soy fiel al Papa pero no por encima de la palabra de Dios»
El cardenal Müller: así se crea desconcierto

Por Gian Guido Vecchi

CIUDAD DEL VATICANO «Todo esto ha creado una gran confusión, he recibido cientos de llamadas, los fieles están totalmente perdidos: ¿qué quiso decir el Papa? ¿Posible? ¿Por qué no se expresa claramente? ». El cardenal Gerhard Ludwig Müller, de 73 años a finales de diciembre, teólogo y curador de la opera omnia de Ratzinger, fue nombrado prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe por Benedicto XVI en 2012 y permaneció en el cargo hasta 2017. «En Alemania, con Benedicto, me decían que era demasiado papista, ¡ahora me he convertido en enemigo del Papa! Una cosa absurda para mí: soy católico, sacerdote, he escrito muchos libros sobre el primado del Papa, siempre lo he defendido contra protestantes y liberales. Pero...».

Pero, ¿eminencia?

«Pero el Papa no está por encima de la Palabra de Dios, que creó al ser humano masculino y femenino, el matrimonio y la familia. Soy cardenal y siempre estoy del lado del Papa, pero no en todas las condiciones. No es una lealtad absoluta. La primera lealtad es a la Palabra de Dios. El Papa es el Vicario de Cristo, no es Cristo. Y soy creyente en Dios».

Pero Francisco no habló de matrimonio, dijo que le gustaría reconocimiento jurídico para las parejas homosexuales, las uniones civiles...

«¿Y cuál es la diferencia, en fondo? En muchos Estados, las así llamadas uniones han sido solamente la premisa para el reconocimiento de los matrimonios gay. Por esto muchos fieles se inquietan, piensan que estas palabras serían sólo el primer paso hacia una justificación de las uniones homosexuales, para la Iglesia, y esto no es posible».

¿Y por qué?

«Desde el inicio de la Escritura, en el Génesis, se dice que Dios creó al hombre y a la mujer. Jesús les recuerda a los fariseos: el hombre se unirá a su esposa y los dos serán una sola carne. Por esta razón, el único matrimonio posible es entre un hombre y una mujer y las relaciones sexuales están reservadas exclusivamente al matrimonio. No queremos condenar a las personas con tendencias homosexuales, más bien hay que acompañarlas y ayudarlas: pero según las condiciones de la doctrina cristiana».

La Escritura no habla de uniones civiles...

«¡Esto es un sofisma! La Palabra de Dios es válida para todos los tiempos. Y habla del derecho natural, moral. La constitución antropológica no se respeta en esta nueva antropología LGBT: dicen que no hay una naturaleza humana definida, hombre y mujer, y el sexo sería solo un constructo ideal, con todas las consecuencias del caso, incluido el derecho a cambiarlo. Pero no hay futuro para la humanidad sin reconocer la complementariedad entre el hombre y la mujer, los datos biológicos y psíquicos, relación que es la base de la cultura humana. El Papa es también el primer intérprete del derecho natural: ¿por qué interviene en estas cosas de los Estados sin enfatizar la dimensión de la ley natural?».

¿No puede la Iglesia reconocer las uniones civiles?

«No es posible para un pensamiento cristiano. Por eso la Iglesia siempre se ha opuesto: incluso el Estado laico debe respetar la ley natural, reconocer los derechos fundamentales del humano».

¿Y dónde se violarían los derechos humanos?

«Con la adopción de niños, por ejemplo. Un niño tiene derecho a crecer con un padre y una madre. Y no hablemos de la maternidad subrogada, de las mujeres pobres que necesitan dinero y venden sus propios cuerpos. Un gran mercado contra la dignidad humana».

¿Qué les dijo a los fieles que lo llamaron?

«Respetamos al Papa, por supuesto, él es el principio de la unidad de la Iglesia. Pero Pedro y Pablo también discutieron y un Papa, Honorio I, incluso fue juzgado por un Concilio. La persona no es totalmente idéntica con el papado. Ha habido pontífices no siempre claros en la doctrina».

¿Y esta vez?

«La declaración del Papa Francisco no es oficial, salió de una entrevista, y eso la relativiza y genera malentendidos. Todo esto no es bueno porque un Papa, así como cualquier obispo, debe ser siempre muy cauteloso y claro, sobre todo en estos tiempos tan delicados. Algunos dicen, no sé si sea cierto, que combinaron diferentes citas en el documental. ¿Por qué la Santa Sede no ha dado una explicación? ¿Y la Congregación para la Doctrina de la Fe? Sin embargo, ha publicado textos científicamente elaborados sobre la homosexualidad y el matrimonio. Y un problema de confusión, en el mundo ahora dicen “el Papa bendice las uniones homosexuales”: no lo dijo, pero estas son las consecuencias. Debería estar más atento».

Silencio en el Vaticano tras el apoyo del Papa a las uniones de homosexuales


Una cosa que no encaja, si lo de Francisco avalando las uniones civiles para homosexuales es una manipulación, como ahora se va viendo, ¿cómo es que en el Vaticano han dejado correr la especie sin salir a decir nada?

Este es un artículo de ABC de Madrid, Oct-23-2020.

Silencio en el Vaticano tras el apoyo del Papa a las uniones de homosexuales

► Afloran sospechas de que el documental de Afineevsky manipuló las palabras de Francisco

JUAN VICENTE BOO
CORRESPONSAL EN EL VATICANO


Pasadas más de veinticuatro horas desde que las palabras del Papa Francisco a favor de las uniones homosexuales diesen la vuelta al mundo, todo el departamento de Comunicación del Vaticano mantenía un silencio total a última hora de ayer, sin contestar a centenares de mensajes pidiendo aclaraciones al respecto.

Un diario italiano publicó un correo electrónico atribuido a la dirección editorial del departamento de Comunicación del Vaticano que ordena: «De momento no publicamos ninguna noticia, ni en la radio ni en la web. Nada sobre el documental ni la entrega del premio hoy en el Vaticano. Se está debatiendo el modo de hacer frente a la crisis mediática». El extraordinario mutismo era una anomalía sin precedentes, justo cuando millones de católicos de todo el mundo deseaban confirmar el alcance de las palabras de Francisco y clarificar las sospechas de posible manipulación que afloraban con intensidad.

Omisiones o retoques

En el documental «Francesco», del rusoamericano Evgeny Afineevsky, presentado el miércoles en Roma, el Papa manifestaba que «las personas homosexuales tienen derecho a estar en la familia; son hijos de Dios, tienen derecho a una familia. No se puede echar de la familia a nadie ni hacerle la vida imposible por eso. Lo que tenemos que hacer es una ley de convivencia civil; tienen derecho a estar cubiertos legalmente. Yo defendí eso».

Las últimas palabras, «yo defendí eso», se referían a su apoyo a un posible plan de uniones civiles como alternativa a la ley de matrimonio homosexual que terminaría siendo aprobada en Argentina en 2010, mientras que el resto era una consideración similar a otras anteriores, pero sin que el documental incluyese la pregunta.

El cineasta, ganador de nominaciones a los Emmy y a los Oscar por sus documentales, ha recibido material del Centro Televisivo Vaticano, y ha usado una respuesta del Papa en una entrevista de Televisa, realizada en 2019, sobre la aceptación de personas homosexuales en familia. Por otra parte, las imágenes superpuestas en la mitad de la frase encubren posibles omisiones o retoques. Quizás hasta tres.

Ante el extraño silencio en torno al caso, los periodistas esperaban aclarar el tema directamente con el jefe departamento de Comunicación durante la ceremonia de entrega del premio Kinéo al cineasta judío de origen ruso en los Jardines Vaticanos. Pero sorprendentemente, Paolo Ruffini no tomó la palabra, y tanto él como el galardonado se negaron a responder a preguntas de la prensa. Afineevsky presentó su documental de dos horas al Vaticano el pasado agosto, y mostró personalmente al Papa una selección de unos 30 o 40 minutos. El silencio agrava la «tormenta perfecta», pues el alcance de la frase de Francisco fue inmediatamente exagerado, en sentidos opuestos, tanto por medios de comunicación afines a la causa LGTB como por medios conservadores hostiles a Francisco.

La página web de la diócesis de Nueva York, dirigida por el cardenal Dolan, que apoya la campaña de Donald Trump, publicaba un artículo de su director de Asuntos Públicos y Ambiente Seguro, Ed Mechmann, titulado «Tratar con errores papales». A su vez, el cardenal conservador norteamericano Raymond Burke lamentó en un tuit que «las opiniones privadas atribuidas a Francisco no corresponden a la constante enseñanza de la Iglesia». Otros prelados salieron a explicar que se trataba de un comentario lleno de respeto por las personas homosexuales como los realizados en el vuelo de regreso de Río de Janeiro en 2013, «Si una persona es gay y busca a Dios y tiene buena voluntad, ¿quién soy yo para juzgarlo?», o en el libro entrevista con Dominique Wolton en 2018.

Malentendido o criticado

Francisco ha sido malentendido o criticado por gestos de caridad como incluir una muchacha inmigrante musulmana entre los doce jóvenes a los que lavó los pies el Jueves Santo en una cárcel romana, o realizar su primer viaje a la isla de Lampedusa para visitar a refugiados. También fue criticado por su postura de acogida a los divorciados vueltos a casar durante el Sínodo de la Familia. Está habituado a críticas y malentendidos, y a veces se ha disculpado por causarlos. En cambio, esta crisis de comunicación es una novedad para todos.

Oficial: Prorrogado acuerdo secreto Vaticano-China sobre nombramiento de obispos


Informa el boletín diario de la Oficina de Prensa, Oct-22-2020. Traducción de Secretum Meum Mihi.

Comunicado sobre la prórroga del Acuerdo Provisional entre la Santa Sede y la República Popular China sobre el nombramiento de Obispos, 22 de octubre 2020, 22.10.2020

Al expirar la validez del Acuerdo Provisional entre la Santa Sede y la República Popular China sobre el nombramiento de obispos, firmado en Beijing el 22 de septiembre de 2018 y que entró en vigor un mes más tarde, ambas partes acordaron prorrogar la fase de aplicación experimental del Acuerdo Provisional por otros dos años.

La Santa Sede, creyendo que el inicio de la aplicación del mencionado Acuerdo —de fundamental valor eclesial y pastoral— ha sido positivo, gracias a la buena comunicación y colaboración entre las Partes en el asunto acordado, está dispuesta a proseguir el diálogo abierto y constructivo para favorecer la vida de la Iglesia Católica y el bien del Pueblo chino.


Actualización Oct-22-2020 (11:10 UTC): El anterior comunicado va acompañado de un comentario de L'Osservatore Romano, del cual el boletín diario de la Oficina de Prensa ofrece una traducción al español.

La Santa Sede y la República Popular China renuevan el Acuerdo Provisional sobre la nominación de los obispos por otros dos años

El Acuerdo Provisional entre la Santa Sede y la República Popular China, relativo al nombramiento de los obispos, se firmó en Pekín el 22 de septiembre de 2018. Entró en vigor un mes después, con una duración de dos años ad experimentum, por lo que el Acuerdo expira hoy. Al acercarse esa fecha, las dos partes evaluaron diversos aspectos de su aplicación y acordaron, mediante el intercambio oficial de notas verbales, prorrogar su validez por otros dos años, hasta el 22 de octubre de 2022. Por consiguiente, la renovación del Acuerdo Provisional parece ser una ocasión propicia para profundizar en su propósito y sus motivos.

El objetivo principal del Acuerdo Provisional sobre el nombramiento de los obispos en China es sostener y promover el anuncio del Evangelio en esas tierras, reconstituyendo la unidad plena y visible de la Iglesia. En efecto, los motivos principales que han guiado a la Santa Sede en este proceso, en diálogo con las autoridades del país, son fundamentalmente de naturaleza eclesiológica y pastoral. La cuestión del nombramiento de los obispos reviste una importancia vital para la vida de la Iglesia, tanto a nivel local como universal. A este respecto, el Concilio Vaticano II, en su Constitución Dogmática sobre la Iglesia, afirma que "Jesucristo, Pastor eterno, edificó la santa Iglesia enviando a sus Apóstoles lo mismo que El fue enviado por el Padre (cf. Jn 20,21), y quiso que los sucesores de aquellos, los Obispos, fuesen los pastores en su Iglesia hasta la consumación de los siglos. Pero para que el mismo Episcopado fuese uno solo e indiviso, puso al frente de los demás Apóstoles al bienaventurado Pedro e instituyó en la persona del mismo el principio y fundamento, perpetuo y visible, de la unidad de fe y de comunión"(Lumen Gentium, 18).

Esta enseñanza fundamental, que atañe al papel peculiar del Sumo Pontífice en el seno del Colegio Episcopal y en el nombramiento mismo de los obispos, ha inspirado las negociaciones y fue un punto de referencia en la redacción del texto del Acuerdo. Esto asegurará, poco a poco, a medida que se recorre el camino, tanto la unidad de la fe y la comunión entre los obispos como el pleno servicio en favor de la comunidad católica en China. Ya hoy, por primera vez después de tantas décadas, todos los obispos de China están en comunión con el obispo de Roma y, gracias a la aplicación del Acuerdo, no habrá más ordenaciones ilegítimas.

Hay que señalar, sin embargo, que con el Acuerdo no se han abordado todas las cuestiones abiertas o las situaciones que siguen siendo motivo de preocupación para la Iglesia, sino exclusivamente el tema de los nombramientos episcopales, decisivo e indispensable para garantizar la vida ordinaria de la Iglesia, en China como en todas las partes del mundo. Recientemente, el Eminentísimo cardenal Pietro Parolin, Secretario de Estado, hablando sobre "La Iglesia Católica en China entre el pasado y el presente" en la Conferencia celebrada en Milán el 3 de mayo, con motivo del 150 aniversario de la llegada de los misioneros de la PIME a Henan, señaló que habían surgido algunos malentendidos sobre el Acuerdo Provisional. Muchos de ellos nacidos de la atribución al Acuerdo de objetivos que no tiene, o de la reconducción al Acuerdo de acontecimientos relativos a la vida de la Iglesia Católica en China que le son ajenos, o de nexos con cuestiones políticas que no tienen nada que ver con el Acuerdo en sí. Recordando que el Acuerdo concierne exclusivamente al nombramiento de obispos, el Cardenal Parolin afirmó que era consciente de la existencia de varios problemas relativos a la vida de la Iglesia Católica en China, pero también de la imposibilidad de afrontarlos todos juntos.

La estipulación del Acuerdo constituye, por consiguiente, el punto de llegada de un largo camino emprendido por la Santa Sede y la República Popular China, pero es también y sobre todo el punto de partida de acuerdos más amplios y con mayor visión de futuro. El Acuerdo Provisional, cuyo texto, dado su carácter experimental, se mantuvo confidencial por consenso, es el resultado de un diálogo abierto y constructivo. Esa actitud de diálogo, alimentada por el respeto y la amistad, es fuertemente deseada y promovida por el Santo Padre. El Papa Francisco es muy consciente de las heridas causadas en el pasado a la comunión de la Iglesia y, después de años de largas negociaciones, iniciadas y llevadas a cabo por sus predecesores y en una indudable continuidad de pensamiento con ellos, ha restablecido la plena comunión con los obispos chinos ordenados sin mandato pontificio y ha autorizado la firma del Acuerdo sobre el nombramiento de obispos, cuyo borrador ya había sido aprobado por el Papa Benedicto XVI.

El cardenal Parolin destacaba que el actual diálogo entre la Santa Sede y China tiene raíces antiguas y es la continuación de un camino que comenzó hace mucho tiempo. Los últimos pontífices, de hecho, han buscado lo que el Papa Benedicto XVI indicaba como la superación de una "penosa situación de malentendidos e incomprensiones" que "no favorece ni a las Autoridades chinas ni a la Iglesia católica en China". Citando a su predecesor Juan Pablo II, escribió en 2007: " « No es un misterio para nadie que la Santa Sede, en nombre de toda la Iglesia católica y, según creo, en beneficio de toda la humanidad, desea la apertura de un espacio de diálogo con las Autoridades de la República Popular China, en el cual, superadas las incomprensiones del pasado, puedan trabajar juntas por el bien del pueblo chino y por la paz en el mundo » (Carta del Santo Padre Benedicto XVI a los Obispos, presbíteros, personas consagradas y fieles laicos de la Iglesia Católica en la República Popular China, N. 4).

Por parte de algunos sectores de la política internacional se ha intentado analizar la labor de la Santa Sede principalmente según una hermenéutica geopolítica. En el caso de la estipulación del Acuerdo Provisional, en cambio, para la Santa Sede se trata de una cuestión profundamente eclesiológica, de acuerdo con dos principios así explicitados: "Ubi Petrus, ibi Ecclesia" (San Ambrosio) y "Ubi episcopus, ibi Ecclesia" (San Ignacio de Antioquía). Además, se tiene plena conciencia de que el diálogo entre la Santa Sede y la República Popular China favorece una búsqueda más provechosa del bien común en beneficio de toda la comunidad internacional.

Precisamente con estas intenciones, el arzobispo Paul R. Gallagher, Secretario para las Relaciones con los Estados, se reunió con el Sr. Wang Yi, Consejero de Estado y Ministro de Asuntos Exteriores de la República Popular China, en la tarde del 14 de febrero de 2020, en Munich, al margen de la 56ª edición de la Conferencia de Seguridad, si bien su primer encuentro personal, aunque no oficial, había tenido lugar con ocasión de una Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas en Nueva York. Cabe señalar que ambas reuniones se celebraron en el contexto de la diplomacia multilateral que actúa en favor de la paz y la seguridad mundiales, tratando de captar cualquier señal, por mínima que sea, para sostener la cultura del encuentro y el diálogo.

Como hizo público la Santa Sede, durante el coloquio celebrado en Alemania se recordaron los contactos entre ambas partes, desarrollados positivamente a lo largo del tiempo. En esa ocasión, además, se renovó la voluntad de proseguir el diálogo institucional a nivel bilateral para favorecer la vida de la Iglesia Católica y el bien del pueblo chino. También se expresó el deseo de una mayor cooperación internacional a fin de promover la coexistencia civil y la paz en el mundo, y se intercambiaron consideraciones sobre el diálogo intercultural y los derechos humanos. En particular, se destacó la importancia del Acuerdo Provisional sobre el nombramiento de los obispos, ahora prorrogado, con la esperanza de que sus frutos sean cada vez mayores, sobre la base de la experiencia adquirida en los dos primeros años de su aplicación.

En cuanto a los resultados logrados hasta la fecha, sobre la base del marco reglamentario establecido por el Acuerdo, se han nombrado dos obispos (S.E. Mons. Antonio Yao Shun, de Jining, Región Autónoma de Mongolia Interior, y S.E. Mons. Stefano Xu Hongwei, de Hanzhong, provincia de Shaanxi), mientras están en marcha varios procesos para nuevos nombramientos episcopales, algunos en una etapa inicial y otros en etapa avanzada. Aunque, estadísticamente, esto podría no parecer un gran resultado, representa, sin embargo, un buen comienzo, con la esperanza de alcanzar progresivamente otras metas positivas. No es posible pasar por alto el hecho de que en los últimos meses el mundo entero se ha visto casi paralizado por la emergencia sanitaria, que ha afectado a la vida y a la actividad en casi todas las esferas de la vida pública y privada. El mismo fenómeno también ha influido, obviamente, en los contactos regulares entre la Santa Sede y el gobierno chino y en la misma aplicación del Acuerdo Provisional.

La aplicación del Acuerdo, con la participación efectiva y cada vez más activa del episcopado chino, está teniendo, pues, gran importancia para la vida de la Iglesia Católica en China y, de resultas de ello, para la Iglesia universal. En este contexto, se coloca también el objetivo pastoral de la Santa Sede, ayudar a los católicos chinos, divididos durante tanto tiempo, a dar signos de reconciliación, colaboración y unidad para un anuncio del Evangelio renovado y más eficaz en China. A la comunidad católica en China - a los obispos, sacerdotes, religiosos y religiosas y fieles - el Papa ha confiado de manera particular el compromiso de vivir un auténtico espíritu de amor fraterno, haciendo gestos concretos que ayuden a superar las incomprensiones, dando testimonio de su fe y de un amor genuino. Hay que reconocer que todavía existen no pocas situaciones de gran sufrimiento. La Santa Sede es profundamente consciente de ello, lo tiene muy en cuenta y no deja de llamar la atención del gobierno chino para favorecer un ejercicio más fructífero de la libertad religiosa. El camino es todavía largo y no está exento de dificultades.

La Santa Sede, con plena confianza en el Señor de la historia, que guía indefectiblemente a su Iglesia, y en la maternal intercesión de la Santísima Virgen María, Nuestra Señora de Sheshan, confía este delicado e importante paso al apoyo cordial y, sobre todo, a la oración de todos los católicos, esperando que los contactos y el diálogo con la República Popular China, que han dado un primer fruto con la firma del Acuerdo Provisional sobre el nombramiento de obispos y su prórroga en el día de hoy, contribuyan a la solución de las cuestiones de interés común aún abiertas, con especial referencia a la vida de las comunidades católicas en China, así como a la promoción de un horizonte internacional de paz, en un momento en que estamos experimentando numerosas tensiones a nivel mundial.


Actualización Oct-22-2020 (12:55 UTC): Esta es una traducción al español de Secretum Meum Mihi de las declaraciones del portavoz del Ministerio de Exteriores de China, Zhao Lijian, durante la conferencia de prensa diaria de Oct-22-2020, preguntado directamente por agencia AFP sobre la renovación del acuerdo. Aclaramos que esta rueda de prensa se produjo antes del anuncio oficial realizado por el Vaticano. También hacemos notar que, según palabras del portavoz, ha sido China la que decidió la renovación del acuerdo.

AFP: Se espera que China y el Vaticano renueven un acuerdo sobre el nombramiento de obispos. El acuerdo debería expirar hoy. ¿Puede decirnos si ya ha sido renovado hoy?

Zhao Lijian: Después de negociaciones amistosas con el Vaticano, China el 22 de Octubre de 2020 decidió extender el acuerdo provisional sobre el nombramiento de obispos por dos años. Ambas partes continuarán manteniendo una estrecha comunicación y consulta y avanzarán en la mejora de los lazos bilaterales.