Monday, October 05, 2020

China: El Vaticano regala al gobierno comunista la cabeza de obispo Guo Xijin


Pero Francisco insiste en pactar con él. ¿Para eso es el acuerdo secreto?

Esta es una información de AsiaNews, Oct-05-2020.

Mons. Guo Xijin: Renuncio porque soy un incompetente y no me adapto a esta época

de Vincenzo Guo Xijin

El discurso pronunciado por el obispo de Mindong, que anuncia su renuncia a todos los cargos públicos, y su retiro a una vida de oración. Actualmente la diócesis es conducida por mons. Zhan Silu, conocido por ser muy ambicioso.

Mindong (AsiaNews) –
“Soy un incompetente”, “no tengo ningún talento”, “no logro adaptarme a esta época”, “no quiero ser un obstáculo para el progreso”: en su última misa pública, celebrada anoche, son algunos de los motivos que enumeró mons. Vicente Guo Xijin, al anunciar su decisión de renunciar a todos sus cargos públicos, para retirarse a una vida de oración.

Siguiendo un perfecto estilo confuciano, mons. Guo se humilla y mira con desprecio sus pobres cualidades. El hecho es que un gran confesor de la fe - que sufrió muchas veces la prisión, por amor a la unidad de la Iglesia - deja el espacio a un obispo que anteriormente estuvo excomulgado y que es harto conocido por su ambición y sed de poder. Mons. Zhan Silu, reconciliado con papa Francisco, no parece haber tenido ningún gesto público de pedido de perdón ante su comunidad.

De alguna manera, a la luz del Acuerdo sino-vaticano, el experimento de Mindong (Fujian) debía ser un “proyecto piloto” para un plan de normalización de las relaciones con el gobierno, y para una reconciliación de la comunidad oficial y subterránea. Se logró la normalización; una fractura en la comunidad; la renuncia y el apartamiento de un obispo que es un verdadero santo, en cuya firma se lee “vuestro incompetente pastor, Guo Xijin”, justamente con la humildad y el servicio que tanto agradan a papa Francisco. A continuación, la transcripción del discurso de mons. Guo, que también circuló entre los fieles, en forma de carta. (B.C.)


Queridos hermanos y hermanas en Cristo, Que la gracia de Dios colme sus corazones.

Queridos hermanos y hermanas en Cristo:

En este momento, quiero pedirles ante todo, disculpas. Esta noche quisiera ocupar un poco de su tiempo, para compartir con ustedes lo que ha estado sucediendo últimamente y mi posición personal al respecto. Quizás estos hechos y posiciones les conciernen un poco, ya que atañen a la Iglesia china o, en otras palabras, [están] en directa relación con la situación de nuestra diócesis. Sin embargo, todo esto es el signo de una nueva era, una página nueva para la Iglesia. En un momento tan extraordinario de la historia, necesitamos personas de mucho talento, sabiduría, virtud, y conocimiento, para poder estar a la altura de la época actual, o incluso anticiparse a los pasos de la época, para guiarla. Yo soy una persona que no posee ningún talento, mi cabeza ya está obsoleta y no sabe cómo lidiar con los cambios de la sociedad; un pastor nacido en un pueblo pobre, que no posee ningún talento, ni virtud, ni sabiduría, ni capacidad, ni conocimiento; frente a esta época que cambia con tanta rapidez, me siento prácticamente incapaz. Doy gracias a Dios por haberme iluminado, haciéndome entender que ya no soy capaz de caminar al paso de esta época. Pero tampoco quiero convertirme en un obstáculo para el progreso. Por eso, el mes pasado decidí presentar mi renuncia ante la Santa Sede.

Por tanto, he decidido:

1. No participar en ningún evento público, a partir de mañana. Esta misa vespertina será la última que presida: a partir de mañana, solo celebraré misas en privado (es decir, sin la participación de fieles), los fieles pueden recibir los sacramentos y participar en la misa, concurriendo a la iglesia cercana. Durante la solemnidad de la Asunción de María ya precisé que los sacramentos que imparten los sacerdotes (hayan firmado o no) son todos legítimos.

2. Dejar toda organización administrativa de la diócesis para concentrarme en la oración. Con la salvedad de la confesión, por cuestiones de conocimiento personal, para todos los demás asuntos deberán referirse al propio obispo o deberán dirigirse directamente a Ningde, para presentarlos al obispo Zhan Silu.

3. En cuanto al uso de las ofrendas recibidas, ya desde el año pasado había muchas personas que se interesaban en este tema. Puedo decirles con claridad que cada centavo de la ofrenda recibida debe ser entregado a la diócesis (es lo que se acostumbra, además de ser una norma establecida por nuestra diócesis hace 30 o 40 años); y además, es el obispo Zhan quien se ocupa del tema junto con sus sacerdotes. Ya he decidido dejar esta institución de control, porque no tengo la capacidad para ocupar este cargo de supervisor y tampoco soy digno de ello: no deben entregarme las ofrendas a mí; por tanto, a partir de mañana, me niego a recibir las ofrendas. Pueden entregar sus ofrendas al párroco o a alguien de confianza.

4. Fieles míos, tienen que acordarse de que su fe está en Dios, y no en un hombre.

El hombre está sujeto a cambios, pero Dios no.

La última recomendación: en cualquier circunstancia o cambio, jamás deben olvidarse de Dios, y tampoco ignorar los mandamientos del Señor, ni dañar la integridad de la fe, ni demorar la salvación del alma, que es lo más importante.

Como estoy a punto de dejar el cargo, les pido que me perdonen por mi debilidad e impotencia, ¡sobre todo por las ofensas que han recibido durante mi desempeño! ¡Que Dios misericordioso esté siempre con ustedes, hasta el último día de su vida!

Vuestro imcompetente pastor, Guo Xijin

Noche del Domingo 4 de octubre del 2020.

Francisco nombra la Comisión de Asuntos Reservados

Información de Vatican News, Oct-05-2020.

El Papa Francisco nombra la Comisión Materias Reservadas

La institución estaba prevista en el nuevo Código para las adquisiciones a fin de "vigilar" sobre algunos contratos que, por sus características, quedan fuera de las normas del propio Código

Vatican News
05 octubre 2020


El Santo Padre Francisco ha nombrado al Presidente y a los miembros de la Comisión Materias Reservadas, tal como lo anunció la Oficina de Prensa de la Santa Sede.

“El Papa nombró el 29 de septiembre de 2020 Presidente de la Comisión Materias Reservadas al Cardenal Kevin Farrell, y Secretario de la mencionada Comisión a S.E. Monseñor Filippo Iannone. Además, han sido nombrados miembros de esta Comisión: S.E. Monseñor Fernando Vérgez Alzaga, S.E. Monseñor Nunzio Galantino y el Rev. Padre Juan Antonio Guerrero".

Será esta Comisión la que determine, caso por caso, sobre cuáles actos de naturaleza económica es necesario mantener la confidencialidad. Para comprender el significado de la decisión es necesario, de hecho, volver a lo que se lee en las "Normas sobre la transparencia, el control y la competencia de los contratos públicos de la Santa Sede y del Estado de la Ciudad del Vaticano", publicadas el pasado mes de junio. En el artículo 4 de aquel texto aprobado por el Papa – definido brevemente como el Código de Contratación Pública – se especificaba que la normativa se aplicaría a todos los contratos públicos, con exclusión de algunos casos.

Entre los casos en que la normativa no se aplica, en el punto "d" del mismo artículo, se citan los "contratos estipulados directamente por la Secretaría de Estado y por el Governatorato, en lo que respecta a su competencia", y que tengan, por lo menos, una de las siguientes características":

"Sean necesarias para cumplir las obligaciones internacionales, en caso de que el mismo instrumento dicte directamente las reglas para la adjudicación de los contratos";

"Sean financiados total o parcialmente por una organización internacional o una institución financiera internacional y las Partes contratantes hayan acordado los procedimientos de adquisición aplicables;

"Se refieren a materias cubiertas por el vínculo del secreto establecido en el artículo 39 del Motu Proprio 'La Cura Vigilantessima'";

"Atengan a la seguridad del Romano Pontífice, de la Santa Sede y de la Iglesia Universal o sean necesarios o funcionales para asegurar la misión de la Iglesia en el mundo y garantizar la soberanía e independencia de la Santa Sede o del Estado de la Ciudad del Vaticano".

El artículo 4 del Código para las adquisiciones concluía con un breve parágrafo (punto 2), en el que se especificaba que "Un Comité de control nombrado por la Autoridad Superior supervisa los contratos a que se refiere el parágrafo 1, letra d)". Por lo tanto, la Comisión instituida en los últimos días asume estas tareas de control y vigilancia.

“Fratelli Tutti” se filtró accidentalmente desde Chile


El sitio Infovaticana, objeto de ataques de sus malquerientes (que no son pocos, por demás), ha explicado hoy, como si hubiera necesidad, que al haber publicado el pasado Sábado la carta encíclica “Fratelli Tutti” no ha violado ningún embargo. Aunque ese no fue el único medio que publicó el documento. Pero ello no quieren entenderlo los pretorianos de Francisco, muchos de ellos con amplia experiencia en el área comunicativa, por no desperdiciar la oportunidad de luchar batallas ajenas. Nosotros recordamos, a raíz de este hecho, que incluso el periódico más prestigioso (según las categorías mundanas) del planeta, The New York Times, si consigue información no proveniente de quien les impone un embargo informativo, la publican.

El diario chileno La Tercera cuenta cómo accidentalmente el documento fue de dominio público, originando en Chile, casi 36 horas antes de su publicación oficial.

“Vatileaks” casero: La tercera encíclica del Papa Francisco se filtró... desde la Iglesia chilena

Se supone que el documento "Fratelli tutti" era un secreto pontificio y se daría a conocer el domingo reciente, después del Angelus. Pero se divulgó antes. Al menos un día antes. Sus 123 páginas originales fueron publicadas de forma completa incluso por medios extremadamente críticos a Roma. Y con un detalle: bajo la firma del obispo castrense y presidente de la Conferencia Episcopal, Santiago Silva. Una tragicómica cadena de errores y mensajes por WhatsApp le aguaron la exclusiva al Pontífice.

Sergio Rodríguez


“Estimados hermanos: Les escribo con motivo del envío que hice de ‘Fratelli Tutti’ por WhatsApp. Fue una cadena de errores míos por los que pido disculpas, pero tengan la seguridad que en ningún momento obré con mala intención”.

Así parte una sentida carta que este fin de semana recibió, vía medios electrónicos, un numeroso grupo de obispos y sacerdotes.

La firmaba el prelado castrense y presidente de la Conferencia Episcopal de Chile (Cech), Santiago Silva Retamales. Y hacía referencia al embrollo bíblico que se desató bajo su nombre y que habría causado molestia hasta en altos círculos del Vaticano.

Todo tiene que ver con “Fratelli tutti”, la tercera encíclica que el mismo domingo presentó el Papa Francisco.

El esperado documento trata sobre la fraternidad y la amistad social, en tiempos difíciles para toda la humanidad.

El Pontífice lo anunció tras el rezo del Ángelus, en la Plaza San Pedro. Y eligió ese día no por causalidad. El sábado 3, es decir, 24 horas antes, fue firmado el texto sobre la tumba del propio San Francisco, en la ciudad de Asís, justamente en la conmemoración de su deceso, un 3 de octubre de 1226.

El Vaticano tiene muchas reglas, pero una de las que más se respetan, y con mayor celo, tiene que ver con sus secretos, particularmente con los documentos y acciones del Papa.

Y resulta que las 123 páginas de la encíclica “Fratelli Tutti” deambularon y se publicaron en numerosos chat y medios electrónicos cuando menos un día antes de su salida oficial. Incluso en portales como Infovaticana.com, entusiasta detractor de Francisco.

¿Cómo? Con la filtración de un original, que tenía el nombre de su dueño estampado en rojo: Santiago Silva Reta.

Correos y respuestas

La tragicomedia comenzó hace poco más de un mes, cuando un cardenal del Vaticano envió una carta a los correos diocesanos de todos los países, solicitando el email particular de cada obispo.

La idea era que poco antes de la publicación de la nueva encíclica, el Papa le enviaría a cada prelado, a ese correo particular, el documento de “Fratelli tutti”, para que lo conociera y leyera con calma.

Este sistema, por cierto, es nuevo. Tradicionalmente, las encíclicas llegaban a la Nunciatura Apostólica, también un día antes, y de allí fluían a los obispos. Esta vez, sin embargo, se haría directo.

Así, el viernes 2, pasadas las 16.00 horas y conforme a lo previsto, la Santa Sede envió el correo electrónico con la nueva encíclica, en un archivo PDF de 123 páginas.

A cada destinatario se le agregó su nombre. Para el caso del presidente de la Cech decía: “Eminencia, Excelencia, beatitud, Santiago Silva Reta”.

Y se añadía una breve carta de agradecimiento del Papa, de su puño y letra: “Comparto contigo la encíclica Fratelli Tutti, cuyo título es el mensaje de Jesús animándonos a reconocernos todos como hermanos y hermanas y así vivir en la casa común que el Padre nos ha confiado. Te agradezco por haberme dado tu dirección e-mail personal. Este canal de comunicación directa fortalece nuestra comunión como obispos en el ejercicio del magisterio…”.

Todos los destinatarios recibieron el mismo texto. El Vaticano solo fue cambiando el nombre de cada uno.

En lo que respecta al obispo Silva, aparentemente el problema es que este correo fue precedido de otro, horas antes, también desde Roma, del cardenal Michael Czerny, en el cual se anunciaba el envío del importante del documento y se dejaba bien claro que estaba bajo “embargo y secreto pontificio” hasta las 12.30 horas del domingo 4 (hora romana).

Y, al parecer, el obispo Silva no vio ese correo de advertencia. Solo leyó el segundo, donde estaba la encíclica completa. Y con las mejores intenciones, lo habría divulgado a sus contactos, que por cierto son muchísimos. No en vano, se trata de un reconocido biblista y exsecretario general del Celam.

Luego se habría dado cuenta de su error, pero era tarde. La encíclica viajaba rauda por la web a lugares, diócesis y países. Organizaciones católicas de Chile, sacerdotes y mediomundo ya lo tenía el sábado.

En su carta de disculpas, enviada después del ciberpercance, el presidente de la Cech también señaló que “en conversación con el Sr. Nuncio le expresé en síntesis lo que les comparto. Nuevamente les pido sincero perdón por las molestias causadas. No hubo en ningún momento mala intención. Obré pensando que no había dificultad en compartirla. Sólo espero que Dios saque de este error por mi causa, un bien mayor”.

La Tercera consultó con canonistas respecto de qué ocurre cuando se viola un secreto pontificio por parte de un obispo, que además es el presidente de una conferencia episcopal, y no hay demasiada claridad. La situación solo se encontraría tipificada como delito canónico, pero sin una sanción establecida.

También se indicó que, más que la Congregación para los Obispos, del Vaticano, quien debería ver el tema es la Secretaría de Estado de Roma, de forma directa, pues de allí emanan las acciones del Papa.

Todo un embrollo.