Friday, October 02, 2020

De ceremoniero a misionero, la nueva vida de Mons. Vincenzo Peroni


Artículo de Giornale di Brescia, Oct-01-2020. Traducción de Secretum Meum Mihi.

La tarde del 13 de marzo de 2013, ante el neoelegido Papa Francisco, en la logia de las bendiciones de la basílica de San Pedro, salió él con una gran cruz en las manos: Mons. Vincenzo Peroni, precisamente ceremoniero pontificio, finalizará el domingo su trabajo en la Oficina para las celebraciones litúrgicas del Vaticano y se irá como misionero a Tierra Santa.

Una elección de vida que afecta solo a quienes no conocen al sacerdote de Brescia (originario de Villaggio Sereno in città): su vínculo con la tierra natal de Jesús es muy profundo y lo es desde hace mucho tiempo. Una elección, por tanto, madurada a lo largo de los años y que ahora se puede realizar plenamente.

Nacido en 1969, Mons. Vincenzo es una persona de pocas palabras, muy reservada, humilde (cuando vuelve a casa siempre se hace llamar Don Vincenzo: “El monseñor lo dejo en Roma”, añade siempre con una sonrisa); ocupó el cargo de ceremoniero pontificio con el extraordinario compromiso con el que siempre ha afrontado sus trabajos pastorales. Fue primero cura en Sarezzo (de 1994 a 1999) y en Manerbio (de 1999 a 2008): dos comunidades que aún lo recuerdan con mucho cariño. En 2009, con Mons. Luciano Monari frente a la Diócesis, se convierte en ceremoniero del obispo; al año siguiente, se trasladó al Vaticano: primero como empleado de secretaría en la Oficina de Celebraciones del Pontífice, a partir de 2012 se convirtió en ceremoniero pontificio.

Por tanto, han pasado 10 años desde 2010 y, según las nuevas indicaciones dadas por sus superiores (que prevén para los oficiales sólo dos quinquenios consecutivos asumidos en la Santa Sede) finaliza su encargo: la fecha de finalización oficial es el próximo domingo, 4 de octubre. Muy pronto el nuevo compromiso, de acuerdo con el obispo Pierantonio Tremolada, vivirá los próximos años como un sacerdote “fidei donum” (como misionero) sirviendo en la Custodia de la amada Tierra Santa en Jerusalén.