Tuesday, September 29, 2020

Control de finanzas vaticanas: Card. Kasper espera que se haga como ya se hace en Alemania


Podríamos esperar que se trate de un mal chiste. En una entrevista que publica Il Giornale, Sep-30-2020, el card. Walter Kasper es abordado sobre los más recientes escándalos financieros vaticanos. En su última respuesta el cardenal aspira que el modelo de control financiero para el Vaticano sea como el alemán. ¡¿El alemán?! Alemania, donde la Iglesia es propietaria al 100% de una editorial la cual una de sus líneas de negocio era la literarura pornográfica, y decimos ‘era’ porque cuando se supo de ello dijeron que se iban a deshacer de esa parte del negocio.

Esta es nuestra traducción de la entrevista aludida.

Cardenal Kasper, en medio de esta tormenta el Papa llamó al cardenal Pell de Australia...

«Me enteré, aunque no creo que vuelva a trabajar en las finanzas del Vaticano, ¡ahora es emérito como yo! Pero el Papa ciertamente quiere mostrarle cercanía y amistad por lo que ha sufrido ».

Pero el Papa está demostrando que quiere hacer limpieza, ¿no es así?

«Es cierto, el Papa quiere limpiar el Vaticano, especialmente en este ámbito de las finanzas, pero no he seguido de cerca los últimos acontecimientos del cardenal Becciu. Hay que decir, sin embargo, que Francisco ha tomado este camino desde hace algún tiempo... ».

¿Se puede explicar mejor?

«Lo de poner en orden las finanzas del Vaticano es una tarea que aceptó de los cardenales cuando fue elegido. Se habló en el pre-cónclave, cuando muchos estaban sorprendidos por el escándalo de Vatileaks y por lo que salió. Desde ese momento Francisco decidió limpiar y renovar la Curia Romana. Por supuesto que todos sabemos, pero él también lo sabe bien, que este es un proceso muy difícil y nada fácil».

Alguien, sin embargo, insinúa que el Papa se queda solo y que el pontificado está perdiendo piezas...

«¡Ese no es el caso en absoluto! ¡ni mucho menos! El hecho es que renovar y reformar una institución como la Curia Romana, que es muy antigua y compleja, no es cosa fácil, ¡el Papa hace lo que puede! No es solo un problema organizativo: también se necesita un cambio interno de las personas, cambiar su mentalidad en lo profundo, cambiar ciertos rituales y esto no se puede hacer de la noche a la mañana».

En los últimos años, Francisco, como era de esperar, se ha ganado muchos enemigos en la Curia...

«Hay personas que no quieren reformas, es evidente, pero realmente no sé cuántas sean. El Papa está decidido a seguir adelante: es necesaria una renovación, no se puede dejar todo como está, eso está claro. Benedicto XVI ya había iniciado el camino de la reforma y ahora Francisco prosigue».

En su opinión, ¿la colecta del Óbolo de San Pedro, el 4 de octubre, resentirá estos últimos escándalos relacionados con el dinero de la caridad del Papa?

«Obviamente estos son hechos terribles, representan un escándalo para los fieles y hasta el Papa está escandalizado. Todo esto, sin embargo, no debe detener a la Iglesia: es un proceso difícil pero es necesario cambiar las cosas para mejor, y sabemos que no se puede hacer en un instante, con una orden inmediata».

Una forma de cambiar, por ejemplo, es la centralización de los recursos financieros, un proceso de reforma que el Papa pidió hace dos años y en el que se está trabajando. ¿En su opinión es el camino correcto?

«Creo que es necesario, se necesita una organización precisa, un centralismo y un cierto control. En una institución como la Santa Sede es fundamental. Y sobre todo es importante que cada vez haya más controles sobre las finanzas: en Alemania se hace desde hace mucho tiempo, en el Vaticano, afortunadamente, las cosas también van en esta dirección».

El acuerdo secreto Vaticano-China se renovará. Vaticano brinda explicaciones


¿Tornielli nos creerá estúpidos o qué? Pensar que en una época lo admirabamos por su posición incisiva, transgresiva, inquisitiva... Ahora es una pieza más del engranaje de la maquinaria en defensa de Bergoglio. ¿Cómo va a decirnos que dizque el acuerdo secreto Vaticano-China no es diplomático ni político sino solamente pastoral, cuando los chinos, el gobierno chino, lo entiende justamente así y lo expresó hace poco más de una semana?

Pues sí, el Sr. Tornielli ha salido hoy a decir que el acuerdo secreto se renovará, cosa que ya se sabía porque el Vaticano había enviado claras señales, incluso mediante emisarios anónimos que concedían entrevistas defendiendo el acuerdo. Mediante uno de sus editoriales, los cuales se hacen cada vez más abundantes, publicado hoy en los medios de comunicación del Vaticano, Tornielli defiende no solamente el acuerdo, sino que destaca unos presuntos frutos, ignorando lo que de verdad está sucediendo gracias a él.

¿El acuerdo es pastoral, Tornielli? ¡Anda y dícelo a los del gobierno chino!. A ver si no se te ríen en la cara.

Santa Sede y China: razones para un acuerdo sobre el nombramiento de obispos

Durante octubre se toma la decisión sobre la propuesta del Vaticano de prorrogar ad experimentum las reglas provisionales. "Vale la pena continuar", explicó el Cardenal Parolin.

Andrea Tornielli


El Acuerdo Provisional sellado el 22 de septiembre de 2018 entre la Santa Sede y la República Popular China, relativo al nombramiento de obispos, entró en vigor un mes después de su firma y, por lo tanto, expirará el 22 de octubre próximo. Firmado en Pekín, preveía una duración de dos años ad experimentum, antes de una eventual confirmación definitiva u otra decisión. El cardenal Secretario de Estado, Pietro Parolin, explicó recientemente que la intención es proponer una prórroga a las autoridades chinas, continuando la adopción del Acuerdo en forma provisional, "como se ha hecho en estos dos primeros años, a fin de verificar posteriormente su utilidad para la Iglesia en China". A pesar de la lentitud y las dificultades, agravadas en los últimos diez meses por la pandemia, Parolin dijo: "me parece que se ha marcado una dirección que vale la pena continuar, luego ya veremos".

Desde el primer comunicado, publicado conjuntamente por la Santa Sede y el gobierno chino el 22 de septiembre de 2018, se especificó con claridad inmediatamente la materia propia del Acuerdo, que no se refiere directamente a las relaciones diplomáticas entre la Santa Sede y China, ni al estatuto jurídico de la Iglesia Católica china, ni a las relaciones entre el clero y las autoridades del país. El Acuerdo Provisional se refiere exclusivamente al proceso de nombramiento de obispos, una cuestión esencial para la vida de la Iglesia y para la comunión de los pastores de la Iglesia Católica China con el obispo de Roma y los obispos del mundo. Por consiguiente, el objetivo del Acuerdo Provisional nunca ha sido meramente diplomático y menos aún político, sino que siempre ha sido genuinamente pastoral: su finalidad es permitir que los fieles católicos tengan obispos que estén en plena comunión con el Sucesor de Pedro y que, al mismo tiempo, sean reconocidos por las autoridades de la República Popular China.

El Papa Francisco, en su "Mensaje a los católicos chinos y a la Iglesia Universal", en septiembre de 2018, inmediatamente después de la firma del Acuerdo Provisional, recordó que en los últimos decenios, las heridas y las divisiones en el seno de la Iglesia Católica en China se habían polarizado "sobre todo, en torno a la figura del obispo como guardián de la autenticidad de la fe y garante de la comunión eclesial". Las intervenciones de las estructuras políticas en la vida interna de las comunidades católicas habían provocado la aparición del fenómeno de las llamadas comunidades "clandestinas", que trataban de escapar al control de la política religiosa del gobierno.

Consciente de las heridas de la comunión de la Iglesia causadas por las debilidades y los errores, pero también por la indebida presión externa sobre las personas, el Papa Francisco, después de años de largas negociaciones iniciadas y llevadas a cabo por sus predecesores, restableció la plena comunión con los obispos chinos ordenados sin mandato pontificio. Una decisión tomada después de reflexionar, rezar y examinar cada situación personal. El único propósito del Acuerdo Provisional, el Pontífice dejó claro, es “sostener y promover el anuncio del Evangelio, así como el de alcanzar y mantener la plena y visible unidad de la comunidad católica en China”.

Los dos primeros años han traído nuevos nombramientos episcopales con el acuerdo de Roma y algunos obispos fueron reconocidos oficialmente por el gobierno de Pekín. Los resultados -también a causa de la pandemia que, de hecho, ha bloqueado los contactos en los últimos meses- han sido positivos, aunque limitados, y sugieren seguir adelante con la aplicación del Acuerdo durante otro período.