En rueda de prensa Becciu reafirma su inocencia
El card. Becciu ha concedido hoy una rueda de prensa tras su abrupta renuncia ayer. Presentamos dos reportes iniciales luego de ella.
Agencia EFE.
CIUDAD DEL VATICANO (EFE).- El cardenal italiano Angelo Becciu, obligado por el papa Francisco en una sorprendente decisión a renunciar a su cargo de prefecto de la Congregación de la causa de los santos y a los derechos del cardenalato, se defendió este viernes en una rueda de prensa de las acusaciones de malversación por enviar fondos vaticanos a la cooperativa de su hermano.
En un comunicado a las 8 de la tarde de este jueves , el Vaticano informaba con un par de líneas, sin más explicaciones, que el papa aceptaba la renuncia presentada por Becciu a su cargo de prefecto, pero también a los derechos como cardenal.
Todo hacía pensar que se trataba de su implicación cuando era sustituto de la secretaria de Estado de 2011 a 2018, en la investigación vaticana por una inversión inmobiliaria, la compra de un edificio en Londres, con el dinero del Óbolo de San Pedro, y que salió tan mal que finalmente ha producido un agujero de 400 millones.
Pero el semanario L’Espresso publicaba una investigación en la que afirmaba que Becciu habría enviado fondos de la Conferencia Episcopal Italiana y una vez del Óbolo di San Pedro a favor de la cooperativa “Spes”, cuyo propietario y representante legal es su hermano Tonino.
“Es todo extraño. Me siento perdido. Ayer hasta las 18.02 me sentía amigo del papa, fiel al papa. Después el papa me dice que ya no tiene confianza en mi porque los magistrados le han indicado que habría cometido un acto de malversación”, dijo Becciu que convocó una rueda de prensa para aclarar su posición al lado del Vaticano.
Una rueda de prensa en la que Becciu, de 72 años, calificó de “surrealista” la reunión con el papa, en la que le comunicó que tenía que presentar su dimisión y renunciar a sus derechos de cardenal, entre los que está el participar en un cónclave, aunque destacó que vio al papa “que sufría” al decirle esto.
“No entendí bien porque el papa me decía esto, porque me pedía renunciar a los privilegios. Quiero saber más. Por qué esta gravedad. Como el me presentó las cosas me parece que no están bien”, respondió Becciu a los periodistas que le recordaron que pocos cardenales y por hechos muy graves fueron obligados a renunciar a la púrpura.
El que el fue el poderoso sustituto de la secretaria de Estado, una especie de número 3 en la jerarquía vaticana, añadió que le parece muy extraño ser acusado de esto.
“Es verdad que he destinado dinero a Caritas. Estos 100.000 euros. Es algo que es función del sustituto de la Secretaria de Estado. En 7-8 años nunca había realizado ninguna obra de apoyo a Cerdeña (su región natal). Sé que en mi diócesis está en emergencia sobre todo por el desempleo y quise destinar ese dinero a la Caritas. Ese dinero está aún allí”, aclaró Becciu, quien aseguró que nunca llegaron a la cooperativa del hermano que colabora con Caritas.
Becciu aseguró además que para la compra del edificio de Londres “no se tocó el Óbolo de San Pedro”, sino que el dinero llegó de un fondo de la Secretaria de Estado que tenían que hacer crecer y que durante el coloquio con el papa no se habló de esto.
Respecto al otro hermano, que recibió contratos para realizar trabajos de carpintería en los lugares donde Becciu trabajó en la nunciatura, el cardenal explicó que es verdad que hizo algunas obras en Egipto por valor de 140.000 euros, pero que tampoco en esta ocasión veía que fuese un delito.
Becciu aseguró que en sus palabras no “hay ningún desafío al papa” pero que “todos tienen derecho a su propia inocencia”.
“Espero que antes o después, el papa se de cuenta que es un equivocación”, dijo el cardenal que agregó: “Espero que no haya sido manipulado”.
Agencia Europa Press.
ROMA, 25 Sep. (EUROPA PRESS) - El ex prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos, el cardenal Cardenal Giovanni Angelo Becciu, quien cesó de su cargo este jueves en un gesto insólito en el que le fueron también cancelados sus "derechos relacionados con el cardenalato" ha señalado que no entiende la decisión del Papa al tiempo que ha negado su implicación en el escándalo financiero de Londres.
"No entendí bien por qué el Papa me hizo esto. Quiero saber más por qué esta gravedad para mí no está bien. Cómo él me presentó las cosas me parece que no está bien", ha asegurado en una rueda de prensa el purpurado que de momento, según las informaciones de la prensa, no ha sido imputado por la fiscalía del Vaticano.
Becciu, que ha reconocido que su dimisión forzada le ha causado "sufrimiento", ha defendido en todo momento su posición como Sustituto de la Secretaría de Estado del Vaticano entre 2011 y 2018, periodo que coincide con la compra opaca de un lujoso edificio en Londres, en Sloane Avenue, y con operaciones de malversación de fondos en torno al Óbolo de San Pedro que recoge los donativos de los fieles para las obras de caridad del pontífice.
"Para el edifico de Londres, el Óbolo de San Pedro no se tocó, no se usó", ha aseverado sobre la investigación de la fiscalía vaticana de la compraventa de un inmueble de lujo en Londres con fondos reservados de la secretaría de Estado que acabó con la detención el agente inmobiliario italiano, Gianluigi Torzi, que fue puesto en libertad con cargos.
Según ha publicado la revista italiana 'L'Espresso', el ex cardenal italiano tejió a su alrededor una red de corrupción para pilotar inversiones vaticanas hacia fondos especulativos con sede en paraísos fiscales. La revista le acusa de haber transferido hasta 100.000 euros del mismo Óbolo de San Pedro, sobre el que tenía autoridad directa como Sustituto de la Secretaría de Estado, hasta la cooperativa cooperativa Spes, cuyo representante legal es su hermano, Tonino Becciu. Esta suma estaría vinculada, según su versión, a obras de reforma en la sede de Cáritas Ozieri (provincia de Sácer, en Cerdeña).
Becciu se ha mostrado sorprendido ante estas acusaciones y ha señalado que se ha usado esa suma para la reconstrucción tras un incendio y adaptación de las infraestructuras para acoger a inmigrantes. En concreto, ha señalado que se usaron en la "reforma de puertas y ventanas" así como en programa para ayudar a las personas en paro en Cerdeña.
"Sé que en mi diócesis hay una emergencia, sobre todo por el desempleo y quise destinar esos 100.000 euros a Cáritas. Es un dinero que todavía está allí, no sé por qué me han acusado de malversar fondos", ha asegurado.
Por otro lado, ha defendido que la cooperativa de su hermano trabajaba "con los pobres" y por tanto no fue entregada a "él" directamente, sino que era una ayuda "destinada a la Cáritas".
La revista 'L'Espresso' también le acusa de haber aprovechado su cargo en la Curia para obtener financiación a fondo perdido. Según las investigaciones periodísticas, el ex cardenal consiguió hasta 600.000 euros de los fondos que la Conferencia Episcopal Italiana recibe del Estado a través de los impuestos donados a la Iglesia.
Para hacer frente a estos escándalos financieros, el Papa aprobó una nueva ley de transparencia para regular las contrataciones públicas en el Vaticano.
La nueva normativa hace suyos los principios de la Convención de Naciones Unidas contra la Corrupción de 2003 e impide así la participación en los concursos públicos del Vaticano a las empresas condenadas por fraude o corrupción, a aquellas que tengan sede en paraísos fiscales o evadan impuestos y también a las que no respeten el medio ambiente.
Actualización Sep-25-2020 (18:00 UTC): Dos nuevos reportes sobre la aludida rueda de prensa
Agencia AP.
ROMA (AP) — El escándalo financiero que derribó al cardenal Angelo Becciu, uno de los funcionarios más poderosos del Vaticano, aumentó el viernes con pruebas de que envió cientos de miles de euros de fondos del Vaticano y de la Iglesia italiana a una organización benéfica controlada por su hermano, pero Becciu negó haber hecho algo malo, mucho menos de carácter penal.
Durante una conferencia de prensa, un día después de que el papa Francisco lo despidiera y le quitara sus derechos y privilegios como cardenal, Becciu dijo que su salida fue “surrealista”, pero que tenía la conciencia limpia.
Becciu dijo que Francisco le pidió que renunciara como prefecto de la Congregación para las Causas de Santos del Vaticano durante una reunión “problemática” de 20 minutos el jueves por la noche, en la que el papa dijo que “ya no confiaba en mí”.
El clérigo había acudido a la residencia papal para una reunión programada previamente a fin de analizar posibles candidatos a la canonización —ser declarados santos—, cuando el pontífice le dijo que había documentos de la policía financiera italiana que alegaban que él había malversado 100.000 euros de dinero de la Santa Sede.
El nombre del cardenal surgió en un escándalo financiero que tiene que ver con inversiones de la Santa Sede en una empresa inmobiliaria de Londres, pero Becciu dijo que el problema que derivó en su destitución fue la acusación de malversación, que fue reportada por primera vez por la revista de noticias L’Espresso en extractos publicados el viernes. El escándalo financiero le ha costado a la Santa Sede millones de dólares en pagos a intermediarios.
Becciu, el exnúmero 2 en la secretaría de Estado del Vaticano, admitió que envió el dinero del fondo de activos de la oficina en 2017 a su diócesis de origen en Ozieri, Cerdeña, para trabajos caritativos. El hermano de Becciu, Tonino Becciu, es el representante legal del brazo caritativo de la diócesis, Spes Cooperative.
“No creo que haya cometido ningún delito”, aseguró Becciu durante la conferencia de prensa, sentado frente a un crucifijo de plata grande en un instituto religioso junto a la Plaza de San Pedro.
Becciu, de 72 años, habría podido participar en un futuro cónclave para elegir al sucesor de Francisco. Los cardenales mayores de 80 años no pueden votar, pero al haber renunciado a sus derechos, Becciu renunció a participar.
La última vez que fueron retirados los derechos de un cardenal fue cuando el estadounidense Theodore McCarrick renunció a sus derechos y sus privilegios como cardenal en julio del 2018 en medio de un escándalo de abuso sexual. McCarrick fue subsiguientemente expulsado del sacerdocio por Francisco el año pasado por abusar sexualmente de adultos y menores.
Anteriormente, el cardenal escocés Keith O’Brien renunció en el 2015 a los derechos y privilegios de cardenal luego que sacerdotes no identificados le acusaron de abuso sexual. O’Brien, no obstante, retuvo el título de cardenal y murió como miembro del clero.
Este un reporte de La Nación, diario que cuenta con corresponsal en el Vaticano, Elisabetta Piqué, claramente bergogliana.
ROMA. - Clima de ajuste de cuentas, de intrigas al mejor estilo Dan Brown; desconcierto total. Tal era el lo que se respiraba hoy en el Vaticano, al día siguiente de la inesperada salida del cardenal Angelo Becciu, una de los hombres más poderosos de la curia romana, que causó un verdadero terremoto en el pequeño Estado.
Becciu (72 años), que fue sustituto de la Secretaría de Estado, uno de los cargos más importantes, de 2011 a 2018 y luego prefecto de la Congregación para la Causa de los Santos, salió a defenderse con uñas y dientes y, en una conferencia de prensa, se presentó como víctima de una operación en su contra. Becciu contó que el Papa le exigió ayer la renuncia al salir pruebas de que cometió "actos de peculado" con giros de dinero a familiares, delito que negó haber cometido y que minimizó, definiendo "un equívoco" y clamando a viva voz su inocencia.
Como su renuncia se conoció ayer a las ocho de la noche con un escueto comunicado de la Sala de Prensa, que no dio explicación, fue relacionada con su rol en el último escándalo financiero estallado en el Vaticano, debido a una fallida inversión inmobiliaria en Londres, que se realizó en 2014 -cuando él era sustituto- con fondos reservados de la Secretaría de Estado.
No obstante, el propio Becciu, que se presentó muy angustiado ante la prensa, aseguró que lo de Londres no tenía nada que ver, sino con presuntos "actos de peculado" que habría cometido siendo sustituto al enviar un giro de 100.000 euros del Obolo de San Pedro a una cooperativa de Ozieri, el pueblo de Cerdeña de donde es oriundo y "brazo operativo de Cáritas", que maneja uno de sus hermanos. Becciu explicó que lo hizo para ayudar a su diócesis, donde hay mucha pobreza y desocupación y que por ende no había hecho nada de malo. Al respecto, recordó que el sustituto está autorizado a utilizar el Obolo de San Pedro para fines de caritativos. "Además, esos fondos siguen estando ahí para ayudar a los pobres", se justificó.
"Me parece todo surreal. Hasta las 18.02 de ayer me sentía amigo del Papa, un fiel servidor del Papa y después el Papa me dijo que ya no confiaba en mí porque le llegó una señalación de los magistrados de que yo habría cometido actos de peculado", relató Becciu, que admitió sentirse "destruido". Con los ojos lúcidos, detalló que también Francisco, en los 20 minutos que duró su "nada sereno" encuentro, apareció "sufriente", "turbado". Y que por "obediencia" aceptó su orden de presentar la renuncia, tanto a su cargo en el "ministerio" del Vaticano que se ocupa de los santos, como a sus derechos cardenalicios.
El cardenal -sigue manteniendo el título- contó que la policía financiera italiana también intervino en una investigación sobre sus manejos de fondos iniciada por la magistratura del Vaticano, pero aseguró que nunca fue interrogado y que está dispuesto a dar todas las aclaraciones pertinentes.
"Traté de explicarle al Santo Padre que me parecía extraño ser acusado de algo así, no entiendo por qué fui acusado de peculado y de favorecimiento de mi hermano", dijo, al detallar que esos 100.000 euros en cuestión, de todos modos nunca fueron usados. "El dinero está ahí, está todo documentado. Le haré saber al Papa que hay un equívoco, el dinero está ahí", se justificó. "Quería ayudar a la diócesis, no a mi hermano. Espero que, antes o después, el Santo Padre se de cuenta de que es un equívoco", clamó.
Su inédito despido -en los últimos años sólo se vieron obligados a renunciar al cardenalato el escocés Keith O'Brien en 2015 y el estadounidense Theodore McCarrick en 2018, por escándalo de pedofilia-, coincidió con una investigación del semanario L'Espresso, centrada en la oscura gestión de fondos que tuvo Becciu a lo largo de su carrera. Un manejo de lo más turbio, en el que intervinieron varios personajes, que la revista definió "método Becciu".
Al margen de todo lo relacionado a la inversión del edificio de Londres de Sloan Avenue y los 100.000 euros que giró a la cooperativa "Spes" de su hermano Tonino, L'Espresso denunció un giro de 300.000 euros a la misma cooperativa por parte de la Conferencia Episcopal Italiana, así como flujos de dinero que, siendo nuncio (embajador del Vaticano) destinó a otro hermano, Francesco, dueño de una empresa de carpintería y a otro hermano más, Mario, que fabrica cervezas artesanales.
Campaña
En la conferencia de prensa, ante preguntas sobre todo esto, Becciu negó todo. Habló de una campaña para desprestigiarlo -"quieren hacerme ver como a un corrupto que ayudó a sus familiares"-, aunque admitió que siendo nuncio en Angola y, más tarde, en Cuba, debido a situaciones "deseperadas" en esos países para conseguir materiales y demás, tras pedir autorización a la Secretaría de Estado, le dio encargos de refacción de la nunciatura a su hermano carpintero.
Cuando LA NACION le preguntó quién pensaba que estaba detrás de lo que él consideraba una virtual campaña mediática en su contra, quiénes son sus enemigos, Becciu, hábil diplomático, no mencionó a nadie. "No sé si soy objeto de una vendetta, no lo sé, yo solo cuento los hechos, no tengo mentalidad conspiracionista", dijo.
Y hablando de "vendetta", en un clima de los más enrarecido, de ajuste de cuentas, hizo mucho ruido que el cardenal australiano George Pell-zar de las finanzas del Vaticano desde 2014, que debió irse en julio de 2017 para defenderse en un juicio por pedofilia del que salió absuelto- y viejo enemigo de Becciu, en una declaración, celebrara su despido. "El Santo Padre fue electo para hacer limpieza en las finanzas del Vaticano. Él juega una largo partido y se le debe agradecer y felicitar por los recientes hechos. Espero que la limpieza del establo continúe tanto en el Vaticano como en Victoria", expresó que Pell, que aludió a uno de los estados de Australia donde fue condenado, arrestado y luego absuelto.
Preguntado por su relación con Pell, que siempre lo acusó de frenar las reformas de las finanzas y le negó acceso a las cuentas reservadas de la Secretaría de Estado, Becciu admitió "contrastes profesionales": "él veía las cosas de un modo y nosotros de otro".
En un clima de sospecha y de gran desconcierto, Becciu, que ya no podrá participar en un cónclave ni en un consistorio (reunión de cardenales, máximos colaboradores del Papa), contó finalmente que seguirá viviendo en su lujoso departamento del Vaticano.
"¿Tengo que dejar el departamento?", le preguntó al Papa ayer, en una audiencia que nunca se imaginó que marcaría un final tan dramático para su carrera, según contó. "No, por todo el trabajo que ha hecho por mí se lo dejo", le contestó Francisco.