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Como ya saben Ustedes, en cocción está la tercera encíclica de Francisco (ver aquí y aquí), la cual presuntamente se llamaría “todos somos hermanos” y, también presuntamente, verá la luz el día de San Francisco de Asís, Octubre 4.
Desde la anterior encíclica de Francisco han pasado poco más de cinco años, nos referimos a Laudato Sí’, la encíclica ecologista, en cuyo parágrafo 83 se lee:
El fin de la marcha del universo está en la plenitud de Dios, que ya ha sido alcanzada por Cristo resucitado, eje de la maduración universal.
Para inmediatamente remitir a la nota de pie de página número 53, la cual inicia así:
En esta perspectiva se sitúa la aportación del P. Teilhard de Chardin.
¿Cuál aportación en específico?, no dice, lo cual daría a pensar que se refiere a toda la obra de Teilhard.
Muy bien aprovecharon esa hendija (la de la cita de Teilhard en la encíclica de Francisco) los participantes en la plenaria del Consejo Pontificio para la Cultura en 2017, como detalló en un artículo (inglés, español) para la revista de los jesuitas en EEUU, America, el periodista amigo de Francisco Gerard O’Connell, para solicitarle en una carta a Francisco que:
“considere la posibilidad de renunciar al Monitum que desde 1962 ha sido impuesto por la Congregación para la Doctrina de la Fe (anteriormente el Santo Oficio) sobre los escritos del Padre. Pierre Teilhard de Chardin S.J.”
Agregando:
“este acto no solo reconocerá el genuino esfuerzo del piadoso jesuita por reconciliar la visión científica del universo con la escatología cristiana, sino que representará un estímulo formidable para todos los filósofos, teólogos y científicos de buena voluntad para cooperar hacia un modelo antropológico cristiano que, siguiendo las líneas de la encíclica 'Laudato Si', 'encaja naturalmente en la maravillosa urdimbre y trama del cosmos'".
Luego vino el sínodo para la Amazonía el cual, no necesitaría decirse, refleja bien la idea del panteísmo ecológico y evolucionista delineado por Teilhard.
Todavía ello no basta para llegar al objetivo de la rehabilitación de Teilhard, y para dicho objetivo sería un desperdicio no aprovechar una encíclica para dar un nuevo paso. Por lo que es de inferirse que en ella venga incluida, como ocurrió con la anterior, una mención suya. A lo mejor ya no relegada a una nota de pie de página, sino directamente en el cuerpo de la misma.
Posteriormente, y contando ya con estos insumos, el Grand Finale, el levantamiento expreso del Monitum de 1962 sobre P. Pierre Teilhard de Chardin.
De allí el titular de la presente entrada, porque primero hay que aprovechar la encíclica para incluirlo en ella y después convertir el jesuítico sueño en realidad: Rehabilitar a Teilhard de Chardin.
Y, como dicen los informerciales, aún hay más, porque esa sería simplemente la instalación de la piedra fundacional para dar carta de ciudadanía a una nueva religión, el teilhardismo.
Usted considera que en la futura encíclica sobre la fraternidad humana, Francisco mencionará al P. Teilhard de Chardin
— SECRETUM MEUM MIHI (@SECRETUMMEUM) August 29, 2020