Tuesday, June 23, 2020

Obispos colombianos no abandonarán clericalismo por muy quebrados que los deje el confinamiento: No vamos a distribuir la comunión en la boca


La capital de Colombia, Bogotá, está estrenando arzobispo, Luis José Rueda, quien concede hoy una entrevista al periódico económico La República. En dicha entrevista deja entrever la difícil situación que afronta la Iglesia institucional tras más de 90 días de confinamiento motivo pandemia, evidentemente poniendo en lugar preeminente no al sacerdote sino a quienes le colabroran y las obras sociales que realiza la Iglesia.

“[E]n torno a una eucaristía hay un sacristán, unos aseadores, están los emolumentos del sacerdote, porque a diferencia de estados como los europeos donde del mismo aporte de los ciudadanos se saca para el sostenimiento del religioso, en Colombia no, nosotros vivimos de lo que contribuye la comunidad”.

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“[N]osotros, en todo el país estamos en obras permanentes. Pero es difícil que estén cuantificados los comedores de las parroquias que son sostenidos con las donaciones de los mismo fieles, que son liderados por voluntarios que preparan los alimentos para ancianos, enfermos y necesitados. Quiero decirle que incluso durante la pandemia se han mantenido vivas esas acciones sociales”.

Pero al final, en esa misma entrevista, declara que para la reapertura de los lugares de culto, estos obispos no abandonarán su clericalismo e impondrán a los fieles —obviamente sin tener autoridad para ello— la Comunión en la mano.

¿Qué incluyen los protocolos en una iglesia?

Ya no va a haber saludo de mano, ni abrazo, ni beso. Tampoco vamos a distribuir la comunión en la boca, y vamos a tomar todas las medidas, vamos a tomar el distanciamiento. Tenemos el cuidado con los micrófonos. Vamos a tener un solo lector, no tres como usualmente pasa. O uno solo cantando.