Información de Observador.pt May-29-2020. Traducción de Secretum Meum Mihi.
El cardenal António Marto critíca a quienes exigen la comunión en la boca a pesar de la pandemia. “Jesús dijo ‘toma y come’. No dijo ‘abre la boca’”
En una entrevista con un podcast de la Compañía de Jesús, el cardenal D. António Marto defendió que las manos son dignas de recibir hostia, al mismo tiempo que “a veces hay tanta suciedad en la boca”.
El cardenal D. António Marto, obispo de Leiria-Fátima y vicepresidente de la Conferencia Episcopal, dejó esta semana duras críticas al ala más conservadora de la Iglesia Católica, sobre todo a aquellos que se oponen a las normas de higiene para el regreso de las misas comunitarias, nominalmente a la prohibición de recibir la comunión directamente en la boca.
“El propio Jesús dijo ‘toma y come’. Tóma. No dijo “abre la boca”. ‘Toma y come, toma y bebe’. El gesto de Cristo es expresivo”, dijo el cardenal en una entrevista con el podcast Ponto de Viragem, del portal de los Jesuitas, Ponto SJ.
Las declaraciones de D. António Marto surgen en la misma semana en que se conoció un llamamiento, firmado por 500 católicos, entre laicos y sacerdotes, enviado a los obispos portugueses, pero también al Vaticano, en el sentido de que se levantar la prohibición de recibir la comunión en la boca.
En opinión de los suscriptores de la petición, la prohibición —determinada por la Conferencia Episcopal para evitar el contagio de Covid-19 en las masas católicas— “atenta gravemente contra las normas de la Iglesia Católica y, por consiguiente, contra la reverencia debida al santísimo sacramento”.
La petición también recuerda posiciones anteriores de la Iglesia Católica, nominalmente en el momento del brote de H1N1, según la cual la regla de no negar, a los fieles que tienen la intención de recibir la hostia en sus bocas, esa posibilidad nunca debe quebrantarse, “ni siquiera en tiempos de epidemia, similar a lo que sucedió con el H1N1, cuando dicha Congregación para el Culto Divino lo confirmó en respuesta a múltiples cartas que los fieles de todo el mundo le dirigieron”.
Para el vicepresidente de la Conferencia Episcopal, sin embargo, este argumento no tiene en cuenta la excepcionalidad del momento actual. Al enfatizar que, aunque 500 suscriptores no representan una realidad “muy significativa” en la Iglesia, esos católicos “tienen derecho a tener su opinión”, D. António Marto lamenta que haya más fieles tradicionalistas que cuestionen “la propia fe de los obispos”.