¡Prepárate Kampala, ya te llegará tu visita apostólica!
En un claro y conciso decreto —inusual en obispos de otras latitudes— de Feb-01-2020, el arzobispo de Kampala, Uganda, Mons. Cyprian Kizito Lwanga, se ha referido a basicamente tres cosas principales con respecto a la Sagrada Comunión.
En el punto primero del decreto se prohibe la recepción de la Sagrada Comunión en la mano. El Sr. arzobispo tiene en cuenta los reportes de falta de respeto producidos al hacerlo de esta forma.
En el punto segundo se prohibe la celebración de la Santa Misa fuera de templos, capillas, oratorios y sitios de culto aprobados. Es decir, no Misas en casas o domicilios privados.
Pero este es el punto que menos gustará en los sagrados palacios, o mejor, en Casa Santa Marta. En el cuarto punto del decreto Mons. Lwanga interpreta el capítulo octavo de Amoris Lætitia según la enseñanza tradicional de la Iglesia y reafirma que los adúlteros no pueden acceder a la Sagrada Comunión. Nuestra traducción.
Siguiendo las claras normas del Can. 915, debe reafirmarse que aquellos que vivan el ilícita cohabitación marital y aquellos que persistan en algún pecado grave y manifiesto, no pueden ser admitidos a la Sagrada Comunión. Aún más, para así evitar escándalo, la Eucaristía no sea celebrada en las casas de personas en tal situación.
El punto tercero se refiere a los ministros extraordinarios de la Comunión y el cuarto al uso de los ornamentos para la celebración de la Misa por parte de los sacerdotes.
Los medios de comunicación hoy en Uganda le dedican espacio al decreto pero, sorpréndase, ignorando el punto que hemos destacado aquí.