Francisco no intervino en caso de co-autoría de polémico libro, dice Mons. Gänswein
En este artículo de Novena News, Ene-17-2020, basado en otro en alemán de Die Tagespost, se recogen dos desmentidos de Mons. Georg Gänswein respecto del escándalo de la co-autoría entre Benedicto XVI el el Card. Robert Sarah de un libro sobre el celibato sacerdotal. El primer desmentido es el de la versión que Antonio Socci proporcionó de los hechos, y el segundo desmentido es el que apareció en un una entrada del blog de Edward Pentin en National Catholic Register en la que el editor francés del libro, Nicolas Diat, afirma que de antemano Benedicto vio la cubierta del libro en Dic-03-2019, cuando en una audiencia privada el card. Sarah se la mostró.
Dejamos constancia de que estamos traduciendo (con algunas adaptaciones) un artículo de un periodista pro-Bergoglio, en el que la redacción se hace para reforzar la versión de los hechos favorable a Francisco, nótese que al final el periodista se refiere a “la alegada contribución del Papa Emérito” al libro, cuando el propio Gänswein ha afirmado que lo que aparece en el libro atribuido a Benedicto es 100% de él y no se le ha cambiado ni una coma. Por lo demás, ¿qué esperaban?, ¿que Gänswein saliera a confirmar que Francisco intervino?
El secretario personal de Benedicto niega presión de Francisco para que borrara el nombre del Emérito de la portada del libro sobre celibato
Cameron Doody
El secretario personal de Benedicto XVI, el arzobispo Georg Gänswein, ha negado haber recibido presión del papa Francisco para que borrara el nombre del Emérito del libro del celibato escrito por el Cardenal Robert Sarah.
En comentarios reportados el 17 de Enero por Die Tagespost, Gänswein rechazó categóricamente que Francisco lo había llamado para discutir sobre el controvertido libro de Sarah, y también negó enfáticamente que Francisco le hubiera hablado sobre el volumen en el transcurso de sus reuniones esta semana.
Como secretario personal de Benedicto XVI, pero también Prefecto de la Casa Pontificia de Francisco, Gänswein es un mediador clave entre los papas actual y anterior.
Gänswein también insistió en que el libro era de Sarah, no de Benedicto, y que el Papa Emérito nunca vio de antemano la portada del libro o la supuesta introducción y conclusión conjunta del mismo.
En cambio, el Papa Emérito simplemente se limitó —en la correspondencia que Sarah compartió en las redes sociales, sin el permiso de Benedicto— a seguir su modesta contribución al volumen.
Esa contribución de Benedicto comenzó meses antes de que Sarah se acercara al Papa Emérito para escribir un libro juntos, pero luego fue apropiada por el cardenal para dar peso a sus argumentos contra el celibato sacerdotal opcional.
Las declaraciones de Gänswein del Viernes destruyen por completo la última teoría de conspiración ultraconservadora con respecto al libro de celibato anti-opcional de Sarah.
Transmitida por primera vez por el periodista anti-Francisco Antonio Socci, esa teoría de la conspiración afirmó —citando “fuentes confiables dentro del Vaticano”— que “todo el infierno se desató en el Vaticano” cuando se conoció el libro de Sarah.
Francisco estaba “furioso” y “exigió una retractación total y completa” por parte de Benedicto, afirmó Socci, a lo cual Benedicto supuestamente negoció el compromiso, para proteger a su secretario personal de las “vendettas sudamericanas”, de quitar su nombre de la portada pero dejando intacto su texto en el libro.
Gänswein afirmó a Die Tagespost que “todo” en la teoría conspiratoria de Socci era “ficticio” y “una mentira”.
Pero no solo Gänswein derribó a Socci, sino que también demolió los alegatos del editor francés de Sarah, Nicolas Diat, de Fayard, quien no solo no hizo un contrato con Benedicto como hubiera sido propio de un libro “coautor”, sino también continuó afirmando esta semana, contra toda evidencia en contrario, que el Papa Emérito era plenamente consciente de los planes para el libro.
Las declaraciones posteriores de Gänswein también exponen aún más a los editores estadounidenses del libro, Ignatius Press, que continúan rehusando la solicitud de Benedicto y de Gänswein de que el nombre y la foto del Papa Emérito se eliminen de la portada de la edición en inglés.
Mientras tanto, la edición francesa del libro ahora está en las tiendas, y el cardenal Sarah continúa ignorando los deseos de Benedicto XVI, compartiendo supuestas citas en redes sociales —entre comillas— de la alegada contribución del Papa Emérito a su libro.