Vittorio Messori, otrora respetado en general por sus colegas y homólogos, ahora convertido en uno de los objetivos favoritos de los pretorianos de Bergoglio entre la prensa, ha vuelto a sonar por una reedición de un libro suyo de 1976, “Hipótesis Sobre Jesús”. Es con esa ocasión que lo entrevistan en el periódico La Stampa, Dic-10-2019, pág. 25. Y como se trata de ese periódico, netamente bergogliano, no es de extrañar que la entrevista no la haga ninguno de los que tabajan para Vatican Insider, ni se publique la entrevista en ese sitio. La entrevista aparece en la sección de cultura, sociedad y espectáculos de la edición impresa del periódico, y solamente en ella (en la imágen).
La siguiente es una traducción de Secretum Meum Mihi de un aparte de esa entrevsita.
¿Qué la desconcierta en el actual papado?
«Hago la precisión de que a menudo he escrito elogios de los jesuitas. Su clave para entender el mundo es el et-et, tanto esto como aquello. Son inclusivos. Y por esto los admiro».
¿Y entonces?
«Es el papado del jesuita Bergoglio, el que a veces desconcierta. El sucesor de Pedro debe proteger sobre todo el depositum fidei, la Escritura y la Tradición: la Iglesia y su enseñanza pertenecen solo a Cristo. El pontífice no es más que un custodio».
¿Y en cambio este Papa?
«Para dar un ejemplo: ha cambiado el catecismo motu proprio sobre el tema de la pena de muerte, declarándola inadmisible para los cristianos. Ahora: se puede considerar inoportuna esa pena (es mi caso), pero no olvidando que la enseñanza cristiana no la ha nunca excluido».
Y más: la posibilidad de que los divorciados y vueltos a casar comulguen...
«La moral católica requiere heroísmo. Los atajos no le convienen».
Los migrantes, la gente de las barcazas: entre los caballos de batalla de Salvini. Ruini invita a diálogar con el secretario de la Liga. ¿Está de acuerdo?
«¿Un cardenal puede negarse a encontrarse con cualquiera que pida al menos escuchar su razones?».
Dos papas, Ratzinger y Bergoglio. ¿Cómo «lee» su co-presencia?
«Es un unicum. Un enigma. Papa Emérito se ha definido Benedicto XVI, desorientando: la cualificación es inédita para el derecho canónico. Estaba convencido de que se retiraría a un monasterio y, en cambio ha decidido quedarse en el Vaticano. Pero es un hombre de fe, de oración, de reflexión, ciertamente tendrá sus razones religiosas».
En la situación actual, ¿siente el llamado de los lefebvrianos?
«Don Bernard Fellay, cuando era Superior de esos disidentes, me quería conocer. Me propuso que me enrolara entre los suyos. Yo, sin dudarlo, lo decepcioné: estoy y estaré siempre estaré con la Iglesia, no con quien se ha separado. Estoy con los papas, los cardenales, los obispos, los párrocos, incluso cuando me parecen cuestionables ciertas de sus acciones y declaraciones: me quejo, tal vez me olvide que La iglesia es el cuerpo mismo de ese Cristo que siempre, en dos mil años, mejor ha resuelto las peores cosas. Volverá a suceder también esta vez. Como dijo Eduardo De Filippo: “La noche debe pasar”».