La primera información fue revelada ayer en L'Espresso. Este es un despacho en español de agencia Notimex, Oct-17-2019.
CIUDAD DEL VATICANO (Notimex).- Corrupción, malversación de fondos y fraude giran en torno al Vaticano, en una investigación que realizaron los jefes de la Secretaría de Estado luego de las acusaciones hechas por el Papa Francisco, en las que se repartieron comisiones de un millón de dólares.
Tras la investigación que reveló el nuevo escándalo financiero en el Vaticano, existe nueva documentación confidencial de la investigación penal abierta por los fiscales del Papa sobre transacciones inmobiliarias en Londres, informó el diario italiano L´Espresso.
Esta es la queja del Auditor General del Papa, y las acusaciones llegaron del director del Instituto para las Obras de Religión (IOR), Gian Franco Mammì. Algunos informes confidenciales del acuerdo de 200 millones de dólares para la compra de un edificio de 17 mil metros cuadrados en Londres.
Las 16 páginas completas del decreto de búsqueda del Promotor de Justicia con el que se investigó a los empleados de la Secretaría de Estado involucra a Mauro Carlino, Tommaso Di Ruza, Vincenzo Mauriello, entre otros, situación que tiene pocos precedentes en la historia reciente de la sede católica.
Los promotores Gian Piero Milano y Alessandro Diddi consideran que han identificado "serias indicaciones de malversación de fondos, fraude, abuso de cargos y lavado de dinero" con respecto al comportamiento de los clérigos, mientras que en otro informe del Auditor Alessandro Cassinis se plantea la hipótesis de "delitos muy graves como corrupción y la incitación".
Los negocios que terminaron en la mira de los investigadores se refieren además a la era de Angelo Becciu en la Secretaría de Estado, pero también a la del nuevo Sustituto de Asuntos Generales, el venezolano Edgar Robonson Peña Parra, leal del papa Francisco, nombrado hace apenas un año.
Dinero de El Vaticano, en operaciones imprudentes
Según los fiscales de la sede católica, los fondos extrapresupuestarios de San Pietro Obolo, que ascienden a unos 650 millones de euros (unos 723 millones de dólares), serían gestionados por la Secretaría de Estado para negocios no claros.
El Obolo di San Pietro, invierte en operaciones especulativas imprudentes. Con la ayuda también de Credit Suisse, "en cuyas sucursales suizas e italianas se paga alrededor del 77 por ciento de los activos administrados", según la investigación.
Alrededor de "500 millones de euros" (más de 556 millones de dólares), informó la Oficina del Auditor General, y que en opinión de los magistrados, muestran "irregularidades evidentes", además de abrir "escenarios inquietantes".
La investigación hace referencia a la operación Falcon Oil, un intento de inversión de 250 millones de dólares por parte del Vaticano en una plataforma petrolera en la costa de Angola (Sonangol, una empresa paraestatal que supervisa la producción de petróleo y gas natural en Angola).
Un artículo hoy en Financial Times se centra en un edificio adquirido en Lóndres, en el área de Chelsea. Este es un despacho en español de agencia ANSA, Oct-18-2019.
(ANSA) - CIUDAD DEL VATICANO, 18 OCT - El escándalo financiero que envuelve al Vaticano, a partir de la adquisición de un inmueble en Londres con dinero que debería haber sido destinado a la caridad, llegó a las columnas del Financial Times. El diario de Londres recorre el caso a partir de la hipótesis de una inversión petrolera en Africa, luego dejada de lado por la compra del inmueble en Chelsea, que debía ser transformado en una propiedad lujosa. El diario financiero, haciendo referencia a la investigación y a la suspensión de cinco funcionarios, precisa que "el Vaticano ha rechazado hacer comentarios acerca del motivo por el que organizó una incursión sin precedentes en sus oficinas, más allá de la declaración hecha acerca de que se están investigando transacciones financieras sospechadas, seguidas en el tiempo". Lo que complica el caso, explica la publicación, es justamente el Brexit, que hizo que las inversiones en Gran Bretaña más riesgosas y menos convenientes. Pero lo que se revela en realidad, sostiene, es que esta operación devela "una feroz batalla en el interior de la Santa Sede, con una facción de cardenales que resisten los intentos del papa Francisco de organizar y centralizar las desordenadas finanzas vaticanas, tras décadas de escándalos y verguenza para la Iglesia".
El artículo del Financial Times se enfoca en el rol del financiero Raffaele Mincione, subrayando que "no está claro" por qué el entonces sustituto de la Secretaría de Estado, el cardenal Angelo Becciu, y Credit Suisse, se dejaron convencer por Mincione de la conveniencia de la inversión en el inmueble londinense.
Luego, el voto sobre el Brexit, que hizo al mercado inglés menos apetecible y por lo tanto aquella inversión más inconveniente y riesgosa de lo que parecía. Se pretendía demoler el inmueble y transformarlo en lujosos departamentos, trabajo que nunca se inició. De aquí el pedido al IOR de un financiamiento para refinanciar la deuda contraída. Y justamente este pedido de dinero develó el acuerdo y desató la investigación vaticana.