La información alcanzó la primera plana del periódico local de Memphis, Tennessee, The Commercial Appeal, Ago-20-2019 (en la foto). Este es un artículo en español de Diario de Juárez, Ago-19-2019, basado en uno publicado originalmnete en The Washington Post, Ago-19-2019.
Iglesia niega trabajo a afroamericana por culpa de perro 'racista'
La secretaria le dijo a la mujer que no podía darle el puesto porque a la mascota del sacerdote no le gustan las personas de color
El Diario de Juárez
LaShundra Allen nunca hubiera pensado que en la casa de un sacerdote católico se le negara trabajar debido a su color de piel.
En la mañana del 3 de mayo, Allen, quien es afroamericana, llegó con su compañera de trabajo a la rectoría del sacerdote Jacek Kowal en la Iglesia Católica de la Encarnación en Collierville, Tennessee. La compañera de trabajo, Emily Weaver, quien es anglosajona, estaba por renunciar, y acudió para presentar a Allen como su reemplazo, informó The Washington Post.
Pero ambas mujeres no llegarían muy lejos. La secretaria las detuvo, dijo Allen al Washington Post, y dijo que tendría que ir a preguntarle a Kowal si estaba de acuerdo con que Allen se quedara con el puesto.
La secretaria pronto les informó que en realidad Allen no podría reemplazar a su compañera, debido al perro “racista” del sacerdote.
“Lo siento”, dijo la secretaria de Kowal, según una queja enviada a la Diócesis Católica de Memphis el mes pasado. “No estamos tratando de ser groseros, pero al perro no le gustan las personas afroamericanas”.
Allen dijo que “me quedé sin palabras”, pues estaba desconcertada por lo que acababa de escuchar. Finalmente se dio la media vuelta y se alejó del lugar, pero la experiencia la enojó tanto que sintió que no podía quedarse callada. “Me salieron con esto como si se tratara de una broma”, dijo, “pero no fue nada gracioso”. Allen y Weaver enviaron una queja de discriminación racial a la Diócesis de Memphis el 3 de julio, buscando un llegar a una “resolución”.
Pero el viernes, la Diócesis de Memphis dijo en un comunicado que, tras una investigación, descubrió que lo que sucedió en la rectoría del sacerdote “simplemente no fue un caso de discriminación racial” y que Kowal “no había hecho nada malo”. La investigación se realizó en respuesta a la queja presentada por Allen y Weaver, la cual fue reportada por el Commercial Appeal la semana pasada.
En la versión de los hechos de la iglesia, las palabras de la secretaria fueron: “El perro del padre Jacek es medio racista”, aunque a los ojos de la diócesis, tal declaración no se debió a ningún tipo de discriminación racial. El sacerdote y el personal de la iglesia estaban estrictamente preocupados de que el perro, un pastor alemán llamado Ceaser, pudiera atacar a Allen o a ambas mujeres, basándose en parte en un incidente anterior que el perro tuvo con una persona afroamericana, según la carta del obispo David Talley.