Saturday, July 06, 2019

“Queremos colocar las causas del Sínodo de la Amazonía en las directrices de nuestra iglesia local”. Los obispos de Austria se aprestan a pedir para ellos también la ordenación de hombres casados


Los Obipos de Austria expresan su solidaridad y acompañamiento a la REPAM y el Sínodo Amazónico”, es el títular de una información puesta ayer, Jul-05-2019, en el sitio de internet de la Red Eclesial Pan-Amazónica (REPAM), que en realidad no es más que la publicación de la copia escaneada de una carta enviada por los obispos de Austria al card. Cláudio Hummes, presidente de la REPAM, en la que manifiestan cómo están interesadísimos por el Sínodo para la Amazonía, preocupadísimos por las presuntas amenazas a él, prometen sus oraciones y, sobre todo, que se aprestan a implementar en Austria lo mismo que salga de dicho Sínodo. Lógicamente que lo dicen con expresiones rebuscadas, pero es obvio que principal y pre-eminentemente se refieren a que, como ya han manifestado los obispos alemanes, también ellos van a pedir la ordenación de hombres casados en Austria.

Para que no se diga que estamos descontextualizando, esta es nuestra traducción integral de la dicha carta.

Estimado Señor Cardenal Don Cláudio Hummes!

Nos dirigimos al Señor, nuestro hermano en el ministerio episcopal, en su función como presidente de la Red Eclesial Pan-Amazónica (REPAM). Hace un año que la Asamblea Especial del Sínodo de los Obispos para la región Pan-Amazónica está en la agenda de la Conferencia Episcopal Austriaca, con sus temas y sus procesos preparatorios.

Acompañamos con interés y estimamos el trabajo comprometido de REPAM y observamos el camino sinodal en preparación de este importante acontecimiento de la Iglesia Universal. Pero, al mismo tiempo, nos preocupa la creciente la presión política que recae sobre la Iglesia católica, la observación de los encuentros de preparación al Sínodo por el Servicio de Seguridad Nacional, la violencia cruel y las violaciones de los derechos de los representantes del pueblo locales y de sus organizaciones, así como la destrucción del bioma amazónico. Frente a esta realidad, sentimos la necesidad de expresarles nuestra profunda admiración por su trabajo. Nos impresiona su compromiso firme de poner en práctica las enseñanzas de Laudato Si y Evangelii Gaudium, y queremos asegurarle que lo consideramos de máxima importancia. Esta articulación de todos y todas los que se esfuerzan en la lucha por la preservación del medio ambiente, especialmente la protección de la Amazonía y sus habitantes, y el profundo estudio de la Encíclica Laudato Si, nos parece ejemplar. Todo esto nutre en nosotros el deseo de saber más sobre estos Procesos y aprender de ustedes. Principalmente en lo que se refiere a la solidaridad con los pueblos indígenas y las poblaciones tradicionales de la región, la Iglesia Católica se muestra como abogada al lado de los pobres. Como las Conferencia Episcopal Austriaca les aseguramos que nuestras agencias eclesiales de solidaridad van a seguir para apoyándolos en el objetivo pastoral de una Iglesia con un rostro amazónico, en defensa del territorio, de los espacios de vida y de los derechos humanos y en la preservación del medio ambiente.

Desafiados por las múltiples crisis y en el futuro del Sínodo Amazónico podemos aprender que nuestra comunión eclesial entra en una nueva dimensión. Sabemos que también nosotros aquí en Austria estamos desafiados a asumir nuestra responsabilidad, especialmente en lo que se refiere a la crisis climática, la explotación de los recursos naturales y los problemas que de esto resultan. El Papa Francisco nos recuerda esto en su encíclica Laudato Si, cuando insiste en que la atmósfera del planeta es un bien común global y cuando insiste que la conciencia colectiva de la humanidad necesita tener en Cuenta la interconexión de todo y de todos y todas.

Como obispos de la Iglesia Católica en Austria, conseguimos hacer en los recientes años algunos pasos para contribuir a esto como iglesia austriaca. Tomamos la decisión de adquirir en nuestras instituciones eclesiales solo cosas y bienes que obedecen a criterios ecológicos y sociales, y optamos por no invertir más dinero en fuentes de energía fósiles. Les aseguramos que pretendemos seguir firmemente en este camino. Queremos colocar las causas del Sínodo de la Amazonía en las directrices de nuestra iglesia local, y vamos a acompañar el trabajo de REPAM y el proceso del Sínodo con nuestras oraciones.

Con nuestros votos de estima y consideración, con Saludos fraternos y pidiendo la bendición de Dios.

[firma autógrafa]
Don Werner Freistetter,
por la Comisión Episcopal de Misión de la Conferencia de obispos de Austria

Los obispos alemanes se replantean el celibato sacerdotal y la moral sexual. Algunos sectores de la Iglesia temen que el sínodo pueda terminar en un cisma


Artículo de ABC de Madrid, Jul-06-2019 (en la foto, click para ampliar).

Los obispos alemanes se replantean el celibato sacerdotal y la moral sexual

► La Iglesia germana inicia un sínodo para superar el «shock» de los abusos sexuales

ROSALÍA SÁNCHEZ CORRESPONSAL EN BERLÍN


«¿La habéis leído ya? ¡Os ha llegado al buzón una carta del Papa!». Así iniciaba esta semana el obispo auxiliar Ansgar Puff su programa en la radio «Dom» de la catedral de Colonia. Francisco, en efecto, escribió esta semana una carta «al pueblo peregrino de Dios en Alemania», con la intención de acompañar y orientar el «camino sinodal», un proceso emprendido la semana pasada por la Conferencia Episcopal de este país y que algunos sectores de la Iglesia temen que pueda terminar en cisma.

La convocatoria de este proceso fue una decisión unánime de la última asamblea plenaria, celebrada en marzo en Lingen y en la que los obispos constataron la necesidad de emprender un «debate estructurado» para dar respuesta al estado de «shock» en que la Iglesia alemana permanece desde el estallido del escándalo de los abusos a menores.

En la anterior asamblea –en septiembre de 2018– fue presentado un exhaustivo informe que ponía cifras al problema: 3.677 víctimas, la mitad menores de 13 años y 1.670 religiosos implicados a lo largo de 70 años. Ninguna otra institución ha realizado un esfuerzo de autocrítica y transparencia como el llevado a cabo por la Iglesia sobre un problema que, lamentablemente, afecta a toda la sociedad y que en muchos otros ámbitos sigue siendo un tabú.

Los obispos alemanes estuvieron de acuerdo en que no era suficiente con condenas expresas, actos de contrición, nuevas normas y cursos preventivos. Se tenía que atacar las causas, razón por la que la Conferencia Episcopal decidió emprender este «camino sinodal vinculante».

Su presidente, el cardenal Reinhard Marx, explicó que «sabemos que el modo de vida de obispos y sacerdotes exige cambios para mostrar la libertad interior de la fe y la orientación al ejemplo de Jesucristo. Valoramos el celibato como una expresión de apego religioso a Dios. Lo que pretendemos descubrir es hasta dónde debe pertenecer al testimonio del sacerdote en nuestra Iglesia», aseguró. «La moralidad sexual de la Iglesia aún no ha recibido conocimientos clave de la Teología y las Humanidades. La importancia personal de la sexualidad no recibe suficiente atención. El resultado: la proclamación de la moralidad no ofrece orientación a la gran mayoría de las personas bautizadas. Vive una existencia de nicho», explicó Marx.

El sínodo, que se prolongará hasta diciembre, contará con tres líneas de reflexión. La primera, que incluirá el papel de la mujer, será «Poder, participación, separación de poderes» y estará bajo la responsabilidad de monseñor Karl-Heinz Wiesemann. En segundo lugar, se abordará la «moral sexual» a cargo de Georg Bätzing, obispo

de Limburgo; y, por último, la «forma de vida sacerdotal», con el obispo de Münster Félix Genn al frente.

Evitar «remiendos»

La semana pasada, al tiempo que arrancaban las primeras reuniones preparatorias, el Papa hizo pública una carta, en la que saludaba el proceso, pero advertía contra la tentación de «pensar que, frente a tantos problemas y carencias, la mejor respuesta es reorganizar las cosas, hacer cambios y especialmente “remiendos” que permitan poner en orden y en sintonía la vida de la Iglesia adaptándola a la lógica presente o la de un grupo particular».

Francisco subrayaba, en cambio, «la necesidad de mantener siempre viva y efectiva la comunión con todo el cuerpo de la Iglesia, que nos ayuda a superar la ansiedad que nos encierra en nosotros mismos y en nuestras particularidades». «Esto no es sinónimo de no caminar, avanzar, cambiar e inclusive no debatir y discrepar –añadía– sino simplemente la consecuencia de

sabernos constitutivamente parte de un cuerpo más grande que nos reclama, espera y necesita y que también nosotros reclamamos, esperamos y necesitamos».

La misiva fue agradecida por el cardenal Marx y el presidente del Comité Central de Católicos, Thomas Sternberg. «Nos llama a reflexionar en la unidad, no a rehuir argumentos», dijo el obispo de Münster, Félix Genn. «No podemos seguir con esto, la carta llama a reescribir desde el principio el proceso», reaccionó el vicario general de Regensburg, Michael Fuchs.

El obispo de Essen, Franz-Josef Overbeck fue mucho más allá y advirtió, sin embargo, sobre una ruptura mayor que la Reforma protestante. «Las críticas a la Iglesia deben ser escuchadas para que se produzca un verdadero cambio cultural. Estamos en crisis y nos enfrentamos a una ruptura que puede ir más allá de la Reforma, al comienzo del impacto de un tsunami espiritual e histórico. Si la Iglesia rechaza los desafíos actuales, amenaza con volverse completamente irrelevante».