Saturday, June 15, 2019

“No se puede pretender que haya una uniformidad de pensamiento”, Vatican News purga frase de entrevista con el card. Parolin

Ya conocemos la disculpa proforma que tienen en Vatican News para casos como estos, recientemente ocurrió un caso parecido en el que el protagonista era Francisco, y esa disculpa es más o menos que por la prontitud con la que se debe traducir, a alguien se le pasó, pero que el texto que prevalece es el original.

Sobre la cumbre de cuatro días con los representantes diplomáticos convocada por Francisco y que finalizó hoy, Andrea Tornielli entrevistó al cardenal Secretario de Estado del Estado Vaticano, Pietro Parolin. La entrevista en su mayor parte se refiere al discurso —“decálogo”, lo bautizaron— de Francisco en el que Francisco delínea cómo debe ser un nuncio (ver aquí y aquí), el original en italiano de dicha entrevista fue publicado por Vatican News y también en la edición diaria en italiano de L'Osservatore Romano, Jun-16-2019. Sin embargo, en la traducción al español que de esa misma entrevista presenta Vatican News, fue editada una frase clave pronunciada por el Card. Parolin. Presentamos la traducción de la pregunta con su respuesta y entre corchetes el original en italiano que incluye la frase que fue editada, la cual resaltamos.

En su discurso Francisco recordó que el nuncio está llamado a ser un "hombre de Dios", representante de la Iglesia y del Pontífice, una misión "incompatible" con la crítica al Papa, con "tener blogs o incluso unirse a grupos hostiles" a él y a la Iglesia. ¿Cómo juzga esta llamada?

"Creo que es una decisión justa. Hay cosas que son cuestionables en el sentido de que pueden ser discutidas, como un antiguo axioma in necessariis unitas, in dubiis libertas, in omnibus caritas states (unidad en lo necesario, libertad en lo dudoso, caridad en todo, ed.). Nosotros, sin embargo, somos representantes del Papa y, por lo tanto, las cosas se le pueden decir, nos parece que tenemos que decir, con mucha libertad. Creo que el Santo Padre es muy abierto y dispuesto a recibir comentarios, observaciones, reflexiones sobre las diversas cuestiones.

Al mismo tiempo, debemos tratar de mantener la unidad, que es la condición para la eficacia de nuestra acción en el mundo. Seremos más eficaces si estamos realmente unidos en las cosas fundamentales. Por lo tanto, sobre todo como representantes pontificios, debemos tener esta unidad con el Papa y esta adhesión a su enseñanza, que luego debe traducirse concretamente en actitudes de compartir su pensamiento y su dirección".

[Nel discorso consegnato, Francesco ha ricordato che il nunzio è chiamato ad essere "uomo di Dio", rappresentante della Chiesa e del Pontefice, una missione "inconciliabile" con il criticare il Papa, con l’ "avere dei blog o addirittura unirsi a gruppi ostili" a lui e alla Chiesa. Come giudica questo richiamo?

R. - Credo che si tratti di un richiamo giusto. Non si può pretendere che ci sia un’uniformità di pensiero, ci sono cose che sono discutibili nel senso che si possono discutere, come recita un antico assioma in necessariis unitas, in dubiis libertas, in omnibus caritas (unità nelle cose necessarie, libertà in quelle dubbie, carità in tutte, ndr). Noi però siamo rappresentanti del Papa e dunque si possono dire a lui le cose che ci sembra di dover dire, con molta libertà. Credo che il Santo Padre sia molto aperto e ben disposto a ricevere commenti, osservazioni, riflessioni sulle varie questioni. Al tempo stesso noi dobbiamo cercare di mantenere l’unità, che è la condizione per l’efficacia della nostra azione nel mondo. Saremo tanto più efficaci quanto più siamo realmente uniti realmente nelle cose fondamentali. Dunque, soprattutto come rappresentanti pontifici, dobbiamo avere questa unità con il Papa e questa adesione al suo insegnamento che si deve tradurre poi concretamente in atteggiamenti di condivisione del suo pensiero e del suo indirizzo".]

En resumen, la frase original en italiano “non si può pretendere che ci sia un’uniformità di pensiero”, que en español significa “no se puede pretender que haya una uniformidad de pensamiento”, fue purgada en la traducción.

En inglés, al momento de escribir esta entrada, no existe una traducción integral de esa entrevista, solamente un editorial de Tornielli en el que alude a la frase que hemos destacado. En francés hay traducción y sí aparece la frase. En portugués también hay traducción integral y la frase aparece.

Francisco: “Cuando comenzó el Sínodo sobre la familia, algunos dijeron: ahí está, el papa convoca un Sínodo para dar la comunión a los divorciados. ¡Y siguen todavía hoy!”


Comenzamos repitiendo lo que hemos anotado en otras oportunidades, solamente para dar contexto, perdón para los que ya lo saben. Al comienzo de los viajes de Francisco, el P. Antonio Spadaro iba acreditado como periodista de La Civiltà Cattolica, poco tiempo después y hasta la presente lo hace integrando el séquito de Francisco. Francisco suele reunirse con los jesuitas allá a donde va, dicen que esos encuentros son privados, sin embargo, es el P. Spadaro el que tiempo después de cada uno de esos viajes publica en La Civiltà Cattolica esos diálogos Francisco-Jesuitas. No ha sido diferente con el diálogo que durante su reciente viaje a Rumania tuvo Francisco con sus hermanos jesuitas en Bucarest, ha sido publicado por el P. Spadaro, Jun-13-2019.

Escogemos la siguiente pregunta con su respectiva respuesta porque en ella Francisco denota la perplejidad que sigue existiendo respecto de su autorización de conceder acceso a los adúlteros a la Sagrada Comunión, para lo cual sería deseable que aportara las claridades necesarias y no, como ocurre en el pasaje que citaremos, se refiriera a ello con ironías. Máxime cuando se sabe que ya antes de ser electo era “favorable a una apertura de la Iglesia en un tema irresuelto como el de la prohibición de la comunión para los divorciados vueltos a casar”. Este el pasaje de dicho diálogo:

Un jesuita húngaro, el P. Mihály Orbán, pregunta. «En esta región tenemos una parroquia con alemanes, húngaros, rumanos y greco-católicos. Quiero hablarle de un problema que tiene que ver con la familia: la nulidad de los matrimonios. Es difícil gestionar los procesos de nulidad. No se llega nunca al final. Sé que usted habló de esto con los obispos italianos, pero ¿qué hacer? Me parece que muchos viven sin poder llegar al final del proceso. Los tribunales no funcionan.

Sí. También el papa Benedicto habló de eso. Tres veces, si lo recuerdo bien. Hay matrimonios nulos por falta de fe. Luego, a veces el matrimonio no es nulo, pero no se desarrolla bien por inmadurez psicológica. En algunos casos el matrimonio es válido, pero a veces es mejor que los dos se separen por el bien de los hijos. El peligro en el que corremos el riesgo de caer será siempre la casuística. Cuando comenzó el Sínodo sobre la familia, algunos dijeron: ahí está, el papa convoca un Sínodo para dar la comunión a los divorciados. ¡Y siguen todavía hoy! En realidad, el Sínodo recorrió un camino en la moral matrimonial, pasando de la casuística de la escolástica decadente a la verdadera moral de santo Tomás. El punto en el que en Amoris laetitia se habla de integración de los divorciados abriendo eventualmente a la posibilidad de los sacramentos fue hecho según la moral más clásica de santo Tomás, la más ortodoxa, no la casuística decadente del «se puede o no se puede». Pero nosotros sobre el problema matrimonial tenemos que salir de la casuística que nos engaña. A veces sería más fácil decir: «se puede o no se puede», o, también, «adelante, no hay problema». ¡No! Hay que acompañar a las parejas. Hay experiencias muy buenas. Esto es muy importante. Pero hacen falta los tribunales diocesanos. Y he pedido que se haga el proceso breve. Sé que en algunas realidades no funcionan. Y hay demasiado pocos tribunales diocesanos. ¡Que el Señor nos ayude!

Por qué hombres casados podrían ser sacerdotes


Este es el artículo principal del suplemento Valores Religiosos que circula con el periódico argentino Clarín, con fecha Jun-12-2019 y que lleva por títular “Por qué hombres casados podrían ser sacerdotes”.

Por qué hombres casados podrían ser sacerdotes

Ante su severa escasez en la Amazonia, el Papa estaría dispuesto a autorizar la ordenación de varones de probada fe si se lo pide el sínodo sobre esa región que se hará en octubre en El Vaticano.

Sergio Rubin
srubin@clarin.com


Después de la primera gran reforma del pontificado de Francisco en materia de normas eclesiásticas -la aprobación del acceso a la comunión eucarística de los divorciados en nueva unión luego de un análisis caso por caso por parte de la autoridad eclesiástica, tras una moción que le elevó el sínodo sobre la familia-, otra decisión papal relevante estaría en puerta. El pontífice podría dar la luz verde a que hombres casados de probada fe -los llamados viri probatipuedan ser ordenados sacerdotes en zonas donde su escasez es muy severa, si se lo propone otro sínodo que se hará en octubre en El Vaticano, esta vez sobre la Amazonia, precisamente una región donde esa carencia es por demás evidente.

El cardenal brasileño Claudio Hummes, relator general del nuevo sínodo, le confirmó a Valores Religiosos durante una reciente visita al país que permitir apelar a los viri probati surgió en la amplia consulta previa que precede a este tipo de deliberaciones. “La falta de sacerdotes y, por tanto, la ausencia de la eucaristía en las comunidades amazónicas, son grandes límites. De hecho, la eucaristía es para sus habitantes algo raro, que no hace a su vida cotidiana. Pero la eucaristía es para la Iglesia fundamental y necesaria para desarrollar una comunidad fiel a Jesucristo”, dijo. Y señaló: “El sínodo deberá tratar esta cuestión; poner sobre la mesa cómo abrir nuevos caminos para poder atender mejor a los fieles”.

Francisco se manifestó en reiteradas ocasiones a favor del mantenimiento del celibato sacerdotal, que considera un don y una riqueza de la Iglesia, al rechazar que vaya a autorizar en algún momernto que sea opcional, más allá de que podría hacerlo porque no es un dogma de fe, sino una medida disciplinaria. Pero también, entre otras ocasiones en una entrevista concedida al semanario alemán Dei Zeit, aceptó la posibilidad de analizar el acceso al sacerdocio de los viri probati en regiones de grave escasez. En rigor, no sería hoy algo del todo novedoso porque en el catolicismo de rito oriental (si bien muy minoritario) se ordena a casados. Y sacerdotes anglicanos casados fueron aceptados en la Iglesia católica.

Más aún: la ordenación de los viri probati constituía una práctica habitual en las primeras comunidades, que eran las que elegían a sus ministros. Pero ya en los primeros siglos había quienes proponían el celibato y empezaron las marchas y contramarchas, incluso con regiones con prácticas diferentes. La exigencia celibataria se robusteció en el siglo XI con León IX y Gregorio VII, que temían por la “degradación moral” del clero. Y fue instituido en los dos concilios de Letrán: el primero, en 1123, el segundo en 1139. El celibato también fue defendido en otro concilio de Letrán, en 1215, y en el de Trento, entre 1545 y 1563. La razón principal era la disponibilidad total del sacerdote.

Con todo, cada vez se alzan más voces reclamando echar mano de los viri probati ante la situación en la selva amazónica, de siete millones de kilómetros cuadrados repartidos entre nueve países, de los cuales Brasil y Perú poseen la mayor extensión, seguidos por Bolivia, Colombia, Venezuela, Ecuador, Guyana, Guayana Francesa y Surinam. En línea con el cardenal Hummes, el director de obras Misionales Pontificias, Mauricio Da Silva Jardim, dijo a la revista Ciudad Nueva, que “el hecho de que el 70% de las comunidades de la región no tengan acceso a la misa dominical deberá ser considerado por los padres sinodales”.

El jesuita argentino Ignacio Pérez del Viso considera que ordenar a viri probati “es una posibilidad que se viene analizando desde hace mucho tiempo. No dudo que el Papa Francisco la aprobará si él y los obispos, principalmente los de la región, la ven conveniente, aunque algunos, incluso cardenales, no estén de acuerdo. Hay que tener en cuenta que la imagen actual del sacerdote es la de un hombre capaz de actuar en todos los terrenos y hablar sobre cualquier tema. Pero si imaginamos a un sacerdote más concentrado en su función propia, que es la administración de los sacramentos, esa necesidad aparece menos apremiante. No estoy pensando -aclara- en un cura ‘ritualista’, sino en un ministro que preside la Eucaristía como pastor de esa comunidad. Recordemos que el bautismo y el matrimonio no requieren la presencia de un sacerdote”.

Pérez del Viso afirma que “el fundamento para avanzar por este camino es que el bien espiritual y humano de los fieles tiene prioridad sobre las leyes de la Iglesia que son modificables, como la del celibato. En la antigüedad encontramos muchos obispos casados. En la Iglesia Armenia del siglo IV los primeros patriarcas se sucedieron como una dinastía, de padres a hijos. Y actualmente en las Iglesias católicas de rito oriental, como

los maronitas o los melquitas, tenemos sacerdotes casados”. Señala que “a veces damos como razón del celibato el poder dedicarnos enteramente a las tareas religiosas. Pero los sacerdotes casados nos miran asombrados, como si ellos no pudieran entregarse completamente a su vocación, igual que otros profesionales que dejan la vida en su servicio a los demás”.

Con respecto a si podría ser un paso hacia el celibato optativo o no debe relacionarse una cosa con la otra, considera que “cierta relación hay. La dificultad que ven algunos es que esta excepción se extendería pronto, al menos los pedidos al Papa para que lo autorizara en otras regiones de América Latina, África y Asia. Esto crearía una fuerte presión en favor del celibato optativo, que es un valor. Pero el temor es que esto lleve a desvalorizar el carisma del celibato, que fue el estilo de vida de Jesús y de la mayoría de los primeros apóstoles”.

De hecho, como en el caso de la comunión a los divorciados, también hay quienes se resisten a esta reforma. Por caso, el arzobispo de Utrect, Holanda, cardenal Willem Eijk, quien dijo al diario italiano Il Giornale que “ciertamente la necesidad de sacerdotes existe y es más imperiosa en algunos lugares del mundo, pero los casados no son la solución. Si se permitiese solo para algunos territorios, nacería una desigualdad al interior de la Iglesia sobre un punto muy importante. Permitir una cosa de ese tipo temporalmente -añadió- tampoco es solución porque una vez decidida se convertiría en irrevocable. Además, en el caso de los viri probati faltaría la formación en el seminario”.

En cambio, el cardenal alemán Walter Kasper cree como Pérez del Viso que si los padres sinodales se lo proponen al Papa, este accederá. En definitiva, dice a su vez el cardenal Hummes, “las resistencias que pueden haber revelan que Francisco está haciendo algo necesario y relevante. Y cuando hay grandes cambios siempre hay resistencias. Eso muestra que su pontificado es significativo”.

Como puede observarse, en el artículo se hace referencia que el Card. Hummes, relator general del nuevo sínodo, dijo que la idea de la ordenación de hombres casados “surgió en la amplia consulta previa que precede a este tipo de deliberaciones”, cosa que a nuestro gusto no es del todo cierta porque esa “amplia consulta” no fue tal sino vulgares sesiones de adoctrinamiento en las que se machacaba, inoculaba e inyectaba en los pobladores amazónicos la idea de que la tal ordenación se necesita, para luego hacernos creer, como efectivamente lo intentan, que la idea fue de los propios pobladores y no que viene de arriba. Una manera de no tomar responsabilidad sobre las decisiones.

Lo que estos ingenuos pobladores amazónicos no saben (¿lo saben pero no pueden resistir?) es que simplemente son conejillos de indias, porque el objetivo real es conceder inmediatamente aprobada para ellos la dicha ordenación de hombres casados, lo mismo para los alemanes.