Tuesday, May 14, 2019

“Cinización” de la Iglesia en China, “Iglesia indígena” en la Amazonía, ¿por qué no enfrentarlo y llamarlo por lo que es: La anglicanización de la Iglesia toda?

Ya saben Uds. que uno de los mecanismos por los cuales Francisco quiere que se sepa algo sin asumir ninguna responsabilidad es hacerlo conocer vía La Civiltà Cattolica. Con respecto a la introducción de la ordenación para hombres casados, la cual se está cocinando desde hace unos cuatro años —al menos más manifiestamente que antes, porque en los 90 el obispo, ahora cardenal, Walter Kasper ya estuvo muy empeñado en ello— y el mecanismo elegido ha sido un sínodo especial para la Amazonía, apareció ayer una entrevista con el cardenal Cláudio Hummes, recientemente escogido como relator general del Sínodo para la Amazonía. La entrevista lleva por título “Hacia el Sínodo para la Amazonía” y el pasaje que destacamos es este:

¿Y la cuestión del modo en que debe situarse la Iglesia hacia los indígenas?

Tenemos que distinguir entre Iglesia «indigenista» e Iglesia «indígena». Nosotros, sobre todo a partir de las grandes conferencias del episcopado latinoamericano, hemos buscado ser una Iglesia indigenista, que considera a los indígenas como objeto de pastoral, pero no todavía como protagonistas de la propia experiencia de fe. Pero esto no basta. Ahora sabemos que debemos dar un paso más: debemos promover una Iglesia indígena.

Por lo que me ha parecido entender, el Consejo Indigenista Misionero (CIMI) brasileño está haciendo un buen trabajo.

El CIMI es, sin duda, un ejemplo muy fuerte al respecto. Ha hecho y continúa haciendo un trabajo extraordinario sobre ese aspecto, y hace una contribución muy consistente: nos trae datos, nos presenta hechos, publica acontecimientos de violencia que han ocurrido, con números, con estadísticas. Los datos no se pueden negar, se pueden interpretar mal o bien, pero no se pueden negar. Los datos sobre la injusticia, sobre las violaciones de los derechos humanos, sobre los asesinatos, sobre la criminalización de los defensores de los derechos, esos datos están ahí, y el CIMI está siempre atento a ello, y por eso también incomoda a algunos Gobiernos y a todos los que tienen otros intereses.

En este caso, la expresión de esa Iglesia Indigenista incomoda, pero para nosotros, como Iglesia, es muy importante tener datos para presentar y para mostrar por qué estamos indignados. El CIMI en Brasil nos ha ayudado mucho a ser una Iglesia indigenista, que defiende los derechos de los indígenas; y no solo de los indígenas, sino de todos los pueblos, sobre todo en las regiones misioneras.

Nos sentimos llamados a ser una iglesia que defiende los derechos humanos, que defiende los derechos indígenas, los de los ribereños y los de otros. Esto es una Iglesia indigenista.

¿Cuál es el paso que hay que dar hacia una Iglesia indígena?

Ahora sabemos que debemos dar un paso más: debemos promover una Iglesia Indígena para los pueblos indígenas, ayudar a que nazca y crezca una Iglesia Indígena. Las comunidades indígenas que, de una o de otra forma, escuchan el anuncio del evangelio y que acogen ese Evangelio, que acogen a Jesucristo, deben estar en condiciones de que, a través de un proceso oportuno, su fe se encarne y se inculture en su realidad cultural. Entonces, desde dentro de su cultura, identidad, historia y espiritualidad puede nacer una Iglesia indígena con sus propios pastores y ministros ordenados, siempre unida en total comunión con la Iglesia católica universal, pero inculturada en las culturas indígenas.

De hecho, en la historia de los pueblos indígenas ya hay muchas huellas de Dios. Como decía antes, Dios ha estado siempre presente en su historia. ¿Cómo extraer desde su propia identidad, desde su historia, desde su cultura esos signos claros de la presencia de Dios? Estos pueblos milenarios vienen desde otra raíz que no es la europea, desde otra vertiente histórica, como los africanos, los pueblos de la India, los chinos. Entonces, dentro de su historia, de su identidad, de su espiritualidad, desde su relación con la trascendencia, debemos generar una Iglesia con rostro indígena.

El tema de una Iglesia indígena es muy importante para la Panamazonía, pero, ¿qué tipo de ministerio es necesario para esta realidad? ¿Qué perfil de sacerdotes, misioneros, etc., es necesario en esta realidad, en estas culturas tan particulares que usted ha descrito?

Muchas veces existe la preocupación de trasplantar los modelos de los sacerdotes europeos a los eventuales sacerdotes indígenas. Pero alguien alertaba, con razón, de que hay demasiada preocupación y prioridad acerca del perfil del ministro ordenado más que de la comunidad que debe recibir al ministro. Al contrario, la comunidad no es para su ministro, sino el ministro para su comunidad. El ministro debe ser adecuado a las necesidades de la comunidad.

Es esta necesidad de la comunidad la que debe movernos a pensar, tal vez, en ministerios diferenciados, porque la comunidad allí necesita una presencia adecuada. No queramos defender una especie de figura histórica de cómo debe ser un ministro, sin posibles variaciones, de modo que las comunidades deban aceptarlo así tal cual porque nosotros lo enviamos así.

Sí, los ministros son enviados, pero tenemos que saber enviar de tal forma de respetar la comunidad concreta, que tiene necesidades propias y específicas. También los ministerios deben pensarse a partir de la comunidad, de su cultura, de su historia, y de sus necesidades. Todo eso significa la apertura.

Esta Iglesia indígena no se hace por decreto. El Sínodo tiene que abrir el camino para que eso sea posible y se pueda provocar un proceso que tenga suficiente libertad y que reconozca la dignidad que tiene todo cristiano y todo hijo de Dios. Esa es la grandeza de este Sínodo. El papa sabe cuán histórico puede ser este Sínodo para toda la Iglesia. Pero debemos caminar en esa dirección y cuidarnos de no reproducir una cosa que ya existe.

Obviamente nunca los maquinadores van admitir abiertamente que lo que se busca es la abolición del celibato sacerdotal y el sínodo amazónico va a introducir la ordenación de hombres casados, pero en las entrelíneas está claro, como ocurre en el pasaje que acabamos de citar de la entrevista aludida. La expresión en la que debemos concentrarnos es “Iglesia indídena” ó “Iglesia con rostro indígena”. Una vez aparezcan estos Viri Probati en la Amazonía, los obispos alemanes van a solicitar lo mismo para ellos.

Por otra parte, y al mismo tiempo, el cardenal Secretario de Estado del Estado Vaticano, Pietro Parolin, concedió una entrevista al periódico chino Global Times, May-13-2019. Ya Uds. saben que en China no existe la libertad de expresión ni de prensa, por lo que ese medio, como todos los demás, está bajo supervisión y control del gobierno comunista chino. Al card. Parolin le preguntan sobre el proceso de “cinización” de las religiones que dicho gobierno viene implementando (por todos los medios, incluída la fuerza bruta).

[Global Times:] La inculturación siempre ha sido importante para la Iglesia Católica cuando predica el Evangelio. Ahora China está llevando a cabo la “sinicización” de las religiones. ¿Cuál es su opinión sobre la inculturación y la “sinicización”?

[Card. Pietro Parolin:] La inculturación es una condición esencial para una buena proclamación del Evangelio que, para dar fruto, requiere, por un lado, salvaguardar su auténtica pureza e integridad y, por el otro, presentarla de acuerdo a la experiencia particular de cada pueblo y cultura. La fructífera experiencia de Matteo Ricci es un sobresaliente testimonio de esto: Él sabía cómo hacerse auténticamente chino para promover los valores de la amistad humana y el amor Cristiano. Para el futuro, sin duda será importante profundizar este tema, especialmente la relación entre “inculturación” y “sinicización”, teniendo en mente cómo el liderazgo chino ha sido capaz de reiterar su voluntad de no socavar la naturaleza y la doctrina de cada religión. Estos dos términos, “inculturación” y “sinicización”, se refieren entre sí sin confusión y sin oposición: de algunas maneras, pueden ser complementarios y pueden abrir vías para el diálogo a nivel religioso y cultural. Finalmente, diría que los principales actores en este compromiso son los católicos chinos, llamados a vivir la reconciliación para ser auténticamente chinos y completamente Católicos.

Como se puede apreciar, la respuesta es meramente genérica, quedando bien con Dios y con el Diablo. Y no podría ser de otra manera, no va el card. Parolin a arriesgar, con una respuesta en una entrevista, un incidente ahora que todo es dulzura en las relaciones Vaticano-China después del acuerdo secreto sobre el nombramiento de obispos.

Muy convenientemente la entrevista con Hummes y la respectiva con Parolin le vinieron muy bien a L'Osservatore Romano el cual, en su edición diaria en italiano de May-13/14-2019, en páginas sucesivas, destacó la primera haciéndo énfasis en “una Iglesia indígena en la Amazonía”, y presentó una traducción integral de la segunda.

“Cinización” de la Iglesia en China, “Iglesia indígena” en la Amazonía, ¿por qué no enfrentarlo y llamarlo por lo que es: La anglicanización de la Iglesia toda?

Revista de escuela católica femenina anuncia los matrimonios homosexuales de sus ex-alumnas

Este es un artículo de The Washington Post, May-13-2019 (una versión de este mismo artículo aparece en su edición impresa de May-14-2019, nosotros seguimos el primero publicado). Traducción de Secretum Meum Mihi.

Carta de una monja: ‘Todos somos hijos de Dios’, escribe para permitir las noticias sobre la unión de personas del mismo sexo en una revista de alumnas.

Por Joe Heim
13 de mayo a las 12:00 PM


La carta llegó a los buzones de correo electrónico a principios de Mayo y, desde entonces, las estudiantes, los padres y las graduadas de la prestigiosa Georgetown Visitation Preparatory School de Washington han hablado de poco más. Ha sido objeto de discusiones animadas, intercambios emocionales, fervientes publicaciones en Facebook.

La hermana Mary Berchmans, presidente emérita de la escuela, escribió la carta que ha provocado tantas reacciones. En su misiva cuidadosamente redactada que enfatiza seguir “el mandamiento de amor del Evangelio”, Berchmans dijo que la academia de niñas católicas de 220 años de antigüedad publicará anuncios de uniones de personas del mismo sexo en su revista para alumnas.

La decisión, que contrasta con la enseñanza oficial de la iglesia sobre el matrimonio entre personas del mismo sexo, fue recibida con una mezcla de respuestas de la comunidad escolar. Algunas la llamaron “hermosa” y “tardía”. Otras la calificaron como una “gran decepción”. En algunos sectores, hubo una infelicidad que llevó a la escuela a llegar a este punto, mientras que un número más pequeño expresó su enojo por el hecho de que la escuela estaba desviándose de la opinión de la doctrina católica.

La decisión de la escuela siguió a un empujón del mes pasado por varios cientos de graduadas que se enteraron de una alumna a la que le dijeron hace unos años que no podía anunciar su matrimonio en la publicación porque era una unión del mismo sexo. Las graduadas formaron un grupo en Facebook para discutir el tema e instar a la escuela a cambiar su política.

En su carta, Berchmans , quien se graduó de Visitation en 1948 y fue su directora durante muchos años, escribió: “Recientemente, una amiga de Visitation me invitó a que reflexionara sobre lo que significa Vivir a Jesús en relación con nuestras alumnas LGBTQ”.

Esa conversación —así como “mucha consideración orante y diálogo reflexivo”— llevó a la escuela a su nueva política, escribió.

En años anteriores, la práctica de Visitation era negar las solicitudes de graduadas que tuvieran sus uniones del mismo sexo para que fueran anunciadas en la revista. Ocasionalmente, esos anuncios llegaron a la sección “Notas de clase” de la revista sin llamar la atención, pero oficialmente no estaban permitidos. Ahora, eso ha cambiado.

Berchmans aludió a ese cambio con una cita de San Francisco de Sales, la cual ella eligió para comenzar su carta: “La Iglesia es un jardín con flores ilimitadas; es necesario que sean de varios tamaños, varios colores, varios olores y, para resumir, de diferentes perfecciones... Todas ellas proporcionan una belleza de lo más agradable y perfecta”.

Su carta continuaba dirigiéndose a las enseñanzas de la Iglesia Católica sobre el matrimonio entre personas del mismo sexo y su énfasis en el mandato del Evangelio de amarnos unos a otros.

“Como Hermana profesa de Visitation durante 67 años, he dedicado mi vida al servicio de la Iglesia Católica”, escribió. “La Iglesia es clara en su enseñanza sobre los matrimonios entre personas del mismo sexo. Pero, es igualmente clara en su enseñanza de que todos somos hijos de Dios, que todos tenemos dignidad y somos dignos de respeto y amor.

“Al orar sobre esta contradicción, sigo volviendo a esta opción: podemos centrarnos en la enseñanza de la Iglesia sobre el matrimonio gay o podemos centrarnos en la enseñanza de la Iglesia sobre el mandamiento del amor del Evangelio. Sabemos por la historia —incluida la historia más reciente— que la Iglesia, en su humanidad, comete errores. Sin embargo, a través de la gracia de Dios y el poder del Espíritu Santo, aprende y crece. Y así, elegimos el mandamiento evangélico del amor”.

Christina Peters, graduada de Visitation en 1980 que es gay y se casó con su pareja hace nueve años cuando los matrimonios entre personas del mismo sexo se volvieron legales, dijo que la decisión de Visitation la conmovió profundamente.

“Al ver la tolerancia de la escuela con las estudiantes gays y lesbianas, y de los padres y las familias, me sentí realmente emocionada y agradecida”, dijo Peters. “Sospecho que habrá gente que estará molesta e indignada por eso, pero Visitation ya lo ha dicho, y no creo que ahora vayan a retractarse”.

Peters dijo que tuvo una experiencia rica y positiva en Visitation y está cerca de muchos de sus antiguas compañeras de clase. Pero también dijo que la enseñanza de la iglesia sobre el matrimonio entre personas del mismo sexo fue una de las razones por las que no envió a sus hijas a la escuela Católica.

Berchmans rechazó una solicitud de entrevista. Hasta ahora, ha habido pocas quejas sobre el cambio de política por parte de las estudiantes, de los padres y de las alumnas de la escuela, según funcionarios de la escuela.

“La respuesta a la carta de la hermana ha sido enorme. Ha sido abrumadoramente y calurosamentemuy positiva”, dijo Caroline Coleman Handorf, directora de comunicaciones de la escuela.

La Arquidiócesis de Washington dijo en un comunicado que no se le informó de la decisión de la escuela antes de que se enviara la carta de Berchmans. Aunque Visitation es independiente, la arquidiócesis dijo en su declaración: “La arquidiócesis tiene la clara responsabilidad de garantizar que las escuelas católicas independientes mantengan su auténtica identidad católica y brinden asesoramiento y orientación sobre tales asuntos cuando surjan. En el pasado, Georgetown Visitation ha consultado a la arquidiócesis sobre asuntos relacionados con la defensa de la identidad católica y, por lo tanto, es especialmente decepcionante que esta consulta y colaboración no hayan seguido”.

Continuaba [la declaración]: “La enseñanza de la Iglesia Católica sobre el matrimonio es clara, y tampoco está en conflicto con el mensaje evangélico del amor”.

Una madre de una estudiante actual, que habló bajo condición de anonimato porque le preocupaba que ella fuera el objetivo por sus comentarios, dijo que estaba decepcionada con la decisión de la escuela y que ella y otros padres están preocupados por la formación católica de sus hijos en la escuela. Ella dijo que la oposición a la nueva política es “generalizada” y que muchos padres todavía están decidiendo cómo reaccionarán.

“Elegimos enviar a nuestras hijas a una escuela católica, a través de un gran sacrificio, ya que la matrícula es bastante alta, porque queremos que la doctrina católica y los valores católicos se inculquen en nuestros hijas antes de que salgan al mundo”, dijo. “Las enseñanzas de la Iglesia sobre cuestiones de sexualidad son saludables y brindan a nuestras niñas una gran base. Creemos que la fe católica es realmente crucial para el éxito de estas niñas, y. . . muchos de nosotros nos sentimos muy engañados en este momento”.

Fundada en 1799, Visitation es una de las escuelas católicas para niñas más antiguas de los Estados Unidos. La matrícula anual para las 500 estudiantes en el campus de 23 acres en Georgetown es de $30,100. Un monasterio en el terreno es hogar de 14 hermanas de la Visitación, aunque ninguna de ellas es miembro de la facultad.

Francis DeBernardo, director ejecutivo de New Ways Ministry, un grupo de defensa de los católicos LGBTQ, dijo que no estaba al tanto de ninguna otra revista de exalumnos católicos de escuelas secundarias que incluya anuncios de uniones entre personas del mismo sexo. Describió la carta de Berchmans como “hermosa y muy poderosa”.

“Este es un gran paso adelante”, dijo DeBernardo. “Esto es algo con lo que todas las escuelas católicas tendrán que lidiar, más temprano que tarde. La igualdad en el matrimonio es una realidad. Con demasiada frecuencia, los líderes católicos tratan de enterrar sus cabezas y fingir que esto no es una realidad, pero lo es”.

Jenny Baker Moore, graduada en Visitation en 1990 que vive en McLean, Virginia, y cuya familia tiene vínculos profundos con la escuela, dijo que el cambio se estaba demorando.

“Las cosas suceden a la velocidad de un caracol en la Iglesia Católica, así que esto es una gran cosa”, dijo. “Me encanta la escuela, y me alegro de que finalmente hayan hecho esto”.

Aunque ha habido un amplio apoyo a la posición de la escuela, algunas graduadas de Visitation en la discusión de Facebook dijeron que la carta de Berchmans debería usarse como un trampolín para que la escuela aborde problemas adicionales de diversidad, inclusión y equidad.

“Esto provocó mucho dolor para algunas personas”, dijo Elizabeth Early, graduada en 1992 que vive en Washington y participó en el grupo de Facebook. “Creó como una gran tormenta más allá de la conciencia y el reconocimiento del matrimonio gay. Tenemos que ver qué más puede hacer la escuela”.