Thursday, April 25, 2019

“Hablemos más sobre Jesús y menos sobre los problemas del mundo”, Don Nicola Bux


Este es un artículo de Il Giornale, Abr-23-2019, basado en una entrevista con Don Nicola Bux (click sobre la foto para ampliar). Traducción de Secretum Meum Mihi.

«Mucho espacio para los últimos y los migrantes, pero Cristo no es sólo para ellos»

Don Nicola Bux, colaborador de los dicasterios del Vaticano: «Hablemos más sobre Jesús y menos sobre los problemas del mundo»


La Iglesia siempre ha ayudado los últimos, pero la Iglesia no vino solo para ellos. Dice así justo Don Nicola Bux, durante largos años colaborador de muchos dicasterios del Vaticano: «Jesús en los Evangelios explica un concepto que hoy tendemos a olvidar: A los pobres los tendremos siempre, a Cristo no”.

A Don Nicola no le gustan las polémicas, pero en el fondo se entrevé la Iglesia en los tiempos de Francisco.

El vía crucis en la que se dedica mucho espacio, casi todo, hasta el final, a los migrantes, a los desesperados del mundo. Es normal, siempre se ha hecho así en la solemne liturgia del Viernes Santo, pero Bux advierte contra una deriva que a veces parece abrumar las certezas consolidadas: «La Iglesia debería hablar más sobre su fundador y menos sobre los problemas, incluso gravísimos, que acosan el mundo. No es cuestión de subestimar las heridas y emergencias que la afligen, Dios no lo permita, sino de colocarlas en la perspectiva correcta».

Y, en cambio, a menudo escuchamos mensajes que, si no se codifican correctamente, pueden malinterpretarse. «Incluso la forma más elevada de caridad —recuerda el sacerdote— si no encuentra su origen en Cristo es inútil. Quiero decir que a los apóstoles no les preocupaba de resolver problemas ligados a la justicia social, a la pobreza, a la ecología o a cualquier otra cosa. Cierto, ayudaban, compartían y juzgaban todo lo que encontraban, pero partiendo de Cristo».

Sin vergüenza y reticencia con polémicas anexas, incluso en tiempos en que el Papa estigmatizó las últimas masacres en Sri Lanka.

En resumen, para Don Nicola, aquellos que manejan la grey deberían estar más preocupados por lo esencial y menos por lo que viene después, incluso si es muy importante. «Por eso es por lo que enfaticé esa expresión de Jesús: A mí no me tendrán para siempre, pero a los pobres sí. Uno no puede buscar un alivio en las cosas del mundo, para poner en segundo plano lo que está más en el corazón». El sacerdote da otro ejemplo para aclarar su pensamiento: «Jesús nunca expresó una palabra sobre el Imperio Romano y entonces los romanos dominaban el mundo. Pero habló de otra cosa». Con palabras que conmovían profundamente, al amo y al esclavo, a la viuda y al centurión. Transversal a grupos étnicos, a las divisiones por casta, a todas las fallas que cruzaban o dividían a la sociedad.

«Hoy está muy de moda —Don Nicola todavía apunta— decir no a los muros y construir puentes. Perfecto, pero ¿qué significa esto?»

Una pregunta que presupone una respuesta clara: «Significa una vez más llenar el tiempo y el espacio con Jesucristo. No con las lamentaciones sobre los males, las calamidades y las desgracias que nos asaltan». O el diálogo a toda costa. Por supuesto, no sería cristiano y ni siquiera humano darse la vuelta y mostrar indiferencia ante el malestar, el dolor y la muerte. Pero lo que sucede, en toda su tragedia, ni siquiera puede escapar a la tarea decisiva. Y el sacerdote vuelve al corazón de sus preocupaciones: «Hoy se habla demasiado de todo en la Iglesia, excepto de Cristo. Y así se pierde el horizonte de la misión que la Iglesia está llamada a llevar a cabo: llevar a los hombres a la conversión. El resto importa menos y, en cualquier caso, Jesús no vino primero a esta tierra para enfrentar las inmensas tragedias que nos asedian: hambre, enfermedad, contaminación. Por supuesto, sufrió y lloró como todos los hombres por las demasiadas desgracias de la humanidad. Pero nos enseñó una verdad superior. Sabemos que cuanto más ponemos el énfasis en el misterio, más los cristianos pueden contribuir a lidiar con todas estas heridas abiertas».

Para esto se quiere una jerarquía en la forma de la razón y para que entre en los asuntos humanos. «Ciertamente yo no tengo que enseñarle al Papa lo que tiene que decir —reflexiona el pastor— pero cada cristiano puede hacer sus observaciones».

Así, Don Nicola lanza su último grito de alarma: «En los últimos días, el Papa Ratzinger ha sido muy atacado por el documento que escribió sobre la crisis de la Iglesia y la pedofilia. Pero creo que Benedicto solo ha tenido una reflexión sobre algunos temas ya conocidos. Ha puesto al centro de la escena el hecho de Cristo. La distinción entre tradicionalistas y progresistas no se sostiene. Aquí hay católicos auténticos, que beben de las fuentes siempre frescas de la tradición, y los modernistas que pliegan los Evangelios a la moda. Debemos tener cuidado con las modas».

Vida Nueva anticipa detalles de los cambios que traerá Praedicate Evangelium


Este es un artículo de ABC, Abr-25-2019. Sin embargo, todas las informaciones sobre el tema fueron anticipadas el pasado Lunes por la revista Vida Nueva. Praedicate Evangelium es el nombre de la constitución que reemplazará Pastor Bonus, de la cual nos han venido diciendo que está adelantadísima y que podría aparecer en Jun-29-2019. Uno de los aspectos destacables de lo que hasta ahora solamente es rumor, es que ya no va a existir La Suprema, que es el nombre que se solía dar a la Congregación para la Doctrina de la Fe, porque esta congregación pasará a estar por debajo del pretendido nuevo “superdicasterio” o “superministerio” para la evangelización que se creará.

El Papa primará el departamento de Evangelización en la nueva Curia vaticana

Será más sencilla y al servicio de las diócesis además del Santo Padre

Juan Vicente Boo
Corresponsal en el Vaticano


La nueva estructura de la Curia vaticana, que el Papa Francisco acaba de someter a consulta de las conferencias episcopales de todo el mundo, primará al departamento de Evangelización y al de obras de Caridad, en lugar de Doctrina de la Fe, según el amplio informe que adelantará este viernes la revista española «Vida Nueva». Al mismo tiempo, pone la Curia al servicio de las diócesis además del Papa.

La constitución «Praedicate Evangelium» («Predicad el Evangelio») será promulgada por el Papa el próximo 29 de junio, festividad de San Pedro y San Pablo o bien después del verano según el volumen de alternativas que propongan desde ahora hasta el 31 de mayo los organismos del Vaticano, las conferencias episcopales y algunas universidades pontificias a las que se ha sometido el último borrador.

El lugar de congregaciones y pontificios consejos, la Curia se organizará en departamentos, llamados «dicasterios», muchos de los cuales reagrupan varios organismos anteriores. Varios de ellos pueden ser dirigido por laicos, como ya sucede con el de Comunicación.

Bajo la secretaría de Estado, que mantiene su papel coordinador, figura en primer lugar el departamento de Evangelización, que unifica la congregación de Evangelización de los Pueblos y el pontificio consejo de Nueva Evangelización.

De este modo queda claro, en Roma y en las diócesis, que la prioridad de la Iglesia es ser misionera en todos los lugares del planeta, incluidos los que son cristianos desde hace siglos o milenios.

El nuevo departamento de Caridad del Papa eleva al máximo nivel la antigua Limosnería Apostólica ya que «después de la evangelización tiene que venir la caridad», según manifiesta a «Vida Nueva» el purpurado hondureño Óscar Rodríguez Maradiaga, presidente del Consejo de Cardenales -actualmente reducido a seis- que asesoran al Papa en representación de los continentes.

El departamento de la Doctrina de la Fe, mantiene todas sus tareas, de gran relevancia, sin incorporar actividades de ningún otro, los mismo que el de Laicos Familia y Vida, que es ya resultante de la unificación de tres organismos y el de Desarrollo Humano Integral, que hizo lo mismo.

Mejorar el acceso del portavoz al Papa

En cambio, el de Educación Católica incorpora el pontificio consejo de Cultura, en otra simplificación del organigrama. El departamento de Comunicación, que ya reunió en su día muchos organismos dispersos, no sufre cambios, excepto quizá mejorar el acceso del portavoz al Papa, en lugar de pasar por tres niveles de burocracia como sucede en estos momentos. Este farragoso mecanismo provoca retrasos cada vez menos aceptables cuando los medios de comunicación y las redes sociales trabajan continuamente en tiempo real en lugar del antiguo ciclo informativo de 24 horas.

La secretaría de Economía, en la que el Papa puso tantas esperanzas como organismo unificador y saneador al principio del pontificado, desciende jerárquicamente a simple oficina, encargada de la supervisión contable y administración laboral.

Desde el pasado mes de febrero, en que expiró el mandato del cardenal George Pell, actualmente en prisión en Melbourne, este organismo está oficialmente descabezado aunque la realidad era ya esa desde hace casi dos años, cuando Pell entró en excedencia y se fue a Australia para afrontar el proceso.

En el nuevo organigrama, la Pontifica Comisión de Protección de Menores, creada fuera de la Curia para mantener su independencia, pasa a figurar entre las «instituciones ligadas a la Santa Sede» a efectos de darle mayor peso interno.

Su tarea es pedagógica y preventiva, mientras que las sanciones a sacerdotes abusadores y obispos encubridores corresponden a los organismos jurisdiccionales y al Papa.

Junto con la simplificación organizativa, la otra gran novedad de la Constitución «Predicad el Evangelio» es el enfoque de la actividad de la Curia. Según el arzobispo de Bombay Oswald Gracias, que representa a Asia en el Consejo de cardenales, «el Papa quería que primara una actitud de servicio, y que la Curia vaticana esté también a disposición directamente de los obispos».

Por ese motivo, la tarea de la Curia vaticana no será solo «supervisarles» sino cada vez más «ayudarles», y el nivel jerárquico de un obispo diocesano será exactamente igual al de los jefes de un departamento vaticano, entre los que habrá cada vez más laicos.