Monday, March 25, 2019

La Amoris Lætitia parmesana


Este es un artículo de Gazzeta di Parma, Mar-24-2019. Traducción de Secretum Meum Mihi.

Divorciados: el camino de fe para volver a hacer la comunión

En el centro pastoral diocesano presentada “Sobre la medida del corazón de Cristo”, la nota pastoral del obispo Enrico Solmi

por Luca Molinari
24 de marzo de 2019


Un vademecum de 47 páginas que explica cómo ayudar a las familias “heridas”. El jueves por la noche, en el centro pastoral diocesano, tuvo lugar la presentación de “Sobre la medida del corazón de Cristo”, la nota pastoral del obispo Enrico Solmi “para acompañar y caminar junto con quienes viven la fragilidad, el sufrimiento y las heridas en la familia”. Se trata de un documento que se llega a dos años de distancia de Amoris Laetitia, la exhortación apostólica del Papa Francisco sobre el amor en la familia, diseñado para ayudar a la diócesis a recibir plenamente su contenido.

El texto se articula sobre una introducción y tres capítulos de diferente amplitud, pero con el mismo esquema. Se parte de un ícono bíblico, sigue un resumen y luego comprende las diversas situaciones de fragilidad y sufrimiento con toques necesariamente rápidos. El volumen se cierra con un apéndice que ilustra las experiencias que tienen lugar en la diócesis y proporciona números útiles. En el primer capítulo se habla de matrimonio y familia, en el segundo se hace hincapié en las situaciones de fragilidad: el tema del dolor, la enfermedad, la soledad, la viudez, la pérdida de un hijo, la pobreza, la violencia y las separaciones forzadas.

“Situaciones que interpelan a la comunidad cristiana a una cercanía y proximidad”, señaló Monseñor Solmi. El capítulo más importante es el tercero, dirigido sobre todo a la condición de los divorciados y vueltos a casar. “Miramos a las personas que están separadas, divorciados, que han reunido o no un núcleo familiar y que acuden a la Iglesia de varias maneras, pidiendo mirar dentro de sí mismos —subrayó el obispo—. La Iglesia ofrece un camino para llegar a un recto juicio de conciencia”. Al final de este camino pueden surgir “motivaciones profundas por las cuales se advierte poder acceder a la comunión eucarística y a la confesión”.

“Esto no significa tirar encima una cruz a la doctrina de la Iglesia —precisó Monseñor Solmi— sino que en este camino han surgido tales motivaciones y profundas, por las cuales se percibe que esto es posible. No es la Iglesia o el obispo los que readmiten a la comunión o a la confesión, sino que, frente a la comunidad cristiana, la Iglesia y el obispo dicen que estas personas han cumplido un camino recto, de conversión y penitencia”.