Thursday, March 21, 2019

Llegó a diócesis de Orán, Argentina, el obispo que investigará el caso Gustavo Zanchetta



Esta es una información de El Tribuno de Salta, Mar-21-2019. Como se recordará, hace poco más de un mes se había anunciado su nombre sin indicar “el tiempo y la modalidad de la misma”, refiriéndose a la investigación en sí.

Llegó el obispo que investigará a Zanchetta en Orán

21 DE MARZO 2019

Se trata del tucumano Carlos Sánchez, quien tomará declaraciones a los seminaristas que denunciaron al sacerdote por abuso sexual.


Ayer arribó a la ciudad de Orán el representante del Vaticano que tendrá a su cargo las investigaciones relacionadas con las denuncias contra exobispo de la diócesis norteña, Gustavo Zanchetta, por abuso sexual contra seminaristas. Se trata del obispo de Tucumán, monseñor Carlos Alberto Sánchez, quien llegó acompañado de dos asistentes.

El prelado se instaló en la casa de retiro y de inmediato se abocó a la tarea encomendada por el Vaticano, que consiste en la toma de declaraciones a los seminaristas que acusaron a Zanchetta de haber sido víctimas de abuso sexual durante el tiempo que se desempeñó al frente de la diócesis de la última ciudad fundada por los españoles en América.

Las fuentes consultadas señalaron que la Santa Sede designó para esta tarea al obispo tucumano con el fin de recolectar en el lugar de los hechos toda la información de las acusaciones que pesan contra Zanchetta. En ese sentido, las declaraciones que se tomen servirán de plataforma para que en el futuro se realice el juicio canónico al controvertido sacerdote. El trabajo de monseñor Sánchez en la ciudad de Orán se realiza bajo estricta reserva.

Sin embargo, trascendió que el enviado del Vaticano no solo tomará declaración a los seminaristas, sino también a los tres sacerdotes que lo denunciaron a Zanchetta por abusos sexuales y de poder. El padre Juan José Manzano declaró a El Tribuno que en 2015 ya habían presentado ante la Nunciatura en Buenos Aires elementos de pruebas suficientes que confirmaban los desmanes económicos y abusos del exobispo norteño, entre las que se contaban fotos de Zanchetta en actitudes obscenas.

Los casos de abusos eclesiásticos que involucran a Zanchetta salieron a la luz a partir de una investigación publicada por este medio a fines del año pasado. Las denuncias de los semininaristas y de los sacerdotes norteños terminaron por develar el verdadero misterio acerca de los motivos que llevaron a Zanchetta a renunciar de manera sorpresiva al obispado de Orán en 2017. Y lo que más sorprendió aún fue el hecho de que el papa Francisco le haya creado un cargo de alto rango en el propio Vaticano.

En febrero pasado las denuncias contra el cura llegaron a la Justicia a partir de una actuación de oficio dispuesta por la Fiscalía Penal de Violencia Familiar y de Género de Orán, a cargo de María Filtrín. Para reforzar la tarea de la representante del Ministerio Público, el procurador general de la Provincia, Pablo López Viñals, dispuso la actuación conjunta de Filtrín con el fiscal penal 1 de la Unidad de Delitos contra la Integridad Sexual, Sergio Federico Obeid. En la resolución se considera la complejidad de los hechos investigados y la participación de Obeid en la investigación se resolvió por tratarse del fiscal que investigó al exsacerdote Emilio Lamas, también acusado de abuso sexual.

Con expresas directivas

“Monseñor Sánchez llegó a Orán con expresas directivas del Vaticano”, dijo una fuente religiosa a este medio. Según el informante, ayer el obispo de Tucumán inició su tarea con la convocatoria a la casa de retiro de los seminaristas que denunciaron a Zanchetta por abuso al exobispo de la diócesis norteña. Se supo que la investigación del obispo de la vecina provincia puede demandar varios días.

“Por sus ocupaciones en el obispado de Tucumán es probable que monseñor Sánchez tenga que retornar en varias ocasiones a Orán”, señaló la fuente. Trascendió que las directivas que tiene el religioso no solo consisten en tomar declaraciones a los seminaristas supuestamente abusados, sino a los sacerdotes que ya habían informado en su momento a las autoridades de la iglesia católica acerca de lo que estaba sucediendo con Zanchetta en Orán. Ante el cariz que tomaron los acontecimiento, finalmente, el papa Francisco decidió tomar cartas en el asunto y por eso dispuso que el obispo de Tucumán se haga cargo de la investigación.

“Juan Pablo II sobre el abuso sexual en la Iglesia”, declaración del card. Stanisław Dziwisz, ex-secretario personal del Pontífice

© Associated Press


La declaración fue publicada en Episkopat.pl, Mar-20-2019. Esta es una traducción al español de Secretum Meum Mihi.

Cardenal Stanisław Dziwisz, Declaración:

“Juan Pablo II sobre el abuso sexual en la Iglesia”

Las emergentes opiniones de que Juan Pablo II fue lento en guiar la respuesta de la Iglesia al abuso sexual de menores por parte de algunos clérigos son perjudiciales y contradicen los hechos históricos.

El Papa Juan Pablo II no reemplazó a los obispos en países individuales en su responsabilidad. Al observar la vida de las iglesias locales, vio cómo lidiaban con los problemas emergentes. Cuando fue necesario, los ayudó, a menudo por iniciativa propia. Lo hizo a petición de los episcopados locales.

Así fue como reaccionó ante la crisis sobre el abuso sexual de menores. Cuando, en la década de los 80, la crisis comenzó a fermentarse en la Iglesia en los Estados Unidos, el Papa observó por primera vez las actividades del episcopado de los Estados Unidos y cuando llegó a la conclusión de que se necesitaban nuevas herramientas para luchar contra estos crímenes, le dio nuevos poderes a los superiores de la Iglesia. Estos fueron, para los obispos, un indicio inequívoco de la dirección en la que deberían luchar. Basta recordar que en 1994 Juan Pablo II emitió un indulto para los Estados Unidos y dos años más tarde para la Iglesia en Irlanda, aprobando una política conocida como “tolerancia cero”. El Papa estaba en shock. No tenía intención de tolerar el crimen de pedofilia en la Iglesia y luchó contra él.

Cuando quedó claro que los episcopados locales y los superiores religiosos todavía no podían hacer frente al problema, y la crisis se estaba extendiendo a otros países, reconoció que no solo afecta al mundo anglosajón sino que tiene un carácter global.

Sabemos que, en 2002, hubo una ola de revelaciones en los Estados Unidos, causada por publicaciones conocidas por todos como “Spotlight”. Sin embargo, no todos recuerdan que solo un año antes de estos eventos, en Mayo de 2001, por iniciativa de El Santo Padre, se publicó el documento “Sacramentorum sanctitatis tutela” (Protección de la santidad de los sacramentos). En ese momento, el Papa promulgó las normas “Sobre los delitos más graves”. Conocemos la importancia pionera de este acto jurídico. Juan Pablo II reservó todos los delitos sexuales cometidos por el clero contra menores de 18 años a la jurisdicción del Tribunal Apostólico de la Congregación para la Doctrina de la Fe. También obligó a cada obispo y religioso superior a informar a esta Congregación todos estos delitos, si su probabilidad se confirmaba en la investigación preliminar prevista por el Código de Derecho Canónico. Otros procedimientos más continuaron bajo el control del Tribunal Apostólico.

El análisis de la crisis fue presentado por Juan Pablo II en Abril de 2002 a los cardenales estadounidenses que fueron llamados al Vaticano después de la publicación de “Spotlight”. Gracias a las reglas claras que indicó el Papa, el grado de abuso en los EE. UU. Ha decrecido. A día de hoy, este análisis sirve como punto de referencia para todos aquellos comprometidos con la lucha contra el delito de abuso sexual de menores por parte de clérigos. Ayuda a diagnosticar la crisis e indica la salida. Esto ha sido confirmado por la cumbre en el Vaticano convocada por el Papa Francisco, quien en la lucha contra este problema sigue con determinación el camino de sus predecesores.

Finalmente, debo decir unas palabras sobre el caso de [Marcial] Maciel Degollado. Se ha dicho que Juan Pablo II estaba encubriendo su actividad criminal. Los hechos hablan de otra manera. Permítanme que les recuerde que la Congregación para la Doctrina de la Fe ya había comenzado a investigar las acusaciones contra Degollado durante el pontificado de Juan Pablo II, precisamente en Diciembre de 2004. En ese momento, Mons. Charles Scicluna, entonces Promotor de Justicia y ahora Arzobispo, fue enviado a México y a los Estados Unidos con otro abogado, para llevar a cabo las actividades necesarias en este asunto. La decisión de iniciar esta investigación solo podría hacerse con el conocimiento y la aprobación de Juan Pablo II. Estas actividades no se interrumpieron incluso durante el tiempo de la sede vacante, después de la muerte de Juan Pablo II, y, por lo tanto, pudieron concluirse mediante un veredicto al comienzo del pontificado de Benedicto XVI.

Cardenal Stanisław Dziwisz
Cracovia, 20 de Marzo de 2019